Cipri Quintas: ¡°Es m¨¢s tonta y m¨¢s lenta la cabeza que el coraz¨®n¡±
El empresario y escritor es un gur¨² del ¡®networking¡¯ al que consultan l¨ªderes, empresarios y gente de diversos ¨¢mbitos para que les asesore y aconseje en el manejo de un mundo de redes
Para ser un maestro del networking, Cipri Quintas (Madrid, 57 a?os) ten¨ªa mucho ganado. Hab¨ªa montado m¨¢s de treinta discotecas. ?Qu¨¦ mejor red que esa para conectar gente? Pero la tecnolog¨ªa le ha abierto otra dimensi¨®n. En su tel¨¦fono m¨®vil prima este mensaje: ten¨¦is que conoceros. Y as¨ª, adem¨¢s, se ha convertido en una especie de gur¨² capaz de reducir en uno los seis grados de separaci¨®n que priman entre las personas. Le piden consejos l¨ªderes, pol¨ªticos, empresarios, famosos, pero, sobre todo, amigos y gente que lo necesita. Sus obras El libro del networking y Sawubona llevan decenas de ediciones.
Pregunta. ?Qu¨¦ es eso del networking?
Respuesta. La primera vez que me dijeron que yo era un experto en networking tir¨¦ de Google para ver de qu¨¦ se trataba.
P. ?Eso es inocencia?
R. Es no saber ingl¨¦s. De tres palabras, se me quedaron dos. Y vi que era utilizar redes para unir personas.
P. O sea, algo antiguo.
R. Cierto. Yo creo que no hay relaciones personales y de trabajo, que hay relaciones, sin m¨¢s. Pero cre¨ª que a ese t¨¦rmino en ingl¨¦s hab¨ªa que a?adirle coraz¨®n. Networking con coraz¨®n, en el que no est¨¦s pendiente de qu¨¦ le puedes sacar a alguien, sino en qu¨¦ ayudarle.
P. Es que el t¨¦rmino en ingl¨¦s ya incluye la variable trabajo, es decir, inter¨¦s.
R. Pues yo le he dado la vuelta a eso. No lo considero un trabajo. Para m¨ª es lo mejor del mundo. Es una red de ayuda permanente, una manera de viajar sin moverte del sitio. Por tel¨¦fono, organizas encuentros entre gente que crees que se tiene que conocer y de comisi¨®n les pido una foto.
P. ?Para fomentar sinergias, por amistad, para que se acaben liando?
R. Yo he presentado a muchas parejas, s¨ª. Hay gente muy sola. Mi tel¨¦fono est¨¢ lleno de este mensaje: ten¨¦is que conoceros¡ Estamos en un mundo en que creemos que relacionarnos es disponer de un buen perfil en Instagram y eso es mentira.
P. ?Empez¨® en la hosteler¨ªa?
R. Empec¨¦ en el instituto. Un profesor me dijo que no avanzar¨ªa nunca porque estaba pendiente de todo el mundo. Me propuso, f¨ªjate qu¨¦ curioso, montar una empresa de agendas. Sin saber que en gran parte iba a dedicarme a eso. Al salir de la mili, trabaj¨¦ en una discoteca y mont¨¦ una. Transform¨¦ un cine en discoteca. No hab¨ªa dinero, lo llamamos Desguace, lo decoramos con coches viejos. Y empec¨¦ a ganar dinero sin darme cuenta. Abr¨ª locales, uno tras otro, hasta 34.
P. Ahora tiene restaurantes y empresas de marketing digital. ?Qu¨¦ resulta mejor para esas redes?
R. Es dura la hosteler¨ªa. Las discotecas, los restaurantes. Pero hay que hacer las cosas que te apasionan.
P. Pero¡, ?no me ir¨¢ a contar ahora que ha hecho las cosas por pasi¨®n y no por c¨¢lculo?
R. Nunca por c¨¢lculo. Yo me asoci¨¦ con personas que se encargaban de los n¨²meros, con la condici¨®n de no saber nada de eso. No abr¨ªa ni el ordenador porque se me olvidaban las claves. He hecho las cosas con intuici¨®n. El coraz¨®n tiene varias veces m¨¢s energ¨ªa que el cerebro. Es m¨¢s tonta y m¨¢s lenta la cabeza que el coraz¨®n. Lo que mueve el mundo es la pasi¨®n. La llave del mundo es la del coraz¨®n.
P. ?Pasi¨®n calculada¡?
R. ?Por qu¨¦? El coraz¨®n est¨¢ lleno de buenas intenciones, es el cerebro quien las detiene. No pronunciamos palabras que conquistan y hacen mejor el mundo. Nos las guardamos en el caj¨®n. Yo no me guardo ni una sola, ni un solo te quiero, ni un buen abrazo. En la antig¨¹edad era la prueba de que no llevabas cuchillos. Tampoco me olvido del juego. La vida es jugar. M¨¢s juego y menos miedo. M¨¢s afecto. Hay gente que no sabe cu¨¢ndo su mujer o su marido cumplen a?os, yo les pongo a hacer eso, para empezar. ?Y me pagan! Les digo: ?no os dais cuenta de lo rid¨ªculo que es que tenga que venir aqu¨ª a recordaros lo m¨ªnimo?
P. Pero eso, ?no son normas de educaci¨®n y no de relaci¨®n? ?Confundimos?
R. Es que no interesan. Por miedo. ?Qui¨¦n avanza m¨¢s? ?El que mira para atr¨¢s o avanza sin miedo? ?Pero si es muy sencillo! Tanto como mirar a la gente a los ojos.
P. De ah¨ª su libro, Sawubona, que quiere decir: te veo, en zul¨².
R. Eso, verse, tocarse. La inteligencia emocional es nuestra gran herramienta, no la inteligencia artificial, inventada porque no confiamos en el ser humano. Cuando alg¨²n miembro de las tribus que hacen ese saludo comete un error, los compa?eros se lo llevan para animarle record¨¢ndole todo lo bueno que ha hecho. Yo creo en la tribu, en los cuentos, en las historias alrededor de la hoguera. Eso fue la primera televisi¨®n: para divertir a los j¨®venes y tambi¨¦n ense?arles. Estamos construidos para colaborar. Si la construcci¨®n de lo que son los tuyos consiste en destruir al otro, no eres nadie.
P. ?Eso se lo dice a los empresarios que le llaman para que les d¨¦ consejos? ?Para reblandecerlos? ?Es rentable?
R. Mi tarea es recordarles que son ni?os. Decirles: recuerda que eres mortal. Es rentable, s¨ª. Que al final va a hacer m¨¢s negocios conociendo gente y relaj¨¢ndose que mandando. No puedes comprar a nadie. Ser vulnerable es maravilloso, quien no lo admite miente. Mira Superman, con la criptonita.
P. O mire El Quijote, un invento nuestro: el h¨¦roe m¨¢s vulnerable de la historia.
R. Cierto, te enamoras de ¨¦l por eso. Viv¨ªa su sue?o.
P. ?No podr¨ªa ser un elemento perfecto para crear conciencia de fragilidad en mundos de acero?
R. ?Claro! Es que la vulnerabilidad nos transmite fuerza. Una fuerza que yo encuentro en la oxitocina, que nos hace felices. Luego me dicen que soy buenista.
P. Eso del buenismo, ?ser¨¢ un palabro neoliberal inventado para que reine la jungla?
R. Pues, no s¨¦. Lo que me pregunto es: ?Qu¨¦ quieres que sea? ?Malista? ?Hijoputista?
P. Cu¨¦nteme algo malo suyo, para compensar.
R. Tengo miedo y a veces pienso mal de la gente. Y cada vez que pienso mal, me equivoco.
P. Eso no es tan malo, ?algo m¨¢s?
R. Pues que soy un caos, no tengo guion, mi cabeza va de lado a lado, soy muy disperso. Habr¨¦ hecho cosas mal, pero se llenan las presentaciones de mis libros. ?Y cobro diez euros! Me pueden a veces envidias, pero, sobre todo tengo un defecto muy malo: soy muy duro conmigo y me hago mucho da?o. Me he propuesto calmar mi ruido interior.
P. ?Eso va en contra de su felicidad?
R. Otra dependencia que tengo es sentirme querido. Pero a la vez, esa dependencia me hace muy feliz. Soy empresario y me equivoco mucho porque tomo muchas decisiones, pero pido perd¨®n. Creo que toda la vida hay que trabajar por una cosa: tener un buen entierro y que la gente te recuerde bien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.