Un tercio de las enfermeras y m¨¢s de la mitad de los docentes recelaba de las vacunas frente a la covid al inicio de la campa?a
Dos estudios revelan las reticencias iniciales en dos colectivos clave por su influencia sobre el resto de la poblaci¨®n. Los autores apuestan por la informaci¨®n y transparencia como mejor v¨ªa para prevenir el rechazo
Espa?a ha confirmado durante la campa?a de vacunaci¨®n frente al coronavirus que es uno de los pa¨ªses europeos que m¨¢s conf¨ªa en esta herramienta clave de salud p¨²blica. Casi el 93% de los ciudadanos mayores de 12 a?os ha completado la pauta, 13 puntos m¨¢s que la media de la Uni¨®n Europea. Un ¨¦xito que no oculta que una parte de la sociedad recela y alberga dudas sobre la eficacia o seguridad de las vacunas en general o alguna de ellas en particular. Un fen¨®meno que preocupa a responsables sanitarios y acad¨¦micos, y adquiere especial relevancia cuando afecta a colectivos con influencia sobre el resto de la poblaci¨®n, como el personal de enfermer¨ªa y los docentes de ense?anza obligatoria.
Dos recientes estudios revelan que la reticencia vacunal adquiri¨® niveles importantes entre estos dos grupos profesionales al inicio de la campa?a frente al coronavirus, en diciembre de 2020. El 34,2% de las enfermeras ¡ªas¨ª se autodefine un colectivo formado en un 84% por mujeres¡ª de la ciudad de Barcelona recelaba entonces de las nuevas vacunas, porcentaje que descendi¨® a casi la mitad (el 17,9%) siete meses m¨¢s tarde, cuando la vacunaci¨®n hab¨ªa alcanzado sin grandes contratiempos al 75% de la poblaci¨®n. Las que no se vacunaron fueron finalmente el 8%.
Entre los docentes, en este caso de toda Catalu?a, el porcentaje ascend¨ªa al 51,7% (este estudio no incluye datos posteriores). Un elemento a tener en cuenta es que los dos trabajos ponen el foco en una comunidad que en toda la campa?a frente al coronavirus ha registrado datos de cobertura algo inferiores a la media espa?ola, aunque los expertos consultados los consideran en lo esencial equiparables al resto del pa¨ªs.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) define a la reticencia vacunal como ¡°la tardanza en aceptar vacunas seguras o su rechazo pese a la disponibilidad de los servicios sanitarios¡±. Este organismo consider¨® en 2019 este fen¨®meno como una de las 10 amenazas clave sobre la salud de la poblaci¨®n mundial y mostr¨® su preocupaci¨®n ante el descenso de las coberturas observadas en algunos pa¨ªses.
El temor es que Espa?a se vea contagiada por el mayor rechazo a las vacunas existente en otros pa¨ªses europeos y que las reticencias puedan evolucionar hacia posiciones m¨¢s extremas. ¡°Esto es algo que no podemos afirmar con los datos disponibles. Las coberturas con las infantiles se mantienen estables y elevadas. Las reticencias son mayores con algunas, como la de la gripe, donde la percepci¨®n del riesgo es en general menor, y con una nueva como la del coronavirus en un entorno tan excepcional como el de diciembre de 2020¡å, explica Celia D¨ªaz, soci¨®loga investigadora de la Universidad Complutense de Madrid.
¡°Parte de las reticencias se deben a las dudas, que no son en s¨ª malas y que requieren unos mensajes adecuados. Tambi¨¦n a temores y miedos, que es algo que se remedia con informaci¨®n y transparencia. Otro porcentaje puede reflejar el descontento con la gesti¨®n de la pandemia o el rechazo a determinadas pr¨¢cticas de la industria farmac¨¦utica, pero todo no acaba en la mayor¨ªa de los casos en una negativa a vacunarse¡±, a?ade.
El estudio sobre el personal de enfermer¨ªa destaca las diferencias encontradas entre las enfermeras con reticencias y las que no. Las primeras tienen ¡°una menor percepci¨®n del riesgo¡±, tanto de la probabilidad de contagiarse como de la severidad de la enfermedad para ellas mismas y sus pacientes. Igualmente, ¡°las enfermeras vacilantes percibieron un beneficio significativamente menor en la vacunaci¨®n¡±.
El trabajo incide en las repercusiones de estas posiciones. ¡°Las enfermeras que piensan que sus pacientes son menos vulnerables son menos proclives a recomendar la vacuna¡±, por lo que las reticencias vacunales llegan a socavar los esfuerzos ¡°para hacer frente de forma eficaz a una pandemia¡±, ya que ¡°los profesionales sanitarios son el colectivo con mayor influencia para la poblaci¨®n a la hora de tomar la decisi¨®n de vacunarse¡±. Un punto especialmente relevante en la campa?a frente a la covid, cuando los profesionales de la salud se vacunaron antes que el resto de la poblaci¨®n.
Cristina Rius, jefa del servicio de epidemiolog¨ªa de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona y una de las autoras del estudio, publicado en la revista Vaccines, incide en que ¡°la conclusi¨®n principal es que es posible reducir de forma muy importante la reticencia vacunal si se resuelven dudas y ofrece informaci¨®n basada en la evidencia que aclare los malentendidos causados por las informaciones no exactas que circulan¡±.
Pese a ello, esta investigadora admite que existe un peque?o grupo de profesionales menos receptivo: ¡°Son personas que mantienen posiciones m¨¢s basadas en creencias que en el conocimiento. Es gente que cambia muy poco o nada su posici¨®n¡±.
Esta es una de las razones que explica la distinta evoluci¨®n que el estudio observa entre las personas reticentes y las no reticentes a medida que avanz¨® la vacunaci¨®n. ¡°La percepci¨®n de eficacia y seguridad se incrementa en ambos grupos a medida que avanza la campa?a, aunque siempre menos en los profesionales que se declaran reticentes¡±, afirma el estudio. En este trabajo, basado en sendas oleadas de m¨¢s de 2.000 encuestas a profesionales, han participado media docena de centros de investigaci¨®n, universidades y el Colegio Oficial de Enfermer¨ªa de Barcelona.
Mar¨ªa Dolores Tols¨¢, profesora del departamento de medicina experimental de la Universidad de Lleida, es coautora de la investigaci¨®n Miedo y creencias sobre la vacunaci¨®n en docentes de ense?anza obligatoria durante la pandemia por COVID-19, que entrevist¨® a 1.507 profesores catalanes en diciembre de 2020. El trabajo revela que el miedo y la desconfianza afectaba en esas fechas a m¨¢s de la mitad de los profesores.
El 27,3% de los docentes ¡°creyeron que no deb¨ªan vacunarse¡±, mientras el 24,4% ¡°vacilaron sobre la necesidad de hacerlo¡±, un porcentaje que previsiblemente se redujo de forma importante en los siguientes meses. El trabajo parte de la incertidumbre existente en esos momentos y destaca que ¡°los centros educativos pueden ayudar a restablecer la confianza en las vacunas proporcionando informaci¨®n de confianza a sus alumnos¡±.
Tols¨¢ destaca que ¡°hay estudios que revelan que si un profesor rechaza las vacunas, desciende el n¨²mero de ni?os vacunados en la clase, por lo que es un colectivo cuya complicidad es necesaria en un momento de crisis como la pandemia¡±, afirma.
Junto a los temores que causaba una vacuna nueva y desarrollada en un tiempo r¨¦cord, el rechazo a algunas pr¨¢cticas de la industria farmac¨¦utica y el desacuerdo con algunas decisiones de los gobiernos son los dos argumentos m¨¢s esgrimidos en ambos estudios para justificar los recelos. Un hecho que muestra c¨®mo las reticencias son un fen¨®meno complejo que ¡°puede canalizar otros descontentos, como el sentimiento de un colectivo de que no es tenido en cuenta o que sus posiciones quedan relegadas ante otras no siempre debidamente explicadas¡±, expone Celia D¨ªaz. Como destaca la investigaci¨®n sobre las enfermeras, ¡°la confianza en las instituciones influye en la confianza sobre las vacunas¡±.
Gloria Jodar, directora de conocimiento y desarrollo profesional del Colegio de Enfermer¨ªa de Barcelona y coautora del trabajo sobre este colectivo, considera fundamental tener en cuenta el contexto en el que viven los profesionales: ¡°En diciembre de 2020, las enfermeras llevaban casi un a?o combatiendo la pandemia desde primera fila. Muchas hab¨ªan pasado la covid o lo sospechaban, pero no ten¨ªan confirmaci¨®n diagn¨®stica ni sab¨ªan c¨®mo esto pod¨ªa afectarlas si se vacunaban. Era un momento complicado en el que se estrenaba una vacuna nueva. Y pese a ello, el colectivo ha protagonizado una campa?a ejemplar¡±, defiende.
Ambos estudios coinciden en la necesidad de apostar por f¨®rmulas que, al igual que entre la poblaci¨®n general, den respuesta a las inquietudes, miedos y dudas de los profesionales como mejor arma frente a las reticencias. Y ninguno de los autores consultados apuesta por la obligatoriedad, algo considerado innecesario y contraproducente con los buenos resultados logrados en Espa?a. ¡°Cuando es necesario, pueden llevarse a cabo acciones espec¨ªficas para reducir los recelos en colectivos y situaciones concretas. Tambi¨¦n informar al profesional de que, si no est¨¢ vacunado, deber¨¢ cumplir muchas m¨¢s medidas de seguridad o no podr¨¢ trabajar en unidades con los pacientes m¨¢s vulnerables. Pero como principio general, persuadir siempre es mejor que imponer. La vacunaci¨®n tiene un componente muy importante de confianza y esto es lo primero que se rompe con una imposici¨®n¡±, concluye Jodar.
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