El turismo volc¨¢nico desborda La Palma en el puente: autobuses llenos y atasco en la carretera
El Cabildo habilita transportes para ir de la capital al mirador m¨¢s concurrido. Van tan llenos que la cola para cogerlos dura m¨¢s de una hora. Otros turistas aparcan donde pueden y llegan andando por una carretera sinuosa y llena de ceniza
El s¨¢bado no era un d¨ªa propicio para observar el volc¨¢n de La Palma. Llov¨ªa ceniza como si fuera agua, lo que ennegrece el cielo y empeora la visi¨®n. Sin embargo, el mirador en la iglesia de Tajuya (El Paso) estaba repleto de personas observando la erupci¨®n. Es el punto desde el que mejor se vislumbra el volc¨¢n, donde acuden casi todos los turistas que este fin de semana, puente de Todos los Santos, llenan la isla. Hay tal nivel de ocupaci¨®n hotelera que el Cabildo de La Palma ha habilitado ocho autobuses que parten cada media hora desde el aeropuerto viejo de Buenavista, cerca de Santa Cruz, la capital ¡ªalejada de la nube de ceniza¡ª, y que dejan a los turistas junto a la iglesia.
¡°Esto es impresionante, ?c¨®mo no iba a venir a verlo?¡±, dice Ricardo Guti¨¦rrez, un sevillano de 38 a?os protegido con un paraguas. Est¨¢ en primera l¨ªnea del mirador. Dos amigas, justo detr¨¢s de ¨¦l, intentan abrirse hueco entre la multitud para ver la monta?a de fuego. Son Mar¨ªa P¨¦rez y Adelaida Ramos, ambas de 29 a?os y valencianas: ¡°La verdad es que no se ve tan bien como esperaba y me agobia un poco que haya tanta gente, pero no s¨¦ cu¨¢ndo podr¨¦ volver a presenciar un volc¨¢n¡±, dice P¨¦rez. Despu¨¦s de un rato observando la monta?a de fuego, a las 22.00, abandonan el mirador para coger el autob¨²s de vuelta a Santa Cruz. Pero la cola es larga, muy larga. Hay una ni?a que mata el aburrimiento jugando con la arena volc¨¢nica, un adolescente que graba c¨®mo cae la ceniza en su mano y una pareja que ve una serie en su m¨®vil, al que le retiran las part¨ªculas negras cada poco.
¡°Llevamos aqu¨ª una hora¡±, dice el primero de la fila, Juan Antonio Herrera. ¡°Las guaguas tardan una media hora en llegar al otro lado. Hace tiempo que pensamos en venir, pero est¨¢bamos un poco reticentes porque la gente lo est¨¢ pasando mal. Pero cuando ves que el resto de la isla invita a que la gente venga a ver el volc¨¢n, pues nos decidimos. Es una forma tambi¨¦n de apoyar¡±, dice este tinerfe?o de 47 a?os, que ha acudido a la isla con su familia. Imobach Garc¨ªa, tinerfe?o de 25 a?os, redunda: ¡°Ten¨ªamos muchas dudas y por eso no vinimos desde el principio. Dimos un margen porque es un drama para mucha gente. Pero es que al final es algo que no sabes cu¨¢ndo podremos volver a ver, siendo lo m¨¢s respetuosos posible. Al final esto casi se est¨¢ normalizando, llevamos m¨¢s de 40 d¨ªas de volc¨¢n¡±.
Ese debate interno acongoja a muchos de los visitantes. Por un lado quieren disfrutar de un fen¨®meno natural extraordinario, pero a la vez entienden que a algunas de las personas que han perdido sus casas les pueda parecer fr¨ªvolo. Como dec¨ªa Herrera, las propias instituciones de la isla animan a practicar el turismo volc¨¢nico. ¡°Agradecemos que vengan tantos turistas. Hemos pedido apoyo, y esto lo es, para solventar parte de los problemas que tenemos en la isla. Esto confirma lo que hemos dicho todos los d¨ªas, que la isla es segura¡±, dijo en su rueda de prensa del s¨¢bado Miguel ?ngel Morcuende, director t¨¦cnico del Plan de Emergencias Volc¨¢nicas de Canarias (Pevolca). Cifr¨® la llegada de turistas en 10.000 personas. ¡°He venido m¨¢s veces y nunca he visto el mirador de la iglesia tan lleno. Se nota que estamos en puente¡±, comenta Lorena P¨¦rez, vecina de Santa Cruz, de 38 a?os.
Aumentan los precios de los alquileres
Carmen Justiniana, boliviana de 50 a?os residente en Los Llanos de Aridane, no est¨¢ de acuerdo con el planteamiento de Morcuende. La lava se ha tragado las fincas de su hermano y las viviendas de varios amigos. ¡°Lo pueden llamar espect¨¢culo, pero para nosotros no lo es. ?Cu¨¢nto dinero gastan, y d¨®nde, todas estas personas? Yo vengo de Los Llanos y el centro est¨¢ vac¨ªo, no se ve a nadie¡±, dice. ¡°Las personas que han perdido sus casas est¨¢n intentando alquilar y les resulta m¨¢s dif¨ªcil por todos los turistas que vienen [los precios han subido desde la erupci¨®n]¡±, a?ade enfadada Justiniana en la zona aportalada de la iglesia de Tajuya. Dentro del templo hay personas que se sacuden la ceniza. El cepillo est¨¢ en la entrada, mirando a los visitantes, lleno de monedas y algunos billetes.
Aunque la mayor parte de los visitantes llegan hasta la iglesia en autob¨²s, otros muchos optan por taxis o coches particulares. La carretera que sube desde Los Llanos hasta el mirador est¨¢ salpicada por coches mal aparcados, pese a las se?ales de que no se puede estacionar. Hay incluso atascos. Muchos visitantes caminan por los arcenes de esta v¨ªa sinuosa, cuyas l¨ªneas est¨¢n borradas por la ceniza, que echa al vuelo por el paso de los coches. Los m¨¢s prudentes avanzan con chalecos reflectantes y con la linterna del m¨®vil encendida. ¡°Hemos desviado el tr¨¢fico y habilitado la lanzadera para mejorar la seguridad de las personas. Estamos tratando de evitar que haya v¨ªctimas ante un evento como el que nos ocupa y preocupa¡±, a?adi¨® el s¨¢bado Morcuende.
En una zona segura de la carretera, lejos del gent¨ªo, observan el volc¨¢n cuatro amigos. Dos de ellos son de Murcia. ¡°Para llegar hemos tenido que hacer el recorrido de Murcia a Alicante, desde ah¨ª al aeropuerto de Tenerife norte, dos horas de guagua hasta Los Cristianos (en el sur de la isla) y all¨ª tomamos un ferri hasta La Palma¡±, explica Paco D¨ªaz, de 54 a?os. Salieron a las ocho de la ma?ana y llegaron a las diez de la noche. Encarna Vera, de 54 a?os, comenta: ¡°Estamos haciendo fotos impresionantes. Hemos ido a otros puntos de la isla para verlo, como el mirador del Time. Desde ah¨ª parec¨ªa Mordor [tierra volc¨¢nica de El se?or de los anillos de Tolkien]¡±. ¡°Es un viaje de contrastes. Ves a la gente muy triste, desesperanzada con este tremor constante. Cuando est¨¢bamos comiendo alucin¨¢bamos con el ruido del volc¨¢n y un vecino nos dec¨ªa que eso no era nada¡±, a?ade D¨ªaz.
Almorzaron en el puerto de Tazacorte, la zona m¨¢s tur¨ªstica cerca del volc¨¢n. ¡°Hab¨ªa muy poca gente¡±, recuerda Jos¨¦ Luis del Saz (55), llegado de Madrid. Junto a ¨¦l, Cristina Cez¨®n (54) se pregunta ¡°qu¨¦ estar¨ªa pasando en la isla si encima no vinieran turistas¡±. ¡°Y en el mirador todo el mundo est¨¢ muy callado, creo que la gente es consciente de que esto es un drama y hay que ser respetuosa. No veo un ja ja, je je¡±, a?ade esta madrile?a.
Hoteles llenos, si pueden abrir
Un vistazo en plataformas de reserva de hoteles como Booking confirma que alojarse en la isla es casi imposible. Los apartamentos Villa Mar¨ªa, en El Paso, son uno de los alojamientos hoteleros que est¨¢n m¨¢s cerca del mirador de Tajuya, el centro neur¨¢lgico de turistas. Pero est¨¢n cerrados. ¡°Ya quisiera estar abierto, pero me resulta imposible. La lluvia de ceniza es constante, se acumulan cent¨ªmetros y cent¨ªmetros. Barres y est¨¢ igual enseguida. No puedo abrir de ninguna forma¡±, explica el responsable de los apartamentos, Jos¨¦ Gonz¨¢lez. Est¨¢ seguro de que tendr¨ªa lleno el alojamiento si abriese, pero tiene a su plantilla en ERTE.
Los hoteles que s¨ª pueden abrir en la zona m¨¢s cercana al volc¨¢n est¨¢ repletos, confirma Alejandro Herrera, trabajador del hotel Valle de Aridane: ¡°El 85% de nuestras habitaciones se destina a las personas evacuadas por el volc¨¢n. El otro 15% est¨¢ completo por turistas que vienen a ver la erupci¨®n¡±. Sergio P¨¦rez, coordinador de apartamentos tur¨ªsticos en la zona, asegura que no para de recibir solicitudes y que ha tenido que rechazarlas: ¡°Hay que reservar con mucha antelaci¨®n¡±. Varios hoteles de Santa Cruz, al otro lado de la isla y de donde parten los autobuses, confirman que est¨¢n llenos. Es la zona m¨¢s tur¨ªstica de La Palma junto a Puerto Naos, dentro de la zona de exclusi¨®n por el volc¨¢n.
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