¡°El ¨¦xito de la campa?a contra el coronavirus ha reforzado la confianza en las vacunas en Espa?a¡±

Espa?a dejaba atr¨¢s en junio de 2020 el primer y brutal golpe de la pandemia. Casi 30.000 ciudadanos hab¨ªan muerto por el coronavirus en los 100 d¨ªas anteriores y la poblaci¨®n, despu¨¦s de los duros confinamientos, exploraba lo que entonces vino a llamarse ¡°la nueva normalidad¡±. Los hospitales, mientras, tomaban un respiro tras pasar por los peores momentos vividos en tiempos de paz, un par¨¦ntesis que durar¨ªa hasta el oto?o, cuando la segunda ola llenar¨ªa de nuevo las UCI.

La salida a la mayor crisis sanitaria del ¨²ltimo siglo, sin embargo, empezaba a gestarse en esos d¨ªas de finales de primavera en la s¨¦ptima planta de la sede del Ministerio de Sanidad, donde el ?rea de Programas de Vacunaci¨®n daba los primeros pasos que sentar¨ªan las bases de la futura Estrategia de Vacunaci¨®n Covid-19. Si Espa?a hab¨ªa sido uno de los pa¨ªses peor parados en el primer cap¨ªtulo de la pandemia, los resultados obtenidos en esa campa?a brillaron pronto en la escena internacional y situaron al pa¨ªs entre los que m¨¢s r¨¢pido lograron inmunizar a la poblaci¨®n. El 92,6% de los mayores de 12 a?os completaron la pauta vacunal, porcentaje que roz¨® el 100% entre los mayores de 80 a?os. Vacunaci¨®n de la Covid-19 en Espa?a, una historia de ¨¦xito es el t¨ªtulo del trabajo ahora presentado en el ESCAIDE, el congreso organizado por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) que esta semana se celebra en Barcelona.

Carmen Olmedo Lucer¨®n (Campo de Criptana, 47 a?os) y Ana Fern¨¢ndez Due?as (Madrid, 36) son jefas de servicio de la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica de Sanidad y han presentado ante sus colegas europeos las lecciones aprendidas.

Pregunta. Espa?a ha sido tradicionalmente un pa¨ªs con buenas coberturas vacunales. ?Esto facilit¨® el ¨¦xito de la campa?a?

Ana Fern¨¢ndez. Esto ayud¨®, pero tambi¨¦n hab¨ªa riesgos e incertidumbres. Las encuestas iniciales dec¨ªan que solo entre el 30% y el 40% de la poblaci¨®n estaba decidida a vacunarse y que hasta el 40% ten¨ªa reticencias, principalmente por miedo a los efectos secundarios y desconfianza por el r¨¢pido desarrollo de las vacunas. El gran peligro es que esto se consolidara. Las reticencias hacia las vacunas han aumentado durante la pandemia en muchos pa¨ªses y en Espa?a hemos logrado contener esta tendencia.

P. ?S¨ª?

A. F. S¨ª. Estamos todav¨ªa evaluando este fen¨®meno, pero la vacunaci¨®n entre adolescentes frente al virus del papiloma humano, por ejemplo, est¨¢ creciendo despu¨¦s de la pandemia y la cobertura de la triple v¨ªrica para ni?os [que protege frente al sarampi¨®n, paperas y rub¨¦ola] no ha ca¨ªdo como en otros lugares.

Carmen Olmedo. El ¨¦xito de la campa?a frente al coronavirus ha reforzado la confianza en las vacunas en Espa?a. Se ha tomado una mayor conciencia de que ya no es algo solo de ni?os, sino para toda la vida, y ha calado tambi¨¦n la idea de que inmuniza a nivel individual, pero tambi¨¦n contribuye a la protecci¨®n colectiva. Las coberturas han bajado en otros pa¨ªses y aqu¨ª ha sucedido m¨¢s bien lo contrario.

P. Espa?a qued¨® muy tocada tras la primera ola. ?C¨®mo se gest¨® la campa?a en esas condiciones?

C. O. Se tiene claro desde el primer momento que la clave es una buena planificaci¨®n, incluso cuando a¨²n no se sab¨ªa qu¨¦ vacunas estar¨ªan disponibles. Era fundamental la coordinaci¨®n, a nivel internacional con el ECDC y en Espa?a con las comunidades aut¨®nomas. Nadie hab¨ªa pasado por una crisis como esta. Lo m¨¢s parecido eran los trabajos hechos sobre la gripe pand¨¦mica de 2009, que nos sirvieron de referencia. Pero hubo que apostar por cosas nuevas, que hasta entonces nunca se hab¨ªan hecho.

P. ?Cu¨¢les?

C. O. Se cre¨® un equipo muy amplio, con cerca de 60 personas en total y novedoso en perfiles y especialidades. La campa?a era un enorme reto log¨ªstico, pero adem¨¢s la vacuna era nueva y nos obligaba a monitorizar si los resultados obtenidos en los ensayos se repet¨ªan en el mundo real, el ritmo de inmunizaci¨®n, los efectos adversos, si hab¨ªa rechazo, el impacto de las nuevas variantes... Por primera vez, se cre¨® un registro ¨²nico de datos que nos ofrec¨ªa toda esta informaci¨®n diariamente, lo que era imprescindible para tomar decisiones sobre la marcha. Era algo sin precedentes.

P. ?Qu¨¦ nuevos perfiles incorporaron?

C. O. Expertos en bio¨¦tica. Durante muchos meses no hab¨ªa vacunas para todos, lo que nos oblig¨® a elegir a qui¨¦n proteger primero. Esta es una decisi¨®n trascendental que tiene unas enormes repercusiones en el plano humano. Necesit¨¢bamos tomar decisiones de forma muy bien justificada, con criterios muy s¨®lidos, y explicar muy bien por qu¨¦ se priorizaba a un grupo y a otro no. Tambi¨¦n contamos con soci¨®logos. Con menos del 40% de la poblaci¨®n convencida a vacunarse a mediados de 2020, era fundamental que nos ayudaran a interpretar las encuestas, a elaborar mensajes dirigidos a la poblaci¨®n y profesionales sanitarios... Incorporar estos perfiles era algo nuevo, pero imprescindible ante lo acontec¨ªa.

P. ?Fue f¨¢cil la coordinaci¨®n entre comunidades?

A. F. Este fue un punto muy importante. Por primera vez se acord¨® desarrollar una estrategia ¨²nica y era necesario que se desplegara de la misma manera en todo el territorio. Estamos en un pa¨ªs descentralizado y, aunque hay espacios de cooperaci¨®n como el Consejo Interterritorial, pueden exister diferencias en la forma en que se desarrollan pol¨ªticas de salud p¨²blica. En esta ocasi¨®n se cre¨® un marco legal en el que las decisiones eran vinculantes, lo que ayud¨® a trabajar todos en la m¨ªsma l¨ªnea.

C. O. La coordinaci¨®n fue muy buena. Se cre¨® un grupo, el Grupo Integral de Vacunaci¨®n para incidir en planificaci¨®n t¨¢ctica. El registro unificado de datos permit¨ªa ver c¨®mo iba avanzando diariamente cada comunidad, lo que permit¨ªa que cada una viera en qu¨¦ punto estaba y d¨®nde deb¨ªa incidir para avanzar m¨¢s. Las comunidades compart¨ªan las buenas pr¨¢cticas: si una hab¨ªa desarrollado una estrategia concreta que hab¨ªa dado buenos resultados, las dem¨¢s pod¨ªan aprender de ello. Nosotros planific¨¢bamos, pero las que hac¨ªan el trabajo a pie de calle eran las comunidades y sus profesionales. Lo que lograron fue encomiable y los resultados est¨¢n a la vista.

P. El 27 de diciembre de 2020, Araceli, una mujer de 96 a?os de Guadalajara, recibi¨® la primera dosis de la vacuna en Espa?a. ?C¨®mo vivieron ese momento?

C. O. Hab¨ªa confianza, aunque l¨®gicamente tambi¨¦n nervios e incertidumbres, pero sobre todo esperanza. Ten¨ªamos el convencimiento de que las vacunas eran efectivas y seguras, y que eran la herramienta que nos iba a sacar de la crisis. Hab¨ªan sido desarrolladas r¨¢pido, pero tambi¨¦n con muestras de poblaci¨®n muy grandes en los ensayos, diez veces m¨¢s de lo que es habitual. Hab¨ªa dudas de c¨®mo las iba a recibir la poblaci¨®n, pero ten¨ªamos el p¨¢lpito que iba de que todo iba a salir bien.

P. En muy pocas semanas qued¨® claro que la aceptaci¨®n era buena...

C. O. S¨ª, cuando nos empezaron a llegar los primeros datos y vimos que eran muy buenos, fue un momento muy especial.

P. ?Lo celebraron?

C. O. [Sonr¨ªe] No hab¨ªa tiempo. Hab¨ªa tantas cosas, y suced¨ªan tan r¨¢pido, que tampoco nos pod¨ªamos parar porque ten¨ªamos que anticiparnos al siguiente paso: el ritmo de llegada de las nuevas dosis, la vigilancia de efectos adversos, el ritmo de la campa?a... Eran momentos de mucha presi¨®n... Pero si tengo que se?alar un momento clave fue cuando vimos que llegamos pr¨¢cticamente al 100% de los mayores de 80 a?os con la primera dosis. Era un dato impresionante, que nos situaba en las primeras posiciones a nivel internacional. Lograrlo salv¨® decenas de miles de vidas.

P. Y entonces surgieron los problemas de trombos de la vacuna de AstraZeneca. ?Tuvieron miedo de que descarrilara lo que hasta entonces iba tan bien?

A. F. Fue un problema y hubo que gestionarlo. Todo f¨¢rmaco tiene riesgos y este efecto adverso sali¨® porque se administr¨® esta vacuna a millones de personas. Pero el balance riesgo-beneficio segu¨ªa siendo favorable. Lo es hoy todav¨ªa hoy. Es un efecto adverso grave, pero muy raro. Fue un momento delicado en comunicaci¨®n porque no ten¨ªamos m¨¢s opciones. Luego se pudo elegir y apostar por las vacunas de Pfizer y Moderna, pero entonces el objetivo era vacunar al mayor n¨²mero de personas en el menor tiempo posible y ten¨ªamos las dosis que ten¨ªamos. Hay que insistir en que, pese a todo, la vacuna de AstraZeneca protegi¨® a millones de personas y salv¨® miles de vidas.

P. ?Se llegaron a identificar grupos de poblaci¨®n contrarios a la vacunaci¨®n y a dise?ar acciones espec¨ªficas?

A. F. La mejor estrategia es informar con la evidencia disponible para resolver dudas. Esto nos obligaba a actualizar constantemente toda la documentaci¨®n. Se hicieron 10 actualizaciones de la estrategia, se elaboraron cientos de documentos para los profesionales sanitarios, se trabaj¨® codo con codo con las comunidades, hab¨ªa que coordinar y dar unidad a todos los mensajes que sal¨ªan de la Agencia Espa?ola del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Consejo Interterritorial... La estrategia era esa.

P. ?Cu¨¢ntas vidas salvaron las vacunas?

C. O. Hay un primer estudio, publicado en noviembre de 2021, que concluye que por entonces las vacunas hab¨ªan salvado m¨¢s de 87.000 vidas entre los mayores de 60 a?os, que era el grupo m¨¢s vulnerable. Hay un trabajo en marcha que hace la estimaci¨®n en todos los grupos de edad, que est¨¢ pendiente de publicar, y esa cifra se multiplica. El impacto de estas acciones de salud p¨²blica fue impresionante. La lucha contra el virus se libr¨® en las UCI, pero tambi¨¦n en toda la sociedad. Fue un esfuerzo conjunto del que podemos estar orgullosos.

P. ?Por qu¨¦ han presentado este trabajo en el congreso del ECDC?

A. F. El t¨ªtulo ya lo dice un poco: fue una historia de ¨¦xito de la que conviene aprender y de la que todos los pa¨ªses pueden extraer lecciones positivas. El objetivo es identificar los elementos clave que lo hicieron posible y reproducirlos en el futuro. Un ejemplo son los modelos matem¨¢ticos que desarrollamos con universidades, principalmente con la Universidad Carlos III. Nosotros les facilit¨¢bamos los mejores datos disponibles de la situaci¨®n epidemiol¨®gica, efectividad vacunas, priorizaci¨®n de grupos, coberturas, nuevas variantes, hospitalizaciones¡­. y ellos hac¨ªan predicciones de cu¨¢les eran las mejores estrategias a seguir y los resultados esperables.

P. UNICEF ha alertado de la p¨¦rdida de confianza en las vacunas. Pero ustedes dicen que Espa?a est¨¢ sorteando el problema. ?Por qu¨¦?

C. O. Hay varios factores que lo explican. Uno fundamental es la confianza que los espa?oles tienen en los profesionales sanitarios. Cuando los pacientes preguntan y estos les explican la informaci¨®n disponibble y hacen una recomendaci¨®n, casi siempre van a seguirla. El segundo escal¨®n es que los profesionales tambi¨¦n conf¨ªan en el sistema. Tenemos un calendario vacunal que es de los m¨¢s completos, seguimos un procedimiento de evaluaci¨®n de cada nueva vacuna del que se informa a todos...

P. Hay otros trabajos que muestran, sin embargo, que durante los primeros meses de la pandemia tambi¨¦n hab¨ªa profesionales sanitarios que dudaban de las vacunas...

A. F. S¨ª, que exista esta confianza no quiere decir que no pueda haber dudas, especialmente en esas circunstancias, y por eso ha sido fundamental el trabajo hecho. Pero no nos podemos parar. La OMS tambi¨¦n ha apuntado a las reticencias vacunales como uno de los grandes problemas de salud p¨²blica. El problema est¨¢ ah¨ª y hay que segir trabajando. Un ejemplo es el esfuerzo ejemplar que est¨¢n haciendo las comunidades aut¨®nomas. Durante los peores meses de la pandemia, hubo muchos ni?os que no recibieron las dosis de otras vacunas que tocaban por calendario. Esto ha reducido las coberturas en buena parte del mundo, pero no en Espa?a. Los profesionales han hecho un trabajo espectacular para que estos ni?os se pusieran al d¨ªa.