Las macroinvestigaciones sobre pederastia en la Iglesia cat¨®lica en el mundo: miles de v¨ªctimas y pocos condenados
Estados Unidos, Australia, Irlanda, B¨¦lgica, Alemania y ahora Francia han ido destapando la magnitud de unos cr¨ªmenes sepultados por d¨¦cadas de silencio
La ¨²ltima investigaci¨®n realizada sobre las v¨ªctimas de abusos sexuales en la Iglesia francesa ha vuelto a escandalizar al mundo. La Comisi¨®n Independiente sobre Abusos en la Iglesia Cat¨®lica (Ciase) revel¨® este martes que al menos 216.000 menores fueron v¨ªctimas de pederastia en el seno de la Iglesia cat¨®lica francesa en los ¨²ltimos 70 a?os, una cifra que alcanza las 330.000 v¨ªctimas si tambi¨¦n se cuentan los abusos cometidos por...
La ¨²ltima investigaci¨®n realizada sobre las v¨ªctimas de abusos sexuales en la Iglesia francesa ha vuelto a escandalizar al mundo. La Comisi¨®n Independiente sobre Abusos en la Iglesia Cat¨®lica (Ciase) revel¨® este martes que al menos 216.000 menores fueron v¨ªctimas de pederastia en el seno de la Iglesia cat¨®lica francesa en los ¨²ltimos 70 a?os, una cifra que alcanza las 330.000 v¨ªctimas si tambi¨¦n se cuentan los abusos cometidos por personal laico relacionado con la instituci¨®n: ense?antes, catequistas o responsables de movimientos juveniles.
En Francia fue la Conferencia Episcopal la que decidi¨® encargar a una comisi¨®n independiente la tarea de investigar posibles casos de pederastia desde 1950. En Espa?a se public¨® a finales del pasado junio una investigaci¨®n de tres universidades ¨Cla Universitat Oberta de Catalu?a, la Universidad de Barcelona y la Universidad del Pa¨ªs Vasco¨C cuya principal conclusi¨®n es que las autoridades religiosas en Espa?a han eludido hasta ahora investigar ¡°a fondo¡± este problema. Actitud que no parece haber variado, pese a la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, y que qued¨® reflejada en las palabras pronunciadas por el portavoz de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), Luis Arg¨¹ello, el pasado 30 de septiembre, cuando admiti¨® que no tienen una actitud ¡°proactiva¡±. Es decir, afirman que si alguna v¨ªctima se dirige a los obispos, la atender¨¢n, pero ellos no har¨¢n nada por saber la verdad. Ni revisar archivos, ni contabilizar casos, ni establecer indemnizaciones, ni emprender una investigaci¨®n a gran escala del pasado.
En Espa?a la ¨²nica contabilidad de v¨ªctimas es la que lleva EL PA?S, ante la ausencia de datos oficiales y de la Iglesia. Frente a esa opacidad en los casos ocurridos en Espa?a, a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas se han sucedido otras macroinvestigaciones en diferentes pa¨ªses del mundo. Unas veces las ha impulsado el Parlamento, como ha ocurrido en B¨¦lgica; la Conferencia Episcopal y algunas di¨®cesis concretas han sido las impulsoras en el caso de Alemania y en otros casos, como ocurri¨® en Estados Unidos, la primera gran iniciativa que dio frutos corri¨® a cargo del equipo de investigaci¨®n del diario The Boston Globe. Datos, nombres de v¨ªctimas y abusadores que solo han dejado entrever la magnitud de un problema que subsiste y sobre el sigue siendo habitual que gane el silencio y la impunidad de los agresores.
Estados Unidos
El a?o 2002 marca un antes y un despu¨¦s para los abusos sexuales cometidos por religiosos dentro de la Iglesia cat¨®lica en Estados Unidos. En aquel a?o, el diario The Boston Globe revelaba, tras una ardua investigaci¨®n, un escalofriante patr¨®n de abusos sexuales cometidos durante d¨¦cadas dentro de la famosa achidi¨®cesis cat¨®lica de esa ciudad y c¨®mo la jerarqu¨ªa hab¨ªa protegido a los perpetradores ocultando sus cr¨ªmenes. El poderoso arzobispo de Boston, el cardenal Bernard Law, se vio forzado a abandonar su cargo tras ser acusado de encubrir uno de los mayores esc¨¢ndalos de pederastia de la Iglesia cat¨®lica. Law muri¨® en Roma a finales de 2017 sin haber prestado declaraci¨®n jam¨¢s frente a un tribunal norteamericano.
El esc¨¢ndalo de la Archidi¨®cesis de Boston provoc¨® que, en 2004, la Universidad de Justicia Criminal John Jay de Nueva York abriera una investigaci¨®n que concluy¨® que, entre 1950 y 2002, un total 10.667 personas en EE UU hab¨ªan acusado a 4.392 cl¨¦rigos de abusos sexuales a menores, lo que equival¨ªa a m¨¢s de un 4% del personal religioso. Sin embargo, solo 252 de ellos fueron condenados y 100 encarcelados. Lo que la Iglesia cat¨®lica ha hecho en EE UU es llegar a acuerdos millonarios con las v¨ªctimas de abusos para evitar los tribunales, hasta pagar m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares (casi 2.600 millones de euros) en compensaciones, lo que ha dejado en bancarrota a decenas de di¨®cesis. Para muchas asociaciones de v¨ªctimas, estos pagos han contribuido a que la Iglesia escapara a la justicia.
En 2018, la investigaci¨®n de un gran jurado de Pensilvania expon¨ªa abusos a m¨¢s de mil menores por m¨¢s de 300 religiosos en siete d¨¦cadas y revelaba que desde al menos 1963 el Vaticano conoc¨ªa algunos de esos casos y que se mostr¨® tolerante. Las 1.356 p¨¢ginas del informe de Pensilvania relataban descripciones escalofriantes y crudos ejemplos de impunidad. Por ejemplo, en la di¨®cesis de Erie, un cura confes¨® haber cometido en los a?os ochenta violaciones anales y orales a al menos 15 chicos, uno de ellos de solo siete a?os.
Uno de los mayores obst¨¢culos a la persecuci¨®n judicial son las leyes de prescripci¨®n de delitos. En otros casos, los autores de los horrores ya est¨¢n muertos. La gran excepci¨®n se conoc¨ªa este verano, cuando a finales de julio, el excardenal estadounidense Theodore McCarrick era acusado de abuso sexual a un joven de 16 a?os en 1974. McCarrick, de 91 a?os, se convirti¨® as¨ª en el primer alto cargo de la Iglesia cat¨®lica en EE UU que enfrenta cargos criminales por este tipo de acusaciones.
En 2018, la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, el ¨®rgano que juzga estos asuntos dentro de la Iglesia cat¨®lica, consider¨® a McCarrick culpable de abusos a menores y a adultos con la agravante de abusos de poder, por lo que le impuso la pena de la reducci¨®n al estado laico, la pena m¨¢s dura que contempla la ley can¨®nica. El excardenal es el religioso de mayor rango en la historia reciente de la Iglesia cat¨®lica sobre el que se ha impuesto tal castigo. El pr¨®ximo d¨ªa 28, el expurpurado deber¨¢ comparecer de nuevo ante el tribunal de Boston que le acusa de abuso sexual.
Australia
En 2013, el Gobierno australiano estableci¨® una Comisi¨®n Real -una investigaci¨®n p¨²blica oficial- para indagar sobre los abusos sexuales a menores en instituciones como la Iglesia cat¨®lica, organismos estatales, escuelas, clubs deportivos y organizaciones caritativas. Despu¨¦s de cinco a?os y miles de entrevistas, la Comisi¨®n public¨® los resultados en diciembre del 2017. Los cr¨ªmenes fueron cometidos contra unos 4.400 menores, de una edad media entre los 10 y 11 a?os. Seg¨²n sus conclusiones, alrededor de 1.800 sacerdotes y hermanos religiosos fueron acusados de abuso sexual entre 1950 y 2015, lo que supone un 7% del total de sacerdotes cat¨®licos en Australia. En algunas di¨®cesis este porcentaje alcanza el 15%. Seg¨²n la Comisi¨®n estas acusaciones de abuso sexual nunca fueron investigadas, sino todo lo contrario: las v¨ªctimas fueron ignoradas o incluso castigadas, y los acusados fueron trasladados a nuevas comunidades que no ten¨ªan ning¨²n conocimiento de su pasado.
Los esc¨¢ndalos de pederastia acabaron implicando a la cara m¨¢s conocida de la Iglesia cat¨®lica australiana, el cardenal George Pell, que tambi¨¦n hab¨ªa ejercido como tesorero del Vaticano. En diciembre de 2018, un jurado consider¨® al cardenal Pell culpable de abusos sexuales a menores. Sus abogados recurrieron la sentencia y en abril de 2020 el Tribunal Supremo anul¨® la condena y decret¨® la libertad del cardenal, que hab¨ªa pasado 400 d¨ªas en prisi¨®n.
El Gobierno australiano acept¨® la mayor¨ªa de las recomendaciones que public¨® la comisi¨®n para los abusos sexuales. La m¨¢s importante fue el establecimiento de un programa voluntario para compensar a las v¨ªctimas de los abusos. La Iglesia cat¨®lica se adhiri¨® al programa para evitar un alud de procesos legales y acept¨® compensar a las v¨ªctimas con una cifra m¨¢xima de 150.000 d¨®lares australianos (algo m¨¢s de 94.000 euros). En un gesto simb¨®lico sin precedentes, en octubre del 2018 el Gobierno australiano pidi¨® perd¨®n a todas las v¨ªctimas de pederastia en instituciones religiosas y estatales. ¡°Yo os creo, nosotros os creemos, vuestro pa¨ªs os cree¡±, dijo el primer ministro Scott Morrison en una comparecencia ante el Parlamento. Centenares de v¨ªctimas y sus familiares fueron invitadas a atender la disculpa nacional pronunciada por Morrison: ¡°Hoy Australia se enfrenta a un trauma, una abominaci¨®n, escondida en plena luz del d¨ªa durante demasiado tiempo. Nos enfrentamos a una pregunta demasiado horrible de preguntar, y a¨²n m¨¢s de responder: ?Por qu¨¦ los ni?os y ni?as de nuestra naci¨®n no fueron amados, apoyados y protegidos?¡±.
Irlanda
Las primeras acusaciones de abusos sexuales en el seno de la Iglesia de Irlanda comenzaron a ver la luz en la d¨¦cada de los ochenta, y conmocionaron a una sociedad que, como en otros pa¨ªses de fuerte tradici¨®n cat¨®lica, ha tomado distancia y ha reclamado justicia. Desde el esc¨¢ndalo del sacerdote de Belfast Brendan Smith, causante ¨¦l solo de abusos sexuales a m¨¢s de 140 ni?os durante 40 a?os, las autoridades irlandesas ¡ªy la Iglesia, renqueante en un principio, pero consciente despu¨¦s de que estaba en juego su propia supervivencia¡ª han puesto en marcha investigaciones y creado organismos espec¨ªficos para atajar esta lacra. La Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de los Abusos Infantiles, establecida en el a?o 2000, document¨® las violaciones y acosos sexuales, junto a la explotaci¨®n laboral, de centenares de menores en el seno de las instituciones cat¨®licas. El Informe Ferns ¨Cresultado de una investigaci¨®n interna de la di¨®cesis de Dubl¨ªn y del Servicio de Protecci¨®n del Menor¨C revel¨®, cinco a?os despu¨¦s, hasta 100 acusaciones de abusos entre 1962 y 2002.
El Informe Murphy, impulsado por la jueza Yvonne Murphy, examin¨® hasta 320 acusaciones y se?al¨® p¨²blicamente a los responsables de haber encubierto hechos grav¨ªsimos. Finalmente, la Instituci¨®n Hist¨®rica para la Investigaci¨®n de los Abusos indag¨® en los esc¨¢ndalos ocurridos en Irlanda del Norte entre 1922 y 1995 y delat¨® a los sacerdotes y seglares responsables de abusar de menores. Recomend¨® compensaciones econ¨®micas, monumentos conmemorativos y disculpas p¨²blicas a los supervivientes. Pocas de esas recomendaciones se han atendido. M¨¢s de 1.300 sacerdotes irlandeses han sido acusados de abusos de menores, pero solo 82 de ellos han sido condenados por los tribunales, seg¨²n la organizaci¨®n Bishop Accountability. La directora de esta asociaci¨®n, Barrett Doyle, atribuye este retraso, en un pa¨ªs que fue el primero en exponer los abusos, a una ¡°peligrosa combinaci¨®n¡± del secretismo a¨²n existente en la jerarqu¨ªa cat¨®lica y las leyes civiles en defensa de la privacidad y contra la difamaci¨®n, que juegan a favor de los que perpetraron los abusos.
B¨¦lgica
El esc¨¢ndalo de un obispo pederasta fue la chispa que hizo caer por primera vez el velo de la oscuridad y abri¨® en B¨¦lgica macroinvestigaciones sobre los abusos sexuales cometidos por eclesi¨¢sticos. Ocurri¨® en 2010, cuando se descubri¨® que el entonces prelado superior de la di¨®cesis de Brujas, Roger Vangheluwe, hab¨ªa abusado de dos sobrinos durante a?os. La Comisi¨®n para el Tratamiento de las Demandas por Abusos Sexuales en una Relaci¨®n Pastoral inici¨® una investigaci¨®n a las pocas semanas, cuyas conclusiones fueron desoladoras: recab¨® el relato de dolor de 424 v¨ªctimas, constat¨® el suicidio de 13 abusados y otros seis intentos frustrados de quitarse la vida. En total, pudo identificar a 320 agresores, la mayor¨ªa sacerdotes o religiosos ya fallecidos que hab¨ªan cometido sus delitos entre los a?os cincuenta y ochenta del siglo XX. Un magistrado orden¨® registrar e incautar los documentos de las denuncias recogidas por esta comisi¨®n de la verdad, que acab¨® cerrando de forma abrupta.
Ante la magnitud del esc¨¢ndalo, el Parlamento belga puso en marcha una investigaci¨®n sobre los abusos y cre¨® un centro de arbitraje independiente para recabar m¨¢s denuncias de pederastia; mientras tanto, la Iglesia cre¨® 10 puntos de contacto para recoger testimonios y reparar a las v¨ªctimas. El centro de arbitraje, que estuvo en marcha entre 2012 y 2015, recogi¨® 628 denuncias. A trav¨¦s de los puntos de contacto, dos de los cuales siguen abiertos, se han identificado otras 553 denuncias hasta 2020, seg¨²n recoge la web de la Iglesia belga, que publica informes anualmente. Suman un total de 1.181 denuncias en un pa¨ªs de 11,5 millones de habitantes.
Tras su estudio, cerca de 937 denuncias han sido aceptadas o consideradas lo suficientemente graves como para tener derecho a una reparaci¨®n econ¨®mica. Hasta 2019, las v¨ªctimas hab¨ªan recibido en total 4,6 millones de euros, una media de 5.356 euros para cada una. Seg¨²n la gravedad y duraci¨®n de los abusos, las cantidades fijadas oscilaron entre los 5.000 y los 25.000 euros. De las reparaciones se encarga la fundaci¨®n Dignity, una entidad que representa a la Iglesia en los procedimientos de arbitraje e indemnizaci¨®n.
Alemania
En Alemania, las investigaciones sobre abusos por parte de miembros de la Iglesia cat¨®lica las han encargado o bien la Conferencia Episcopal o algunas de las di¨®cesis del pa¨ªs. Un primer informe conocido en septiembre de 2018 desvel¨® que 3.677 ni?os o adolescentes fueron v¨ªctimas de abuso sexual por parte de 1.670 miembros del clero. El trabajo, realizado por investigadores de tres universidades por encargo del ¨®rgano de los obispos alemanes, concluy¨® que solo un 38% de los perpetradores fueron sometidos a alg¨²n tipo de procedimiento para dirimir su culpa y que en la mayor¨ªa de esos casos ¨²nicamente se enfrentaron a procesos disciplinarios menores. El informe supuso un terremoto en la Iglesia cat¨®lica alemana. Su portavoz asegur¨® tras la publicaci¨®n de un adelanto del contenido en el semanario Der Spiegel que la instituci¨®n estaba ¡°consternada y avergonzada¡±.
Adem¨¢s de calcular el n¨²mero de v¨ªctimas y de abusadores tras consultar documentaci¨®n en distintas di¨®cesis del pa¨ªs, los autores del estudio tambi¨¦n describieron un sistema de encubrimiento que se prolong¨® durante 68 a?os ¨Clos abusos documentados van desde 1946 hasta 2014¨C. Como no tuvieron acceso a todos los archivos relevantes, los investigadores advirtieron de que el n¨²mero de v¨ªctimas probablemente era m¨¢s elevado. Aproximadamente la mitad de las v¨ªctimas eran menores de 13 a?os.
La di¨®cesis de Colonia, la m¨¢s poderosa y rica de la acaudalada Iglesia cat¨®lica alemana, encarg¨® su propio informe a?os despu¨¦s. Su versi¨®n definitiva se public¨® el pasado mes de marzo. Un despacho de abogados de Colonia analiz¨® documentaci¨®n y realiz¨® decenas de entrevistas hasta confirmar la existencia de al menos 314 v¨ªctimas y 2.020 presuntos autores de abusos entre 1975 y 2018.
El esc¨¢ndalo de los abusos del clero no amaina en el pa¨ªs. En junio el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de M¨²nich y uno de los prelados m¨¢s conocidos de Alemania, present¨® su dimisi¨®n al Papa en una carta abierta en la que reconoc¨ªa su ¡°corresponsabilidad¡± y reconoc¨ªa el ¡°fracaso institucional¡± de la Iglesia cat¨®lica. Francisco no acept¨® su renuncia y le pidi¨®, tambi¨¦n mediante una misiva que se hizo p¨²blica, que siguiera trabajando para reformar la instituci¨®n. El Papa urg¨ªa a ¡°ventilar esta realidad de los abusos y de c¨®mo procedi¨® la Iglesia¡±. Otras di¨®cesis alemanas han iniciado sus propias investigaciones. Adem¨¢s, la Conferencia Episcopal estableci¨® el a?o pasado indemnizaciones para las v¨ªctimas de pederastia de hasta 50.000 euros, frente a los 5.000 que como m¨¢ximo hab¨ªa pagado hasta entonces.
Informaci¨®n de Yolanda Monge (Washington), Anna Jover (Auckland), Rafa de Miguel (Londres), Guillermo Abril (Bruselas) y Elena Sevillano (Berl¨ªn).