La Atenci¨®n Primaria intenta volver a la normalidad con mil m¨¦dicos menos que antes de la pandemia
Tras el colapso absoluto de la sexta ola, las agendas de los facultativos vuelven a reducirse, pero en muchos centros de salud hay esperas de semanas
La sexta ola de covid fue una tormenta perfecta para la atenci¨®n primaria: una enfermedad muy com¨²n que requer¨ªa diagn¨®stico m¨¦dico, multitud de bajas por el propio coronavirus y centros de salud en cuadro por las vacaciones de Navidad del personal. Es la mayor saturaci¨®n que han visto en su vida muchos profesionales consultados por este diario. Comparada con esos d¨ªas, la situaci¨®n de los ambulatorios hoy es mejor. Mucho mejor. Aunque var¨ªa sustancialmente entre comunidades aut¨®nomas, incluso entre centros. Algunos aseguran que est¨¢n como en cualquier valle entre olas pand¨¦micas. Otros, como antes de la covid. El problema es que, antes de que existiera el coronavirus, la primaria ya iba renqueante. Y desde entonces hay, al menos, un millar de m¨¦dicos menos en este nivel asistencial de la sanidad p¨²blica.
El dato proviene de un estudio de enero de 2022 que el Ministerio de Sanidad ha publicado en marzo. Registra un descenso del 2,14% de facultativos en Atenci¨®n Primaria entre 2018 y 2021, mientras que en las especialidades hospitalarias aumentaron un 6%. La cifra muestra el enorme desequilibrio que hay en el sistema sanitario espa?ol y da argumentos al Foro de Atenci¨®n Primaria, formado por ocho de las mayores organizaciones del sector, entre sindicatos y sociedades m¨¦dicas. Denuncian que el primer nivel asistencial est¨¢ ¡°en riesgo de desaparici¨®n¡±.
?Cu¨¢l es el problema? Los m¨¦dicos se van jubilando y sus plazas no se reponen al mismo ritmo. Y, durante la pandemia, las jubilaciones y prejubilaciones se han acelerado: doctores que en otras circunstancias alargar¨ªan su etapa laboral hasta los 70 han decidido marcharse. Otros muchos han pedido prejubilarse antes de que les tocase, aunque haya sido a costa de perder pensi¨®n. No aguantaban m¨¢s. Los pacientes que estaban en sus agendas pasan a las de sus compa?eros. Esto, junto a otras circunstancias que tienen que ver con la pandemia ¡ªcomo los propios diagn¨®sticos, la covid persistente o el trabajo atrasado con los enfermos cr¨®nicos¡ª, provoca que incluso fuera de los picos pand¨¦micos haya demoras que se pueden alargar incluso semanas en muchos centros de salud.
Lista de espera y Atenci¨®n Primaria deber¨ªan ser ox¨ªmoron. La propia naturaleza de las consultas hace que requieran inmediatez: no tiene sentido que bajas m¨¦dicas o enfermedades a priori leves se revisen tras largas demoras. Pero sucede. Aunque no hay c¨®mo medirlo de forma exhaustiva. Este peri¨®dico ha comprobado en una docena de puntos distintos de Espa?a una enorme variabilidad que puede ir de la atenci¨®n al d¨ªa siguiente en un centro de salud de Baleares a las tres semanas en otro del Pa¨ªs Vasco, pasando por dos para ser atendido presencialmente en uno de Madrid. De nuevo: no solo fluct¨²a entre comunidades, tambi¨¦n hay realidades muy distintas en funci¨®n de cada ambulatorio.
Todos los consultados ¨Dmedia docena de representantes de sindicatos y sociedades m¨¦dicas¨D coinciden en que es muy variable. Antonio Fern¨¢ndez-Pro Ledesma, presidente de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), asegura que ¡°hay centros que est¨¢n ya al 100% y otros al 50%¡±. Mar¨ªa Jos¨¦ Campillo, de la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos, dice que en lo peor de la sexta ola las agendas llegaban a 80 y 90 personas por m¨¦dico y d¨ªa. ¡°Ahora la mayor¨ªa estamos en 40-50, pero este n¨²mero puede significar algo muy distinto si tienes un cupo lleno de personas mayores pluripatol¨®gicas o si se trata de urbanizaciones de gente joven y ni?os peque?os¡±, matiza.
Y luego est¨¢n lo que Crist¨®bal Coronel, presidente de la Sociedad Espa?ola de Pediatr¨ªa Extrahospitalaria de Atenci¨®n Primaria, denomina agendas paralelas: ¡°Si tienes 40 pacientes lo doy por bueno, el problema es que al final atiendes a esos 40 y a todos los que entren por la puerta de urgencia. Muchas de ellas no son realmente urgencias, sino que hay motivos sociales. A veces porque hay demasiada espera, otras porque a los padres no les viene bien llevar al ni?o cuando hay hora...¡±.
Para mostrar el contraste de realidades distintas por un c¨²mulo de razones de coordinaci¨®n o gesti¨®n que pueden ocurrir a pocos kil¨®metros, Fern¨¢ndez-Pro Ledesma pone su ejemplo personal en una zona rural de Toledo: ¡°Si pides cita a las 10.00, la tienes a las 11.00. Sin embargo, en un centro de salud en Madrid con el mismo cupo que el m¨ªo, igual tienes que esperar dos semanas¡±. Pero no es que lo rural sea sin¨®nimo de atenci¨®n r¨¢pida. Son tambi¨¦n las plazas de m¨¢s dif¨ªcil cobertura y ¡°hay algunas zonas muy castigadas¡±, en palabras del presidente de la SEMG.
Plazas sin cubrir
Para cubrir estos lugares alejados de las universidades y de las ciudades, a los que normalmente los j¨®venes que aprueban el MIR no quieren ir, Concha S¨¢nchez Pina, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPap), propone lo que denomina soluciones imaginativas: ¡°Hay muchas. Pueden pasar por puntuar m¨¢s en las oposiciones los meses trabajados en estos destinos, facilitar o adelantar la carrera profesional, ventajas fiscales, m¨¢s vacaciones, permisos, m¨¢s d¨ªas de formaci¨®n, incentivos econ¨®micos, mejoras de horario, facilidades para conciliar. Pero si en plazas en las que tienes que estar desplaz¨¢ndote de un pueblo a otro y pagando gasolina te dan exactamente lo mismo que en una en el centro de la ciudad, al lado de tu casa, nadie quiere cogerla¡±.
Y el problema va a m¨¢s. ¡°En los pr¨®ximos cinco a?os se jubila uno de cada tres m¨¦dicos de familia y uno de cada cuatro pediatras¡±, enfatiza S¨¢nchez Pina. Eso mismo lo advierte el informe que acaba de publicar Sanidad: ¡°La pir¨¢mide etaria [de los m¨¦dicos de familia] est¨¢ muy envejecida y [hay] una p¨¦rdida de plazas por recirculaci¨®n que se ha reducido de forma significativa en los ¨²ltimos a?os. [...] Es la especialidad con peores pron¨®sticos de d¨¦ficit¡±.
¡°El problema no es solo num¨¦rico ¡ªprosigue el documento¡ª. Por una parte, muchas plazas de Medicina de Familia y Comunitaria son en zonas alejadas de las grandes ciudades, con menor atractivo para los profesionales j¨®venes. El problema se agudiza porque hay un gran n¨²mero de profesionales que optan por ejercer en el sector sanitario privado y en la medicina de urgencias de ambos sectores. Adem¨¢s, los contratos que se ofrecen generalmente son temporales¡±.
La falta de inter¨¦s de los j¨®venes por la primaria se gesta desde la Universidad. Bruno Fern¨¢ndez, del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), cuenta que no se le da ¡°peso suficiente¡± en los planes de estudio. ¡°La carrera est¨¢ muy enfocada al hospital. Nosotros reivindicamos que se le d¨¦ m¨¢s importancia a la primaria para que los estudiantes conozcamos tambi¨¦n esa realidad y tengamos m¨¢s criterio para elegir¡±, explica.
M¨¢s all¨¢ de eso, casi todos los consultados coinciden en que la soluci¨®n pasa por poner m¨¢s recursos. El Ministerio de Sanidad tiene en marcha un plan de primaria dotado por parte del departamento con 177 millones de euros, que tendr¨¢ que ser completado con lo que aporte cada comunidad aut¨®noma, que habr¨¢n de presentar sus respectivos planes antes de abril.
Campillo, del CESM, lo considera un paso, pero insuficiente: ¡°He conocido unos cuantos planes con muy buena voluntad del ministerio y las autonom¨ªas, pero que nunca se ponen en marcha. Ahora hay una dotaci¨®n presupuestaria, pero hace falta mucho m¨¢s. Si no hay profesionales, no s¨¦ c¨®mo vamos a mantener la primaria. Estamos hablando de que puede desaparecer¡±.
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