La desigualdad educativa causa m¨¢s muertes que el tabaco en Espa?a
Un estudio concluye que se podr¨ªan evitar m¨¢s de 64.000 fallecimientos cada a?o eliminando las desigualdades formativas
El nivel educativo tiene m¨¢s peso en la mortalidad de los espa?oles que el consumo de tabaco. En otras palabras: si la tasa de muertes entre todos los ciudadanos fuera la misma que la que se da entre quienes tienen estudios superiores habr¨ªa 64.960 decesos menos cada a?o (un 18% del total), 10.188 m¨¢s de los que causan los cigarrillos, seg¨²n un estudio que se presenta este jueves en el Congreso de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, que se celebra estos d¨ªas en Oporto.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores ...
El nivel educativo tiene m¨¢s peso en la mortalidad de los espa?oles que el consumo de tabaco. En otras palabras: si la tasa de muertes entre todos los ciudadanos fuera la misma que la que se da entre quienes tienen estudios superiores habr¨ªa 64.960 decesos menos cada a?o (un 18% del total), 10.188 m¨¢s de los que causan los cigarrillos, seg¨²n un estudio que se presenta este jueves en el Congreso de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, que se celebra estos d¨ªas en Oporto.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estad¨ªstica desde 2016 a 2021 y compararon, por franjas de edad (de cinco en cinco a?os), las muertes en funci¨®n de su nivel educativo, dividido en estudios primarios, primera y segunda etapa de secundaria y universitarios. Hasta ahora no se hab¨ªa estudiado en Espa?a este patr¨®n, que viene a refrendar las tendencias de otros pa¨ªses y una realidad que se conoce bien: el nivel socioecon¨®mico es uno de los mayores determinantes en salud. O como les gusta decir a algunos epidemi¨®logos: el c¨®digo postal influye m¨¢s en la mortalidad que el c¨®digo gen¨¦tico.
Como explica Sergi Trias-Llim¨®s, investigador Ram¨®n y Cajal del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos de Barcelona y autor principal de este estudio, esto se debe a m¨²ltiples factores, como que las personas con un nivel educativo m¨¢s alto suelen tener mejores ingresos, m¨¢s recursos materiales y m¨¢s conocimiento sobre salud y bienestar, entre otros. ¡°Todo ello contribuye a que las clases sociales m¨¢s altas gocen de mejor salud y, por tanto, de una mayor esperanza de vida¡±, asegura.
Unai Mart¨ªn, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y coautor del trabajo, resalta que lo que viene a concluir su estudio tiene que ver con la justicia social. ¡°No solo es una cuesti¨®n de ricos y pobres, afecta a todo el gradiente social. No solo vemos que los ricos se mueren menos que los pobres, sino que a medida que desciendes una escala, la mortalidad aumenta¡±, apunta. Y le saca el lado positivo: ¡°Vemos que acabar con estas desigualdades no solo es importante por justicia social, sino que es una buena v¨ªa para mejorar la salud de la mayor parte de la poblaci¨®n. Si conseguimos eliminarlas, reducimos m¨¢s la mortalidad que si suprimimos el tabaco, que es el mayor enemigo de la salud p¨²blica¡±.
Las causas de estas muertes que se adelantan entre los niveles educativos m¨¢s bajos var¨ªan entre hombres y mujeres. En ellas son las enfermedades cardiovasculares las que m¨¢s influyen, con mucha diferencia, seguidas de infecciosas o endocrinas, como la diabetes. Entre ellos, aunque tambi¨¦n lideran las cardiovasculares, est¨¢n m¨¢s repartidas con respiratorias, digestivas o respiratorias.
En esta ¨²ltima puede tener un papel trascendente el tabaco, que tambi¨¦n est¨¢ asociado, hoy en d¨ªa, con niveles socioculturales bajos (al contrario de lo que pasaba hace unas d¨¦cadas) y que tradicionalmente ha tenido un consumo mayoritariamente masculino.
¡°Estas desigualdades son un desaf¨ªo para la salud p¨²blica. En muchas ocasiones se estudian desde una ¨²nica perspectiva y hay que analizarlas desde distintos prismas para poder involucrar a quienes ponen en marcha las pol¨ªticas p¨²blicas. Aunque las pol¨ªticas de salud p¨²blica generalmente se han centrado en cambiar los estilos de vida, este estudio muestra que la eliminaci¨®n de las desigualdades estructurales tendr¨ªa un impacto muy relevante¡±, considera Trias-Llim¨®s.
Manuel Franco, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud en la Universidad de Alcal¨¢ y experto en condicionantes sociales de la salud, considera este estudio (en el que no ha participado) ¡°un an¨¢lisis muy potente¡±. ¡°Viene a ratificar lo que hemos visto en otros pa¨ªses; en casi todas las sociedades, el nivel educativo tiene incluso m¨¢s peso que el econ¨®mico en los par¨¢metros de salud¡±, dice. Y cree que parte de las razones es que esta poblaci¨®n suele estar m¨¢s informada y tomar mejores decisiones en lo que respecta a sus h¨¢bitos.
La educaci¨®n se convierte, de acuerdo con estos resultados y los de otros estudios que lo anteceden, en un nivelador de salud de la poblaci¨®n, y no solo en un ascensor social, algo que est¨¢ por lo general m¨¢s asumido. ¡°Invertir en educaci¨®n es invertir en salud¡±, resume Franco.
Parques, gentrificaci¨®n y salud
En el congreso de Oporto, al que EL PA?S ha acudido invitado por la organizaci¨®n, Pedro Gull¨®n y Mario Font¨¢n, profesores de la Universidad de Alcal¨¢, presentan varios estudios sobre c¨®mo el entorno urbano influye en las condiciones de vida. Una de las nuevas investigaciones muestra que en los barrios gentrificados aumentan estas desigualdades de salud.
¡°A lo largo de toda la vida sufrimos procesos diferenciales que hacen que vayamos acumulando riesgos. No solo se trata de hacer m¨¢s o menos actividad f¨ªsica, tambi¨¦n estamos sometidos a mayor estr¨¦s, y en barrios con gentrificaci¨®n tiene que ver con estr¨¦s financiero, no saber d¨®nde vas a poder vivir, perder tu red social... son varios eventos a lo largo de toda tu vida que hace que vayan muriendo m¨¢s pronto las personas de posici¨®n socioecon¨®mica m¨¢s baja¡±, asegura Gull¨®n.
Llevan a?os estudiando este tipo de fen¨®menos y han demostrado en otras investigaciones c¨®mo un barrio con mejores espacios verdes se correlaciona con mejor salud cardiovascular. No solo porque son precisamente los m¨¢s ricos los que m¨¢s gozan de estos espacios, sino tambi¨¦n porque se reduce el ruido, la contaminaci¨®n, las islas de calor en verano... ¡°En nuevos estudios estamos viendo que no solo tener estos parques se correlaciona con mejor salud, sino que no protegen igual a los que viven en barrios ricos y pobres. Seguramente porque los primeros tienen m¨¢s posibilidades para usarlos¡±, se?ala el investigador.
Font¨¢n explica que en una de las investigaciones las personas de barrios con pocos ingresos les confesaban que ni siquiera pod¨ªan utilizar el parque porque ten¨ªan empleos muy demandantes f¨ªsicamente o turnos muy prolongados. ¡°El trabajo es un vertebrador del tiempo de ocio, y aqu¨ª tambi¨¦n encontramos diferencias sociales, que luego redundan en la salud¡±, resume.