Un m¨¦dico canadiense insemin¨® a un centenar de mujeres con esperma no seleccionado por los padres
El doctor Norman Barwin, experto en fertilidad, recurri¨® a su propio semen en al menos 17 casos. La justicia de Canad¨¢ le exige el pago de 10 millones de d¨®lares en reparaciones a los afectados
El doctor Norman Barwin gan¨® durante d¨¦cadas fama por sus trabajos en la cl¨ªnica de fertilidad que pose¨ªa en Ottawa. Incluso recibi¨® en 1997 la Orden de Canad¨¢, la m¨¢s alta recompensa civil en el pa¨ªs. Este lunes, un tribunal de la provincia de Ontario puso punto final a un asunto protagonizado por Barwin, pero producto de la peor ¨¦tica imaginable. El juez Calum MacLeod autoriz¨® un acuerdo de reparaci¨®n de 13,3 millones de d¨®lares canadienses (unos 10,7 millones estadounidenses; unos 9,2 millones de euros) para las v¨ªctimas del m¨¦dico. Baldwin insemin¨® con ¨¦xito a un centenar de mujeres con esperma no seleccionado por los padres. El m¨¦dico recurri¨® al suyo en al menos 17 casos.
Rebecca Dixon y sus padres fueron los primeros en presentar la demanda. Los Dixon pidieron cita con Norman Barwin en 1989 porque ten¨ªan problemas para concebi y le solicitaron utilizar el esperma del padre en los tratamientos. Rebecca naci¨® un a?o despu¨¦s. En 2016, una prueba de ADN ¨Dpara indagar sobre una enfermedad hereditaria¨D demostr¨® que Daniel Dixon no era su padre biol¨®gico. Sin embargo, la joven guardaba el mismo perfil gen¨¦tico que Kate Palmer, una mujer que tambi¨¦n hab¨ªa llegado al mundo por medio de un tratamiento de fertilidad en la cl¨ªnica de Barwin. Pruebas posteriores determinaron que el galeno era el padre de ambas. Ese mismo a?o, los Dixon decidieron tocar las puertas de la justicia. Poco a poco se fueron sumando otros demandantes. La historia, difundida en medios de comunicaci¨®n, fue una alarma para numerosas parejas que hab¨ªan pasado por la cl¨ªnica.
El pasado julio, los abogados de las v¨ªctimas y de Barwin llegaron a un acuerdo, pero el documento deb¨ªa contar con el visto bueno de la sala judicial de Ontario. En su decisi¨®n, el juez MacLeod afirm¨® que el acuerdo ¡°es lo mejor para todos¡±. Sin embargo, subray¨® el dolor de las familias ¡°que han soportado el impacto, el trauma y la sensaci¨®n de traici¨®n al descubrir que su herencia gen¨¦tica o la de sus hijos ha sido tergiversada y alterada¡±. Hasta el momento, 244 nombres aparecen en la lista de personas que recibir¨¢n montos de reparaci¨®n. Podr¨ªan incluirse m¨¢s pr¨®ximamente, ya que el juez dictamin¨® un plazo adicional de 120 d¨ªas para que otros individuos demuestren que fueron v¨ªctimas de Barwin.
Adem¨¢s de hijos y padres de familia, el acuerdo incluye a algunos hombres que almacenaron esperma en la cl¨ªnica de Barwin y que desconocen si el m¨¦dico lo emple¨® para inseminaciones sin autorizaci¨®n. Una parte del arreglo contempla la creaci¨®n de un banco de ADN. La firma de abogados Nelligan Law, representante de las v¨ªctimas, indic¨® en un comunicado que, gracias a este banco, ¡°los antiguos pacientes de Norman Barwin, que le hab¨ªan confiado su esperma, y los ni?os que desconocen la identidad de su padre biol¨®gico podr¨¢n determinar si existen coincidencias gen¨¦ticas¡±.
Barwin tiene 82 a?os. El Colegio de M¨¦dicos y Cirujanos de Ontario le retir¨® la licencia profesional en 2019. Dicha instituci¨®n recibi¨® cr¨ªticas por haber tomado la decisi¨®n con lentitud. Barwin renunci¨® a la Orden de Canad¨¢ en 2013 y cerr¨® su cl¨ªnica un a?o despu¨¦s, ya que sonaban desde hace tiempo se?alamientos sobre sus pr¨¢cticas indebidas. En 1995, dos mujeres presentaron una demanda contra ¨¦l por utilizar esperma inadecuado, pero alcanzaron un arreglo extrajudicial en 1998. Pese a que Norman Barwin firm¨® el acuerdo de reparaci¨®n iniciado por los Dixon y aprobado por el juez, jam¨¢s ha aceptado su responsabilidad. El dinero para las v¨ªctimas no saldr¨¢ de sus bolsillos, lo pagar¨¢ la Asociaci¨®n canadiense de protecci¨®n m¨¦dica.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.