Operar la pierna equivocada o una vasectom¨ªa en vez de una fimosis: 25 a?os de lucha contra las negligencias m¨¦dicas
Carmen Flores cre¨® la asociaci¨®n Defensor del Paciente hace un cuarto de siglo por los errores sanitarios que sufri¨® su hijo
En un min¨²sculo local de Carabanchel sin ventanas se cuecen reclamaciones m¨¦dicas millonarias. Por all¨ª pas¨® la que era hasta este a?o la m¨¢s cara de Espa?a, que sali¨® por 5,2 millones de euros (incluidas costas) en octubre. La familia de Paula, que naci¨® con falta de ox¨ªgeno por un fallo de la matrona y el ginec¨®logo que la atendieron, acudi¨® al Defensor del Paciente, una asociaci¨®n que lleva 25 a?os luchando contra las negligencias y los errores sanitarios en colaboraci¨®n con una red de despachos de abogados de toda Espa?a.
Todo empez¨®, precisamente, con una negligencia m¨¦dica. El hijo de Carmen Flores, madrile?a de 74 a?os, ten¨ªa por aquella ¨¦poca 11. Le diagnosticaron siringomielia, un quiste de l¨ªquido en la m¨¦dula espinal que detectado y tratado a tiempo no suele dar mayores complicaciones. En el hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid le dijeron que hab¨ªa que operarlo y se pas¨® en la lista de espera casi cinco a?os.
La operaci¨®n lleg¨® cuando su hijo ten¨ªa ya la espalda ¡°muy torcida¡±, justo despu¨¦s de una denuncia en Diario 16. Fue entonces cuando Flores se dio cuenta del poder de los medios de comunicaci¨®n para que las cosas cambien. Y por eso tienen una relaci¨®n constante con ellos. ¡°No solo busco que a las familias les compensen por las negligencias, sino que se sepa para que no se repitan historias tan tristes como las que hemos vivido muchos¡±, explica en una cafeter¨ªa junto al local.
El calvario de su hijo no termin¨® ah¨ª. Tras ocho operaciones qued¨® tetrapl¨¦jico y ya hace 12 a?os que falleci¨®. Fue a finales de 1997, en mitad de esta penosa experiencia, cuando Flores se decidi¨® a crear una asociaci¨®n para luchar contra este tipo de errores, que bautiz¨® como Defensor del Paciente. El nombre, que tuvo que patentar, le ha generado muchos problemas. Ha ganado pleitos a varias administraciones, entre ellas la Comunidad de Madrid, que montaron servicios oficiales con la misma denominaci¨®n. ¡°Quieren confundir a la gente¡±, asegura ella.
Desde entonces se dedica a tiempo completo a la asociaci¨®n, y asegura que no recibe remuneraci¨®n alguna. La ONG se financia gracias a una cuota ¨²nica que abonan los socios al entrar (tiene unos 20.000) y a las donaciones ¡ªvoluntarias, seg¨²n Flores¡ª que hacen los 16 despachos de abogados con los que colaboran. ¡°No recibimos ni un euro de ayuda p¨²blica¡±, se enorgullece la fundadora. Con esos medios tiene contratadas a dos personas. Una es Ram¨®n Prieto, que lleg¨® a la asociaci¨®n casi cuando se cre¨® para hacer el servicio por la objeci¨®n de conciencia. All¨ª se qued¨® y all¨ª sigue. Como casi todos los que colaboran o trabajan con el Defensor del Paciente (incluidos los despachos de abogados), en su vida hubo una negligencia m¨¦dica, que caus¨® la muerte de su padre.
Cuando se les pregunta por los casos que m¨¢s les han impactado en todos estos a?os, se quedan pensativos. ¡°Son tantos...¡±. El primero que llega a la memoria de Flores es precisamente el de Paula, cuya familia gan¨® en octubre el pleito con la mayor indemnizaci¨®n de la historia de Espa?a. La ni?a, de 10 a?os, vive postrada en una cama y requiere cuidados constantes. Luego relata otro, el de un chico que ten¨ªa un trastorno obsesivo compulsivo que le hac¨ªa lavarse las manos constantemente: ¡°Le mandaron una terapia de electroshock car¨ªsima y le achicharraron el cerebro. Se qued¨® muy mal y muri¨® a los seis o siete a?os¡±.
Prieto tiene en la cabeza el caso de una chica muri¨® en lista de espera mientras aguardaba una operaci¨®n por obesidad m¨®rbida. ¡°Se me qued¨® grabado porque hab¨ªamos hecho varias reclamaciones, me intercambiaba correos y hablaba bastante con ella. Una nochevieja me escribi¨® su madre para decirme que hab¨ªa fallecido. Quiz¨¢s lo tengo muy presente porque tuve mucho contacto con ella¡±, cuenta.
A pesar de que la labor de la asociaci¨®n es a menudo enfrentarse a m¨¦dicos que han cometido errores, Flores dice que tambi¨¦n entiende la terrible presi¨®n que a veces sienten. ¡°Entiendo perfectamente que est¨¦n de huelga¡±, dice. Pero tambi¨¦n reclama m¨¢s empat¨ªa con los pacientes, m¨¢s conversaci¨®n: ¡°Muchas veces los errores se cometen porque no les escuchan lo suficiente, o porque se conf¨ªan demasiado y tienen el diagn¨®stico antes de examinar el caso¡±.
M¨¢s de 13.600 casos en un a?o
Al local de Carabanchel llegan decenas de llamadas diarias. En 2022 recibieron 13.611 casos (455 m¨¢s que en 2021), de los cuales 699 terminaron en muerte (71 m¨¢s que en 2021). En la asociaci¨®n las filtran y les aconsejan si hacer una reclamaci¨®n, c¨®mo, o, en casos m¨¢s graves, les recomiendan abogados para que les asesores. Trabajan con 16 despachos en toda Espa?a. ¡°Los pacientes pueden acudir a ellos o a los que les parezcan bien, nosotros solo aconsejamos¡±, puntualiza Flores.
Uno de ellos es el de Carlos Sardinero, que perdi¨® a su padre en 1995 por un infarto cuando estaba en lista de espera para una operaci¨®n card¨ªaca. Fue el primer caso de Espa?a que gan¨® una familia por un fallecimiento en listas de espera. Desde entonces, se especializ¨® en Derecho sanitario. ¡°Quiz¨¢s por haber vivido algo similar, cuando te llega una v¨ªctima est¨¢s m¨¢s sensibilizado¡±, reflexiona.
En su vida ha tratado decenas de casos. ¡°Todav¨ªa me sorprende c¨®mo algunos m¨¦dicos se intentan defender de negligencias que son obvias. Hemos visto unos cuantos que operaron la pierna equivocada. Y se excusaron diciendo que la otra pierna tambi¨¦n estaba mal. Obviamente los ganamos todos¡±, afirma. Las cirug¨ªas son un campo especialmente fecundo en reclamaciones. Otra que no se le olvida es la de un joven que fue a hacerse una fimosis y acab¨® con una vasectom¨ªa. ¡°El m¨¦dico aleg¨® que se tendr¨ªa que haber dado cuenta de lo que le estaban haciendo, cuando estaba anestesiado¡±.
En la asociaci¨®n cada vez ven m¨¢s casos relacionados con cirug¨ªas est¨¦ticas. ¡°Estamos hablando de personas que est¨¢n totalmente sanas y se les arruina la vida¡±, protesta Flores. Su trabajo no se limita a reclamar negligencias. Tambi¨¦n tratan de hacer lobby para cambiar normas. Ahora est¨¢n en pie de guerra para regular las cl¨ªnicas est¨¦ticas y que no sea posible que un m¨¦dico sin especialidad realice operaciones.
A trav¨¦s de los casos que llevan, los abogados tambi¨¦n han logrado cambios de largo alcance. Sardinero hizo una reclamaci¨®n al Ministerio de Justicia con la que logr¨® cambiar parte de la ley de enjuiciamiento civil. En los procedimientos previos de un juicio, cuando ped¨ªan la historia cl¨ªnica de un paciente, normalmente la denegaban. ¡°Conseguimos que fuera obligatorio proporcionarla y as¨ª poder preparar mejor los casos¡±, se?ala.
Pero en estos 25 a?os no todo han sido ¨¦xitos. Flores tiene muchas ¡°espinitas clavadas¡±, como algunos en los que no se reconocieron negligencias por haber prescrito o por no presentar la documentaci¨®n en tiempo y forma. ¡°Otras veces es imposible demostrar algunas cosas. Hemos sabido de m¨¦dicos que beb¨ªan, pero como no hay pruebas, se queda en nada¡±, lamenta.
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