Bina, muerte a los 20 a?os de una mujer maltratada: ¡°Antes de morir ya era una v¨ªctima¡±
La autopsia apunta a que la mujer, hallada muerta en su casa en Burgos, pudo quitarse la vida horas despu¨¦s de reclamar ayuda por problemas con su pareja. Ambos figuraban en el sistema Viog¨¦n de seguimiento de v¨ªctimas y agresores de violencia machista
Bina Viluta era una joven rumana de 20 a?os residente en Burgos. El s¨¢bado llam¨® al 112. Eran las 15.30 y lo hizo para alertar de que estaba teniendo problemas con su pareja, con la que conviv¨ªa. La segunda llamada a la misma l¨ªnea la hizo ¨¦l, su pareja, Miguel A. Z., un espa?ol de 42 a?os, avisando de que Bina estaba muy nerviosa y que se hab¨ªa encerrado con un cuchillo en una habitaci¨®n. Pidi¨® ayuda a la polic¨ªa. Cuando los agentes entraron en la casa en busca de Bina, ya estaba muerta, con marcas de ahorcamiento y varios traumatismos en su cuerpo. A Miguel se lo llevaron detenido esa misma tarde acusado de homicidio, pero fue liberado el domingo cuando el informe preliminar de la autopsia revel¨® que la causa de la muerte era ¡°compatible con un suicidio por ahorcamiento¡± y que las contusiones que presentaba el cad¨¢ver eran previas al fallecimiento, ¡°pero que en ning¨²n caso son la causa de la muerte¡±. La acusaci¨®n contra Miguel como presunto asesino machista se disip¨®, pero a¨²n est¨¢ acusado por un delito de violencia de g¨¦nero.
No es la primera vez que Miguel est¨¢ encausado por una agresi¨®n machista: hace siete a?os fue condenado por un delito de violencia de g¨¦nero contra su exmujer, de origen latinoamericano. Bina nunca interpuso contra ¨¦l una denuncia por malos tratos, pero s¨ª contra una de sus exparejas. Por tanto, ambos estaban registrados en el sistema integral de violencia de g¨¦nero (Viog¨¦n), el de seguimiento de las v¨ªctimas de violencia machista.
Una situaci¨®n, la de v¨ªctimas que vuelven a ser v¨ªctimas y maltratadores que vuelven a ejercer la violencia, m¨¢s habitual de lo que en principio pueda parecer, y por eso, desde hace ya un tiempo, los reincidentes son uno de los puntos centrales en los que est¨¢ fijada la lucha contra la violencia machista. Ya en 2021 el Ministerio del Interior activ¨® una estrategia para prevenir la violencia de lo que llaman ¡°agresores persistentes¡±, a la que van sumando nuevos protocolos e instrucciones.
Un informe de la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias, presentado hace un a?o en el centro penitenciario de Burgos, afirma que la tasa de reincidencia de los condenados por violencia machista es del 41,6%, seg¨²n datos de 2009 y 2019. A la luz de estas cifras, el pasado febrero ¡ªy despu¨¦s de los 11 asesinatos que se produjeron en diciembre, en los que la mitad de las v¨ªctimas hab¨ªan puesto una denuncia¡ª, Interior dio la orden de informar a las v¨ªctimas de violencia machista de que sus agresores tienen antecedentes por maltrato cuando los agentes eval¨²en la pertinencia de hacerlo.
Pero a veces no es tan sencillo. Como el caso de Bina y Miguel, en el que no hab¨ªa denuncias de esa relaci¨®n, aunque s¨ª las hubiera de otras pasadas.
A Silvia Adri¨¢n la noticia de lo que hab¨ªa ocurrido le pill¨® en el concierto de Kate Ryan, en un festival organizado con motivo de las fiestas locales. Adri¨¢n, abogada, crimin¨®loga y miembro de la Coordinadora Feminista de Burgos, sac¨® su m¨®vil y vio la alerta que daba un medio local. Fue como si alguien silenciara los grandes altavoces que escup¨ªan decibelios a todo trapo. De pie, entre la multitud, reenvi¨® la noticia a sus compa?eras y organiz¨® una concentraci¨®n para el d¨ªa siguiente.
Ahora, con la resaca de los acontecimientos, analiza preocupada la falta de protecci¨®n que a¨²n tienen las mujeres. ¡°Antes de morir ya era v¨ªctima de violencia machista. Este caso es otro m¨¢s de las carencias que a¨²n hay en el sistema que, normalmente, pide a las mujeres que denuncien y luego las tiran al barro¡±, dice Adri¨¢n, tambi¨¦n secretaria de Igualdad del PSOE de Burgos. La crimin¨®loga explica que el caso de Bina es un ejemplo de c¨®mo la violencia machista puede generar una larga cola de problemas psicol¨®gicos que acaben influyendo en mayor o menor grado en un suicidio.
La muerte de Bina se produjo en medio de un clima pol¨ªtico enrarecido, en el que la violencia machista colisiona con el negacionismo de Vox, el partido de extrema derecha que habla de estos cr¨ªmenes como violencia intrafamiliar, y que ha entrado en el Gobierno de Burgos de la mano del PP. En el caso de llegar al Ejecutivo de Espa?a, dice el presidente de Vox, Santiago Abascal, fulminar¨ªa la cartera que hoy dirige Irene Montero: el Ministerio de Igualdad. Hasta el momento, sus acciones pol¨ªticas han sido desmarcarse de las concentraciones organizadas por los ayuntamientos de los que ya forma parte. La tradici¨®n pol¨ªtica burgalesa marca que cada sesi¨®n plenaria empiece con un minuto de silencio para condenar la violencia de g¨¦nero. El viernes pasado, sin embargo, se sustituy¨® por otro en repulsa a la ¡°violencia familiar¡±, tan solo dos d¨ªas antes de que Bina falleciera.
¡°Estos gestos tiran por tierra el trabajo durante a?os de hacer visible un problema¡±, cuenta Adri¨¢n, que lleva 20 a?os atendiendo a mujeres maltratadas. No obstante, tanto la alcaldesa burgalesa, Cristina Ayala, como el mismo Ayuntamiento publicaron sus correspondientes comunicados oficiales condenando ¡°en¨¦rgicamente el presunto asesinato machista¡±. Anunciaron una concentraci¨®n, que luego cancelaron cuando a Miguel se le retir¨® la acusaci¨®n de homicidio.
Una juventud marcada por el maltrato
El tendero prefiere guardar su nombre en el anonimato, Burgos es una ciudad donde casi todo el mundo se conoce y pronunciarse no siempre es una buena idea para quien dirige un peque?o negocio. Su tienda, asentada en la avenida del Cid Campeador, se encuentra en los alrededores del edificio donde Bina y Miguel viv¨ªan juntos desde hac¨ªa un a?o y medio. ¡°Habl¨¦ con ella cuando lleg¨®, era la nueva camarera de un bar de aqu¨ª al lado. Me cont¨® que la vida en Ruman¨ªa era una mierda y que aqu¨ª en Espa?a tuvo problemas con su madre. Pas¨® por tres centros de menores¡±, cuenta el comerciante. ¡°Necesitaba ayuda y encontr¨® todo lo contrario¡±.
Los pocos datos biogr¨¢ficos de Bina que han salido a la luz destilan que su infancia no fue f¨¢cil, siempre al amparo de los servicios sociales por diversos conflictos con su familia que, sumado a los malos tratos de una de sus parejas, la llevaron desde muy joven a sufrir la soledad y la violencia. La madre, a trav¨¦s de otros conocidos, ha intentado desmentir en los medios locales que la relaci¨®n con su hija fuese mala. La v¨ªspera antes de morir, seg¨²n public¨® este martes el Diario de Burgos, le envi¨® un mensaje de cari?o con varios iconos de corazones: ¡°Mam¨¢, muchas gracias por lo de ayer¡±. La familia insiste en que no fue un suicidio, sino un asesinato y que ya est¨¢n en contacto con un abogado para que les lleve el caso.
¡°Es todo muy raro. Es lo que se respira en la ciudad¡±, dice tambi¨¦n Silvia Adri¨¢n. El perfil que algunas personas que viv¨ªan en el barrio hacen de Miguel incluye palabras como ¡°problem¨¢tico¡±, o situaciones ¡°con ciertos brotes de agresividad¡±, o en las que ¡°deb¨ªa dinero¡±. Miguel es un hombre de 42 a?os, proviene de una ¡°buena familia¡±. El piso donde conviv¨ªa con Bina fue un regalo de su madre, donde tambi¨¦n alojaba a un perro grande, que frecuentemente se le escapaba. Tambi¨¦n ten¨ªa un hijo, que sol¨ªa acompa?arle a la vivienda.
Los vecinos m¨¢s pr¨®ximos que escucharon los gritos de la discusi¨®n no quieren charlar sobre el suceso. ¡°Ya hice mil declaraciones ante la polic¨ªa y no quiero hablar m¨¢s¡±, cuenta uno de ellos por el telefonillo. Otra se?ora mayor que sale del portal para dar una vuelta con unas amigas jura que se enter¨® de todo al d¨ªa siguiente, el s¨¢bado. Todos est¨¢n consternados ante la noticia, con el ¨¢nimo ¡°apagado¡±, describe otro vecino que sale del portal para pasear al perro. La cartera que normalmente entrega la correspondencia en los edificios de ese lado de la calle cuenta a EL PA?S lo que cuentan el resto de los inquilinos del edificio. ¡°Acabo de cruzarme con unos j¨®venes que lo escucharon todo y que declararon ante la Polic¨ªa que [Miguel A. Z.] era problem¨¢tico, que no trabajaba y que el piso en el que viv¨ªa era de la madre¡±.
Ese perfil que dibujan de ¨¦l quienes viv¨ªan cerca se repite en las declaraciones de los propietarios de algunas tiendas de la zona. La propietaria de la peluquer¨ªa canina y tienda de animales que est¨¢ en el bajo del edificio afirma que hace unos a?os tuvieron que denunciarle porque ¡°se presentaba con palos a la tienda¡±, amenazante y buscando l¨ªos. ¡°Impusieron una orden de alejamiento y, desde entonces, no ha vuelto a aparecer¡±.
Miguel ya no est¨¢ acusado de homicidio, aunque a¨²n no se conoce c¨®mo quedan los cargos contra ¨¦l por violencia machista debido a los golpes que presentaba el cuerpo de Bina. Su autopsia a¨²n no es definitiva. Y la Fiscal¨ªa inform¨® de que la investigaci¨®n sigue abierta.
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