Una ciudad de California ser¨¢ la primera en EE UU que exige un seguro para da?os a los due?os de armas

En mayo pasado fue escenario de uno de los peores tiroteos en la historia reciente de California con una decena de fallecidos, entre ellos el tirador. Las autoridades de San Jos¨¦ han dado ahora un paso adelante para tratar de impedir que se repita una tragedia similar. La ciudad, con una poblaci¨®n de un mill¨®n de personas, se ha convertido esta semana en la primera en todo Estados Unidos que ha votado por exigir a los propietarios de armas tener un seguro de da?os a terceros y pagar 25 d¨®lares por cada pistola o rifle registrada, los que ser¨¢n utilizados para financiar iniciativas para reducir la violencia armada, una de las lacras del pa¨ªs norteamericano.

La medida pretende trasladar la carga econ¨®mica de accidentes o tiroteos, incluidas demandas por da?os o p¨¦rdidas humanas, a los propietarios de armas en lugar de que estos corran a cargo de las ciudades y las v¨ªctimas. ¡°La segunda enmienda de la Constituci¨®n protege el derecho a portar armas, pero no requiere que quienes pagan impuestos subsidien ese derecho¡±, se?ala el alcalde de la ciudad al sur de San Francisco, el alcalde dem¨®crata Sam Liccardo. El concejal asegura que el costo de la violencia armada en su ciudad es de 40 millones anuales. A nivel estatal esta supera los 1.400 millones. La medida votada por los concejales entrar¨¢ en vigor en seis meses. Las autoridades podr¨¢n retirar las armas a quienes no cumplan con el requisito.

La medida no ha gustado a los propietarios de armas, por supuesto. Estos ya han mostrado este mi¨¦rcoles su molestia y anunciaron la primera ofensiva judicial para tratar de dejar sin efecto la iniciativa. Un grupo de presi¨®n, la Asociaci¨®n Nacional por el Derecho a las armas, ha calificado esta tarde la ley de una maniobra que restringe con impuestos un derecho constitucional. Calculan que unos 55.000 personas se ver¨¢n afectadas por la nueva normativa, que ¡°carga en contra de ciudadanos que respetan la ley por los da?os cometidos por criminales¡±.

La iniciativa se convierte ahora en un globo sonda en un Estado progresista que se enorgullece de sus exigentes medidas para regular la propiedad de armas. El gobernador de California, Gavin Newsom, prometi¨® el mes pasado utilizar t¨¢cticas legales semejantes a las utilizadas por Texas para prohibir casi totalmente el aborto. El equipo legal del mandatario est¨¢ redactando una norma que permitir¨¢ a los ciudadanos emprender acciones legales en contra de los fabricantes, distribuidores y vendedores de armamentos. La legislaci¨®n, como ha hecho la tejana que restringe el derecho de las mujeres, promueve que sean ciudadanos privados y no el Estado los que se hagan cargo de la acusaci¨®n, por la que podr¨ªan obtener hasta 10.000 d¨®lares en da?os. De esta manera se evita que las cortes federales declaren inconstitucional la medida.

El lobby de las armas es tan poderoso en Estados Unidos que logr¨® que en 2005 el Congreso aprobara una serie de normas que blindan de litigios por da?os a terceros a los fabricantes de armas, con lo que se impide que se hagan cargo de los da?os que sus productos hacen. Esta inmunidad lleg¨® despu¨¦s de a?os de presiones desde 40 ciudades, que buscaban durante la d¨¦cada de los 90 por medio de diferentes juicios, que las empresas pagaran a v¨ªctimas y otros afectados. Cada a?o las armas de fuego dejan en Estados Unidos 23.000 suicidios y 14.000 v¨ªctimas de homicidios. Otro medio millar de personas fallecen anualmente por complicaciones de heridas de bala.

Liccardo, no obstante, dice que su iniciativa se ha inspirado en las pr¨¢cticas de la industria automotriz sobre la seguridad. ¡°Reducir las primas para los due?os de p¨®lizas que no han tenido accidentes o que compran autos m¨¢s seguros han ayudado a reducir las fatalidades un 80% en los ¨²ltimos 50 a?os, salvando 3.5 millones de vidas¡±, se?ala el alcalde en un texto publicado en Los Angeles Times. La tasa que se pretende cobrar ayudar¨¢, en su opini¨®n, a financiar programas de lucha contra la violencia, que siempre est¨¢n necesitados de presupuesto, en clases de seguridad en el manejo de armas y en iniciativas de prevenci¨®n del suicidio. El pol¨ªtico sabe que la iniciativa no acabar¨¢ de por s¨ª con este tipo de violencia. Pero cree que es un paso que hab¨ªa que dar en la direcci¨®n correcta.

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