15 a?os de c¨¢rcel para un abuelastro que viol¨® y embaraz¨® a su nieta tras amenazarla con un machete

Hace seis a?os, ?ngel Gonzalo G. J. se adentr¨® en casa de su nietastra, de 13 a?os, aprovechando que los padres de la ni?a se encontraban trabajando a esas horas de la ma?ana. El abuelastro consigui¨® entrar en la vivienda a trav¨¦s del patio, y camin¨® hacia el dormitorio de la adolescente, donde ella dorm¨ªa. A ¨¦l le daba lo mismo. Una vez all¨ª, comenz¨® a tocarle las piernas hasta que se despert¨®. Fue entonces cuando, amenazante, coloc¨® un machete sobre la cama. Y viol¨® a la ni?a, seg¨²n ha considerado probado ahora la Audiencia Nacional, que ha condenado a 15 a?os de c¨¢rcel al agresor, que embaraz¨® a la peque?a. La menor, a la que dijo que volver¨ªa a violarla si se lo contaba a sus padres, no coment¨® nada a nadie hasta que sufri¨® un aborto meses despu¨¦s.

El tribunal, con sede en Madrid, acaba de dictar sentencia contra este espa?ol de origen ecuatoriano, al que se impone tambi¨¦n un castigo de 10 a?os de libertad vigilada tras su salida de prisi¨®n y la obligaci¨®n de indemnizar a la joven con 100.000 euros por el da?o f¨ªsico y psicol¨®gico. La agresi¨®n se produjo entre agosto y septiembre de 2017 en la ciudad de Machala (Ecuador) ¡ªlos investigadores no han podido determinar la fecha exacta, pero a la menor le diagnosticaron un embarazo de 13 semanas y cinco d¨ªas al atenderla tras el aborto, seg¨²n los informes m¨¦dicos¡ª.

El caso se ha juzgado en Espa?a porque, despu¨¦s de desvelarse la violaci¨®n, ?ngel Gonzalo G. J. se march¨® de su pa¨ªs natal y ¡°se refugi¨®¡± en la Pen¨ªnsula, donde fue detenido en 2019 tras recibirse una reclamaci¨®n de extradici¨®n por parte de las autoridades ecuatorianas. Benefici¨¢ndose de su doble nacionalidad, la Audiencia Nacional rechaz¨® en 2020 entregarlo por ser espa?ol, pero acord¨® procesarlo aqu¨ª tras una querella de la Fiscal¨ªa espa?ola. Este tribunal tiene competencias sobre delitos cometidos por espa?oles en el extranjero.

Ahora, una vez celebrada la vista oral contra ¨¦l hace apenas un mes, el tribunal no se cree las excusas del ya condenado, nacido en 1969, que se encontraba libre en el momento del juicio.

Su versi¨®n resulta ¡°escasamente veros¨ªmil¡±, incide el fallo, firmado por los magistrados Ferm¨ªn Javier Echarri, Carmen Paloma Gonz¨¢lez y Juan Francisco Martel. El hombre, vecino de Pamplona (Navarra), neg¨® la agresi¨®n y explic¨® que hab¨ªa sido pareja de hecho durante 18 a?os de la abuela paterna de la peque?a, fallecida en 2016 de c¨¢ncer y con la que tuvo dos hijos. Seg¨²n relat¨®, viv¨ªa y trabajaba en Espa?a cuando se enter¨® de la enfermedad de su mujer. As¨ª que regres¨® a Ecuador antes de que ella muriera. ¡°Pero no ten¨ªa ning¨²n tipo de relaci¨®n con la menor, ni cercana ni no cercana. Simplemente, la conoc¨ªa porque viv¨ªa cerca. Pero nunca la toqu¨¦¡±, asegur¨® en la vista oral, donde lleg¨® a decir que nunca hab¨ªa ido a esa casa ¡°estando la ni?a sola¡±. Y remach¨® que las acusaciones respond¨ªan a una venganza por un ¡°problema de herencias¡±.

Una tesis que descarta el tribunal, que no aprecia ¡°m¨®viles espurios que debiliten la credibilidad¡± de la v¨ªctima y su familia. Es m¨¢s, los magistrados ponen sobre la mesa toda una bater¨ªa de pruebas contra el acusado: adem¨¢s del testimonio de la peque?a, cuentan con las declaraciones de los padres y la m¨¦dico que atendi¨® a la ni?a tras el aborto, a los que la joven relat¨® los abusos. Seg¨²n record¨® la doctora, al llegar la chica a la cl¨ªnica en plena madrugada tras haber sangrado abundantemente en casa, observ¨® que hab¨ªa sufrido un ¡°aborto incompleto¡± (le encontr¨® un ¡°cord¨®n umbilical en la vagina¡±) y comunic¨® a su madre que la menor hab¨ªa estado embarazada de 13 semanas. En ese momento, la v¨ªctima les detall¨® que la hab¨ªa violado el ¡°esposo de la abuelita¡° ¡ªal que ¡°trataban como un abuelo¡±, seg¨²n el padre¡ª.

La madre inform¨® ese mismo d¨ªa a la Fiscal¨ªa de Violencia de G¨¦nero de Machala, que impuls¨® una causa penal que acab¨® truncada por la marcha del pa¨ªs del agresor. Durante el juicio celebrado en Espa?a, la madre cont¨® que el acusado les ofreci¨® dinero por retirar la denuncia ¡°antes de huir¡±. A la causa se incorpor¨® un an¨¢lisis de ADN que se?ala al 99,9% que ?ngel Gonzalo G. J. es el padre de un feto que expuls¨® la ni?a en casa, cuando comenz¨® a sangrar antes de llevarla al m¨¦dico. La defensa intent¨® tumbar esta prueba en la vista. Pero los jueces la validaron y a?adieron que, aun si no la hubieran tenido en cuenta, existen suficientes indicios que ¡°acreditan¡± su ¡°participaci¨®n¡± en la violaci¨®n.

Tambi¨¦n constan varios informes forenses que apuntan que, adem¨¢s de los ¡°padecimientos f¨ªsicos derivados del aborto¡±, la ni?a sufri¨® ¡°otros de car¨¢cter ps¨ªquico¡±, como malestar, tristeza, inseguridad, desconcentraci¨®n, ansiedad, problemas del sue?o, reducci¨®n del apetito y enuresis nocturna (incontinencia urinaria). La sentencia de la Audiencia se puede recurrir.