El documental ¡®Parir¡¯ agita el Me Too de la violencia obst¨¦trica en Espa?a con decenas de malas pr¨¢cticas
Los responsables y protagonistas de la cinta esperan que la ¡°bola de nieve¡± crezca para obligar a abordar una realidad que se sigue negando
La pantalla se llena de nombres de mujeres y la sala donde se preestrena Parir rompe a aplaudir. De ellas son los testimonios que en la ¨²ltima hora y media han hecho revolverse al p¨²blico en las butacas, emocionarse y enfadarse y que gu¨ªan un documental que supone un Me Too de la violencia obst¨¦trica en Espa?a, la que se da por acci¨®n u omisi¨®...
La pantalla se llena de nombres de mujeres y la sala donde se preestrena Parir rompe a aplaudir. De ellas son los testimonios que en la ¨²ltima hora y media han hecho revolverse al p¨²blico en las butacas, emocionarse y enfadarse y que gu¨ªan un documental que supone un Me Too de la violencia obst¨¦trica en Espa?a, la que se da por acci¨®n u omisi¨®n por parte del personal sanitario en el embarazo, el parto y la recuperaci¨®n posterior. Pero el largometraje tambi¨¦n recoge ejemplos de nuevas formas de acompa?amiento m¨¦dico en ese delicado momento y aboga por fomentarlas por la proliferaci¨®n de los llamados ¡°centros de nacimiento¡±.
La pel¨ªcula est¨¢ salpicada de crudas denuncias, unas con cara y otras no. ¡°Me trataron como una ni?a peque?a. Me dijeron que era una quejica. Sent¨ªa que solo importaba el contenido. Nada de lo que dije se respet¨®¡±, explican tres mujeres. ¡°Me rompieron la bolsa sin saber yo qu¨¦ pasaba. De pronto empez¨® a entrar mucha gente en la habitaci¨®n, yo preguntaba y nadie me dec¨ªa nada. Sin avisarme, me hicieron la maniobra de Kristeller y se sentaron a horcajadas sobre mi barriga¡±, narran otras. Hay casos en los que peor que el silencio es lo que se dice. ¡°No est¨¢s poniendo de tu parte, vas de cabeza a una ces¨¢rea. No grites tanto que est¨¢s perdiendo la fuerza. Aqu¨ª no se viene a gritar¡±, son algunos de los ejemplos que se recogen en el documental.
El trabajo de Barret Cooperativa ha tardado cuatro a?os en ver la luz. ¡°Empezamos en 2019 con la primera idea de grabar cuatro o cinco partos, pero es el t¨ªpico proyecto que no sabes d¨®nde vas a acabar¡±, explica su directora, Claudia Reig, de 32 a?os. Esta pel¨ªcula ya ha sido un documental interactivo para la web y un podcast. ¡°Contactamos con el Hospital de La Plana de Castell¨®n porque sab¨ªamos que era un servicio de paritorio donde el parto se acompa?aba desde un punto de vista m¨¢s humanizado. El punto de partida siempre fue que exist¨ªa un parto respetado y eso nos llevaba a que tambi¨¦n exist¨ªa uno no respetado, lo que no sab¨ªamos es cu¨¢l era la dimensi¨®n que eso ten¨ªa¡±, apunta.
En febrero de 2020, unos meses despu¨¦s de empezar el rodaje, Dubravka Simonovic, la relatora especial de Naciones Unidas de la ONU sobre la violencia contra la mujer, populariz¨® el t¨¦rmino violencia obst¨¦trica y puso el foco en esos m¨¦todos. ¡°Esas pr¨¢cticas eran m¨¢s comunes de lo que pens¨¢bamos y de lo que piensa mucha gente. Son procesos que naturalizas, ves el parto como algo m¨¦dico, en el que tienes que ir ah¨ª, te hacen cosas y te sacan al ni?o. No se ve como algo que t¨² llevas, vives y donde te pueden ayudar si hace falta, pero no necesariamente¡±, reflexiona Reig.
El largometraje recoge tambi¨¦n la judicializaci¨®n de algunos de estos casos de la mano de la abogada Francisca Fern¨¢ndez, v¨ªctima como ella misma explica de estr¨¦s postraum¨¢tico durante cuatro a?os tras un parto complicado. ¡°Hay necesidad de denunciar. La violencia obst¨¦trica es sistem¨¢tica y estructural y responde a una cuesti¨®n de g¨¦nero. El t¨¦rmino no agrada y no va a gustar nunca, pero no es una ocurrencia, es un problema¡±, apunta. Hace unos meses, el comit¨¦ de la ONU para la eliminaci¨®n de la violencia contra la mujer (CEDAW) reprob¨® a Espa?a por tercera vez por uno de esos casos.
A Barret su b¨²squeda de testimonios en las redes le permiti¨® constatar que los casos eran muchos m¨¢s de los que pensaban. ¡°Ha sido igual que el Me Too. Yo me he quedado impactada. La primera vez que pedimos testimonios nos llegaron en una semana 150 y ahora ha pasado igual. El otro d¨ªa publicamos un video corto en Instagram y enseguida hubo 700 u 800 comentarios, muchos de ellos con denuncias de sus casos. Es un Me Too, tal cual. Es una bola de nieve que no para y que esperemos que no pare y que el documental ayude, porque a esta realidad hay que ponerle nombre y abordarla¡±, explica Reig. Asociaciones como El Parto es Nuestro, surgida de una cadena de correos de mujeres que sufrieron ces¨¢reas traum¨¢ticas, llevan casi dos d¨¦cadas abanderando esta causa.
Nuevas formas de parir
Pero Parir narra tambi¨¦n c¨®mo el Hospital de La Plana se ha convertido en un referente de un nuevo acompa?amiento y de los esfuerzos de Sole Carregu¨ª, 49 a?os y jefa de matronas del centro, para extender el modelo desde la sanidad p¨²blica pese a las reticencias. ¡°Hay que sacar a las mujeres de bajo riesgo de los hospitales porque no est¨¢n enfermas¡±, subraya Carregu¨ª y a?ade que, adem¨¢s de tener el aval cient¨ªfico de mejorar los resultados, los centros de nacimiento son eficaces en t¨¦rminos econ¨®micos para la administraci¨®n.
Hace unos meses se aprob¨® un primer centro de nacimientos en la Comunidad Valenciana, dentro del propio hospital de La Plana, siguiendo la estela de otros que ya hay, como el de Casa Laiet¨¤nia, del hospital Germans Trias, de Badalona, con sus habitaciones a imagen de las de cualquier amplia casa, discretamente medicalizadas y con camas de matrimonio para las parejas.
Carregu¨ª insiste una y otra vez a las mujeres que van a parir en su hospital que deben ir ¡°con la mente abierta¡±, dispuestas a dejarse aconsejar y tambi¨¦n a decidir llegado el momento. ¡°Es que a veces hace falta parir en un potro y eso no es violencia obstetricia. Pero lo suyo es dar opciones e informaci¨®n y que la mujer elija¡±, apunta. En la planta de nacimientos de su hospital hay dos piscinas para los partos y, si no hay contraindicaci¨®n, las mujeres paren en peque?os taburetes, mucho m¨¢s adecuados para hacer fuerza, y con ¨®xido nitroso, el llamado gas de la risa, para reducir el dolor de las contracciones si as¨ª lo desean.
Los burocr¨¢ticos no son los ¨²nicos obst¨¢culos que se encuentra este cambio, ya que las resistencias entre los m¨¦dicos no son pocas, pero Carregu¨ª cree que el documental no deber¨ªa ofender a sus colegas. ¡°Creo que la pel¨ªcula es muy clara, pero no acusa y habla en positivo de otras maneras de trabajar, tambi¨¦n en hospitales p¨²blicos. Debe haber humildad por parte de los profesionales para escuchar a las mujeres y autoevaluarnos de manera cr¨ªtica. El contexto hist¨®rico ha cambiado por una evoluci¨®n del feminismo y los profesionales estamos para acompa?ar a las mujeres, escucharlas mucho y mejorar la asistencia. No se deben sentir ofendidos, la humildad es fundamental¡±, subraya.
El documental culmina con un parto en una de las piscinas del hospital castellonense, pero tambi¨¦n con el de una mujer, Claudia Mu?oz, que, tras una mala primera experiencia, decidi¨® tener a su segundo hijo en casa acompa?ada de varias matronas, dado que el parto era de bajo riesgo. ¡°No quiero que todas las mujeres paran en casa, sino tener la libertad de decidir. No estamos locas ni queremos volver a la cueva. Somos libres y queremos estar informadas¡±, defendi¨® en la sala del preestreno, con su hijo a su lado.