El alcalde de Nueva York, el ¨²ltimo denunciado gracias a una ley que anulaba la prescripci¨®n de delitos sexuales
La norma, vigente hasta este jueves, ha permitido m¨¢s de 2.500 demandas, algunas contra personajes p¨²blicos como Trump o, en las ¨²ltimas horas, los actores Jamie Foxx y Cuba Gooding Jr, el cantante Axl Rose o el propio regidor
Durante un a?o, una ley vigente en Nueva York ha posibilitado una oleada de demandas contra hombres famosos acusados de delitos sexuales, entre ellos el expresidente Donald Trump, la estrella del hip hop Sean Diddy Combs, el actor Jamie Foxx y el c¨®mico y actor Russell Brand...
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Durante un a?o, una ley vigente en Nueva York ha posibilitado una oleada de demandas contra hombres famosos acusados de delitos sexuales, entre ellos el expresidente Donald Trump, la estrella del hip hop Sean Diddy Combs, el actor Jamie Foxx y el c¨®mico y actor Russell Brand. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, es el ¨²ltimo que se incorpora a la lista y lo hace ¡ªal igual que Foxx, el tambi¨¦n actor Cuba Gooding Jr o Axl Rose, cantante de Guns¡¯ and Roses¡ª tras ser denunciado a ¨²ltima hora, antes de que la denominada Ley de Supervivientes Adultos expirase este jueves, con un resumen de infarto: m¨¢s de 2.500 demandas en 24 meses, muchas de ellas interpuestas por v¨ªctimas de abusos sexuales en las c¨¢rceles de Nueva York.
Heredera del Movimiento MeToo, la peculiaridad de esta ley es que anulaba el plazo de prescripci¨®n de los delitos, es decir, recog¨ªa cualquier reclamaci¨®n independientemente del tiempo transcurrido desde los supuestos hechos. Gracias a la norma, la columnista E. Jane Carroll pudo demandar a Trump por unos abusos cometidos a mediados de los noventa, y ganar el juicio: el republicano fue condenado en mayo a pagar cinco millones de d¨®lares por abusos y por difamar a la v¨ªctima.
El caso de Adams es tambi¨¦n antiguo, de 1993, cuando el ahora alcalde y la presunta v¨ªctima, que solicita cinco millones de d¨®lares como compensaci¨®n, trabajaban para el departamento de polic¨ªa de la ciudad, acusado tambi¨¦n en la demanda. El de Foxx, presentado a ¨²ltima hora de este mi¨¦rcoles, refiere una presunta agresi¨®n a una fan que se le acerc¨® a pedirle una foto en un restaurante de la Gran Manzana en 2015. La mujer le acusa de haberle introducido los dedos en la vagina y el ano sin su consentimiento.
El mismo d¨ªa se han presentado otras dos contra el tambi¨¦n actor Cuba Gooding Jr, que en junio evit¨® un juicio por violaci¨®n tras llegar a un acuerdo con la v¨ªctima. M¨¢s de 30 mujeres le han atribuido en los ¨²ltimos a?os un ¡°comportamiento sexual inapropiado¡±, la definici¨®n est¨¢ndar que en EE UU se usa para referirse a la violencia sexual. En el caso de Axl Rose, la demanda es por una supuesta agresi¨®n sexual a una ex modelo durante una fiesta en 1989, seg¨²n ha informado el medio TMZ.
En tiempo de descuento, como demuestran las denuncias a Adams, Fox, Gooding y Rose, la maquinaria legal ha pisado el acelerador. Pero pese a que las acusaciones concretas, con nombres y apellidos, acaparan los titulares, m¨¢s de la mitad de los 2.587 expedientes acogidos a la ley se han interpuesto contra el Estado, la ciudad de Nueva York y los condados locales, por casos de malos tratos en prisiones estatales y sistemas penitenciarios locales, y muy especialmente en la c¨¢rcel de Rikers Island, con 470 casos denunciados.
Las hay tambi¨¦n contra hospitales, por no impedir los abusos de m¨¦dicos a subordinadas: aun an¨®nimos, se trata de la misma relaci¨®n de poder, de subordinaci¨®n, que los acusados famosos ejerc¨ªan sobre sus presas. La propia denominaci¨®n de la ley, y su menci¨®n expl¨ªcita al concepto de supervivencia, pretend¨ªa ayudar a las v¨ªctimas a superar un trauma que habitualmente tarda a?os en sanar, de ah¨ª el borrado de los plazos.
Nueva York no es el ¨²nico Estado que ha revisado en los ¨²ltimos a?os los plazos para demandas civiles por violencia sexual, aunque en muchos otros la revisi¨®n se ha centrado en abusos sufridos durante la infancia. Pero las mujeres que han demandado a Trump, Adams, Foxx o Combs eran adultas en el momento de los hechos ¡ªpara acogerse a la ley neoyorquina era necesario tener m¨¢s de 18 a?os¡ª, y esa es otra de las peculiaridades de la ley que ahora expira. De hecho, recoge y ampl¨ªa una ley anterior que ofrec¨ªa a las personas que hab¨ªan sufrido abusos en su infancia un plazo mayor para presentar demandas. Cuando se cerr¨® la ventana de dos a?os de la Ley de V¨ªctimas Infantiles en agosto de 2021, casi 11.000 personas hab¨ªan emprendido acciones legales, muchas de ellas contra la iglesia cat¨®lica.
La entrada en vigor de la Ley de Supervivientes Adultos, que solo contemplaba los delitos cometidos en el Estado, tuvo especial repercusi¨®n por la identidad de los acusados. A la demanda interpuesta contra Trump, tal vez la m¨¢s medi¨¢tica ¡ªy el pr¨®logo de su calvario legal¡ª puede a?adirse otra, m¨¢s reciente, pero especialmente renombrada por su relaci¨®n directa con el MeToo. Se trata de la demanda contra el todopoderoso productor Harvey Weinstein ¡ªconvicto depredador sexual, condenado por violaci¨®n en Nueva York y California¡ª por parte de la actriz Julia Ormond, por una presunta agresi¨®n sexual en 1995 y, posteriormente, por obstaculizar su carrera hasta invisibilizarla. Ormond present¨® la denuncia el mes pasado.
El rapero Combs fue acusado la semana pasada por su expareja, la cantante Cassie, de someterla a una t¨®xica y prolongada relaci¨®n que incluy¨® palizas y violaci¨®n. Los dos artistas anunciaron un acuerdo un d¨ªa despu¨¦s de la presentaci¨®n de la demanda. A Brand le persiguen las demandas, tras una inicial por agresi¨®n sexual a una figurante de una pel¨ªcula, supuestamente en 2020. Medios brit¨¢nicos publicaron en septiembre denuncias de otras cuatro mujeres que dijeron haber sido agredidas sexualmente por Brand, para quien las relaciones fueron ¡°siempre consentidas¡±.
Mucho antes de que la cascada de denuncias contra Harvey Weinstein desencadenase el movimiento MeToo, en 2017, el caso de Bill Cosby, acusado en 2014 de una presunta agresi¨®n sexual ocurrida hace m¨¢s de 50 a?os, hab¨ªa quebrado el silencio sobre la figura de abusadores que se prevalen de su situaci¨®n de poder ¡ªes el denominador com¨²n, de Trump a Weinstein o el propio Cosby¡ª para violentar a sus v¨ªctimas. Cosby, de hecho, lleva una d¨¦cada entrando y saliendo de los tribunales.
Cuando la Asamblea legislativa del Estado de Nueva York aprob¨® este ¡°periodo de retrospectiva¡±, o retrovisor, para los casos de agresi¨®n sexual prescritos, los activistas predijeron que la medida temporal convertir¨ªa el goteo de demandas en una avalancha. En las ¨²ltimas horas, la avalancha se ha convertido en un alud. Y tambi¨¦n en un hito legal, a juzgar por la valoraci¨®n de ONG de defensa de las v¨ªctimas de violencia machista como Safe Horizon, que en un comunicado ha calificado la ley de ¡°victoria monumental para los supervivientes, cuyo valor y compromiso han dado lugar a una v¨ªa viable hacia la justicia y la curaci¨®n para miles de personas¡±.