Un planeta sostenible ya no puede esperar
Tras la cumbre de Glasgow, ya no hay discusi¨®n: la humanidad ya se ha puesto de acuerdo en lo que hay que hacer. Debe hacerse r¨¢pido
Un d¨ªa de mayo de 1765, James Watt estaba cruzando un parque de Glasgow cuando tuvo una inspiraci¨®n: hab¨ªa encontrado una forma de hacer que una m¨¢quina de vapor funcionase m¨¢s tiempo, abriendo la puerta al uso de estas herramientas (alimentadas con carb¨®n) en muchas m¨¢s aplicaciones y dando el pistoletazo de salida a una Revoluci¨®n Industrial que cambiar¨ªa el mundo. M¨¢s de dos siglos y medio m¨¢s tarde, a pocos kil¨®metros de all¨ª y en la misma ciudad, decenas de miles de delegados de todo el planeta, preocupados por los efectos de la emisi¨®n masiva de gases de efecto invernadero sobre la salud del planeta, se conjuraban para poner fin a la era del carb¨®n y de todos los combustibles f¨®siles, cerrando en Glasgow una etapa que empez¨® en la ciudad escocesa. ¡°Los combustibles f¨®siles no han muerto, pero est¨¢n en lo que Simone de Beauvoir llamaba ¡®la ceremonia del adi¨®s¡¯¡±, apunta Victor Vi?uales, director de la Fundaci¨®n Ecolog¨ªa y Desarrollo (ECODES).
Los resultados de la cumbre de Glasgow pueden haber sido mejorables. Sin embargo, como apunta Cristina Rivero, directora del departamento de Industria, Energ¨ªa, Medio Ambiente y Clima de la CEOE, ¡°el objetivo de 1,5 grados ha quedado claro, as¨ª como la necesidad de la ciencia. Las negociaciones ya se han cerrado; ya no queda nada que negociar. Ahora hay que implementar lo acordado¡±. De esta forma se abre una nueva ¨¦poca en la historia de la lucha de la humanidad por revertir los efectos de sus propios excesos; para discutir c¨®mo llevar a cabo esos objetivos es que EL PA?S y BBVA han organizado una nueva edici¨®n del Foro Comprometidos, celebrada esta semana en Madrid.
A nadie se le pasa la urgencia de la situaci¨®n y que la acci¨®n no ha sido suficiente hasta ahora. ¡°En 1992 se celebr¨® la primera cumbre de la tierra en R¨ªo de Janeiro. Y ya entonces se avisaba de los riesgos que supone el cambio clim¨¢tico¡±, recuerda Vi?uales. ¡°Pues bien, desde entonces se han emitido tantos gases de efecto invernaderos que los que se emitieron hasta entonces y desde el principio de la primera Revoluci¨®n Industrial¡±. ¡°El cambio clim¨¢tico no es algo que est¨¦ pasando en otra parte, est¨¢ pasando aqu¨ª¡±, insiste por videoconferencia Romain Chuffart, miembro del grupo directivo e investigador asociado en The Arctic Institute. ¡°El ?rtico est¨¢ calent¨¢ndose tres veces m¨¢s r¨¢pido que el resto del mundo¡±. ¡°Dentro de 50 a?os vamos a lamentarnos de las vidas perdidas porque, en su d¨ªa, preferimos tener una econom¨ªa que cre¨ªamos funcional sostenida sobre productos t¨®xicos¡±, apunt¨® por videoconferencia Kristine Tompkins, presidenta de Tompkins Conservation y embajadora de ?reas Protegidas de ONU Medio Ambiente. ¡°Seguramente vamos a cambiar, pero no voluntariamente y con una dureza innecesaria. Y eso es un delito¡±.
Hay igualmente dudas sobre algunos de los compromisos acordados, especialmente en algunos pa¨ªses m¨¢s dependientes de los combustibles f¨®siles. ¡°China, India, Rusia y Arabia Saud¨ª¡±, enumera Rivero, que tambi¨¦n recuerda que uno de los puntos acordados en Glasgow implica revisiones regulares de los objetivos de emisiones. ¡°Los pa¨ªses deber¨¢n volver a presentar objetivos para 2022¡å, confirma Gonzalo S¨¢enz de Miera, director de Cambio Clim¨¢tico de Iberdrola. ¡°Vemos el vaso medio lleno, no solo por la COP sino por todo lo que ha pasado antes y despu¨¦s de la COP: cosas como la acci¨®n conjunta de Estados Unidos y China, y el hecho de que tanto EE UU, como China, como India y la Uni¨®n Europea est¨¢n dentro del acuerdo¡±.
A¨²n lejos de la senda segura
¡°No podemos caer en la complacencia, estamos lejos de una senda segura¡±, contin¨²a S¨¢enz de Miera. ¡°Lo que estamos haciendo es cada vez m¨¢s f¨¢cil: no hace falta convencer de usar renovables como la solar o la e¨®lica porque ya son m¨¢s rentables; no hace falta convencer del coche el¨¦ctrico porque las bater¨ªas son cada vez m¨¢s baratas. Pero queda mucho por hacer¡±.
Aun as¨ª, cada vez hay m¨¢s motivos para ser optimistas. ¡°Yo me quedo con la parte de buenas noticias de la cumbre de Glasgow¡±, apunta Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable en BBVA. ¡°El art¨ªculo seis, sobre los derechos de emisi¨®n, con sus defectos, nos da un marco que nos permite mayor certidumbre para este mercado, que necesitamos que eclosione¡±.
Y la tecnolog¨ªa favorece este desarrollo. ¡°Lo digital es una herramienta para ser m¨¢s sostenibles en pr¨¢cticamente cualquier sector¡±, considera Miguel Luengo-Oroz, director cient¨ªfico de UN Global Pulse. ¡°Es hora de pensar en los algoritmos verdes. Porque se puede creer que cuanto m¨¢s digital, m¨¢s sostenible; sin embargo, lo digital tambi¨¦n puede alejarnos de la naturaleza¡±.
En un mundo mayoritariamente capitalista, cada vez m¨¢s empresas se est¨¢n subiendo al carro, y en muchos casos de forma cada vez m¨¢s sincera. ¡°El sector privado est¨¢ tomando un papel de responsabilidad en todas nuestras estrategias¡±, apunta Ballabriga. ¡°En la primera cumbre del clima hab¨ªa una decena de representantes empresariales¡±, recuerda Rivero. ¡°Aqu¨ª hab¨ªa 14.000 observadores acreditados. Y esta presidencia ven¨ªa con objetivos para las empresas. Tenemos todos los mimbres¡±. Y cada vez m¨¢s gente ve la necesidad de contar con el sector privado. ¡°Si las empresas est¨¢n en la COP es porque es una nueva revoluci¨®n industrial y hay muchas oportunidades¡±, considera S¨¢enz de Miera.
Y el que las empresas est¨¦n en el negocio quiere decir que hay dinero. ¡°Toda transformaci¨®n implica recursos que hay que movilizar y orientar¡±, considera Ricardo Laiseca, responsable de Transici¨®n Sostenible de BBVA. ¡°Por financiaci¨®n no ser¨¢¡±, confirma Ballabriga. ¡°Hay un gran compromiso del sector financiero, pr¨¢cticamente el 40% de la banca global se ha comprometido a una inversi¨®n de 130 billones de d¨®lares hasta 2050, con objetivos para 2030. Algo as¨ª era impensable hasta hace solo seis meses¡±.
El cambio de actitud es por los dos lados: no solo las empresas ven importante formar parte de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, sino que su presencia es cada vez m¨¢s bienvenida. ¡°La percepci¨®n ha evolucionado¡±, explica Elena Pita, directora de la Fundaci¨®n Biodiversidad del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico del Gobierno de Espa?a. ¡°Hoy se ve al sector privado como un actor con un papel que desempe?ar. Y tambi¨¦n ha cambiado la percepci¨®n desde las propias empresas, que antes lo ve¨ªan desde la perspectiva de los riesgos y ahora lo ve desde la de las oportunidades¡±. ¡°La cooperaci¨®n no solo es deseable, sino imprescindible¡±, indica Chuffart.
Reforzar a los pioneros
Para Vi?uales, ahora que se han establecido los fundamentos, la punta de lanza de la lucha contra el cambio clim¨¢tico debe ser reforzada. ¡°Debemos dedicar un 30% de nuestras energ¨ªas a construir consensos, y el 70% restante en animar a los pioneros. El m¨®vil que tenemos todos en la mano no surge de un consenso global, sino de la innovaci¨®n: hay que construir el cambio, y concentrar nuestras energ¨ªas en construir con quien quiere construir. Tenemos que pelear por lo improbable¡±.
No solo las empresas han de poner de su parte: toda la econom¨ªa debe participar. ¡°Hay que concretar y que los inversores lo vean¡±, considera Ballabriga. ¡°Necesitamos m¨¢s convergencia entre el sector p¨²blico y el privado, para facilitar la descarbonizaci¨®n de las industrias m¨¢s complicadas, como pueden ser el cemento, el acero y la aviaci¨®n. Esto va de cambiar comportamientos y el corto plazo presiona mucho¡±. ¡°La velocidad es clave: tenemos que crear nuevas alianzas¡±, confirma S¨¢enz de Miera.
Y el apoyo del sector p¨²blico es esencial. ¡°Hay que superar el ciclo pol¨ªtico y gobernar con las luces largas¡±, indica Ballabriga. ¡°Hay que cruzar las fronteras partidarias y hacer un acuerdo de pa¨ªs, porque esto nos afecta como sociedad. Las empresas necesitan un cambio radical y para eso hay que crear incentivos a gran escala, que para los que suponga un coste adicional sean premiados¡±. ¡°Tenemos que ponernos objetivos m¨¢s ambiciosos, m¨¢s cuando est¨¢ la oportunidad hist¨®rica de los fondos Next Generation¡±, considera Rivero. ¡°Necesitamos pol¨ªticas definidas¡±, apunta S¨¢enz de Miera. ¡°Hay que desarrollar pol¨ªticas industriales en sectores de futuro que dar¨¢n dinero en la econom¨ªa posf¨®sil¡±.
Respuestas desde el emprendimiento
Una nueva generación de emprendedores está dispuesta a facilitar las cosas a aquellos que buscan incorporar valores de respeto y sostenibilidad a su cesta de la compra. Son emprendedores que pueden y deben aportar su visión, y para ello han estado presentes en el foro Comprometidos, en una mesa moderada por Lidia del Pozo, directora de Programas de Inversión en la Comunidad de BBVA.
El agua es el principio de todo, y ese es uno de los factores que llevó a Antonio Espinosa de los Monteros a fundar una empresa que, en sus palabras, “intenta meter valores en una botella de agua”. En septiembre de 2016, fundó Auara, la empresa de la que hoy es consejero delegado y que desde el principio tuvo un objetivo: invertir sus dividendos íntegros en desarrollar proyectos de acceso al agua potable en países en vías de desarrollo. “La falta de agua es la mayor pobreza material que existe”, recuerda Espinosa de los Monteros. “En países como el nuestro podemos adaptarnos al cambio climático, pero hay gente que no tiene esa opción. Y las comunidades en las que viven no son responsables de ello, pero es que son las que más lo sufren”.
En la línea de encontrar la sostenibilidad en productos cotidianos está la madrileña Souji. Cada año las cocinas españolas generan alrededor de 150 millones de litros de aceite usado. Souji vende un sistema por el cual el consumidor mete el aceite en una caja de cartón y, en un minuto, obtiene jabón que puede usar en casa. “Es difícil competir en el lineal con multinacionales enormes. Tienes barreras de entrada que hay que comunicar al cliente”, explica su cofundadora Catalina Trujillo.
Lo relativamente prosaico puede ser también extraordinario. Durante décadas, el mundo del regalo promocional ha estado inundado de llaveros, pulseras y bolígrafos de metal y plástico, piezas baratas hechas en masa en Asia. Sheedo se lanzó a competir en ese mundo —“muy castizo” y “de productos cuya vida útil es de 16 segundos”, en palabras de su fundador, Gonzalo Mestre— con pequeñas planchas de cartón reciclado que, en su interior, contienen semillas listas para eclosionar en cuanto se las planta y se las riega.
Ayudar a los ciudadanos a ser más responsables es el objetivo de GoZeroWaste, una aplicación móvil que indica las diferentes opciones que tienen para disponer de lo que hayan usado o no vayan a usar de la forma más sostenible posible. “El de los residuos es poco sexy, pero un problema grande y transversal”, señala Magda Cebrián, su cofundadora. “La gestión de residuos es algo muy local. Hay que desplegar infraestructura y ayudar a los consumidores”.
Toda empresa que quiera apostar por la sostenibilidad debe hacerlo sinceramente: los consumidores se lo van a pedir. “La persona de marketing ya está empezando a preguntar de donde vienen las cosas, pero no sabes cuánto es compromiso y cuánto es imagen”, afirma Mestre. “Las empresas hacen autocrítica, pero, ¿qué hacen con su cadena de valor?”, pregunta Espinosa de los Monteros. “Las cosas que son tu responsabilidad, ese es el ámbito primordial: ahí es donde hay que poner el foco”.
También hay una responsabilidad de los propios emprendedores. Es lo que Guillermo Martínez Gauna-Vivas hace en Ayúdame3D: no solo fabricar prótesis y dispositivos de ayuda a través de la impresión 3D, sino explicar a empresas y escuelas el poder de la tecnología para facilitar la vida de las personas. “Enseñar a que se utilicen para encontrar soluciones a problemas existentes”, señala Martínez, que dirige la firma. Ayúdame3D ha enviado prótesis (ellos las llaman trídesis) a países en desarrollo (hasta ahora, 350 unidades).
La responsabilidad de actuar implica que hay que actuar. “Hay que perder el miedo: hay gente con muchas ideas”, apunta Trujillo. “Es un tópico, pero hay que enamorarse del problema y no de su solución”, señala Cebrián. Y, sobre todo, dar el paso. “Si te gusta algo, hazlo al 100%”, considera Martínez. “Quien quiera emprender que lo haya ya”, exhorta Mestre. “Siempre hablamos de empoderar en segunda persona, empodérate tú y ya ocurrirán las cosas”, apunta Espinosa de los Monteros.
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