Potenciar el Ministerio de Sanidad
Los autores piden remediar los problemas organizativos estructurales del departamento, uno de los peores dotados a pesar de ser la sanidad el servicio p¨²blico mejor valorado
Una vez reestructurados los ministerios, y ahora que se va a proceder a precisar su organizaci¨®n y funciones, es el momento de potenciar al Ministerio de Sanidad, uno de los peor dotados, a pesar de que la sanidad es el servicio p¨²blico mejor valorado.
Diversos analistas apuntan a la escasa prioridad pol¨ªtica de la salud y la sanidad en los ¨²ltimos 30 a?os, excepto durante la pandemia de la covid, aunque ese impulso parece ya perdido. Esta postergaci¨®n se refleja en las pol¨ªticas de salud y en las organizaciones a su servicio, incluido el propio Ministerio de Sanidad. Este abandono se justifica aduciendo que la asistencia sanitaria est¨¢ transferida a las comunidades aut¨®nomas y que el Estado no tiene responsabilidades reales en esta materia. Nada es m¨¢s err¨®neo, ya que el bloque de constitucionalidad otorga al Estado y al Gobierno de la naci¨®n competencias determinantes.
Otra idea paralizante es que ¡°nuestro Sistema Nacional de Salud es el mejor del mundo¡±, lo que conduce a una peligrosa autocomplacencia que lleva a olvidar los desaf¨ªos que hoy debe afrontar cualquier sistema sanitario. El mejor camino hacia la insolvencia del SNS es considerar que no precisa cambio alguno. Durante la pandemia han quedado claras sus insuficiencias, aunque tambi¨¦n hayan aflorado sus fortalezas. Existe un amplio consenso entre los estudiosos acerca de que las reformas son absolutamente necesarias. Basta repasar las intervenciones ante la Comisi¨®n parlamentaria para la reconstrucci¨®n social y econ¨®mica de 2021 y su dictamen para apreciar hasta qu¨¦ punto es necesaria una estrategia y un programa de reformas que enderecen nuestro SNS.
Desde 2000 ning¨²n ministro ha conseguido agotar la legislatura, y durante esta ¨²ltima fueron cinco los titulares
Tambi¨¦n ha sido insuficiente el liderazgo del Ministerio de Sanidad. La inestabilidad de sus responsables ha impedido acometer con continuidad proyectos importantes. Desde 1977 hasta 2023, 45 a?os, ha habido 28 ministros y ministras, incluida la reci¨¦n nombrada. Desde 2000 ninguno ha conseguido agotar la legislatura, y durante esta ¨²ltima fueron cinco los titulares, de los cuales dos durante menos de un a?o y las otras tres apenas superaron los dos a?os.
La estructura org¨¢nica del ministerio ha sido y es reducida, a pesar de que sus funciones son complejas y variadas, como hemos podido comprobar en una investigaci¨®n recientemente publicada por Funcas. Es sintom¨¢tico que solo dispusiera de Secretar¨ªa de Estado de Sanidad entre 1979 y 1981, aunque se ha recuperado en 2020 ante las necesidades de la pandemia. Durante casi tres d¨¦cadas, salud y sanidad quedaron encomendadas a secretarios generales, que no forman parte de la Comisi¨®n General de Subsecretarios y Secretarios de Estado. Con los recortes de principios de 2012, sus direcciones generales se redujeron de ocho a tres, y, actualmente, siguen siendo menos que antes de la crisis financiera de 2008. Menos ¨®rganos suponen menos personal y medios para gestionar las mismas funciones.
Por otra parte, del Ministerio de Sanidad se han ido desgajando ¨®rganos clave para las pol¨ªticas de salud durante los ¨²ltimos 25 a?os. El Instituto de Salud Carlos III fue creado por la Ley General de Sanidad de 1986 como organismo de apoyo cient¨ªfico-t¨¦cnico del ministerio y de las comunidades aut¨®nomas con una concepci¨®n muy moderna, configur¨¢ndose como una agencia omnicomprensiva, no solo de investigaci¨®n sino, y sobre todo, de prestaci¨®n de servicios avanzados de salud p¨²blica, al estilo anglosaj¨®n.
En 2008, pas¨® al Ministerio de Ciencia, donde ha permanecido desde entonces sometido a una complicada coordinaci¨®n interministerial. En la pandemia se puso de manifiesto la importancia que tiene para las autoridades sanitarias y para el SNS disponer de un organismo como el Instituto. La Agencia Estatal de Salud P¨²blica, prevista en el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia, est¨¢ pendiente de creaci¨®n. Sus indispensables funciones podr¨ªan ser asumidas por un Instituto Carlos III reforzado y vinculado al Ministerio de Sanidad.
Tambi¨¦n fue desgajada la Delegaci¨®n del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, que, creada en 1985, ha estado asignada a otros departamentos durante 20 a?os. La Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (AESAN) se atribuy¨® en 2020 al Ministerio de Consumo, a pesar de abordar problemas cruciales de salud p¨²blica como la obesidad. En todos estos casos se ignora que la salud p¨²blica es la misi¨®n fundamental de estos organismos, y que debe primar sobre otras funciones conexas.
El Ministerio de Sanidad sufre de problemas organizativos estructurales que repercuten negativamente en nuestras pol¨ªticas p¨²blicas de salud
La escasez de personal al servicio del ministerio, sus reducidas retribuciones, la falta de garant¨ªa de su especializaci¨®n y el envejecimiento de la plantilla son tambi¨¦n graves. En 2008, 2014 y 2019 ha sido el ministerio con menos puestos de nivel 30 ¨Dque corresponde al personal de mayor categor¨ªa en la Administraci¨®n P¨²blica¨D, con algunas excepciones, y hay elementos para pensar que esta situaci¨®n ha empeorado despu¨¦s de la pandemia. Asimismo, las retribuciones de los altos cargos est¨¢n en la parte media-baja de la distribuci¨®n de los ministerios. Por ¨²ltimo, se han ido desdibujando los cuerpos superiores de funcionarios especializados en sanidad desde las transferencias auton¨®micas de 2002. Todo esto a pesar de que es necesario contar con funcionarios altamente especializados y motivados para dar apoyo t¨¦cnico de forma estable a los niveles pol¨ªticos.
En conclusi¨®n, el Ministerio de Sanidad sufre de problemas organizativos estructurales que repercuten negativamente en nuestras pol¨ªticas p¨²blicas de salud y asistencia sanitaria. Es el momento de poner remedio a esta situaci¨®n ya que, para garantizar la solvencia de nuestro Sistema Nacional de Salud, es necesario contar con un Ministerio de Salud potente y dotar a sus responsables estatales de las herramientas imprescindibles.
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