La Iglesia portuguesa abre sus archivos a la comisi¨®n que investiga los abusos sexuales

Los obispos portugueses permitir¨¢n a la comisi¨®n que estudia los abusos sexuales en la Iglesia el acceso a los archivos diocesanos para conocer aquellos casos que hayan podido denunciarse en el pasado en el seno de cada di¨®cesis. La decisi¨®n fue tomada este mi¨¦rcoles por el consejo permanente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, a la que pertenecen 21 obispos. Es un paso que afianza la estrategia de transparencia iniciada en noviembre, con la creaci¨®n de una comisi¨®n independiente que estudia la pederastia en el ¨¢mbito religioso portugu¨¦s entre 1950 y 2022 y que est¨¢ presidida por el psiquiatra especializado en infancia y adolescencia Pedro Strecht.

El acceso a los archivos diocesanos depende de la voluntad de cada obispo, que solo responde ante el Vaticano. Seg¨²n la Agencia Ecclesia, citada por el diario P¨²blico, la misi¨®n de estos archivos se recoge en el C¨®digo de Derecho Can¨®nico que establece que cada di¨®cesis cuenta con un archivo para albergar ¡°los documentos que deben ser conservados en secreto¡±. En la pr¨®xima reuni¨®n plenaria de la Conferencia Episcopal, que se celebrar¨¢ en abril, se establecer¨¢ un procedimiento com¨²n para trasladar a la comisi¨®n toda la informaci¨®n sobre abusos sexuales que se encuentre en los archivos.

En su primer mes de actividad, la comisi¨®n portuguesa ha recibido 214 testimonios de v¨ªctimas de abusos sexuales, aunque muchos de los relatos identifican agresores que abusaron de varios menores. ¡°En muchos testimonios las v¨ªctimas no solo describen lo que les ocurri¨® a ellas, tambi¨¦n apuntan hacia el conocimiento o una fuerte probabilidad de que, en aquellas circunstancias de tiempo y espacio, otros ni?os hayan sido v¨ªctimas del mismo abusador¡±, se?alan en una nota de prensa.

Los casos denunciados hasta ahora proceden de personas que nacieron entre 1933 y 2006, lo que indica algunas agresiones sexuales recientes, cometidas cuando ya hab¨ªan salido a la luz investigaciones sobre pederastia eclesi¨¢stica en otros pa¨ªses, como la desvelada en 2002 por The Boston Globe sobre los sacerdotes que hab¨ªan cometido abusos en Boston y que hab¨ªan sido protegidos por la jerarqu¨ªa cat¨®lica. Tambi¨¦n en 2002 se desvelaron en Portugal, gracias a una investigaci¨®n del semanario Expresso, los abusos sexuales que se comet¨ªan desde hac¨ªa tres d¨¦cadas en la Casa P¨ªa, una instituci¨®n estatal (no religiosa) que gestionaba una red de colegios. En esta red de pederastia estaban implicados conocidos personajes de la pol¨ªtica, la televisi¨®n y la diplomacia, aparte de empleados de la Casa P¨ªa.

Las v¨ªctimas que han trasladado su testimonio a la comisi¨®n lusa relatan abusos cometidos tanto en el Portugal continental como en los archipi¨¦lagos de Madeira y Azores. Su perfil social es heterog¨¦neo. ¡°Los relatos descritos revelan sufrimiento ps¨ªquico individual, familiar y social, a veces oculto durante d¨¦cadas y, en muchas circunstancias, mantenido en secreto hasta el momento de declarar¡±, sostiene la comisi¨®n en su comunicado. ¡°Ese sufrimiento se asocia a sentimientos de verg¨¹enza, miedo, culpa y autoexclusi¨®n, reforzando la noci¨®n de afrontar vidas con la sensaci¨®n de estar al margen¡±, a?aden.

La comisi¨®n portuguesa es paritaria y est¨¢ integrada por seis personas. Su presidente, Pedro Strecht, es un psiquiatra especializado en infancia y adolescencia que tambi¨¦n particip¨® en la atenci¨®n a los menores abusados en el esc¨¢ndalo de la Casa P¨ªa, que dio lugar a un largo proceso judicial de seis a?os. Strecht recibi¨® el encargo de la Conferencia Episcopal de estudiar los abusos sexuales a menores el pasado noviembre y acept¨® porque le dieron manos libres para elegir al resto del equipo, compuesto por profesionales de distintos ¨¢mbitos como la soci¨®loga Ana Nunes de Almeida, el exministro de Justicia ?lvaro Laborinho L¨²cio, el psiquiatra Daniel Sampaio, la terapeuta Filipa Tavares y la cineasta Catarina Vasconcelos.

Los abusos comunicados a la comisi¨®n que no hayan prescrito ser¨¢n denunciados ante los tribunales. El Parlamento portugu¨¦s aprob¨® el pasado octubre un proyecto de ley para aumentar el plazo de prescripci¨®n de los delitos sexuales contra menores hasta los 15 a?os, que solo empezar¨¢n a computar cuando la v¨ªctima alcance los 35 y no con la mayor¨ªa de edad. En la pr¨¢ctica, permite alargar hasta los 50 a?os el momento en que la v¨ªctima pueda dar el paso de acudir a la justicia para denunciar su caso. Adem¨¢s, si el menor ten¨ªa menos de 14 a?os cuando ocurrieron los abusos, la prescripci¨®n ser¨¢ a¨²n m¨¢s tard¨ªa, ya que empezar¨¢ a contar cuando el afectado cumpla 40 a?os (en la pr¨¢ctica podr¨ªa denunciar hasta los 55).