El s¨ªnodo de los obispos desaf¨ªa a la Iglesia para que se pronuncie sobre el papel de la mujer

La primera reuni¨®n de l¨ªderes de la Iglesia cat¨®lica en la que las mujeres y los laicos han tenido voz y voto ha concluido este s¨¢bado, despu¨¦s de un mes de debates, con la publicaci¨®n de un documento final que plantea cuestiones sobre las que la Iglesia tendr¨¢ que interrogarse, como la mayor participaci¨®n de la mujer, la posibilidad de suspender el celibato o la acogida de personas homosexuales.

El documento no aporta decisiones concretas y aplaza para un mayor estudio los temas m¨¢s divisivos y controvertidos, pero sienta las bases para que las propuestas precisas puedan llegar en la sesi¨®n final del s¨ªnodo, que se celebrar¨¢ en octubre de 2024

Entre otras cuestiones, los participantes del s¨ªnodo han coincidido en que urge que se garantice ¡°que las mujeres puedan participar en los procesos de toma de decisiones y asumir funciones de responsabilidad¡± en la Iglesia. Y han reclamado, aunque con un consenso m¨¢s bajo, que se acelere la decisi¨®n sobre el acceso de la mujer al diaconado. ¡°La investigaci¨®n teol¨®gica y pastoral sobre el acceso de las mujeres al diaconado debe continuar, aprovechando los resultados de las comisiones especialmente creadas por el Santo Padre y la investigaci¨®n teol¨®gica, hist¨®rica y exeg¨¦tica ya realizada. Si es posible, los resultados deber¨ªan presentarse en la pr¨®xima sesi¨®n de la asamblea¡±, que se celebrar¨¢ en octubre del a?o que viene, se lee en el documento final. Este punto del documento ha obtenido 279 votos a favor y 67 en contra. ¡°Los votos en contra confirman que hay una reflexi¨®n, una profundizaci¨®n en curso, el punto est¨¢ abierto, el s¨ªnodo no termina hoy, quiere decir que todav¨ªa hay camino por hacer¡±, explic¨® en una rueda de prensa el cardenal Mario Grech, secretario general del s¨ªnodo de los obispos. ¡°Este ser¨¢ recordado como el s¨ªnodo en el que ganamos espacios¡±, resumi¨®.

El acceso de las mujeres a este ministerio ¨Dde rango inferior al sacerdocio, pero que permite administrar el bautismo, distribuir la eucarist¨ªa o celebrar el matrimonio¨D se ha ido posponiendo a lo largo de los ¨²ltimos a?os, a la espera de investigaciones m¨¢s exhaustivas que no acaban de arrojar una conclusi¨®n cara. La m¨¢s reciente, y a¨²n sin terminar, se inici¨® en 2020, por petici¨®n directa del Papa, con el objetivo de profundizar en la existencia y caracter¨ªsticas del diaconado femenino en la Iglesia primitiva.

El documento tambi¨¦n denuncia que ¡°el clericalismo, el machismo y el uso inadecuado de la autoridad siguen marcando el rostro de la Iglesia y da?ando la comuni¨®n¡±. Subraya que ¡°los abusos sexuales, de poder y econ¨®micos siguen exigiendo justicia, sanaci¨®n y reconciliaci¨®n¡±. Y pide que ¡°se aborden y resuelvan los casos de discriminaci¨®n laboral y de desigualdad de remuneraci¨®n en el seno de la Iglesia, en particular con respecto a las mujeres consagradas, consideradas con demasiada frecuencia mano de obra barata¡±. Adem¨¢s, reclama una mayor formaci¨®n de las mujeres y que puedan ser juezas en todos los procesos can¨®nicos y un lenguaje m¨¢s inclusivo en los textos lit¨²rgicos y los documentos de la Iglesia.

Aunque en esta primera sesi¨®n conjunta no se han tomado decisiones, ya que no estaba previsto que se hiciera, en el documento final se han delimitado los temas que esperan concretarse en la pr¨®xima asamblea y se ha marcado una especie de hoja de ruta m¨¢s concreta para lo que queda de s¨ªnodo.

En la asamblea han tenido derecho a voto 365 personas, de las que cerca del 75% son obispos. Han podido votar el documento, por primera vez en la historia de la Iglesia, 70 laicos ¡ªseleccionados por Francisco, de entre 140 candidatos¡ª de los que 54 han sido mujeres. La mayor presencia femenina ha marcado cierta diferencia respecto al pasado y aunque el documento del s¨ªnodo no aporta demasiadas novedades, el peso de la cuesti¨®n sobre las mujeres y la consiguiente presi¨®n para la asamblea de cara a la pr¨®xima sesi¨®n es significativo.

Divisi¨®n de la Iglesia

Adem¨¢s, los resultados de las votaciones ofrecen una idea de cu¨¢nto est¨¢ dividida la Iglesia sobre ciertos argumentos. Los participantes han votado, p¨¢rrafo por p¨¢rrafo, un documento de 50 p¨¢ginas. En general, todos han sido aprobados por una amplia mayor¨ªa que va m¨¢s all¨¢ de los dos tercios del total, pero los p¨¢rrafos que mencionaban el acceso de las mujeres al diaconado o la posible eliminaci¨®n del celibato en algunas circunstancias, han sido los que han acumulado m¨¢s votos en contra.

El punto relativo al celibato explica que en la asamblea se han expresado distintas valoraciones sobre el celibato de los presb¨ªteros. Y puntualiza: ¡°Todos aprecian su valor prof¨¦tico y el testimonio de conformaci¨®n a Cristo; algunos se preguntan si su adecuaci¨®n teol¨®gica con el ministerio sacerdotal debe traducirse necesariamente en una obligaci¨®n disciplinar en la Iglesia latina, especialmente all¨ª donde los contextos eclesiales y culturales lo hacen m¨¢s dif¨ªcil. Es un tema que no es nuevo y que hay que retomar¡±. 291 participantes votaron a favor de que este p¨¢rrafo se incluyera en el documento final y 55 se expresaron en contra.

Los participantes del s¨ªnodo tambi¨¦n instaron a que la Iglesia escuche y no discrimine a ¡°las personas que se sienten marginadas o excluidas de la Iglesia por su situaci¨®n matrimonial, su identidad y su sexualidad¡±, pero no plantearon aperturas y pidieron que se dedique ¡°el tiempo necesario¡± para reflexionar sobre estas cuestiones, ¡°sin ceder a juicios simplificadores que hieren a las personas y al cuerpo de la Iglesia¡±. Sugirieron que este camino se inicie ¡°con vistas a la pr¨®xima sesi¨®n del s¨ªnodo¡±.

En el documento se se?ala que ¡°aunque escuchar exige una aceptaci¨®n incondicional, esto no significa abdicar de la claridad a la hora de presentar el mensaje de salvaci¨®n del Evangelio, ni respaldar ninguna opini¨®n o postura¡±.

El Papa Francisco convoc¨® el s¨ªnodo, enmarcado en su proceso general de reforma, para hacer de la Iglesia cat¨®lica un lugar m¨¢s acogedor y adaptado a los tiempos que corren. Para el pont¨ªfice, en una Iglesia ¡°sinodal¡± los fieles son escuchados y acompa?ados en vez de sermoneados por una jerarqu¨ªa clerical, cuya credibilidad, por otro lado, se encuentra en horas bajas, entre otras cosas por los esc¨¢ndalos de abusos del clero en todo el mundo.

Este s¨ªnodo excepcional de tres a?os de duraci¨®n, que concluir¨¢ el pr¨®ximo a?o y para los observadores es el m¨¢s importante de los que ha convocado Francisco en sus diez a?os de pontificado, ha despertado grandes expectativas, ya que podr¨ªa sentar los cimientos de un cambio duradero en asuntos controvertidos para el catolicismo.

Aunque tanto los organizadores como los participantes han tratado de rebajar las expectativas de que se produzcan grandes cambios, especialmente en cuestiones candentes, como las opiniones de la Iglesia sobre la homosexualidad. Y han insistido en que el simple hecho de que Francisco haya puesto a los obispos a dialogar con su ¡°reba?o¡± de fieles cara a cara ya supone una novedad importante.

El ala progresista esperaba que la asamblea transmitiera el mensaje de que la Iglesia acoger¨ªa mejor a las personas LGBTQ+ y ofrecer¨ªa a las mujeres m¨¢s funciones de liderazgo. Los conservadores, en cambio, han insistido en la necesidad de permanecer fieles a la milenaria tradici¨®n eclesi¨¢stica y han advertido de que abrir el debate sobre estas cuestiones era como destapar una ¡°caja de Pandora¡± que podr¨ªa entra?ar el riesgo de cisma.

El cardenal Gerhard M¨¹ller, que fue prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisici¨®n, lanz¨® cr¨ªtica mordaz contra la asamblea, en una entrevista publicada el s¨¢bado en el National Catholic Register. Dijo que la reuni¨®n sinodal ha estado ¡°muy controlada y manipulada¡±, con un bajo nivel teol¨®gico, que ¡°en apariencia pretend¨ªa ser obra del Esp¨ªritu Santo, pero que en realidad intentaba deshacer la ense?anza de la Iglesia¡±. ¡°Se le est¨¢ dando la vuelta a todo para que ahora tengamos que estar abiertos a la homosexualidad y a la ordenaci¨®n de mujeres. Si lo analizas, todo se trata de convertirnos a estos dos temas¡±, critic¨® M¨¹ller. El Papa Francisco hab¨ªa pedido expresamente a los participantes del s¨ªnodo que guardaran silencio fuera de las reuniones y se abstuvieran de hablar con los medios de comunicaci¨®n para no revelar el contenido detallado de las deliberaciones.