Un estudio pronostica que encarecer el alcohol puede reducir en un 5% los casos de c¨¢ncer de h¨ªgado
Desde 1990, las muertes por esta causa en Europa han aumentado un 70%, y las asociadas a enfermedades hep¨¢ticas, un 25%
Cada vez m¨¢s evidencia cient¨ªfica respalda las mejoras en salud p¨²blica mediante pol¨ªticas impositivas a productos perjudiciales, como pueden ser tabaco, alcohol o bebidas azucaradas. Un nuevo estudio, presentado esta semana en el Congreso de la Asociaci¨®n Europea para el Estudio del H¨ªgado (EASL, por sus siglas en ingl¨¦s), pronostica que el establecimiento de unos precios m¨ªnimos, o combinados con subida de impuestos, podr¨ªan suponer reducciones de en torno a un 5% en los casos de c¨¢ncer de h¨ªgado y de un 7% en enfermedades cr¨®nicas del h¨ªgado de aqu¨ª a 2030.
La investigaci¨®n es un modelo que se ha realizado con datos de tres pa¨ªses (Francia, Pa¨ªses Bajos y Rumania), pero seg¨²n Mar¨ªa Buti, consejera de Salud P¨²blica de la EASL (que ha invitado a EL PA?S a este congreso), son cifras que se podr¨ªan extrapolar a pr¨¢cticamente toda Europa (incluida Espa?a), ¡°el continente con mayores tasas de consumo de alcohol del mundo¡±.
Un estudio publicado en The Lancet en diciembre de 2021 calculaba que 287.000 personas mueren al a?o en el continente a causa de las enfermedades hep¨¢ticas, que no solo est¨¢n provocadas por el alcohol, sino tambi¨¦n por otros malos h¨¢bitos nutricionales, sedentarismo y, cada vez en menor medida, por infecciones. Desde 1990 las muertes por enfermedad hep¨¢tica cr¨®nica han aumentado un 25%, y un 70% por c¨¢ncer de h¨ªgado.
El modelo que ahora se presenta en Viena recopila datos epidemiol¨®gicos y de ingesta de alcohol de los tres pa¨ªses, calcula las previsibles bajadas de consumo (que ya se han visto en pa¨ªses como Reino Unido) y las proyecta a la repercusi¨®n que tendr¨ªa en las enfermedades hep¨¢ticas.
Los investigadores han probado esta simulaci¨®n con tres modelos impositivos y de precios. El que mejor resultados da es imponer un precio m¨ªnimo de un euro por cada unidad de alcohol, una medida usada en investigaci¨®n que equivale a 10 gramos de alcohol puro, independientemente de en qu¨¦ bebida se sirva. Ser¨ªa algo menos de lo que contiene una lata de cerveza. De aplicarse, una botella de cualquier destilado con un 40% de volumen alcoh¨®lico no podr¨ªa venderse por menos de 24 euros, ni una de vino por menos de siete.
Con solo aplicar esta medida ¡°se podr¨ªa reducir el n¨²mero de personas que viven con enfermedad cr¨®nica de h¨ªgado o c¨¢ncer entre un 4% y un 7% en Europa¡±, aseguran los investigadores. Se obtienen resultados algo inferiores si se combina un precio m¨ªnimo de 0,7 euros por unidad de alcohol con mayor gravamen a las bebidas azucaradas o si se tasa el alcohol en funci¨®n del volumen de cada licor.
En los tres pa¨ªses que han servido como modelo, el rango superior de las reducciones servir¨ªa para evitar de aqu¨ª a 2030 11.550 casos de enfermedad hep¨¢tica cr¨®nica y 7.921 de c¨¢ncer de h¨ªgado, en comparaci¨®n con no hacer nada. En el escenario franc¨¦s supondr¨ªa un ahorro de m¨¢s de 600 millones de euros para la sanidad p¨²blica.
Buti explica que este tipo de medidas funcionan muy bien, sobre todo entre la poblaci¨®n que consume grandes cantidades de alcohol. ¡°En personas que no beben mucho no hay un cambio significativo, pero reduce considerablemente la carga de enfermedad de los que consumen m¨¢s¡±.
Aunque se trata de proyecciones, existe experiencia en el mundo real sobre c¨®mo la pol¨ªtica de precios impacta en el consumo de alcohol. Escocia y Gales atestiguan su efectividad. All¨ª se implant¨® la pol¨ªtica de precio m¨ªnimo en 2018 y 2020, respectivamente, y las ventas se redujeron en un 3,5% un a?o despu¨¦s.
Tasas ¡°regresivas¡±
Los autores reconocen las dificultades de a?adir nuevos impuestos al alcohol y que este tipo de tasas son ¡°inherentemente regresivas¡±, ya que los hogares de menores ingresos pagan una mayor proporci¨®n de sus ingresos a cualquier impuesto adicional. ¡°Las industrias del alcohol a menudo usan esto como un argumento en contra de la implementaci¨®n de tales pol¨ªticas. Ellos afirman que estos impuestos tendr¨¢n un impacto negativo en las capas m¨¢s pobres de la poblaci¨®n y, por lo tanto, son injustos. El contraargumento a esto, sin embargo, es que la mala salud relacionada con el alcohol y la dieta tambi¨¦n son regresivos y afectan desproporcionadamente a las poblaciones de menores ingresos. Estas son generalmente m¨¢s propensas a sufrir enfermedad hep¨¢tica cr¨®nica y, en consecuencia, se ver¨ªan afectados positivamente por dicha tributaci¨®n¡±, asegura el informe.
Los autores tambi¨¦n tienen en cuenta los obst¨¢culos que este tipo de medidas encuentran en ciertos pa¨ªses de Europa, que son importantes productores de vino, cerveza y bebidas espirituosas, y pueden considerar estas medidas como un riesgo econ¨®mico. No los menciona, pero Espa?a est¨¢ entre ellos. ¡°Sin embargo, este estudio se suma a la evidencia para apoyar la implementaci¨®n de medidas fiscales, incluyendo impuestos, para cambiar los entornos de consumo con el tiempo, lo que permite a los pa¨ªses ajustarse en otras ¨¢reas¡±, concluyen.
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