?Conseguir¨¢ el papa Francisco la reforma del Opus Dei?
La Obra ocup¨® los m¨¢s altos espacios de poder en la Curia romana con Juan Pablo II y Benedicto XVI; est¨¢ por ver si la decisi¨®n del nuevo Papa consigue reformar esta instituci¨®n cat¨®lica
Durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI la Iglesia cat¨®lica vivi¨® una larga etapa de ¡°secuestro¡± por parte del Opus Dei, que ocup¨® los m¨¢s altos espacios de poder en la Curia romana, en el episcopado mundial, en colegios cat¨®licos, en su mayor¨ªa de ¨¦lite, en universidades y centros teol¨®gicos donde se imparte una teolog¨ªa preconciliar, en numerosas parroquias del orbe cat¨®lico con el fomento de las devociones marianas y la pr¨¢ctica sacramental, ambas con frecuencia ajenas a la realidad social de las personas y los grupos sociales empobrecidos.
Juan Pablo II entreg¨® la llave de la comunicaci¨®n del Vaticano con plenos poderes a Joaqu¨ªn Navarro Valls, miembro numerario del Opus Dei, quien decid¨ªa la participaci¨®n o el rechazo de los medios de comunicaci¨®n en las ruedas de prensa y en los viajes del Papa en funci¨®n de la afinidad o la actitud cr¨ªtica con la ideolog¨ªa papal. Influencia especial tuvo el Opus Dei en la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe durante la presidencia del cardenal Ratzinger a trav¨¦s de las numerosas denuncias, tramitadas con gran celeridad, de te¨®logas y te¨®logos sospechosos de heterodoxia, sometidos a procesos sumarios que sol¨ªan terminar en expulsi¨®n de la docencia de los centros teol¨®gicos donde ense?aban y en censura de sus libros. Cabe recordar a este respecto que el cardenal Ratzinger fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Navarra del Opus Dei en 1988.
Dada su ideolog¨ªa pol¨ªtica y teol¨®gicamente conservadora, congelada en la ¨¦poca de la redacci¨®n del libro Camino (1939), jug¨® un papel fundamental en el proceso neoconservador y restauracionista de la Iglesia cat¨®lica, en el rechazo al Concilio Vaticano II y en el retorno al cristianismo preconciliar. Al tratarse de una organizaci¨®n extendida por todo el mundo, se convirti¨® en pieza clave para la expansi¨®n de la estrategia de Juan Pablo II y Benedicto XVI en toda la Iglesia. Al estar encaramado en las m¨¢s altas esferas del poder econ¨®mico desde unos planteamientos neoliberales, el Opus contribuy¨® con ping¨¹es sumas de dinero a sufragar la econom¨ªa del Vaticano.
Juan Pablo II premi¨® al Opus Dei por los excelentes servicios prestados al Vaticano con el reconocimiento de prelatura personal, la ¨²nica en el orbe cat¨®lico, con plena autonom¨ªa, la promoci¨®n de su prelado al rango de obispo, entrando a formar parte de la estructura jer¨¢rquica de la Iglesia cat¨®lica, y la beatificaci¨®n y canonizaci¨®n expr¨¦s del fundador, Escriv¨¢ de Balaguer, en 2002, solo 27 a?os despu¨¦s de su fallecimiento.
El papa Francisco firm¨® en junio pasado la Carta Apost¨®lica Ad Charisma tuendum por la que desapropia al Opus Dei de los privilegios que le hab¨ªa concedido Juan Pablo II y lleva a cabo transformaciones de gran calado, que van m¨¢s all¨¢ de lo organizativo y algunos han calificado de degradaci¨®n en toda la regla. Le retira la excepcionalidad jur¨ªdica en la que se encontraba ¡ªprelatura con jurisdicci¨®n propia¡ª, le coloca bajo la dependencia del Dicasterio del Clero y excluye al prelado del orden episcopal, decisiones ambas que excluyen a la Obra de la estructura jer¨¢rquica de la Iglesia cat¨®lica.
Le pide que adapte los Estatutos al nuevo estatus eclesi¨¢stico, le exige presentar un informe anual sobre el estado del Opus y del desarrollo de su labor apost¨®lica, memoria anual de sus actividades y considera que la nueva forma de gobierno se basa m¨¢s el carisma de la Obra que en la autoridad episcopal. ?Un golpe de tim¨®n en toda regla!
Yo me pregunto: ?conseguir¨¢ el papa Francisco la profunda y necesaria reforma del Opus formulada en la Carta Apost¨®lica o se ver¨¢ neutralizada por la propia Obra y quedar¨¢ en un simple revoque de fachada? No puedo menos que expresar mi escepticismo al respecto dada la presencia de Opus en la mayor¨ªa del orbe cat¨®lico, teniendo numerosos episcopados bajo su poder, contando con la arrolladora influencia en el ¨¢mbito parroquial y con el control de una amplia red de colegios, universidades y centros teol¨®gicos.
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