Ghislaine Maxwell, condenada a 20 a?os de c¨¢rcel por proporcionar menores al depredador sexual Epstein
La defensa de la heredera brit¨¢nica, que tambi¨¦n deber¨¢ pagar 750.000 d¨®lares a las v¨ªctimas, logra la aplicaci¨®n m¨¢s favorable de la ley, lo que ha rebajado la sentencia
Ghislaine Maxwell, mano derecha del depredador sexual Jeffrey Epstein, ha sido condenada este martes a 20 a?os de c¨¢rcel por proporcionar menores al financiero, que se suicid¨® a los 66 a?os en la c¨¢rcel en 2019 antes de afrontar la acci¨®n de la justicia. Un jurado popular declar¨® en diciembre a Maxwell, de 60 a?os, culpable de cinco delitos de tr¨¢fico sexual, relativos a la captaci¨®n y adiestramiento de adolescentes para satisfacer sexualmente a Epstein, que fue su pareja, en una trama de abusos que se prolong¨® entre 1994 y 2004. Maxwell, que dijo reconocer el dolor causado pero no pidi¨® perd¨®n, ha sido condenada tambi¨¦n al pago de una multa de 750.000 d¨®lares.
La lectura de la sentencia ha sufrido un considerable retraso despu¨¦s de que la jueza Alison Nathan, de la corte federal de Manhattan, permitiera manifestarse a tres mujeres que aseguran haber sido v¨ªctimas tambi¨¦n de Maxwell y Epstein pero que no testificaron durante el juicio. Los abogados de la acusada objetaron la intervenci¨®n de Sarah Ransome, Teresa Helm y Elizabeth Stein, argumentando que ya no eran menores de edad en el momento de su presunto abuso y, por lo tanto, no pod¨ªan ser consideradas v¨ªctimas. De las tres finalmente tom¨® la palabra Ransome, que dijo haber intentando suicidarse en dos ocasiones por el trauma, y ech¨® en cara a Maxwell ¡°creerse irreprochable y por encima de la ley¡±.
La fiscal¨ªa hab¨ªa pedido entre 30 y 55 a?os de c¨¢rcel para Maxwell, mientras la recomendaci¨®n final propon¨ªa una horquilla de 24 a 30 a?os, y como opci¨®n m¨¢s plausible, como al final se demostr¨®, no m¨¢s de 20. La defensa, cuando menos, puede apuntarse una peque?a victoria, el hecho de que la jueza Nathan haya optado por la aplicaci¨®n m¨¢s favorable de la ley, seg¨²n el el baremo de las penas federales vigente cuando se cometieron los delitos, por lo que la sentencia no lleg¨® al m¨¢ximo solicitado por la fiscal¨ªa.
La socialit¨¦ enfrent¨® el a?o pasado un medi¨¢tico proceso judicial de un mes de duraci¨®n en el que declararon, con testimonios muchas veces desgarradores, las chicas abusadas por Epstein. Para la defensa de la brit¨¢nica, hija del magnate de la prensa Robert Maxwell, el proceso se trat¨® m¨¢s bien del ajuste de cuentas que la justicia no pudo hacer con el ped¨®filo Epstein, de manera que la mujer habr¨ªa pagado por todas las causas pendientes de aquel.
El de Maxwell, que en su d¨ªa se code¨® con lo m¨¢s granado de la alta sociedad internacional, testas coronadas incluidas, ha sido uno de los casos de m¨¢s alto perfil en la estela del movimiento MeToo, que anim¨® a hablar a las mujeres v¨ªctimas de abusos sexuales por parte de hombres ricos y poderosos. Tanto, que una de las implicadas, Virginia Giuffre, ha puesto repetidamente contra las cuerdas al pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra, de quien asegura abus¨® de ella cuando era menor despu¨¦s de que Epstein se la prestara (es el t¨¦rmino usado por ella). Giuffre, su actual apellido de casada, tambi¨¦n medi¨® en su d¨ªa para convencer a una de las declarantes, la m¨¢s vulnerable por su desarraigo familiar y un historial de adicciones, de aceptar la oferta de dar masajes al financiero, la antesala de los abusos. En una declaraci¨®n le¨ªda por su abogado, Giuffre arremeti¨® este martes contra la mujer que las llev¨® de la mano hasta el ped¨®filo: ¡°Cambiaste el curso de nuestras vidas para siempre (...) Pod¨ªas haber puesto fin a las violaciones, los abusos y las repugnantes manipulaciones que organizaste, presenciaste y en las que incluso participaste. Podr¨ªas haber llamado a las autoridades e informar de que formabas parte de algo horrible (...) Te mereces pasar el resto de tu vida en la c¨¢rcel¡±.
Impert¨¦rrita aunque pretendidamente emp¨¢tica, la acusada no mostr¨® se?al alguna de arrepentimiento salvo para lamentar como el mayor error de su vida haber conocido a Epstein, un ser ¡°manipulador, astuto y controlador que enga?¨® a todos a su alrededor¡±. A las mujeres abusadas, Maxwell dijo lamentar el dolor que han experimentado, y confi¨® en que su reclusi¨®n de por vida les ayude a cerrar el cap¨ªtulo del horror y emprender una nueva etapa.
Antes de conocerse la intervenci¨®n de las otras v¨ªctimas -limitada por la jueza a la lectura de un peque?o comunicado-, en la sesi¨®n celebrada este martes en el tribunal federal de Manhattan hab¨ªan solicitado intervenir tres de las cuatro v¨ªctimas de Epstein y Maxwell. Se trata Annie Farmer y de una mujer conocida como Kate (nombre supuesto), que declararon contra Maxwell en diciembre y este martes volvieron a denunciar sus pr¨¢cticas y en especial su falta de arrepentimiento, y de la propia Giuffre, que no testific¨® en su d¨ªa en el juicio pero a la que el jurado considera una de las v¨ªctimas. En febrero Giuffre lleg¨® a un acuerdo para zanjar una demanda civil contra el hijo de la reina Isabel II de Inglaterra, cuya reputaci¨®n ha dejado menoscabada, al retirarle su madre todos los t¨ªtulos y honores por el esc¨¢ndalo.
La fiscal¨ªa hab¨ªa pedido la semana pasada 30 a?os de c¨¢rcel para Maxwell, cuya conducta calific¨® de ¡°sorprendentemente depredadora¡±, y la sentencia m¨¢xima es de 55 a?os por superposici¨®n de cargos, lo que supondr¨ªa que pasara el tiempo que le queda de vida entre rejas. Los abogados de la expareja de Epstein aceptaban una condena no superior a los seis a?os, asegurando que ha sido el chivo expiatorio de los delitos de Epstein y que ya ha pasado casi dos en la c¨¢rcel, desde que fue detenida en julio de 2020 en una apartada mansi¨®n de New Hamsphire, y que se le neg¨® repetidamente la libertad bajo fianza. Recluida en el Centro de Detenci¨®n Metropolitano de Brooklyn, donde se ha quejado de las condiciones insalubres de su celda -llena de bichos y con aguas residuales sin tratar, seg¨²n sus abogados-, Maxwell fue sometida el pasado viernes a un protocolo de vigilancia especial antisuicidio. Su abogado ha comparado las condiciones de su encierro con las del psic¨®pata Hannibal Lecter en la pel¨ªcula El silencio de los corderos, aunque niega que haya manifestado tendencias suicidas.
La car¨ªsima defensa de Maxwell ha intentado pintar en los ¨²ltimos meses una imagen id¨ªlica de la mujer, basada en testimonios de sus compa?eras de c¨¢rcel, y en concreto gracias a una carta enviada a la jueza por la reclusa que compart¨ªa su celda, seg¨²n la cual la heredera brit¨¢nica era ¡°amable y verdadera¡± y le ofreci¨® darle clases de ingl¨¦s y de yoga.
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