Unos 100.000 pacientes inmunodeprimidos empezar¨¢n ya a recibir la tercera dosis de la vacuna contra la covid

Unas 100.000 personas comenzar¨¢n a recibir ya la tercera dosis de la vacuna contra la covid en Espa?a. Son pacientes gravemente inmunodeprimidos, entre los que est¨¢n incluidas las personas con trasplante de ¨®rgano s¨®lido (unas 60.000 personas), los receptores de trasplante de m¨¦dula ¨®sea (unas 20.000 ) y los pacientes en tratamiento con f¨¢rmacos anti-CD20, que se utilizan habitualmente junto a la quimioterapia en tratamiento de linfomas y para otras enfermedades como la esclerosis m¨²ltiple, lupus o algunos tipos de artritis reumatoide (suman unos 150.000, pero entre ellos se aplicar¨¢ seg¨²n la decisi¨®n de los m¨¦dicos, entre a un 2% y un 10%). Este es el conjunto de poblaci¨®n para el que la Comisi¨®n de Salud P¨²blica ¡ªcompuesta por el Ministerio de Sanidad y las comunidades¡ª ha decidido este martes acotar la tercera inyecci¨®n despu¨¦s de las recomendaciones emitidas en este sentido tanto por el grupo de expertos que componen la Ponencia de vacunas como por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en ingl¨¦s) y el Centro de Europeo de Control de Enfermedades (ECDC).

El motivo para administrar una tercera dosis a estos pacientes es que su sistema inmunitario, debilitado, no responde de forma suficiente a lo que se considera una pauta completa para el resto de la poblaci¨®n. Con dos pinchazos esta poblaci¨®n sigue siendo todav¨ªa vulnerable (aunque menos que sin ellos) a enfermar gravemente o morir por covid. Esta inyecci¨®n no se considera un refuerzo, sino una dosis adicional para completar la vacunaci¨®n.

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La inoculaci¨®n de la dosis de refuerzo deber¨¢ realizarse al menos 28 d¨ªas despu¨¦s de haber recibido la dosis anterior. En el caso de las personas en tratamiento con f¨¢rmacos anti-CD20 (entre los que se incluyen, entre otros, rituximab y ocrelizumab), habr¨¢ de administrarse transcurridos seis meses desde la finalizaci¨®n de la terapia. En todos estos casos se administrar¨¢ vacuna de ARN mensajero (Pfizer o Moderna), preferentemente el mismo tipo que la administrada con anterioridad, seg¨²n informa el Ministerio de Sanidad en un comunicado.

Es una gran diferencia con respecto a la aplicaci¨®n de una tercera dosis de recuerdo para la poblaci¨®n general, tal y como est¨¢n haciendo pa¨ªses como Israel, que la inyecta a todos los mayores de 50 a?os. Por el momento, la evidencia cient¨ªfica no avala que sea necesaria en personas con el sistema inmunitario sano. Los ¨²ltimos estudios muestran que, aunque despu¨¦s de entre seis y ocho meses de su inoculaci¨®n las vacunas pierden eficacia a la hora de evitar contagios y que esta tercera dosis proporciona mejor profilaxis para no infectarse, la protecci¨®n frente a la hospitalizaci¨®n y la muerte sigue siendo muy alta con dos inyecciones.

El tiempo dir¨¢ si esta protecci¨®n para las formas m¨¢s graves de covid decae, lo que har¨ªa necesaria una tercera dosis para capas m¨¢s amplias de la poblaci¨®n. Pero, con el conocimiento actual, tanto la EMA y el ECDC como los expertos que asesoran al Gobierno espa?ol han desaconsejado por ahora tomar esta medida y han optado por limitarla a las personas m¨¢s vulnerables, aquellas entre las que la infecci¨®n puede poner en serio peligro su vida pese a haber recibido las dos dosis.

La Federaci¨®n de Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas (FACME) tambi¨¦n se ha posicionado a favor de la tercera dosis exclusivamente para personas inmunodeprimidas. ¡°En l¨ªnea con las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), los esfuerzos deben ir principalmente dirigidos a extender la vacunaci¨®n tanto en nuestro entorno como a terceros pa¨ªses con el fin de disminuir la circulaci¨®n del virus y la aparici¨®n de variantes¡±, se?ala la entidad en una nota.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya adelant¨® el mi¨¦rcoles de la semana pasada que solo faltaba la ratificaci¨®n de la Comisi¨®n de Salud P¨²blica para aprobar la tercera dosis en estos pacientes inmunodeprimidos. Pero todav¨ªa estaba por ver a qui¨¦nes se inclu¨ªa en esta categor¨ªa, que podr¨ªa ser tan amplia como un 40% de la poblaci¨®n si se incluyeran a todas las personas que tienen de alguna forma afectado el sistema inmunitario por enfermedades (como la diabetes, que padecen seis millones de personas), por la edad (las defensas se debilitan con el paso de los a?os y sufren un gran retroceso a partir de los 80) o por tomar medicamentos como los corticoides, que consume un 10% de la poblaci¨®n.

La decisi¨®n ha sido, por el momento, restringir la tercera pauta a aquellas personas con el sistema inmunitario gravemente comprometido, ya sean receptores de trasplantes o en tratamiento de ciertas enfermedades oncol¨®gicas. La Ponencia de Vacunas y el Grupo de Trabajo T¨¦cnico de vacunaci¨®n covid-19 recomiendan asimismo continuar la revisi¨®n de la evidencia de los beneficios que una dosis adicional puede aportar en otras situaciones de inmunodepresi¨®n, como la de pacientes oncohematol¨®gicos en tratamiento quimio-radioter¨¢pico y en aquellos con patolog¨ªas de base que requieran de tratamiento inmunosupresor.

La FACME, en cuyos informes se bas¨® la Ponencia de Vacunas para sus recomendaciones, aconsej¨® especialmente la tercera dosis en trasplantados. ¡°[Para ellos] no existen todav¨ªa estudios que demuestren la efectividad cl¨ªnica de una dosis adicional, pero s¨ª de incremento del porcentaje de pacientes que consiguen respuesta de anticuerpos, sin problemas de seguridad¡±, explica esta entidad.

Otro grupo con el sistema inmunitario comprometido es el de personas en di¨¢lisis. En este grupo la evidencia es todav¨ªa m¨¢s limitada, pero ante la menor respuesta de sus defensas a las vacunas, la FACME considera que es una poblaci¨®n para la que se podr¨ªa sopesar la dosis adicional.

Para el resto de pacientes inmunodeprimidos ¡ªcomo pueden ser enfermos oncol¨®gicos o con deficiencias renales cr¨®nicas¡ª, las asociaciones cient¨ªfico-m¨¦dicas consideran que, pese a padecer un riesgo de entre dos y cinco veces mayor que la poblaci¨®n general de ser hospitalizados, necesitar cuidados en unidades de cr¨ªticos y fallecimiento en caso de adquirir la infecci¨®n por SARS-Cov-2, no hay evidencia del beneficio de una dosis adicional. ¡°Por ello, en este momento la recomendaci¨®n es mantener las medidas de protecci¨®n individual para evitar contagios y asegurar la vacunaci¨®n del entorno del paciente inmunodeprimido. A medida que se disponga de la evidencia necesaria sobre el efecto de una dosis adicional de las vacunas disponibles u otras nuevas, se ir¨¢n emitiendo recomendaciones para los distintos grupos de pacientes con alteraci¨®n de la respuesta inmune¡±, se?ala la FACME.