M¨¢s de 21.000 personas sin hogar fueron atendidas cada d¨ªa en centros el a?o pasado, un 22% m¨¢s que en 2020
La encuesta del INE revela un aumento de los programas que ofrecen vivienda a quienes no tienen domicilio, aunque siguen siendo minoritarios, acogen a apenas un millar de afectados
La capacidad de los centros que ofrecen alojamiento y alimentaci¨®n a personas sin hogar en su d¨ªa a d¨ªa ha aumentado a la vez que tambi¨¦n lo ha hecho el n¨²mero de personas que asiste a ellos. M¨¢s de 21.000 personas en situaci¨®n de sinhogarismo fueron atendidas de media diariamente el a?o pasado, una subida del 22% respecto a 2020, cuando la cifra era de 17.700. As¨ª lo refleja la encuesta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) publicada este martes, en la que tambi¨¦n se proyecta un incremento del n¨²mero de plazas disponibles, pasando de 20.613 hace dos a?os a 26.690 en 2022. Las organizaciones que trabajan con el colectivo de personas sin hogar reivindican un cambio en el tipo de atenci¨®n, que se pase de las grandes instituciones en las que hist¨®ricamente se ha acogido a quienes carec¨ªan de una vivienda a un modelo m¨¢s individualizado. Es decir, invertir el camino: en vez de pasar de la calle a un albergue y, de ah¨ª, a un piso, dar la casa primero y trabajar desde ah¨ª para lograr la inclusi¨®n social.
Las organizaciones sociales llevan a?os pugnando por este cambio y, aunque en los ¨²ltimos tiempos ha cogido impulso, a¨²n no se ha generalizado. La encuesta del INE divide los centros en dos tipolog¨ªas: los colectivos, com¨²nmente conocidos como albergues y donde se alojan 13.763 personas, seg¨²n los datos de 2022, y los pisos o apartamentos, en los que residen 7.921. Dentro de este segundo grupo se incluye al casi un millar de personas que participan en los programas Housing First y Housing Led, que el INE define como proyectos que permiten un apoyo socioeducativo a personas sin hogar o en riesgo de exclusi¨®n, a trav¨¦s de una vivienda compartida de forma temporal. Jos¨¦ Manuel Caballol, director de la organizaci¨®n Hogar S¨ª, apunta que hay viviendas que siguen siendo demasiado grandes, ¡°con nueve o m¨¢s personas¡±, y que muchas de ellas se utilizan para atender casos de mucha urgencia, sin que las personas participen en un proyecto espec¨ªfico que favorezca su inclusi¨®n social. Es decir, que hace falta seguir avanzando. Seg¨²n apunta, los programas Housing First y Housing Led, que impulsan organizaciones como la que ¨¦l dirige, son los que ¡°mejor funcionan¡±.
Este tipo de casas ha crecido un 51,8% respecto a 2020, seg¨²n los datos publicados por el INE. Pero la cobertura sigue siendo baja: solo 969 personas sin hogar se benefician de ellas, lo que supone un 2,6% de las m¨¢s de 37.000 que se encuentran en situaci¨®n de sinhogarismo en Espa?a, seg¨²n una estimaci¨®n de Hogar S¨ª publicada en 2022, y que no solo incluye a quienes asisten a centros, sino a quienes duermen diariamente en la calle. ¡°Hay que cambiar de paradigma, como ya se ha hecho en Finlandia, y pasar de los albergues, que no son eficaces para resolver el sinhogarismo, a las viviendas¡±, comenta Caballol. De hecho, el Ministerio de Derechos Sociales est¨¢ impulsando este tipo de programas, a trav¨¦s de un proyecto piloto que ha financiado gracias a los fondos europeos del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia.
Los programas Housing First y Housing Led cuentan con 671 viviendas repartidas por las comunidades aut¨®nomas. La diferencia entre ambos es que, mientras el primero est¨¢ destinado a las personas en peor situaci¨®n y otorga la posibilidad de vivir solo, el segundo consiste en casas compartidas entre grupos que ya se conoc¨ªan previamente. El objetivo es que las personas sin hogar est¨¦n el tiempo necesario para conseguir autonom¨ªa econ¨®mica y, en un plazo de entre seis meses y dos a?os, se independicen.
El desarrollo personal y la integraci¨®n social de los individuos no se entiende sin una vivienda. Un lugar en el que poder estar seguro, guardar las pertenencias personales o tener intimidad. La seguridad es la principal preocupaci¨®n de las personas sin hogar, ya que el 47% ha sufrido alg¨²n tipo de agresi¨®n o de delito, como insultos, amenazas o robos, seg¨²n otro estudio del INE del a?o 2022. As¨ª lo corrobora Caballol, quien explica que las personas sin hogar ¡°son sistem¨¢ticamente agredidas¡± y que tienen ¡°30 a?os menos de esperanza de vida¡±.
Pero la seguridad no es el ¨²nico aspecto que se ve perjudicado, ya que el no poder estar empadronados o no tener acceso a internet les dificulta poder pedir ayudas sociales. ¡°Una persona en situaci¨®n de sinhogarismo nunca entrar¨¢ en una lista de trasplantes o en un ciclo de quimioterapia, adem¨¢s de no tener las condiciones necesarias para el cuidado de la salud¡±, sentencia Caballol.
La Constituci¨®n Espa?ola recoge en su art¨ªculo 47 que ¡°todos los espa?oles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada¡± e insta a los poderes p¨²blicos a ¡°hacer efectivo este derecho¡±. En Espa?a hay 3,8 millones de casas vac¨ªas, seg¨²n inform¨® el INE a finales de junio, lo que supone el 14,4% del total del parque de vivienda.
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