Nuevo caso de pederastia de un jesuita espa?ol en Bolivia: Lucho Roma, que coleccionaba fotos de sus abusos a ni?os ind¨ªgenas
Un compa?ero de la orden hall¨® por casualidad el material en un ordenador, con im¨¢genes en las que aparec¨ªa el propio religioso con los menores entre 1994 y 2004
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El impacto en Bolivia del caso Pedrajas desvelado por EL PA?S, el jesuita espa?ol que escribi¨® un diario donde admiti¨® sus abusos y c¨®mo la orden lo encubri¨® durante d¨¦cadas, est¨¢ haciendo salir a la luz nuevas acusaciones contra la orden e, incluso, sacar del olvido casos que fueron denunciados en su d¨ªa, pero apenas tuvieron repercusi¨®n. As¨ª ocurre con Luis Mar¨ªa Roma Padrosa, ya fallecido y m¨¢s conocido como Lucho Roma, un jesuita espa?ol que pas¨® d¨¦cadas en Bolivia y fue denunciado a la orden en 2019, con la informaci¨®n de otro antiguo miembro de la Compa?¨ªa de Jes¨²s. Este religioso descubri¨® por casualidad en 2007 un CD propiedad de Roma con numerosas fotograf¨ªas de menores desnudos, en escenas sexuales y en las que incluso aparec¨ªa el propio jesuita. Si Pedrajas anotaba sus abusos en un diario, Roma coleccionaba sus fotos.
El cl¨¦rigo que encontr¨® este material, donde aparec¨ªan ni?os y ni?as de 6 a 12 a?os de edad y rasgos ind¨ªgenas, lo guard¨® para s¨ª. A?os despu¨¦s lo entreg¨® a un periodista de la agencia Efe en el pa¨ªs andino, que lo public¨® e inform¨® a la orden en febrero de 2019. Sin embargo, ha sido ahora cuando ha causado gran conmoci¨®n, porque se han filtrado algunas im¨¢genes y se ha revelado la identidad de Roma, que hab¨ªa permanecido oculta.
Al resurgir el caso en la prensa boliviana, los jesuitas han emitido esta semana un comunicado en el que admiten los abusos y subrayan que ya fueron informando del caso en notas p¨²blicas, la ¨²ltima en septiembre de 2022, al cerrar tres a?os de investigaci¨®n. Si bien solo ahora, el 9 de mayo, remitieron toda la documentaci¨®n y las pruebas a la Fiscal¨ªa de Bolivia, que ha anunciado este lunes que abre una investigaci¨®n del caso. Roma muri¨® en agosto de 2019 con 84 a?os y lleg¨® a conocer las acusaciones, pero las rechaz¨® y defendi¨® su inocencia. La orden asegura que hasta el momento no ha recibido denuncias de v¨ªctimas de Roma, aunque debe recordarse que hasta ahora no hab¨ªa trascendido su identidad.
Diario de un cura pederasta
Luis Mar¨ªa Roma, nacido en 1935 en Espa?a, entr¨® en la orden en 1953 y lleg¨® a Bolivia ya en 1955 a terminar su noviciado, en una ¨¦poca en que los jesuitas reforzaban sus misiones en Latinoam¨¦rica incluso con los miembros m¨¢s j¨®venes, como ocurri¨® en el caso de Alfonso Pedrajas. Luego pas¨® por distintos pa¨ªses de Am¨¦rica, seg¨²n la informaci¨®n de la Compa?¨ªa, que asegura no tener constancia de denuncias de abusos de Roma en Espa?a. Entre 1994 y 2004 estuvo en la parroquia de San Miguel en Charagua, uno de los municipios de Bolivia que cuenta con el mayor n¨²mero de poblaci¨®n guaran¨ª. Seg¨²n la congregaci¨®n, habr¨ªa sido all¨ª donde habr¨ªan ocurrido los abusos y fueron tomadas las im¨¢genes, que en algunos casos son capturas de v¨ªdeo. Esos menores tendr¨¢n hoy entre 30 y 40 a?os de edad. La prensa boliviana habla de al menos 20 ni?os y ni?as que aparecen en las fotos.
El caso comenz¨® a salir a la luz entre 2007 y 2008, cuando Lucho Roma ya estaba en otra localidad, en Sucre. Roberto, nombre ficticio del jesuita que descubri¨® el material gr¨¢fico, ha relatado en Bolivia a EL PA?S su hallazgo. Conviv¨ªa en Sucre en la misma comunidad con Lucho Roma, director espiritual en el Colegio Sagrado Coraz¨®n de los ni?os de primaria. Un d¨ªa, Roberto fue a la sala donde se encontraba el ordenador comunitario para revisar el correo electr¨®nico. Nada m¨¢s encenderlo, recuerda, apareci¨® un mensaje en la pantalla que indica que hab¨ªa un CD dentro de la unidad: ¡°Pens¨¦: ¡®?Ay, caramba! Alguien se olvid¨® un disco¡¯. Abr¨ª la puertita y sali¨® el disco y no ten¨ªa nada escrito. Ning¨²n nombre. Y, bueno, revis¨¦ los archivos para saber de qui¨¦n era. Yo pens¨¦ que era de alguno de mis compa?eros j¨®venes. Cuando vi el archivo me dio un ataque de ansiedad. Empec¨¦ a temblar porque todo lo que observ¨¦ era devastador: fotos de ni?os menores de edad, desnudos, fotografiados en posiciones y en circunstancias indebidas. Y m¨¢s tarde vi fotos de Lucho toc¨¢ndoles¡±.
En ese momento, explica Roberto, tuvo miedo de que alguien de la orden entrase en la sala y pensase que esas fotograf¨ªas eran suyas. Dice que lo ¨²nico que le dio tiempo a hacer fue sacar su archivo USB y meter en ¨¦l una decena de fotos. ¡°Despu¨¦s, dej¨¦ el disco, apagu¨¦ la computadora y me fui. Guard¨¦ esas fotos por mucho tiempo¡±.
¡ª?Por qu¨¦ las guard¨® tanto tiempo?
¡ªDentro de la congregaci¨®n se estilaba mucho una suerte de chantaje. Y yo lo guard¨¦ para usarlo de esa manera si la orden en alg¨²n momento quer¨ªa botarme [echarme]. Pero nunca lo us¨¦. Tambi¨¦n ten¨ªa miedo de que fueran contra m¨ª si lo sacaba a la luz.
En 2013, prosigue Roberto, la Compa?¨ªa lo expuls¨®. ¡°Me dijeron: ¡®No queremos estar contigo, nos has parecido inc¨®modo o al menos insuficiente para lo que la Compa?¨ªa persigue¡±. Poco despu¨¦s, en 2019, un periodista conocido suyo, Gabriel Romano, redactor de la agencia Efe que estaba investigando la pederastia en la Iglesia de Bolivia, le pregunt¨® si conoc¨ªa alg¨²n caso. Y Roberto le revel¨® todo lo que sab¨ªa de Lucho Roma y le entreg¨® las fotos.
El periodista se present¨® ante la orden para obtener su versi¨®n y mostr¨® las fotos del padre Roma al entonces provincial, Osvaldo Chirveches ¡ªactualmente apartado cautelarmente por encubrimiento en el caso Pedrajas¡ª. Seg¨²n indican los reportajes de Romano para Efe, la orden se comprometi¨® a iniciar una investigaci¨®n.
La Compa?¨ªa inici¨® sus pesquisas e inform¨® p¨²blicamente, aunque nunca revel¨® el nombre del acusado. Solo sus iniciales: L. M. R. ¡°Nadie conoc¨ªa a Lucho Roma por esas iniciales. Cualquiera que leyera el comunicado pens¨® que ser¨ªa otro jesuita¡±, cuenta Roberto. Romano, por su parte, comenz¨® a publicar varios reportajes sobre el caso, pero siempre utilizando las iniciales. Finalmente, en 2019, el religioso muri¨® y la orden cerr¨® la investigaci¨®n can¨®nica. Romano precisa que la Compa?¨ªa no le brind¨® detalles del caso, sobre las v¨ªctimas ni del uso que hac¨ªa Roma con las fotograf¨ªas.
Roma aparece tambi¨¦n en el diario de Alfonso Pedrajas, el otro jesuita cuyos abusos han quedado al descubierto. Es a ra¨ªz del traslado del jesuita a Sucre en 2005. Pedrajas menciona este hecho, y destaca que Roma no quer¨ªa acudir a su nuevo destino. Aunque en ning¨²n momento hace alusi¨®n a que el cambio de destino estuviera causado por abusos sexuales cometidos por Roma.
La Compa?¨ªa de Jes¨²s ha precisado ahora los detalles de la investigaci¨®n que emprendi¨® en 2019, que se cerr¨® el 28 de julio de ese a?o, con un informe final del 7 de noviembre de 2019. Luego se envi¨® toda la documentaci¨®n a la Curia General de la Compa?¨ªa de Jes¨²s en Roma, ¡°para su estudio y consulta con la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe del Vaticano¡±. Solo anunci¨® la ¡°verosimilitud de lo denunciado¡± en septiembre de 2022, tres a?os y medio despu¨¦s de la presentaci¨®n de la denuncia. No se abri¨® un proceso can¨®nico porque Roma ya hab¨ªa fallecido.
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