Una lista negra de 7.000 sacerdotes acusados de abuso sexual en EE UU
Los fiscales investigan por su cuenta la pederastia en la Iglesia estadounidense y dejan cortas las cifras reveladas por las di¨®cesis
Las di¨®cesis de Estados Unidos han adoptado una pr¨¢ctica en los ¨²ltimos meses: publicar un listado de los sacerdotes con "acusaciones cre¨ªbles" de abuso sexual a menores. La mayor¨ªa de los religiosos ya no viven o fueron removidos de sus labores eclesi¨¢sticas.?BishopAccountability.org, un sitio web que rastrea todos los cr¨ªmenes de esta ¨ªndole en la Iglesia, afirma que la instituci¨®n ha revelado hasta ahora cerca de 7.000 curas denunciados desde 1950, pero que seguramente la cifra es mucho mayor. Seg¨²n los informes que maneja el portal, dedicado a recabar las cifras desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, el porcentaje de abusadores oscila entre el 6 y el 10%, lo que supondr¨ªa hasta 11.000 curas pederastas. Las fiscal¨ªas estatales que investigan actualmente estos cr¨ªmenes tambi¨¦n han concluido que los listados est¨¢n incompletos.
En la misa cat¨®lica celebrada el primero de diciembre en Siracusa, Nueva York, el obispo Robert J. Cunningham hizo un anuncio parroquial que llam¨® la atenci¨®n de los feligreses. Primero reconoci¨® las divisiones que existen dentro de la Iglesia sobre si publicar o no los nombres de los sacerdotes con ¡°acusaciones cre¨ªbles¡± de abuso sexual a ni?os, argumentando que algunas v¨ªctimas no quieren que se sepan qui¨¦nes fueron sus abusadores. ¡°Tras reflexionar y orar seriamente, he llegado a la conclusi¨®n de que esta pr¨¢ctica se ha convertido en un obst¨¢culo para hacer avanzar a nuestra Iglesia local¡±, afirm¨® el cura antes de informar de que en los pr¨®ximos d¨ªas el sitio web de la di¨®cesis publicar¨ªa el listado de los cl¨¦rigos denunciados en los ¨²ltimos setenta a?os.
Cunningham cumpli¨® con lo prometido. Pero su decisi¨®n est¨¢ lejos de ser un caso aislado en Estados Unidos. Desde que se dio a conocer en agosto el brutal informe de Pensilvania en el que se revelaba que m¨¢s de 300 sacerdotes abusaron de menores en las ¨²ltimas siete d¨¦cadas, los obispados se han visto presionados por laicos y feligreses a emprender acciones concretas en favor de las v¨ªctimas. La primera lista de este tipo se public¨® en 2002. Hasta el 2017 solo 35 de las 187 di¨®cesis que componen el cuerpo eclesi¨¢stico estadounidense hab¨ªan hecho lo propio. Pero a partir del pasado agosto la cifra se dispar¨®. En diciembre ya se hab¨ªan registrado 90 listados y se sabe que la cifra es mayor, ya que casi a diario hay di¨®cesis que se adhieren. Tambi¨¦n ¨®rdenes religiosas como los jesuitas.
BishopAccountability.org sostiene que la Iglesia ha revelado que hay cerca de 7.000 curas denunciados, pero solo 4.500 con nombre y apellido. Terry McKiernan, fundador de la organizaci¨®n, aclara que ese n¨²mero es impreciso: ¡°Conozco casos de sacerdotes abusadores que deber¨ªan aparecer en las listas y no est¨¢n. Seguramente hay muchos que no sabemos¡±. Seg¨²n los informes que maneja el experto, el porcentaje de profanadores oscila entre el 6 y el 10% de cada establecimiento.
El ¨²ltimo esc¨¢ndalo eclesi¨¢stico respalda su planteamiento. Las seis di¨®cesis de Illinois publicaron hace un tiempo un listado en el que identificaban a 185 religiosos con acusaciones cre¨ªbles. La fiscal general del Estado, Lisa Madigan, alert¨® en diciembre de la falsedad de la cifra y adelant¨® que, seg¨²n sus investigaciones preliminares, la realidad es que al menos 500 sacerdotes han sido denunciados por haber abusado de menores. ¡°Esper¨¢bamos que las cifras fueran as¨ª de dispares¡±, sostiene el abogado Jeff Anderson, quien lidera el bufete que lleva su nombre. ¡°Cuando ellos dicen que no quieren publicar los nombres porque las v¨ªctimas no quieren que se sepa es una gran mentira. Llevo 25 a?os representando a sobrevivientes de abusos y nunca he conocido a uno que no quiera. Ese argumento es una excusa para no hacer lo que corresponde¡±, agrega.
En 2002 el cuerpo completo de obispos cat¨®licos de EE UU aprob¨® la Carta para la Protecci¨®n de Ni?os y J¨®venes, que inclu¨ªa la realizaci¨®n de un estudio descriptivo con la cooperaci¨®n de las di¨®cesis para conocer el alcance de los abusos sexuales a menores por parte del clero. El an¨¢lisis revel¨® que el rango de depredadores era de entre un 3 y 6%, lo que supone 6.600 de los 110.000 miembros de la Iglesia en las ¨²ltimas siete d¨¦cadas. ¡°La investigaci¨®n de Pensilvania y de Illinois demuestran dos cosas: que si queremos saber la verdad son los fiscales los que tienen que hacer y publicar sus propios informes, y que la proporci¨®n de denunciados est¨¢ mucho m¨¢s cerca del 10%. Estamos hablando de unos 11.000 curas¡±, plantea McKiernan.
A pesar de los peros, el paso al frente de las di¨®cesis ha sido bien recibido por aproximarse a la respuesta que merecen las v¨ªctimas. El informe de Pensilvania fue un punto de inflexi¨®n y parece no tener marcha atr¨¢s. El documento de 1.356 p¨¢ginas, la investigaci¨®n m¨¢s exhaustiva que se ha llevado a cabo sobre el abuso sexual de la Iglesia cat¨®lica en EE UU, se adentr¨® en las cloacas clericales y destap¨® desde redes de sadomasoquismo hasta violaciones en hospitales. ¡°No provoc¨® un cambio cultural, ese est¨¢ todav¨ªa por venir, pero s¨ª logr¨® un despertar en la gente. Inyect¨® coraje a las v¨ªctimas y ahora seguiremos presionando hasta que digan toda la verdad¡±, apunta Anderson.
El informe de Pensilvania ha llevado al menos a una docena de fiscales generales estatales pusieran en marcha investigaciones sobre abusos sexuales en sus respectivos territorios. En muchos casos, las acusaciones "no han sido investigadas adecuadamente por las di¨®cesis o no han sido investigadas en absoluto", apuntaba la Fiscal¨ªa de Illinois. Para el abogado Anderson, la diferencia entre lo que publican las di¨®cesis versus las fiscal¨ªas responde en parte a la colaboraci¨®n de las v¨ªctimas, que tienden a ser m¨¢s abiertas con los segundos.
En medio de la presi¨®n, los obispos estadounidenses se reunieron en noviembre para redefinir sus c¨®digos. Entre las medidas propuestas figuraban nuevos ¡°est¨¢ndares de conducta episcopal¡±, la creaci¨®n de una comisi¨®n para manejar las denuncias de abuso contra los obispos, y nuevos protocolos para los religiosos que son destituidos o que renuncian debido a una conducta sexual inapropiada. Antes de votar recibieron una carta del Vaticano en la que se les ped¨ªa que no acataran reformas hasta despu¨¦s de la cumbre que se celebrar¨¢ en Roma en febrero con todas las Conferencias Episcopales del mundo para abordar la crisis desatada por los abusos a menores. Este viernes el papa Francisco asegur¨® que la Iglesia "no se cansar¨¢ de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales cr¨ªmenes¡±. Porque este a?o la bomba no solo estall¨® en Pensilvania. Ni en Illinois. Tambi¨¦n lo hizo en Chile, Irlanda y Australia. Y la lista, al igual que la de los cl¨¦rigos acusados, no deja de crecer.
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