El Supremo de Estados Unidos destruye un derecho fundamental de las mujeres
Es muy dif¨ªcil entender que un tribunal con mayor¨ªa abrumadora de hombres anule un derecho tan capital para la autonom¨ªa y libertad de las mujeres
La noticia, no por esperada, deja de ser desoladora. Como cuesti¨®n previa, anotar la extraordinaria politizaci¨®n de la perspectiva hiperconservadora del asunto. El pronunciamiento del Tribunal Supremo de Estados Unidos anula la sentencia Roe contra Wade, que permit¨ªa el aborto.
En el fondo de la cuesti¨®n, lo que se destruye es un derecho fundamental de las mujeres que nos permite tener el control sobre nuestro cuerpo y la maternidad. Mal, rayando lo imposible, se acompasa poder ser ciudadanas, trabajadoras y madres al mismo tiempo si en el arranque de estas tres circunstancias no est¨¢ la autonom¨ªa de nuestra decisi¨®n y de nuestro propio calendario.
Casi todos los asuntos relativos a la integridad de nuestro cuerpo, que es una parte importante de nuestra dignidad y de nuestros derechos humanos, se ven envueltos en debates de ¨ªndole moral, cuando de lo que se trata es de articular la libertad del uso o no del derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, para hacer realidad otra libertad mayor, que es ser madres o no serlo.
No hace falta comentario alguno para identificar todo esto con un retroceso en los derechos y libertades de las mujeres, producto de la ola ultraconservadora que vivimos. Va m¨¢s all¨¢ de una vuelta con claros ribetes machistas y acaba incluyendo algunos otros debates y posiciones de misoginia.
Es muy dif¨ªcil entender que un tribunal con mayor¨ªa abrumadora de hombres anule un derecho tan capital para la autonom¨ªa y libertad de las mujeres que, como es sabido, trae como consecuencia la desigualdad que separa a las mujeres ricas de las pobres para resolver estas cuestiones en la clandestinidad y a riesgo de sus propias vidas.
Nuevamente, es el derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo el objetivo de la ola ultraconservadora y, con ello, la degradaci¨®n de la ciudadan¨ªa plena de las mujeres, incompatible con las sociedades democr¨¢ticas actuales.
Carmen Calvo Poyato es diputada y presidenta de la Comisi¨®n de Igualdad del Congreso de los Diputados
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