¡®Influencers¡¯, tiendas de barrio y festivales: estrategias para crear una nueva generaci¨®n de vapeadores
El consumo de cigarrillos electr¨®nicos se duplic¨® en un lustro entre los adolescentes. La industria aprovecha una regulaci¨®n m¨¢s laxa que la del tabaco para llegar a ellos
En un bazar de Salou, donde V¨ªctor y sus amigos fueron a celebrar que hab¨ªan terminado la selectividad, hab¨ªa bebidas, alimentos variados, aperitivos de todo tipo y vapeadores. Compraron unas cervezas para tomar en la playa y decidieron probar tambi¨¦n este dispositivo, similar a un cigarrillo electr¨®nico. Desde entonces, se ha convertido en habitual para ¨¦l cada vez que sale de fiesta. ¡°S¨¦ que es malo para la salud, pero creo que lo puedo controlar. Tabaco nunca fumar¨ªa, me da m¨¢s respeto¡±, confiesa.
El vapeador y el cigarrillo electr¨®nico (dos dispositivos que sirven para inhalar un aerosol con sustancias variadas, con o sin nicotina) van mostrando cada vez m¨¢s efectos perniciosos, que van desde el da?o que hacen las micropart¨ªculas que se inhalan en el sistema respiratorio, hasta enfermedades cardiovasculares o mayor riesgo de c¨¢ncer. A falta de m¨¢s tiempo de estudio sobre sus efectos, la evidencia no lo equipara al tabaco tradicional, uno de los mayores problemas de salud p¨²blica en el mundo. Pero la regulaci¨®n m¨¢s laxa para estos nuevos productos en Espa?a est¨¢ permitiendo a la industria llegar a un sector de poblaci¨®n joven, una generaci¨®n que la Uni¨®n Europea pretende que viva libre de tabaco.
Es frecuente ver promociones de estos dispositivos en festivales de m¨²sica, hay campa?as en redes sociales en las que participan influencers con un p¨²blico muy joven entre el que abundan adolescentes, y se pueden encontrar en tiendas de todo tipo, adornados con colores atractivos y anunciados con aromas dulces que recuerdan a golosinas. No hay mucho disimulo en la estrategia de fomentar este producto perjudicial para la salud entre la poblaci¨®n m¨¢s joven.
Los datos dicen que lo est¨¢n consiguiendo. Aunque la ¨²ltima Encuesta sobre uso de drogas en ense?anzas secundarias en Espa?a (Estudes), publicada en 2022, muestra una peque?a ca¨ªda en el consumo con respecto a 2019, indica que el 44% de los adolescentes de entre 14 y 18 a?os hab¨ªa probado los cigarrillos electr¨®nicos, lo que supone m¨¢s del doble que en 2016. La mayor¨ªa de los estudiantes que vapean se decantan por cartuchos sin nicotina (60,7%), el 14,9% prefieren los que s¨ª llevan, y el 24,4% utiliza de los dos tipos.
Uno de los discursos que ha esbozado la industria del vapeo y el cigarrillo electr¨®nico (que a menudo es tambi¨¦n la tabaquera) es que los dispositivos est¨¢n sobre todo pensados para quien fuma, incluso para ayudar a dejarlo, y no para atraer a nuevos adeptos. La Uni¨®n de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), que aglutina 600 peque?as y medianas empresas y que registr¨® en 2022 un r¨¦cord en el negocio (95 millones de euros), asegura que su vocaci¨®n es la de ayudar a la cesaci¨®n tab¨¢quica y tiene entre sus buenas pr¨¢cticas ¡°intentar disuadir a los no fumadores de que compren un dispositivo, aun cuando soliciten que sea sin nicotina¡±.
Blu, una filial de Imperial Tobacco que se denomina l¨ªder en el sector del cigarrillo electr¨®nico, responde ¡ªa preguntas de EL PA?S¡ª que se dirige ¡°exclusivamente a consumidores adultos¡± y que sus campa?as ¡°se llevan a cabo solo en los soportes y canales que permite la normativa vigente y en los t¨¦rminos que contempla la legislaci¨®n¡±. ¡°Aunque a¨²n estamos lejos de las cifras de pa¨ªses de nuestro entorno como Reino Unido, Francia o Alemania, son muchos los fumadores que han decidido reducir o abandonar el tabaco convencional gracias al vapeo. Concretamente, el ¨²ltimo estudio de Edades afirma que cerca del 45% de los usuarios de cigarrillos electr¨®nicos utilizan estos dispositivos como sustitutivo del tabaco¡±, se?ala un portavoz de la compa?¨ªa.
Esto no es as¨ª entre los m¨¢s j¨®venes. La encuesta Estudes se?ala que solo un 8,5% de los estudiantes que han fumado cigarrillos electr¨®nicos manifiestan que su intenci¨®n era reducir su consumo de tabaco o dejar de fumarlo. En el sondeo que menciona Blu (Edades), que aborda una mayor franja de edad, se comprueba que ¨²nicamente dos de cada 10 j¨®venes de entre 15 y 24 a?os que vapean lo hacen motivados por dejar de fumar.
Entre las campa?as de Blu en redes sociales se pueden encontrar promociones con influencers que se dirigen a un p¨²blico muy joven, con muchos adolescentes entre sus seguidores, que promocionan el cigarrillo electr¨®nico. Esto publicaba (sin las tildes bien puestas) hace unos meses Telmo Trenado en su perfil de Instagram, con 150.000 seguidores: ¡°SORTEO!! Quieres irte de viaje por Europa con quien t¨² quieras y que os pille un fot¨®grafo de Tik Tok infraganti??? Pues participa y ll¨¦vate un Waynabox as¨ª. Dale like al post. Sigue a @bluspain y a m¨ª¡±.
Campa?as similares se pueden ver en perfiles de otros influencers con miles de seguidores, como Jorge Amor, Fer L¨®pez, Paula Gureta o Bertuss, entre muchos otros. En el perfil de este ¨²ltimo, un usuario le respond¨ªa: ¡°No s¨¦ si publicitar tabaco a p¨²blico joven (muchos menores de edad) es muy legal o ¨¦tico, la verdad. Ya tienes un seguidor menos¡±. Otro a?ad¨ªa: ¡°T¨ªo mira que me encantas, pero ojal¨¢ no hubieras hecho publi de esto. Creo que eres un referente muy guay para mucha gente y muchos j¨®venes, pero creo que con esta campa?a est¨¢s publicitando un producto nocivo para la salud y no creo que sea la mejor estrategia¡±.
Y no solo aparece en promociones expl¨ªcitas, el cigarrillo electr¨®nico se puede ver en contenido audiovisual de todo tipo, incluidos canales de Youtube o Twich, que naturalizan su consumo. Streamers como El Rubius o AuronPlay, con millones de seguidores en estas plataformas (muchos de ellos menores), han aparecido en ellas vapeando (lo que no quiere decir que hayan cobrado por ello).
Beatriz Arranz, t¨¦cnica de Prevenci¨®n y Promoci¨®n de la Salud de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer, explica que la industria contin¨²a con una vieja t¨¦cnica que parece funcionarle muy bien: ¡°Lo relacionan con personas j¨®venes, atractivas, guais. El significante social es el mismo que el del tabaco: fumo porque me parece guay, porque lo hacen personas a las que admiro, porque me ayuda a ligar, a hacer amigos, porque en mi grupo se percibe como positivo. Lo asocio con sensaciones que me van a ayudar a relajarme¡±.
Eso argumenta Carla, de 19 a?os, que empez¨® en paralelo con el tabaco y el vapeo cuando ten¨ªa unos 15: ¡°En periodos de mucho estr¨¦s uso m¨¢s el vapeo. Y aunque s¨¦ que no es saludable, me parece menos sucio que el tabaco, que huele peor¡±. Explica que tiene rachas de m¨¢s tabaco o m¨¢s cigarrillo electr¨®nico, pero que si tuviera que elegir uno solo se quedar¨ªa con este ¨²ltimo por ¡°olor y comodidad¡±.
En el sector de la salud (sociedades cient¨ªficas y plataformas antitabaco) consideran que la normativa deber¨ªa equipararse a la del tabaco para restringir su promoci¨®n y los puntos de venta: los cigarrillos convencionales no podr¨ªan estar patrocinando festivales, anunci¨¢ndose en redes, ni de venta en tiendas de barrio sin una licencia concreta, por ejemplo. En este sentido iba el borrador de la estrategia contra el tabaco que el Ministerio de Sanidad tiene guardado en un caj¨®n desde hace m¨¢s de un a?o. El Plan Integral de Prevenci¨®n y Control del Tabaquismo 2021-2025 est¨¢ sin aprobar y parece improbable que el departamento de Carolina Darias ¡ªque est¨¢ a punto de dejar el puesto para presentarse a la alcald¨ªa de Las Palmas por el PSOE¡ª vaya a desempolvarlo antes del fin de la legislatura.
Arranz se queja de que pueda pasar lo mismo que con el tabaco, que se relaciona con un tercio de todos los c¨¢nceres: ¡°Igual que en los sesenta (en los ochenta las mujeres) una generaci¨®n de fumadores comenz¨® sin conocer bien sus peligros y lo lamentaron unas d¨¦cadas despu¨¦s, es posible que, si no hacemos nada, en 20 a?os estemos lamentando que uno de cada tres tumores tengan que ver con el vapeo¡±.
Qu¨¦ se sabe de los efectos para la salud del vapeo
Al contrario del tabaco, cuyo residuo es un humo maloliente que se impregna en el cuerpo y la ropa de quienes lo fuman y de los que est¨¢n a su alrededor, el cigarrillo electr¨®nico genera un vapor de (seg¨²n los gustos) agradables aromas. Pero ¡°es enga?oso¡±, seg¨²n Arranz, porque realmente son aerosoles que contienen cancer¨ªgenos, metales pesados y diversas part¨ªculas nocivas para el organismo, incluso si no llevan nicotina.
Los efectos a corto plazo en las v¨ªas respiratorias de estos dispositivos son ¡°similares a los del tabaco¡±, seg¨²n expone un informe de Sanidad publicado en 2022 que hace una revisi¨®n de toda la evidencia cient¨ªfica que hay al respecto. ¡°Se han encontrado sustancias cancer¨ªgenas en l¨ªquidos y aerosol de los cigarrillos electr¨®nicos. Se han descrito numerosas intoxicaciones y efectos adversos relacionados con estos productos, algunos de ellos severos. Su utilizaci¨®n genera emisi¨®n de propilenglicol, part¨ªculas PM 2.5 [part¨ªculas muy peque?as que penetran en el organismo], nicotina y sustancias cancer¨ªgenas que pueden contaminar los espacios cerrados, con los consecuentes riesgos por exposici¨®n pasiva¡±, enumera.
Es cierto que no est¨¢ claro cu¨¢les son los efectos a largo plazo, algo que no se podr¨¢ saber hasta que pasen d¨¦cadas desde su implantaci¨®n. Pero las sociedades cient¨ªficas comparten el consenso de que no es razonable consumirlo ese tiempo para despu¨¦s luego medirlo, dados los riesgos obvios que ya se conocen.
M¨¢s controvertido es hasta qu¨¦ punto pueden servir para dejar de fumar, uno de los argumentos de parte de la industria para defender el producto. ¡°Los cigarrillos electr¨®nicos podr¨ªan reducir el deseo de fumar y otros s¨ªntomas caracter¨ªsticos del abandono del tabaco. No obstante, aunque algunos fumadores podr¨ªan cambiar temporalmente el consumo de tabaco por estos productos, una proporci¨®n muy baja parece llegar a la cesaci¨®n sostenida en este modo. Seg¨²n los datos disponibles, no est¨¢n claras a largo plazo ni la duraci¨®n del cambio de consumo ni la cesaci¨®n completa¡±, se?ala el documento de Sanidad.
Los expertos del ministerio s¨ª advierten del peligro que supone la promoci¨®n de estos productos, ya que ¡°podr¨ªan incorporar a nuevos adictos a la nicotina¡±. Para muchos j¨®venes y adolescentes, el vapeo no supone una salida del tabaco, sino m¨¢s bien la puerta de entrada para comenzar a fumar.
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