Jean-Charles Bouchoux: ¡°En nuestra imperfecci¨®n est¨¢ nuestra propia felicidad¡±
El psicoterapeuta franc¨¦s triunf¨® con un libro sobre los perversos narcisistas. Ahora vuelve con otro sobre la violencia invisible, donde explica este tipo de agresi¨®n que muchas veces se sufre sin ser conscientes.
Jean-Charles Bouchoux (Rodez, 59 a?os) es un reconocido psicoterapeuta y psicoanalista franc¨¦s. En 2009 public¨® Los perversos narcisistas, un libro cuya editorial calcul¨® que vender¨ªa unos 1.000 ejemplares pero que ha superado ya los 300.000. En Espa?a lo public¨® Arpa hace seis a?os. En ¨¦l, Bouchoux cuenta c¨®mo funciona la psique de aquellos que se sirven del v¨ªnculo familiar, profesional o sentimental para someter a otras personas. Ahora el psicoterapeuta vuelve con otro libro, La violencia invisible, un tipo de agresi¨®n que muchas veces se sufre sin advertirla. Y que tambi¨¦n se ejerce sin ser consciente. Bouchoux, nacido en Rodez, Francia, hace 59 a?os, responde por tel¨¦fono desde Montpellier.
Pregunta. ?Qu¨¦ es la violencia silenciosa?
Respuesta. Es un tipo de violencia de la que no somos conscientes. Muchas veces se ejerce con una sonrisa en la boca. Es cuando en un empleo tu jefe te pide algo para lo que no tienes competencias, nunca vas a poder hacerlo bien, pero te lo pide igualmente. Es cuando sometemos al otro al fracaso.
P. ?Qu¨¦ le pasa a la v¨ªctima?
R. Que poco a poco entra en una depresi¨®n. Est¨¢ triste y no entiende por qu¨¦.
P. ?Alg¨²n caso concreto?
R. El caso de France T¨¦l¨¦com, tristemente famoso. Sus directivos se comportaron de tal forma que los empleados quer¨ªan marcharse, dejar sus empleos, pero la empresa no quer¨ªa pagar sus indemnizaciones. Hubo decenas de suicidios.
P. ?Por qu¨¦ muchas personas no pueden poner freno a quienes los someten a violencia silenciosa?
R. Porque no tienen ganas de hacerlo, porque se activan formas de negaci¨®n. Si acepto la realidad tal y como es, me dar¨¦ cuenta de que esa persona me hace da?o, esa relaci¨®n tiene que acabar. Dejamos pasar cosas en las relaciones que no deber¨ªamos. Y esto tambi¨¦n es aplicable a los testigos de este tipo de violencia, que se convierten en c¨®mplices. El agresor ejerce sobre ellos una violencia colateral.
P. Dice que adem¨¢s de sufrirla casi todos en mayor o menor medida, tambi¨¦n la infligimos. ?Por qu¨¦?
R. Porque no somos conscientes de hacerlo. Lo primero que hay que hacer es observarse, tomar consciencia.
P. ?No le desespera nuestra imperfecci¨®n como seres vivos?
R. No, lo esencial es darse cuenta de que en nuestra imperfecci¨®n est¨¢ nuestra propia felicidad. Una imperfecci¨®n, comprobar que el mundo no es ideal, no me desespera en absoluto. El gran problema es el ideal, la idealizaci¨®n de uno mismo. Aceptar nuestras imperfecciones relaja mucho. Pasa lo mismo cuando descubrimos que nuestras parejas no cumplen con el ideal, menos mal.
P. Dice que la mayor¨ªa de nuestras angustias tienen su origen en alguna herida narcisista.
R. La angustia de fondo es una angustia de abandono. Si no soy la persona ideal la gente no me va a querer.
P. ?Por qu¨¦ esa necesidad de ser querido?
R. Es un miedo infantil. Un miedo arcaico: el miedo a morir. Si no soy ese ser ideal, si me abandonan, tengo peligro de muerte. Aunque esta angustia del abandono va reduciendo su intensidad. Hay toda una graduaci¨®n.
P. Dice tambi¨¦n que es bueno hablar de lo que nos hace da?o. ?Y si somos pesados haci¨¦ndolo? ?Y si caemos mal?
R. Puedes desahogarte con un amigo, aunque a muchos les puede molestar. Lo que recomiendo en hablar con un terapeuta.
P. Pero muchas personas no lo pueden pagar. ?C¨®mo cree que deber¨ªamos mejorar este problema?
R. Quiz¨¢ deber¨ªamos pagar un porcentaje de lo que ganamos. Es una idea. Yo lo hago en mi trabajo, mi tarifa es flexible. Ayer vino una chica de 21 a?os. No me puede pagar 80 euros, me pagar¨¢ unos 20, que para ella ya es mucho. Pero es importante que pague. La recibe alguien para que mejore.
P. ?Tiene decidido su voto para esta primera vuelta de las elecciones? Es ya el domingo.
R. Soy de izquierdas pero no me reconozco en ning¨²n partido. En la primera vuelta votar¨¦ a Jean-Luc M¨¦lenchon, que tampoco me ha convencido. En la segunda vuelta la cosa pinta a¨²n peor.
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