Los escolapios de Catalu?a encubrieron abusos sexuales de un misionero en Senegal durante 18 a?os

EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.

Los escolapios de Catalu?a admiten que uno de sus misioneros, Manuel Sales Castell¨¤, abus¨® en Senegal de al menos 17 menores, de entre 10 y 14 a?os, durante 25 a?os y que la orden tap¨® el caso cuando tuvo conocimiento de ello en 2005 ¡°para proteger la instituci¨®n¡±. Lo han hecho en un comunicado publicado este jueves, en el que la orden religiosa de Escola Pia de Catalunya tambi¨¦n ha pedido perd¨®n a las v¨ªctimas y ha denunciado lo sucedido ante la Fiscal¨ªa.

Los escolapios reconocen que cuando recibieron las primeras quejas en 2005 trasladaron a Sales a Catalu?a, donde sigui¨® trabajando en la orden y para la archidi¨®cesis de Barcelona hasta 2018. Ese a?o una ciudadana francesa puso una denuncia, el pederasta admiti¨® los hechos y la congregaci¨®n abri¨® un proceso can¨®nico. Finalmente, en 2019 expuls¨® a Sales del sacerdocio como pena can¨®nica. Pero entonces no hizo p¨²blico el caso, ni tampoco lo present¨® ante las autoridades civiles.

La orden justifica que el paso de hacerlo p¨²blico ha sido posible gracias a la Comisi¨®n de Defensa de Menores Abusados Sexualmente en la Iglesia en Senegal, creada en febrero de este a?o, y que empez¨® a contactar con entidades que investigan este tipo de casos en Catalu?a y Espa?a. En mayo, se reunieron con Jordi Vil¨¤, el nuevo provincial (responsable) de Escola Pia, que hab¨ªa asumido el cargo dos meses antes y era sensible al esc¨¢ndalo de los casos de abusos sexuales. A ra¨ªz del encuentro, ambas partes acordaron hacer p¨²blico y admitir ¡°todo lo que se hizo mal en el pasado¡±.

Vil¨¤ ha asegurado, en una entrevista a este diario, que fue conocedor de los hechos en mayo, en esa reuni¨®n con la Comisi¨®n. ¡°Entonces revuelvo archivos y empiezo a atar cabos. Y acordamos que esto no se pod¨ªa tapar, que ten¨ªamos que pasar la verg¨¹enza que fuera necesaria, pero hab¨ªa que salir a denunciarlo y pedir perd¨®n¡±. El actual provincial no comparte la forma de actuar de sus predecesores, y admite que no se han tomado medidas contra ellos. El responsable en 2005 ya ha fallecido, pero el de 2018 contin¨²a en la orden. ¡°?l actu¨® como actu¨®, y nosotros actuamos de otra forma y hemos acudido a Fiscal¨ªa¡±, apunta Vil¨¤, quien tambi¨¦n admite que, seg¨²n sus abogados, los delitos podr¨ªan haber prescrito.

El actual responsable de Escola Pia en Catalu?a ha asegurado que las v¨ªctimas podr¨ªan ser al menos 17, porque son las que Manuel Sales ¨Dactualmente internado en un geri¨¢trico y en tratamiento psiqui¨¢trico¡ª detall¨® en una lista en 2018, cuando admiti¨® los hechos. Con todo, la orden no sabe si puede haber m¨¢s v¨ªctimas. ¡°No podemos perseguirlas, preguntarles si lo son, y hacerles revivir lo sucedido. Tiene que ser la v¨ªctima la que d¨¦ el paso y lo denuncie. Con la lista de Sales fuimos a Senegal, y muchas de ellas lo negaban y daban un paso atr¨¢s. Pero esperamos que ahora empiecen a surgir, porque los expertos dicen que el trauma rebrota a los 20 a?os y entonces son capaces de verbalizarlo¡±, abunda Vil¨¤.

Escola Pia y la comisi¨®n independiente que investiga lo sucedido han emitido este jueves un comunicado conjunto explicando el caso. La investigaci¨®n de la Comisi¨®n ha constatado que Manuel Sales, que estuvo de misionero en diferentes poblaciones de Senegal entre 1980 y 2005, ¡°abus¨® sexualmente de un importante n¨²mero de menores¡±, parte de ellos alumnos escolapios. Los testimonios recogidos relatan que el religioso ¡°enga?aba a los menores y se aprovechaba de su condici¨®n de misionero y de la autoridad que ten¨ªa¡±.

Los abusos eran conocidos por parte de los estudiantes, vecinos y tambi¨¦n por directores y otros misioneros. En el comunicado, los escolapios achacan haber ocultado los abusos a que las v¨ªctimas senegalesas no acostumbran a denunciar ¡°por razones sociales y culturales¡± y aseguran que el hecho de que la homosexualidad all¨ª suponga un delito de prisi¨®n ¡°ha favorecido la impunidad y el silencio¡± sobre el caso.

Antes de ser enviado a Senegal en 1980, Sales impart¨ªa Religi¨®n en la Escola Pia de Sant Antoni, en Barcelona. Adem¨¢s, realizaba actividades en el grupo escolta y los campamentos de verano de este centro. No obstante, la orden asegura que no le constan denuncian contra ¨¦l en Espa?a.

Volver a contactar a las v¨ªctimas

La primera denuncia contra el escolapio Sales lleg¨® en 2005 por parte de un grupo de catalanes vinculados a Senegal. Entonces, Sales fue enviado de vuelta a Catalu?a, se le apart¨® del contacto con menores y se le puso bajo tratamiento psiqui¨¢trico, seg¨²n detalla el comunicado; a¨²n as¨ª, lo mantuvieron en diferentes cargos dentro de la orden. Los denunciantes aseguran que tambi¨¦n pusieron el caso en conocimiento de ¡°otras autoridades y entidades del Estado¡±, sin resultado.

En este sentido, los escolapios admiten abiertamente en su escrito que en 2005 el provincial de Escola Pia conoc¨ªa el caso de abusos sexuales, pero ¡°no se emprendieron las acciones correspondientes [¡­] con el argumento de proteger la instituci¨®n¡±. Tambi¨¦n reconocen que no se hizo un seguimiento de las v¨ªctimas, ni se les pidi¨® perd¨®n, ni se les ofreci¨® ning¨²n tipo de apoyo.

Escola Pia, en el escrito, pide perd¨®n a las v¨ªctimas, familias y comunidades senegalesas, adem¨¢s de las personas que en su momento no fueron atendidas por la orden. Tambi¨¦n ¡°asume p¨²blicamente los hechos¡± y expresa su ¡°absoluta indignaci¨®n y repulsa¡± por estas actitudes. ¡°Sabemos que pedir perd¨®n no es suficiente, pero es un primer paso. Hay que ver lo que necesitan y ayudarlos a rehacer su vida. Nos gustar¨ªa volver atr¨¢s y evitar que esto hubiera pasado, pero no podemos. Lo que podemos es intentar estar a su lado¡±, a?ade Vil¨¤.

Entre las acciones iniciadas ahora, la instituci¨®n asegura que ha denunciado el caso ante la Fiscal¨ªa y que hace unas semanas viaj¨® a Senegal, junto a un representante de la orden en Roma, para contactar con las v¨ªctimas y denunciar los hechos ante las autoridades del pa¨ªs africano. Asimismo, aseguran que han creado una comisi¨®n para atender a dichas v¨ªctimas y han iniciado un programa de formaci¨®n y prevenci¨®n entre su personal.

Actualmente, Escola Pia cuenta en Senegal con siete ¡°presencias¡± -seg¨²n su propia denominaci¨®n-, y que pueden ser desde escuelas, internados o parroquias. Lo que la orden no concreta es en qu¨¦ lugares se produjeron los abusos.

La norma habitual de los obispos y las ¨®rdenes religiosas ante los casos de abusos que conocen es la opacidad, y la mantienen incluso despu¨¦s de que salgan a la luz a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Y si aportan informaci¨®n, nunca revelan el nombre del acusado, el lugar de los hechos y las fechas. Por eso es poco habitual el comunicado de los escolapios, que admiten ahora que encubrieron la pederastia pese a las denuncias. Este caso eleva a 1.016 los acusados de pederastia en la Iglesia espa?ola y 2.122 v¨ªctimas, seg¨²n la contabilidad que lleva este peri¨®dico ante la falta de una base de datos oficial. Sobre los escolapios pesan denuncias contra 39 de sus cl¨¦rigos, se?alados por abusar de 45 v¨ªctimas.