La vuelta del ocio nocturno: el ¨²ltimo paso hacia la normalidad que las comunidades no se atreven a dar
La mayor¨ªa de las comunidades mantiene cerrada la noche, un foco de transmisi¨®n en opini¨®n de los t¨¦cnicos que asesoran a las autoridades sanitarias
En esta pandemia, el ocio nocturno se ha convertido en el Rubic¨®n que la mayor¨ªa de comunidades aut¨®nomas temen cruzar por miedo a disparar la transmisi¨®n del virus. Aunque algunas, como Madrid, Castilla-La Mancha, Andaluc¨ªa o Canarias lo abren con limitaciones, la mayor¨ªa prefiere esperar para regresar a lo que los epidemi¨®logos consultados consideran uno de los focos de m¨¢s riesgo: lugares cerrados, a menudo mal ventilados, donde el alcohol, la desinhibici¨®n, la m¨²sica y los c¨¢nticos crean un caldo de cultivo perfecto para la circulaci¨®n del SARS-CoV-2. Econ¨®micamente, el golpe para el sector est¨¢ siendo devastador y las protestas de los empresarios crecen a medida que pasa el tiempo, baja la quinta ola, aumenta el n¨²mero de personas vacunadas y las autoridades van abriendo la mano en otras actividades, como los espect¨¢culos deportivos.
Este mismo mi¨¦rcoles, la justicia ha dado la raz¨®n al Gobierno catal¨¢n para mantener cerrado el sector, mientras algunos de sus empresarios se manifiestan, acampan y anuncian una huelga de hambre hasta que vuelvan a la actividad. Los de otras comunidades, como La Rioja y Murcia, se est¨¢n sumando a las protestas estos d¨ªas. Uno de sus argumentos es que un sector regulado es preferible a los botellones descontrolados que est¨¢n poniendo al l¨ªmite a los ayuntamientos. Pero la mayor¨ªa de Gobiernos auton¨®micos, por el momento, prefieren ser cautos y mantener cerradas las discotecas.
Con una incidencia acumulada de 210 casos por 100.000 habitantes, el riesgo de transmisi¨®n en Espa?a sigue consider¨¢ndose ¡°alto¡±, seg¨²n los par¨¢metros del Ministerio de Sanidad. El marco com¨²n para regular el ocio nocturno se qued¨® en unas meras recomendaciones a principios de junio, ya que el Gobierno no logr¨® imponer medidas contundentes en horarios y aforos, tal y como se propuso, por la oposici¨®n de varias comunidades aut¨®nomas. Algunas, como Baleares, solicitan que el certificado covid digital sirva de salvoconducto para entrar en este tipo de establecimientos, una medida que la justicia ha tumbado en las comunidades en las que se puso en marcha. ¡°Hay sectores cerrados y ser¨ªa una oportunidad para ellos, para garantizar la seguridad en sus espacios¡±, dijo la semana pasada el consejero de Turismo, Iago Negueruela.
En la ¨²ltima actualizaci¨®n de las Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisi¨®n de covid-19 (el conocido como sem¨¢foro), el ocio nocturno aparece dibujado como una actividad pr¨¢cticamente incompatible con la pandemia. Seg¨²n el documento, los pubs y discotecas no deber¨ªan volver a su antiguo uso mientras haya riesgo de transmisi¨®n: las pistas de baile no se pod¨ªan usar como tal y el consumo deber¨ªa realizarse en mesas. Como han repetido los empresarios de la noche, si no hay baile, dif¨ªcilmente puede haber discotecas. Salvador Peir¨®, especialista en Medicina Preventiva y Salud P¨²blica, considera antag¨®nicas las medidas de control con este tipo de ocio: ¡°Con aforos, ventilaci¨®n y mascarillas se puede estar en interiores, pero esto es incompatible con las discotecas y bares de copas¡±.
Algunas de las medidas que se consensuaron a principios de junio iban muy enfocadas a afrontar el verano. De hecho, la propuesta inicial de Sanidad (que finalmente se retir¨® por falta de consenso) inclu¨ªa levantarlas cuando se alcanzase el 70% de vacunaci¨®n, una cifra que se ha convertido en simb¨®lica, puesto que no conlleva la inmunidad de reba?o. Entonces, la quinta ola ni siquiera hab¨ªa comenzado a dibujarse y la magnitud de la variante delta era incierta. Adem¨¢s, todav¨ªa hab¨ªa tasas de vacunaci¨®n muy modestas: menos del 20% de la poblaci¨®n ten¨ªa la pauta completa, frente a m¨¢s del 70% actual. Por estos motivos, algunos expertos consultados, as¨ª como t¨¦cnicos que prefieren no ser citados, creen que el documento deber¨ªa ser actualizado con pautas m¨¢s en sinton¨ªa con la nueva realidad. Sin embargo, entre estas nuevas recomendaciones, con la incidencia actual, ninguno es partidario de reabrir el ocio nocturno, entendido como discotecas, pubs y bares de copas.
Lo resume Fernando Rodr¨ªguez Artalejo, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid: ¡°En lugares donde la gente se junta y bebe mucho, probablemente ah¨ª el criterio es que [antes de abrir] avancemos m¨¢s en vacunaci¨®n y tengamos tasas m¨¢s bajas. En su momento, en uno o dos meses se podr¨ªa liberalizar mucho m¨¢s. Ahora ser¨ªa prematuro¡±.
Varios especialistas coinciden en se?alar que el argumento de botell¨®n versus discotecas es d¨¦bil. Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica, cree que no est¨¢ claro que abrir discotecas vaya a evitar que la gente beba en la calle. ¡°No hay estudios que digan que en las discotecas hay un contagio y en los botellones otro, pero desde el punto de vista de salud p¨²blica, los espacios cerrados entra?an m¨¢s riesgos que los abiertos¡±, afirma.
En la misma l¨ªnea se manifiesta Peir¨®: ¡°El ocio nocturno es compatible con botellones, cada cosa tiene su p¨²blico, no creo que uno nos libre de otro¡±. Este especialista prefiere no poner el grito en el cielo por las ¡°llamativas im¨¢genes que se ven en televisi¨®n¡±. ¡°Cuando vemos a cientos de personas en un botell¨®n no vemos los cientos de miles que no est¨¢n en ¨¦l¡±, argumenta.
El debate del ocio nocturno va m¨¢s all¨¢ de las pr¨®ximas semanas. Para Alberto Infante, profesor de la Escuela Nacional de Salud, la pandemia ha obligado a repensar un modelo econ¨®mico muy basado en el contacto y la cercan¨ªa. ¡°Hay que incentivar otro tipo de negocio¡±, se?ala. Infante aboga por utilizar los fondos europeos que Espa?a recibir¨¢ para transformar la econom¨ªa y que no se base tanto en el turismo y el ocio, incluido el nocturno. ¡°El Gobierno deber¨ªa hacer esa reflexi¨®n. Tenemos incertidumbres en el horizonte, de nuevas variantes, nuevas pandemias para las que el modelo econ¨®mico es muy vulnerable. No podemos seguir pensando que la soluci¨®n para todo es montar un bar¡±, zanja.
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