El Congreso aprueba la ¡®ley trans¡¯ y la reforma del aborto
La C¨¢mara baja ha dado luz verde a ambas normas tras un camino turbulento dentro y fuera del Gobierno
El pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves definitivamente la reforma de la ley del aborto y la primera ley trans de la democracia. La reforma de la legislaci¨®n sobre el aborto llega justo cuando el modelo de plazos acaba de recibir el aval del Tribunal Constitucional ¡ª13 a?os despu¨¦s de que el PP recurriera la norma¡ª, y ahora ampl¨ªa su alcance. Ha obtenido luz verde por 185 votos a favor ¡ªlos de PSOE,...
El pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves definitivamente la reforma de la ley del aborto y la primera ley trans de la democracia. La reforma de la legislaci¨®n sobre el aborto llega justo cuando el modelo de plazos acaba de recibir el aval del Tribunal Constitucional ¡ª13 a?os despu¨¦s de que el PP recurriera la norma¡ª, y ahora ampl¨ªa su alcance. Ha obtenido luz verde por 185 votos a favor ¡ªlos de PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, CUP, EH Bildu y M¨¢s Pa¨ªs¡ª, 154 en contra ¡ªPP, Vox, CS y un diputado del PDeCAT¡ª y tres abstenciones (PDeCAT). La ley trans fue aprobada tras las votaciones de las enmiendas que salieron del Senado la pasada semana; el segundo bloque por 191 a favor ¡ªPSOE, UP, ERC, Ciudadanos, el Grupo Plural, PNV, CUP y Coalici¨®n Canaria¡ª, 60 en contra ¡ªVOX, Bildu, UPN y Pablo Cambronero (CS)¡ª, y 61 abstenciones ¡ªPP, PRC, Foro y Carmen Calvo¡ª.
La norma, que incorpora el principio de la libre autodeterminaci¨®n de g¨¦nero, ha supuesto la mayor fractura del movimiento feminista, tambi¨¦n entre los socios de coalici¨®n y dentro del propio PSOE. La oposici¨®n m¨¢s visible entre los socialistas es la de la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que este jueves se ha abstenido en la votaci¨®n, como ya hizo el pasado diciembre cuando la norma lleg¨® por primera vez al Congreso y sali¨® aprobada con los votos en contra de PP, Vox y Cs. En la sesi¨®n de hoy s¨®lo se somet¨ªan a votaci¨®n las enmiendas del Senado.
Las dos normas han seguido caminos distintos hasta su aprobaci¨®n. Ambos turbulentos, a pesar de que, seg¨²n las encuestas, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n respalda la necesidad de otorgar derechos al colectivo LGTBIQ y apoya el modelo de plazos para la interrupci¨®n voluntaria del embarazo.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sostenido en la tribuna del Congreso que la votaci¨®n de hoy no es el punto final. ¡°Soy consciente de que el camino no acaba aqu¨ª, que no hemos conseguido incorporar las realidades no binarias, las personas trans inmigrantes y otras que descubriremos avanzando. Hemos dado el paso de gigante tan grande como hemos podido¡±, ha dicho sobre la ley trans. ¡°Va a haber resistencias a la aplicaci¨®n de esta ley, como las hay y las ha habido con todas las leyes feministas. Toca trabajar para garantizar que, cuando entre en vigor, en todos los hospitales p¨²blicos haya personal suficiente para la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, respetando la objeci¨®n de conciencia¡±, ha afirmado sobre la reforma del aborto.
La ambig¨¹edad de la derecha sobre el aborto. A medida que se acercaba la aprobaci¨®n de la reforma, la derecha y la extrema derecha han alimentado la pol¨¦mica en torno a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Finalmente, y justo en v¨ªsperas de la decisi¨®n del Constitucional que aval¨® la ley de 2010, el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, anunci¨® que su partido respaldaba el modelo de plazos (el mismo que recurri¨® hace 13 a?os); pero las cr¨ªticas del sector m¨¢s duro de la derecha le han llevado despu¨¦s a titubear sobre la cuesti¨®n de si el aborto es o no un derecho; el titubeo ha acabado con esta afirmaci¨®n de Feij¨®o: es un derecho, pero no fundamental.
Unas declaraciones que durante el pleno le han valido la acusaci¨®n de ¡°traici¨®n¡± por parte de Vox y tambi¨¦n el recordatorio de varios diputados sobre el debate cerrado que para la sociedad supone el aborto. ¡°La sociedad espa?ola lo tiene claro: el aborto es un derecho y no se toca, dejen a las mujeres en paz¡±, conclu¨ªa su intervenci¨®n, aplaudida por Montero, ??igo Errej¨®n, l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs.
La tirantez, entre Vox y el PP y tambi¨¦n con el bloque de izquierdas, ya se dio hace apenas un mes, cuando el vicepresidente del Gobierno de Castilla y Le¨®n y l¨ªder auton¨®mico de Vox, Juan Garc¨ªa-Gallardo, anunci¨® un protocolo antiabortista que qued¨® finalmente en nada, pero con el que la extrema derecha intent¨® volver a abrir el debate social. Eso provoc¨® que en el Senado el PSOE introdujera una enmienda en la reforma legal para enfatizar algo que la ley ya recog¨ªa: el veto a cualquier medida de coacci¨®n a las mujeres que obstaculice su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo.
La reforma del aborto establece que las administraciones deber¨¢n organizar los recursos de la sanidad p¨²blica para garantizar la pr¨¢ctica de abortos (en la actualidad m¨¢s del 80% se practican en la red privada), introduce la educaci¨®n sexual en todas las etapas de la ense?anza obligatoria, incorpora la salud menstrual como derecho y permisos laborales para las reglas dolorosas, y devuelve la capacidad de decidir de forma aut¨®noma sobre su embarazo a las j¨®venes de 16 y 17 a?os y a aquellas con alguna discapacidad. Tambi¨¦n elimina la obligatoriedad de proporcionar a la embarazada informaci¨®n sobre las ayudas a la maternidad y suprime los tres d¨ªas que hasta ahora deb¨ªa esperar la mujer para ¡°reflexionar¡± antes de dar por definitiva su decisi¨®n.
Divisi¨®n en el Gobierno por la ley trans. En torno a la ley trans, la cuesti¨®n ha sido m¨¢s compleja. Ninguna norma ha provocado m¨¢s tensi¨®n y mayor ruptura en el Parlamento, entre los socios de coalici¨®n, dentro del propio PSOE y en el movimiento feminista, donde una parte ha llegado a escindirse por ser contraria a esta legislaci¨®n. Un rechazo que se ha sumado en el tiempo a la mayor crisis sufrida por el Ejecutivo: la derivada de las rebajas de penas a agresores sexuales motivadas por la entrada en vigor de la ley de libertad sexual o del solo s¨ª es s¨ª.
Han insistido en ello durante el pleno la derecha y la extrema derecha. ¡°Una ley lesiva¡±, ¡°un nuevo solo s¨ª es s¨ª¡±, ha augurado la popular Mar¨ªa Jes¨²s Moro, tendiendo la mano al PSOE para que no votase a favor de la norma y negociar otra. ¡°Tenemos un convencimiento sincero y honesto de lo da?ino y perverso de esa ley. Si Dios quiere, la derogaremos muy pronto¡±, lanzaba Mar¨ªa Ruiz, de Vox.
Desde la izquierda, la defensa de la norma ha sido cerrada. Al PP le ha respondido en su discurso la socialista Raquel Pedraja: ¡°Son el partido del no, del no a los avances de los derechos de las mujeres, de las personas LGTBI, de los trabajadores y trabajadoras... Para los que tienen recursos, siempre es s¨ª¡±, ha lamentado, antes de sentenciar que, ¡°con esta ley, Espa?a es un pa¨ªs mejor¡±. Pedraja ha reivindicado la labor del PSOE, ¡°que es el partido de los derechos sociales, de los grandes avances sociales¡±. Maria Carvalho, de ERC, ha afirmado con emoci¨®n que durante d¨¦cadas las personas trans han estado ¡°ocultas¡±. Y Mar¨ªa del Mar Garc¨ªa Puig, de Unidas Podemos, ha recordado el asesinato, la semana pasada, de una mujer trans en el distrito de Sant Mart¨ª de Barcelona.
¡°Avance hist¨®rico¡±
Tambi¨¦n en la tribuna ha estado presente esa emoci¨®n. Desde all¨ª han seguido la sesi¨®n algunas activistas hist¨®ricas del movimiento LGTBI. ¡°Hoy, tras dos a?os indescriptibles de luchas, donde nos dejamos la piel por el camino, volvemos a hacer historia con la aprobaci¨®n de una ley justa, necesaria y de raz¨®n, porque siempre estuvimos en el lado correcto de la historia¡±, ha dicho Carla Antonelli, que fue la primera diputada trans en Espa?a y que abandon¨® el PSOE el pasado octubre, como consecuencia de esa divisi¨®n que gener¨® la tramitaci¨®n de la ley en el partido al que hab¨ªa estado vinculada desde hac¨ªa d¨¦cadas.
En el pleno tambi¨¦n ha estado Uge Sangil, presidenta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTBI): ¡°Hoy celebramos un avance hist¨®rico¡±, ha afirmado. La ministra de Igualdad ha iniciado su discurso mirando hacia ellas y d¨¢ndoles las gracias: ¡°Nos dijeron que era imposible y hoy es ley. Llenad de orgullo las calles de nuestro pa¨ªs. Nunca un pa¨ªs sin vosotras, vosotros y vosotres¡±.
La ley trans tiene precisamente como eje el elemento que ha generado la fractura del movimiento feminista: la libre autodeterminaci¨®n de g¨¦nero, es decir, que una persona pueda cambiar de nombre y sexo en el DNI solo con su voluntad. Un cambio que se contempla a partir de los 12 a?os, por tramos de edad: a partir de los 16 sin requisitos, entre los 14 y 16 con consentimiento de los representantes legales del adolescente, y entre los 12 y 14 con autorizaci¨®n judicial.
La norma incluye adem¨¢s, y entre otras cuestiones, la prohibici¨®n de las terapias de conversi¨®n, incluso cuando cuenten con el consentimiento de la persona interesada o de sus representantes legales; el acceso a t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida dentro de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud para las mujeres lesbianas, bisexuales y aquellas sin pareja, que fue excluido hace siete a?os; y la filiaci¨®n de los beb¨¦s para parejas de lesbianas que no est¨¦n casadas (hasta ahora, o bien ten¨ªan que casarse, o bien una de las mujeres era la madre biol¨®gica y la otra ten¨ªa que adoptar, igual que sucede en las parejas de hombres homosexuales).
A pesar de todos los cismas, internos y externos, el Gobierno ha cumplido, con la votaci¨®n de este jueves, su objetivo de aprobar ambas leyes antes de acabar la legislatura.