Muere Alfredo Matesanz, el periodista radiof¨®nico que resolv¨ªa problemas
Referente de la informaci¨®n local y de servicio, trabaj¨® 45 a?os en Radio Segovia
Practicar el periodismo en el medio local no es tarea nada sencilla porque se percibe muy de cerca el aliento de los poderes queriendo modificar el rumbo de la verdad que est¨¢ obligado a contar el profesional, eso que algunos no quieren que se sepa. Alfredo Matesanz, que falleci¨® el jueves a los 70 a?os de edad, de los que pas¨® 45 en Radio Segovia, asociada a la Cadena SER, ten¨ªa un don especial a la hora de cumplir con el servicio p¨²blico de informar, ejercicio que practicaba desde la cercan¨ªa a los m¨¢s desfavorecidos, a los sin voz, siempre desde la sencillez y la bondad, sin abandonar el relato del d¨ªa a d¨ªa, con equilibrio de funambulista. Matesanz, que se hab¨ªa jubilado hac¨ªa cuatro a?os y ha sido v¨ªctima de un c¨¢ncer, siempre hab¨ªa entendido que en el relato de la inmediatez, de la proximidad, es donde se encontraba realmente el latido de la vida y que sumergi¨¦ndose en la cr¨®nica local se observaba la realidad de la vida en general, pese a lo sacrificado del trabajo. Cualquier cr¨ªtica podr¨ªa tener un efecto pernicioso al encontrarte en la calle con el que se pudiera considerar afectado, aunque no tuviera raz¨®n.
Su marcha ha puesto de manifiesto lo que ya se sab¨ªa si se caminaba con ¨¦l por la calle. Era imposible andar dos pasos seguidos sin ser requerido y saludado por los ciudadanos con los que se iba cruzando, posiblemente porque, en alg¨²n momento de su carrera, les hubiera abierto el micr¨®fono para contar alg¨²n problema que, si el pol¨ªtico de turno era h¨¢bil, solucionar¨ªa al momento, fuera un bache o algo m¨¢s serio.
Tuvo el poder sin ni siquiera saberlo y, sobre todo, sin aprovecharse, aunque si no contaba las cosas posiblemente dejaban de existir, pero lo que quedaba claro es que si lo hab¨ªa dicho ¨¦l, iba a misa, como dicen popularmente en provincias. Con la ilusi¨®n del primer d¨ªa acud¨ªa a la emisora, preparaba su programa y se sentaba ante el micr¨®fono, abriendo su l¨ªnea caliente para dar la oportunidad de ejercer la libre expresi¨®n y servir al inter¨¦s general.
Su trabajo le fue recompensado con los t¨ªtulos de hijo predilecto, tanto de la ciudad como de la provincia de Segovia, por el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n Provincial, en cuyos edificios ondean las banderas a media asta en se?al de duelo. Su trayectoria fue reconocida por el Premio Francisco de Coss¨ªo de la Junta de Castilla y Le¨®n, en 2017, entre otros.
Su car¨¢cter afable conquistaba cada a?o a los corresponsales o enviados especiales en el extranjero que quedaban finalistas en el premio en memoria de Cirilo Rodr¨ªguez ¡ªel periodista que narr¨® la llegada del hombre a la Luna y que fue predecesor de Matesanz en la emisora local¡ª. En una profesi¨®n a veces cainita tambi¨¦n supo aglutinar al colectivo period¨ªstico local como presidente de la Asociaci¨®n de Periodistas de Segovia, de la que actualmente era vicepresidente, y que le dio un homenaje que le resultar¨ªa inolvidable.
Tuvo la ocasi¨®n de vivir y relatar acontecimientos que han transformado la sociedad y la pol¨ªtica espa?olas, siempre con respeto, si lo requer¨ªa la situaci¨®n, o vibrando de emoci¨®n, porque ejerc¨ªa implic¨¢ndose en la actualidad que narraba practicando esa magia de la radio que logra tocar el coraz¨®n de los oyentes.
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