La quinta ola comienza a echar el freno: el auge de la curva epid¨¦mica se ralentiza pero persiste la presi¨®n asistencial
La incidencia acumulada en Espa?a asciende a 677 casos por 100.000 habitantes y ya hay cerca de 8.000 personas hospitalizadas a causa del virus
La quinta ola en Espa?a comienza a echar el freno. La curva epid¨¦mica sigue subiendo y la transmisi¨®n contin¨²a disparada, pero el ritmo de nuevas infecciones se ralentiza. La explosi¨®n de contagios de las ¨²ltimas semanas se aten¨²a y la incidencia acumulada a siete d¨ªas, por ejemplo, ha pasado de crecer alrededor del 5% diario la semana pasada a avanzar estos d¨ªas a un ritmo del 1%. La velocidad de transmisi¨®n del virus ¡ªla Rt, que mide a cu¨¢ntas personas contagia cada positivo¡ª tambi¨¦n lleg¨® a su pico el pasado 1 de julio y ha tomado una tendencia descendente, pero los indicadores siguen lejos de los umbrales ¨®ptimos para contener la expansi¨®n del coronavirus. La presi¨®n asistencial persiste y, aunque los niveles de hospitalizaci¨®n no llegan a los registrados en olas anteriores gracias al efecto de la vacunaci¨®n, los ingresos por covid ya ascienden a 7.955 y crecen alrededor de un 5% cada d¨ªa. Los expertos consultados alertan de que el virus ¡°est¨¢ muy extendido¡± en el pa¨ªs y urgen m¨¢s restricciones para doblegar la curva.
La quinta ola explosion¨® a finales de junio, aupada por la relajaci¨®n de las restricciones y los viajes y encuentros de fin curso entre los j¨®venes: la incidencia se multiplic¨® por siete en apenas un mes y ya se situaba este viernes en 677 casos por 100.000 habitantes a 14 d¨ªas. La tendencia de la curva epid¨¦mica sigue al alza, pero, tras varias semanas de crecimiento desbocado, algunos indicadores empiezan a arrojar luz para sortear este nuevo envite del virus. Seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad, la Rt arranc¨® este mes a 1,74. Esto es, que por cada 100 positivos se contagian otros 174. Dos semanas despu¨¦s, el 15 de julio, ¨²ltima fecha de la que reportan datos, este indicador descendi¨® a 1,15, pero sigue por encima del umbral (menos de 1) recomendado por las autoridades sanitarias para mantener a raya el virus.
Elena Vanessa Mart¨ªnez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, sintetiza: ¡°No estamos de bajada, nos estamos ralentizando¡±. Una situaci¨®n que es previsible, sostiene, tras un incremento explosivo como ha sido el de la quinta ola. ¡°Es una ralentizaci¨®n natural porque el virus se extiende cuando hay personas susceptibles¡±, que se re¨²nen e interact¨²an sin protecci¨®n, apunta. ¡°Cuando esa poblaci¨®n susceptible deja de serlo porque se contagia, al virus le cuesta m¨¢s encontrar d¨®nde infectar¡±, a?ade la epidemi¨®loga. La entrada en vigor de restricciones severas en algunas partes del territorio, como toques de queda y limitaciones a las reuniones sociales, tambi¨¦n ha alentado ese freno en los contagios, arguye Mart¨ªnez.
La incidencia acumulada a 14 d¨ªas ha pasado tambi¨¦n de crecer entre un 6% y un 7% diario la semana pasada a aumentar a un ritmo de en torno al 3%. Aunque hay variabilidad entre las comunidades. Catalu?a, por ejemplo, fue la primera autonom¨ªa en la que se dispararon los contagios y se sit¨²a a la cabeza de Espa?a en transmisi¨®n del virus (1.185 casos por 100.000 habitantes), pero tras varios d¨ªas con restricciones en el ocio nocturno y toques de queda, lleva toda la semana con la incidencia en descenso. Madrid, en cambio, ha empezado a despuntar ahora y los contagios han crecido un 82% en la ¨²ltima semana (la incidencia es de 647 casos por 100.000), aunque no se plantea aplicar restricciones. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha confirmado este viernes en Onda Cero que, a nivel nacional, se est¨¢ frenando el crecimiento: ¡°Primero son los contagios, luego la incidencia acumulada, despu¨¦s los ingresos y despu¨¦s las UCI. Vemos que empieza a ralentizarse el crecimiento¡±, ha indicado.
Pero queda camino por recorrer. La positividad de las pruebas diagn¨®sticas, por ejemplo, se sit¨²a en el 15,74%, con un ligero descenso respecto al d¨ªa anterior, pero muy lejos del 5% que, como m¨¢ximo, deber¨ªa tener el pa¨ªs para controlar la transmisi¨®n. Mart¨ªnez asegura que ese nivel de positividad es ¡°una barbaridad¡±: ¡°Significa que el virus est¨¢ totalmente extendido en la poblaci¨®n, mucho m¨¢s de lo que ves, y que no llegas a hacer pruebas a todo el mundo¡± que realmente est¨¢ contagiado, resume. Jes¨²s Molina Cabrillana, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene, destaca tambi¨¦n el efecto de la variante delta, que es hasta un 60% m¨¢s transmisible. ¡°Cada vez que ha habido una variante nueva, la transmisi¨®n es m¨¢s efectiva¡±, pero a diferencia de las otras olas, matiza el experto, ¡°adem¨¢s de medidas no farmacol¨®gicas, como las restricciones, ahora tenemos mucha poblaci¨®n vacunada¡±.
El ritmo de pinchazos en Espa?a, coinciden los expertos consultados, ha favorecido que la curva de hospitalizaciones y muertes sea mucho menor que en otras olas y muy inferior a la de contagios. Con m¨¢s de la mitad de los espa?oles (25 millones de personas) con la pauta de pinchazos completa y una cobertura vacunal que roza el 100% en los mayores de 70 a?os, los ingresos est¨¢n lejos de los ¨ªndices alcanzados en otras olas: 7.955 personas est¨¢n hospitalizadas, 1.292 en cuidados intensivos (UCI). En enero, en plena tercera ola, llegaron a ser m¨¢s de 30.700 las personas ingresadas por covid en los centros sanitarios espa?oles.
Pero que el ritmo de ingresos no sea el de otras olas no significa que el impacto de esta ola sea inocuo para el sistema sanitario. La atenci¨®n primaria lleva semanas desbordada ante el auge de casos sospechosos que llegan a las consultas y los hospitales empiezan a sufrir la presi¨®n de los nuevos ingresos por covid. En Catalu?a, los enfermos de coronavirus ya ocupan el 40% de las plazas de UCI y algunos hospitales han comenzado a suspender actividad programada y restringir visitas de acompa?antes. Mart¨ªnez avisa de que no se puede bajar la guardia: si bien ¡°la proporci¨®n de hospitalizados no tiene comparaci¨®n con lo que habr¨ªa podido ser sin tanta poblaci¨®n vacunada, los ingresos son largos y cuesta mucho vaciar los hospitales¡±, alerta.
Impacto en las residencias
Adem¨¢s, aunque la ola se ha cebado con los j¨®venes, que no estaban vacunados y tienen m¨¢s interacciones sociales, el virus ha alcanzado a todas las franjas de edad, incluidas las residencias, que llevan meses blindadas y con su poblaci¨®n protegida. La vacuna evita la hospitalizaci¨®n grave y la muerte, pero no las infecciones y, en cualquier caso, el f¨¢rmaco tampoco es infalible. Los contagios en residencias de mayores han subido un 297,6% en solo una semana, informa Mar¨ªa Sosa. Del 12 al 18 de julio se contabilizaron, al menos, 493 positivos de ancianos que residen en estos centros, frente a los 124 entre el 5 y el 11 de julio, seg¨²n el informe semanal publicado este viernes por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
El aumento va en consonancia al registrado en el pa¨ªs en este tiempo, se?ala Daniel L¨®pez-Acu?a, exdirector de Emergencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS): ¡°Es un efecto en diferido, un coletazo del aumento de la incidencia en los j¨®venes. El crecimiento de las tasas en todos los grupos de edad muestra que, a¨²n vacunados, hay susceptibilidad al contagio. No podemos pensar que esta es una ola de j¨®venes, es de todos¡±, resuelve el epidemi¨®logo.
En la mayor¨ªa de los casos los ancianos, al estar vacinados, permanecen asintom¨¢ticos o con s¨ªntomas leves. Sin embargo, se trata de una poblaci¨®n muy vulnerable (por edad y porque suelen presentar varias patolog¨ªas) y su respuesta inmunitaria no es tan fuerte como en otros grupos de edad. Del 12 al 18 de julio, ocho mayores de residencias murieron por coronavirus. La semana inmediatamente anterior hab¨ªan sido cero, la primera vez que esto ocurr¨ªa desde el inicio de la pandemia.
Los expertos urgen m¨¢s medidas restrictivas y reforzar la detecci¨®n precoz para conseguir doblegar la curva. A mayor transmisi¨®n, avisa L¨®pez-Acu?a, mayor riesgo de nuevas variantes que escapen al virus: ¡°Si no hacemos nada, seguiremos con ligeros incrementos o una meseta prolongada. Si sostenemos medidas durante cuatro o seis semanas, como restricciones al ocio nocturno o toques de queda, tendremos una pendiente descendente¡±, sostiene el experto. Coincide Mart¨ªnez: ¡°Hay que reforzar medidas de cierre de lugares que suponen un riesgo seguro, como muchos espacios cerrados. No es lo mismo un teatro, que te sientas y est¨¢s callado, que un sitio interior donde comes y hablas y te acabas quitando la mascarilla¡±.
L¨®pez-Acu?a aboga por realizar un cribado dirigido a los grupos poblacionales con m¨¢s incidencia y advierte de que las medidas restrictivas tienen que prolongarse todo el verano para poder controlar la pandemia: ¡°Nos hemos cargado el verano cuando optamos por relajar medidas de forma prematura: estamos pagando los errores de hace dos meses. Hemos sentado demasiadas falsas seguridades con la vacunaci¨®n, los test de autodiagn¨®stico y lo de quitarse la mascarilla. Todav¨ªa hay transmisi¨®n comunitaria¡±, zanja.
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