Qu¨¦ le pido a la jerarqu¨ªa cat¨®lica en relaci¨®n con la pederastia
Convocar a las v¨ªctimas, escucharlas y creer sus testimonios es una de las obligaciones que debe acometer la Iglesia, seg¨²n el profesor em¨¦rito de la universidad Carlos III Juan Jos¨¦ Tamayo
1. Diferenciar jerarqu¨ªa y comunidad cristiana y desvincular a la comunidad cristiana de la actuaci¨®n de la jerarqu¨ªa. Esta no representa a la comunidad cristiana, ya que no ha sido elegida por ella ni totaliza la eclesialidad. La comunidad cristiana no tiene responsabilidad alguna sobre la actuaci¨®n de la jerarqu¨ªa en relaci¨®n con la pederastia.
2. No identificar la pederastia con la iglesia en cuanto comunidad cristiana. No hablar de la pederastia de la iglesia cat¨®lica, sino de la pederastia en la iglesia cat¨®lica. La comunidad cristiana no ha tenido conocimiento de la pederastia hasta ahora, ni tiene nada que ver con la pederastia. Una vez conocida, debe condenarla, denunciarla como un crimen horrendo contra las ni?as, los ni?os y los adolescentes y exigir a los obispos que act¨²en.
3. Convocar a las v¨ªctimas, escucharlas, creer sus testimonios, reconocerles su autoridad. En el caso de la pederastia, no es la jerarqu¨ªa quien tiene la autoridad, sino las v¨ªctimas, que est¨¢n sufriendo las consecuencias destructivas de su personalidad, de su dignidad, muchas veces irreparables e incluso llegando al suicidio.
4. Reconocer la gravedad de los hechos y no poner el foco en los casos fuera de la instituci¨®n eclesi¨¢stica, cosa que hace frecuentemente para restar importancia, ni debe afirmar que son muy pocos casos, porque no es verdad, ya que a diario aparecen casos de abusos sexuales y sospechamos que seguir¨¢n apareciendo en la medida en que las v¨ªctimas pierdan el miedo y decidan hablar, como ha sucedido en los pa¨ªses donde se han creado comisiones de investigaci¨®n independientes.
5. Reconocer que, con su negacionismo, ocultamiento y silencio, primero, encubrimiento, inacci¨®n y falta de denuncia, despu¨¦s, y su negativa a investigar, ahora, est¨¢ siendo c¨®mplice de la pederastia. Legitima el comportamiento de los pederastas.
6. Reconocer p¨²blicamente su permisibilidad, responsabilidad y culpabilidad en la pederastia clerical al no actuar tras tener conocimiento de los casos de abusos sexuales.
7. Corregir su actitud inmisericorde ante las v¨ªctimas y practicar la compasi¨®n entendida como identificarse con ellas, ponerse de su lado, hacer suyos sus sufrimientos, acompa?arlas, ayudar a curar sus heridas conforme a la par¨¢bola del Buen Samaritano, ejemplo ¨¦tico de compasi¨®n, atenci¨®n y cuidado de las v¨ªctimas.
8. Excluir a los pederastas de sus funciones pastorales, entregarlos a la justicia civil para que sean juzgados y, si se demuestra su culpabilidad, ser sancionados con las penas acordes con la gravedad de los delitos sexuales.
9. Hacer petici¨®n p¨²blica de perd¨®n, reparar a las v¨ªctimas y asumir el compromiso de no repetici¨®n.
10. Tener transparencia evang¨¦lica en la b¨²squeda de la verdad, llegando hasta las ¨²ltimas consecuencias y poniendo en pr¨¢ctica la afirmaci¨®n de Jes¨²s: ¡°La verdad os har¨¢ libres¡± (Jn, 10,32). De lo contrario, seguir¨¢n empecinados en el ocultamiento e incluso el oscurantismo.
11. Crear, en consecuencia, una comisi¨®n de investigaci¨®n de la verdad independiente de la jerarqu¨ªa, que garantice la objetividad para no obstruir el proceso investigador, y asumir los resultados de la misma con todas sus consecuencias, por muy dolorosas que sean. Como afirma el jesuita alem¨¢n Hans Zollner, miembro de la Comisi¨®n creada por el Papa para este tema, ¡°si la Iglesia no cumple con su deber, ser¨¢n otros quienes lo hagan¡±. La negativa episcopal a dicha comisi¨®n es la que ha llevado a: a) la aprobaci¨®n de una Comisi¨®n parlamentaria que investigue hasta el fondo sobre los delitos sexuales dentro de la iglesia cat¨®lica y b) a la propuesta de que sea la Defensor¨ªa del Pueblo quien lleve a cabo dicha investigaci¨®n. La jerarqu¨ªa cat¨®lica debe apoyar dichas iniciativas, participar en ellas y colaborar en el esclarecimiento de los hechos poniendo a su disposici¨®n toda la informaci¨®n de que dispone.
12. Analizar las causas estructurales de la pederastia que no se reduce a casos aislados y excepcionales, sino que afectan a todos los sectores de la instituci¨®n.
13. Para atajar las causas que desembocan en la pederastia es necesario y urgente des-patriarcalizar, des-clericalizar, des-jerarquizar, des-masculinizar y democratizar la iglesia cat¨®lica.
14. Adem¨¢s de tolerancia cero con los pederastas, de excluirlos de sus funciones pastorales, de aplicarles las sanciones acordes a la gravedad del delito y de entregarlos a la justicia civil, la jerarqu¨ªa debe desarrollar procesos de reeducaci¨®n de los pederastas en el reconocimiento y respeto a la dignidad e inviolabilidad de todos los seres humanos y, en este caso, de las personas que son v¨ªctimas de tama?os cr¨ªmenes.
Juan Jos¨¦ Tamayo es profesor em¨¦rito de la universidad Carlos III de Madrid. Su ¨²ltimo libro es La compasi¨®n en un mundo injusto (Fragmenta, 2021).
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