La erupci¨®n causa una ¡°emergencia habitacional¡± en La Palma
Vecinos desalojados no encuentran viviendas en las que reunificar a sus familias pese a tener recursos para pagar un alquiler
¡°Llevo tres d¨ªas intentando buscar un piso de alquiler y no hay manera de conseguirlo. Solo pido que me alquilen un piso de una o dos habitaciones en Los Llanos o Tazacorte; no me importa c¨®mo est¨¦. Tan solo necesito un techo para poder estar con mis hijos¡±. As¨ª cuenta Remedios Armas su odisea para lograr una vivienda en la que reunificar a su familia. Desde el aciago domingo en que emergi¨® el volc¨¢n, permanece alojada junto a su madre en Fuerte, el cuartel de Bre?a Baja en el que se hospedan quienes han sido desplazados por la erupci¨®n. Ella tiene recursos para pagar un alquiler de entre 400 y 450 euros al mes, pero no encuentra vivienda alguna disponible y los d¨ªas siguen pasando sin sus tres hijos, que viven desde entonces con su otra abuela.
Esta vecina del Valle de Aridane, que trabaja como t¨¦cnica en una administraci¨®n municipal, est¨¢ convencida de que el mercado inmobiliario y su desgracia son dos paralelas que dif¨ªcilmente se encontrar¨¢n, a menos que alguna autoridad lo arregle: ¡°Est¨¢n especulando. ?Por favor, no sean as¨ª, no jueguen con los precios ahora!¡±. Y apunta, a continuaci¨®n, dos soluciones: ¡°Que los que tienen dos viviendas cedan una. Y que tiren de los bancos, que tienen muchas viviendas vac¨ªas y las tienen que ceder¡±.
El consejero de Obras P¨²blicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebasti¨¢n Franquis, ha anunciado este jueves que su departamento gestiona la adquisici¨®n de 257 viviendas de nueva construcci¨®n en la isla, para hacer frente a la emergencia habitacional. A estas se sumar¨¢n otras 23 viviendas de una nueva promoci¨®n que el Instituto Canario de Vivienda (ICAVI) est¨¢ finalizando en el municipio de El Paso.
Es imposible precisar a cu¨¢ntos desalojados est¨¢ dando voz Remedios Armas, porque desde el momento en que se produjeron las evacuaciones cundi¨® la idea de que la mayor¨ªa de palmeros afectados hab¨ªa podido realojarse en casas de familiares. Valent¨ªn Rodr¨ªguez, otro vecino que perdi¨® su casa, al igual que su hijo, relata una situaci¨®n similar: ¡°Estoy llamando desde hace d¨ªas a amigos y conocidos que tienen apartamentos, porque se dedican a eso, y no consigo ninguna. ?Con todas las casas que dec¨ªan que hab¨ªa aqu¨ª y ahora resulta que no hay ninguna! Cuando todos sabemos que en Los Llanos siempre ha habido muchas casas cerradas¡±. Y con la misma impotencia que Armas, a?ade: ¡°Yo no quiero que me regalen nada, yo puedo pagar¡±.
La punta del iceberg
Armas y Rodr¨ªguez son protagonistas de una emergencia habitacional nueva, que nada tiene que ver con la dram¨¢tica crisis de los desahucios. Ambos tienen medios suficientes para pagarse un alojamiento digno, pero simplemente no lo hay. Lo corrobora la concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de El Paso, ?ngeles Fern¨¢ndez: ¡°Vamos a necesitar muchos recursos de alojamiento. La prioridad ahora mismo es dar a las personas una vivienda digna, un hogar y una intimidad¡±. Y explica que, aunque el problema ya existe, no es m¨¢s que la punta del iceberg de lo que vendr¨¢: ¡°Es verdad que hay mucha gente que est¨¢ ofreciendo una habitaci¨®n, pero esto solo vale en un primer momento, porque esta situaci¨®n se va a dilatar en el tiempo y la convivencia no va a ser f¨¢cil¡±.
La urgencia es tanta, en su opini¨®n, que en una reuni¨®n con el departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias pidi¨® un cambio de prioridades: ¡°Nos plantearon hacer una excepcionalidad con la isla de la Palma para dar un impulso a los expedientes sin tramitar de prestaci¨®n canaria de inserci¨®n o renta b¨¢sica, pero de nada nos va a servir tener 400 euros en el bolsillo si no tenemos d¨®nde quedarnos¡±.
Para resolver la cuesti¨®n, su ayuntamiento est¨¢ tratando de alcanzar alg¨²n tipo de acuerdo con los Cancajos o Bre?a Baja, las localidades donde se concentran los principales recursos tur¨ªsticos (adem¨¢s de Puerto Naos, evacuada por completo por riesgo de que la alcance la lava), para que cedan apartamentos. Pero a d¨ªa de hoy, no hay camas libres en la isla. El presidente de la patronal hotelera de La Palma, ?scar Le¨®n, asegura: ¡°Por supuesto que queremos colaborar, somos palmeros y nos da mucha l¨¢stima todo lo que est¨¢ pasando, pero la realidad es que los hoteles est¨¢n llenos de turistas o de personal de los servicios de emergencia¡±. Le¨®n advierte de que ¡°la gravedad del problema hace muy complicada cualquier soluci¨®n¡± y recuerda que en la isla ni siquiera existe un censo fidedigno de cu¨¢ntas plazas de alojamiento hay. Censadas son m¨¢s de 17.000 camas, pero la realidad es que hay mucho alojamiento no reglado: ¡°Hay mucho turista diseminado y la prueba de ello nos la dio la pandemia, cuando ya se hab¨ªan desalojado todos los hoteles y hubo que fletar m¨¢s aviones porque quedaron visitantes sin regresar¡±.
El precio de venta y alquiler de viviendas ya estaba por las nubes en La Palma antes de la crisis volc¨¢nica. Entre los diversos factores que explican este comportamiento inmobiliario, pesa la resistencia de la sociedad palmera, eminentemente agr¨ªcola, a apostar por una mayor expansi¨®n del turismo. Hasta el punto de que la limitaci¨®n del desarrollo tur¨ªstico y urban¨ªstico de la isla ha sido uno de los principales debates.
Incredulidad y hartazgo
La madre de Remedios Armas, que comparte con ella alojamiento en el Fuerte, naci¨® en 1932, por lo que a sus 89 a?os ha sido testigo de los tres volcanes que han despertado en la isla en el ¨²ltimo siglo: San Juan en 1949; Tenegu¨ªa en 1971 y el actual, a¨²n sin nombre, de Cumbre Vieja. Pero los palmeros viven esta erupci¨®n de forma muy diferente a las anteriores, sobre todo a la del Tenegu¨ªa, a donde acud¨ªan en excursi¨®n familiar durante los veintitantos d¨ªas que expuls¨® lava. Hace 50 a?os, la densidad poblacional era mucho menor y el volc¨¢n emergi¨® cerca del mar, por lo que los da?os fueron pocos (aunque un pescador muri¨® v¨ªctima de las inhalaciones de gas).
Ahora se vive el resurgir volc¨¢nico con incredulidad y cierto hartazgo. Lo primero, porque nadie esperaba que arrasara con el modo de vida de cientos de familias palmeras; y lo segundo porque ¡°esto no es un espect¨¢culo, sino una desgracia, y el que diga lo contrario es que no sabe de lo que est¨¢ hablando¡±, resume Jorge Hern¨¢ndez, un intermediario tur¨ªstico que perdi¨® su negocio en el barrio de Todoque, en Los Llanos. Y a?ade: ¡°En el 49 tuvimos Venezuela (a donde hab¨ªa emigrado una parte importante de la poblaci¨®n). Ahora no tenemos nada¡±. Y cuando dice nada se refiere, expresamente, a las ayudas anunciadas por las instituciones, un escepticismo que comparten muchos palmeros afectados por los dos ¨²ltimos incendios y que a¨²n esperan las prometidas entonces.
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