Terror e impunidad contra los gar¨ªfunas de Honduras
La desaparici¨®n de cuatro j¨®venes de este pueblo levanta las alarmas sobre la violencia que sufren las comunidades ind¨ªgenas en el pa¨ªs centroamericano
Miriam Miranda no ceja en su lucha para esclarecer lo ocurrido con cuatro activistas gar¨ªfunas que hace un a?o fueron desaparecidos de forma violenta por polic¨ªas en la comunidad caribe?a de Triunfo de la Cruz, en Honduras. Esta activista hondure?a, defensora de los derechos de las poblaciones gar¨ªfunas del pa¨ªs centroamericano, exige al Gobierno que lidera el controvertido ...
Miriam Miranda no ceja en su lucha para esclarecer lo ocurrido con cuatro activistas gar¨ªfunas que hace un a?o fueron desaparecidos de forma violenta por polic¨ªas en la comunidad caribe?a de Triunfo de la Cruz, en Honduras. Esta activista hondure?a, defensora de los derechos de las poblaciones gar¨ªfunas del pa¨ªs centroamericano, exige al Gobierno que lidera el controvertido Juan Orlando Hern¨¢ndez, que presione a las instituciones del Estado para que se esclarezca lo ocurrido con los j¨®venes, cuyo caso ha disparado las alarmas sobre la situaci¨®n de violencia que sufre el pueblo gar¨ªfuna hondure?o, acechado por el crimen y poderosos grupos econ¨®micos interesados en explotar las riquezas de la regi¨®n donde se asientan estas poblaciones ind¨ªgenas. ¡°Se trata de desapariciones forzadas y el Estado no muestra voluntad pol¨ªtica para investigar lo sucedido. Es m¨¢s, el Estado niega lo ocurrido¡±, afirma Miranda.
El hecho sucedi¨® la madrugada del 18 de julio de 2020, cuando hombres fuertemente armados y portando chalecos antibalas, integrantes de la Direcci¨®n Policial de Investigaciones, detuvieron en la comunidad de Triunfo de la Cruz a Alberth Snaider Centeno, Suami Aparicio Mej¨ªa Garc¨ªa, Milton Joel Mart¨ªnez ?lvarez y Gerardo Mizael Roche Calix. Los cuatro participan de forma activa en la defensa de los derechos del pueblo gar¨ªfuna a trav¨¦s de la Organizaci¨®n Fraternal Negra Hondure?a (OFRANEH), que coordina Miriam Miranda. Los testimonios recogidos por el organismo dan cuenta de un uso excesivo de la fuerza y de la violaci¨®n de los derechos de los detenidos. Un a?o despu¨¦s de lo ocurrido, no se sabe nada del paradero de los cuatro muchachos y el Gobierno hondure?o no muestra avances en la investigaci¨®n del caso, denuncia Miranda.
Triunfo de la Cruz forma parte de las cinco comunidades gar¨ªfunas de la costa Caribe del noroeste de Honduras, una regi¨®n que cuenta con hermosas costas que atraen a los turistas, pero tambi¨¦n la ambici¨®n de grupos econ¨®micos que quieren explotarlas. Debido a la amenaza que acecha a esta poblaci¨®n, la comunidad obtuvo en 2015 una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que conden¨® al Estado hondure?o por diversas violaciones a sus derechos. Snaider Centeno era una voz inc¨®moda para el Gobierno, dado que hab¨ªa exigido activamente el cumplimiento de la sentencia. Tras la desaparici¨®n de los cuatro activistas, la Corte Interamericana emiti¨® medidas provisionales a su favor, pero las familias de los j¨®venes afirman que no han tenido acceso a la investigaci¨®n que lleva a cabo el Estado, ni han sido llamadas para testificar en el proceso. ¡°El problema es que el Estado a lo largo del a?o ha estado presentando informes incoherentes que no dan luces de lo que paso o por qu¨¦ paso esto. El Estado no quiere aceptar que se trata de desapariciones forzadas y que deben ser investigadas como tal¡±, explica Miranda.
Honduras es catalogado como uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo para los defensores de derechos humanos. Miranda denuncia que en cinco a?os han sido asesinados 50 integrantes de las poblaciones gar¨ªfunas y la amenaza contra este pueblo es constante, lo que ha hecho que muchos decidan dejar sus poblaciones, migrando a otros pa¨ªses, como M¨¦xico. Uno de los casos m¨¢s sonados de violencia contra activistas es el de Berta C¨¢ceres, asesinada en 2016 y por cuyo crimen han sido condenadas ocho personas, incluyendo a David Castillo, expresidente ejecutivo de la empresa Desarrollos Energ¨¦ticos S.A. (DESA). C¨¢ceres hab¨ªa denunciado p¨²blicamente a Castillo por amenazas de muerte. ¡°Ella se?al¨® que si alguien iba a asesinarla esa persona era ¨¦l¡±, ha dicho su hija, Berta Z¨²?iga. La ecologista se hab¨ªa opuesto abiertamente a la construcci¨®n de la presa de Agua Zarca, un proyecto hidroel¨¦ctrico que afectar¨ªa al r¨ªo Gualcarque, importante fuente de recursos para comunidades ind¨ªgenas hondure?as.
En el caso de los activistas gar¨ªfunas desaparecidos, Miranda denuncia que el Estado hondure?o se ha negado a que se instale un Comit¨¦ Internacional de B¨²squeda e Investigaci¨®n de los Desaparecidos de Triunfo de la Cruz (llamado SUNLA, en idioma gar¨ªfuna) que est¨¦ integrado por expertos de organismos internacionales como la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). ¡°El Estado es responsable de lo ocurrido. Alberth Snaider Centeno estaba siendo hostigado y present¨® una denuncia por el peligro que sent¨ªa, porque incluso motorizados lo intimidaban en su casa por el trabajo que estaba desarrollando¡±, dice Miranda, quien critica, adem¨¢s, que el Gobierno ha lanzado una campa?a de desprestigio contra los activistas al insinuar en redes sociales que estaban ligados al crimen organizado.
Miriam Miranda tambi¨¦n ha recibido amenazas por su trabajo y denuncias, a pesar de tener medidas cautelares emitidas por la CIDH. ¡°He sufrido secuestros de grupos criminales. Temo por mi familia. La organizaci¨®n [OFRANEH] ha sido criminalizada¡±, detalla. A pesar de este hostigamiento, la activista mantiene su cruzada para esclarecer lo ocurrido con sus compa?eros de Triunfo de la Cruz. El martes encabez¨® una manifestaci¨®n en Tegucigalpa y este mi¨¦rcoles manten¨ªa la movilizaci¨®n en la peligrosa capital hondure?a. ¡°Hay una gran voracidad por los recursos de las zonas en las que vivimos y por eso quieren hacer desaparecer nuestro pueblo. Se trata de un plan genocida contra el pueblo gar¨ªfuna que responde a los intereses de la clase pol¨ªtica y econ¨®mica del pa¨ªs, que quiere entregar el territorio a los inversionistas extranjeros. El Estado hondure?o muestra un gran desprecio hacia la comunidad gar¨ªfuna¡±, concluye la activista.
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