La Europa m¨¢s rezagada con las vacunas se sume en otra ola de covid y recupera restricciones sociales
Los casos suben de forma m¨¢s explosiva en pa¨ªses con pocos inmunizados, pero otros que rondan el 70% est¨¢n pasando apuros y volviendo a medidas que hab¨ªan abandonado
En el segundo oto?o del coronavirus, Europa est¨¢ sufriendo una nueva embestida de covid que pone de manifiesto que la pandemia no ha terminado. Algunos pa¨ªses del Este, con bajas tasas de vacunaci¨®n, padecen ahora la peor ola desde el comienzo de la crisis sanitaria mundial, tanto en n¨²mero de casos como en saturaci¨®n hospitalaria. Pero incluso otros con alrededor del 70% de inoculados est¨¢n comenzando a tener problemas: Reino Unido, Alemania, Pa¨ªses Bajos o Dinamarca pasan apuros y est¨¢n restableciendo restricciones o planeando hacerlo. Espa?a mira al resto del continente desde una situaci¨®n privilegiada: con la menor incidencia (58,7 casos por 100.000 habitantes), solo por detr¨¢s de Malta, y uno de los porcentajes de vacunaci¨®n m¨¢s altos (80%). Los expertos descartan que los hospitales sufran la saturaci¨®n de las olas previas, pero la tendencia al alza en los casos en el pa¨ªs comienza a esbozar una sexta ola, por el momento muy tenue, cuyo alcance es dif¨ªcil de pronosticar.
Esta nueva onda europea no era inesperada. Enric ?lvarez, del grupo de investigaci¨®n de Biolog¨ªa Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, explica que los crecimientos m¨¢s explosivos se est¨¢n produciendo en pa¨ªses con pocos vacunados: los casos extremos son Ruman¨ªa (30% seg¨²n las ¨²ltimas cifras del repositorio Our World in Data, que las autoridades elevan a un 45%) y Bulgaria (22,7%), donde las UCI no dan abasto y los ciudadanos rechazan la vacuna por la falta de confianza en las autoridades y la desinformaci¨®n que inunda redes sociales y medios de comunicaci¨®n.
¡°En otros con tasas de vacunaci¨®n m¨¢s elevadas, la Rt [la tasa de reproducci¨®n] est¨¢ siendo de en torno a 1,1 y 1,3, algo que no era impensable por lo que hab¨ªamos visto en algunos estados de EE UU. Reino Unido, por ejemplo, lleva un crecimiento que nunca ha superado el 0,5% semanal, a pesar de que est¨¢n sin ninguna medida desde julio¡±, explica ?lvarez, quien tambi¨¦n recuerda que aunque la vacuna sirve para frenar los contagios, hay muchos otros factores que influyen en el crecimiento de los casos.
Espa?a no tiene referencias claras, ya que casi ning¨²n otro pa¨ªs alcanza tasas de vacunaci¨®n tan amplias ni una respuesta tan favorable a la tercera dosis que ya est¨¢n recibiendo los mayores de 70 a?os. Dinamarca, que hasta hace unos meses llevaba una trayectoria de inyecciones y diagn¨®sticos muy similar, est¨¢ experimentando ahora un crecimiento que hace temer a las autoridades una pr¨®xima saturaci¨®n hospitalaria. Pero existen diferencias entre ambos pa¨ªses: el escandinavo realiza muchos m¨¢s test que Espa?a, lo que probablemente le hace detectar m¨¢s casos; est¨¢ cinco puntos por debajo en vacunaci¨®n y suprimi¨® todas las restricciones el 10 de septiembre. En Espa?a, desde entonces, se han levantado la mayor¨ªa de las medidas, pero permanece la obligatoriedad de la mascarilla en interiores, algo que los expertos consultados piden mantener durante el invierno.
Miguel ?ngel Mart¨ªnez-Gonz¨¢lez, catedr¨¢tico de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica en la Universidad de Navarra, explica que el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en ingl¨¦s) prev¨¦ que los casos contin¨²en subiendo en Europa, impulsados entre otros factores por bajas temperaturas que har¨¢n que la gente acuda m¨¢s a interiores con menor ventilaci¨®n. ¡°No ser¨¢ lo que hemos visto en otras olas porque las vacunas evitaran que mucha gente enferme gravemente y muera. Pero tenemos que dejar claro que no son 100% efectivas. Ninguna lo es. La gente tiende a pensar que es un chaleco antibalas que les va a proteger de todo, se relaja y aumentan los contagios. Hay que seguir manteniendo la distancia, la ventilaci¨®n y las mascarillas¡±, asegura.
El alem¨¢n Hajo Zeeb, epidemi¨®logo del Instituto Leibniz, achaca la situaci¨®n en el centro y el este del continente a la combinaci¨®n de tres factores: ¡°Un proceso de vacunaci¨®n lento, la llegada del fr¨ªo y una mayor relajaci¨®n de la vida privada¡±. ¡°En Alemania imagin¨¢bamos que algo as¨ª suceder¨ªa, especialmente entre los no vacunados, de los que a¨²n tenemos demasiados¡±, a?ade. El movimiento antivacunas tiene cierto predicamento en el centro de Europa. En Austria, por ejemplo, un nuevo partido pol¨ªtico de autodenominados ¡°esc¨¦pticos¡± llamado MFG consigui¨® el 6,2% de los votos y entr¨® en un Parlamento regional a principios de a?o.
El Gobierno alem¨¢n dej¨® de ofrecer test de ant¨ªgenos gratuitos a los ciudadanos en octubre confiando en que, al ver afectado su bolsillo, muchos optar¨ªan por ponerse la vacuna para poder entrar a bares y restaurantes. Alemania exige certificado de vacunaci¨®n, de curaci¨®n o test negativo en la mayor¨ªa de lugares de restauraci¨®n cerrados. La iniciativa no funcion¨®; apenas se ha notado en las tasas de vacunaci¨®n. Solo el 67,1% de la poblaci¨®n tiene las dos dosis. Varios estados federados, as¨ª como el presidente de la Asociaci¨®n Alemana de Medicina, Klaus Reinhardt, han pedido que vuelvan los test gratuitos para poder detectar m¨¢s casos y detener las cadenas de transmisi¨®n. Este lunes la incidencia ha marcado r¨¦cord al rebasar los 200 casos por 100.000 habitantes en una semana (rondar¨ªa los 400 con los par¨¢metros que se emplean en Espa?a, a 14 d¨ªas). No se ve¨ªa un n¨²mero tan alto de infectados desde diciembre pasado, cuando el pa¨ªs ten¨ªa cerrados todos los comercios no esenciales y la restauraci¨®n.
Las autoridades alemanas han calificado la situaci¨®n de ¡°epidemia de no vacunados¡± porque el 90% de los pacientes de coronavirus que ocupan las unidades de cuidados intensivos no est¨¢n inmunizados. La sobrecarga en los hospitales empieza a notarse: en varios l?nder quedan menos de un 10% de camas de UCI libres. Alemania quiere poner la dosis de recuerdo a toda la poblaci¨®n. ¡°La vacuna de refresco tras seis meses deber¨ªa ser la regla y no la excepci¨®n¡±, dijo el ministro de Sanidad, Jens Spahn, el viernes. De momento, algunos estados han impuesto en sus territorios la llamada regla 2G, que impide la entrada a sitios p¨²blicos a quienes no est¨¦n vacunados o recuperados de la enfermedad. Los test ya no ser¨ªan suficientes para ir a un restaurante o al cine. En las residencias, que han registrado brotes recientes con varios muertos, tambi¨¦n cambian las normas. Aunque un visitante est¨¦ vacunado, deber¨¢ someterse tambi¨¦n a un test.
Vuelta a las restricciones
El aumento de casos est¨¢ tambi¨¦n propiciando que se recuperen restricciones que ya parec¨ªan desterradas. Austria, donde la incidencia acumulada a 14 d¨ªas ronda los 1.000 casos por 100.000 habitantes, impone desde este lunes nuevas medidas como la vacunaci¨®n obligatoria (o el certificado de haber pasado la enfermedad) para poder entrar en bares y restaurantes. Tambi¨¦n las peluquer¨ªas y los centros de est¨¦tica exigen prueba de estar vacunado o curado, como cualquier evento en el que se re¨²nan m¨¢s de 25 personas. Los medios locales informan de que este fin de semana los centros de vacunaci¨®n han registrado colas que no se ve¨ªan en meses. Las restricciones se mantendr¨¢n al menos hasta Navidad, alert¨® el vicecanciller Werner Kogler, quien no ha descartado que haya que imponer otras si la situaci¨®n no mejora.
En La Haya (Pa¨ªses Bajos), unas 25.000 personas se manifestaron este domingo contra la vuelta de las mascarillas y la distancia de seguridad de 1,5 metros. Aunque el Ejecutivo est¨¢ siendo muy cauto a la hora de reintroducir medidas restrictivas para evitar malestar social, el pase covid es necesario en la hosteler¨ªa, museos, piscinas o gimnasios. Tambi¨¦n se recomienda trabajar desde casa al menos la mitad del horario laboral y no estrechar manos en se?al de saludo. El Instituto para la Salud y el Entorno calcula que puede haber un pico de ingresos en la UCI a mediados de diciembre ante la r¨¢pida subida de las infecciones.
Las autoridades brit¨¢nicas se resisten por el momento a volver a las restricciones y quieren comenzar a creer que la reciente ola de contagios ha llegado a su pico, y ha comenzado a estabilizarse. Pero el Gobierno de Johnson todav¨ªa no ha descartado activar el ¡°plan-B¡± y regresar a alg¨²n tipo de limitaciones sociales. El nivel de transmisi¨®n entre escolares parece haber llegado a su tope, pero el n¨²mero de hospitalizaciones comienza a imponer una considerable presi¨®n sobre el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus cifras en ingl¨¦s). ¡°Todav¨ªa tenemos una situaci¨®n bastante manejable, pero no dejamos de recibir casos. Y el problema es que hemos tenido que volver a aislar plantas no dedicadas a la covid-19, porque se han detectado tambi¨¦n contagiados all¨ª¡±, explica Borja Tejero, un espa?ol especializado en Medicina Interna de Agudos que trabaja desde hace a?os en un hospital londinense. Coincide en su descripci¨®n de lo que est¨¢ ocurriendo ahora con la que ha dado este domingo en la BBC Susan Hopkins, la epidemi¨®loga al frente de Public Health England (el organismo de gesti¨®n de la sanidad p¨²blica en Inglaterra): ¡°Los hospitalizados son personas mayores de setenta a?os, o aquellos que sufr¨ªan patolog¨ªas previas. Los efectos de la vacuna se van debilitando, sobre todo en esos grupos de pacientes¡±, ha dicho Hopkins.
Las autoridades polacas decidieron animar a sus ciudadanos a vacunarse de una forma poco sutil. El 1 de noviembre, aprovechando las visitas a los cementerios se instalaron unidades m¨®viles a las puertas de algunos camposantos que ofrec¨ªan vacunas monodosis e incluso segundas dosis de las dobles. Polonia recomienda desde hace unos d¨ªas la dosis de refuerzo para toda la poblaci¨®n. Las mascarillas en interiores siguen siendo obligatorias, pero su uso se ha relajado mucho. Hace unos d¨ªas el ministro de Sanidad asegur¨® que la polic¨ªa iba a incrementar los controles.
Hungr¨ªa, un pa¨ªs de 9,7 millones de habitantes, registr¨® este fin de semana m¨¢s de 200 fallecimientos por covid-19. Desde el 1 de noviembre las mascarillas han vuelto a ser obligatorias en el transporte p¨²blico ante el crecimiento de las infecciones y los hospitales restringen de nuevo las visitas. El Gobierno anunci¨® la semana pasada que las empresas podr¨¢n exigir la vacunaci¨®n a sus trabajadores. ¡°?No es suficiente!¡±, exclama el experto en salud p¨²blica Zsombor Kunetz en sus redes sociales, y recuerda que llevar mascarilla en las tiendas y eventos culturales y deportivos solo es ¡°opcional¡± en Hungr¨ªa. Varios expertos han criticado la tibieza de las medidas gubernamentales.
Ante esta ola de covid en Europa, Alberto Infante, profesor de Salud Internacional en la Escuela Nacional de Salud, recurre al refranero: ¡°Cuando las barbas de tu vecino veas mojar... Es cierto que en el este de Europa los porcentajes de vacunacion son menores que en Espa?a, pero no es tan as¨ª en Alemania o algunos pa¨ªses n¨®rdicos. Por tanto, sigue siendo necesario vacunar a los cuatro millones de mayores de 12 a?os que aun no lo est¨¢n y no bajar la guardia con las medidas no farmacol¨®gicas para evitar brotes. Y controlarlos r¨¢pido cuando aparecen¡±. El oto?o-invierno induce a reuniones en espacios cerrados y conviene insistir en el uso de la mascarilla.
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