Hombres que matan a los hijos para da?ar a la madre: de todos los estratos sociales y padres biol¨®gicos de los ni?os
En la mayor¨ªa de los 52 casos registrados oficialmente, las v¨ªctimas eran menores de 10 a?os. A partir de 2021, con un cambio legal, aument¨® exponencialmente la suspensi¨®n de las visitas a agresores por violencia machista
Es un t¨¦rmino relativamente reciente, pero el da?o es hist¨®rico. La violencia vicaria en violencia machista es la que usan los hombres para hacer da?o a sus parejas o exparejas a trav¨¦s de una tercera persona, sobre todo, de los hijos e hijas. En el ¨²ltimo escal¨®n, el asesinato. El caso m¨¢s reciente, a¨²n en investigaci¨®n, es el de dos ni?as de dos y cuatro a?os en una pedan¨ªa del municipio de G¨¦rgal (Almer¨ªa). ...
Es un t¨¦rmino relativamente reciente, pero el da?o es hist¨®rico. La violencia vicaria en violencia machista es la que usan los hombres para hacer da?o a sus parejas o exparejas a trav¨¦s de una tercera persona, sobre todo, de los hijos e hijas. En el ¨²ltimo escal¨®n, el asesinato. El caso m¨¢s reciente, a¨²n en investigaci¨®n, es el de dos ni?as de dos y cuatro a?os en una pedan¨ªa del municipio de G¨¦rgal (Almer¨ªa). Seg¨²n lo que se conoce hasta ahora, el padre las envenen¨® y luego se suicid¨®. Fue la madre quien las encontr¨® muertas. Exist¨ªa no solo una denuncia previa, sino una orden de alejamiento en vigor.
De confirmarse estos dos ¨²ltimos asesinatos, esas dos ni?as entrar¨¢n a formar parte de la estad¨ªstica de menores asesinados por violencia machista, ser¨¢n cuatro en lo que va de a?o, 54 desde que existen datos oficiales, en 2013. El peor a?o fue 2017, con ocho asesinatos, pero el promedio es de casi cinco por a?o, seg¨²n el balance del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de 2023 y con datos comparativos entre 2013 ¡ªcuando comenz¨® la estad¨ªstica oficial¡ªy 2022; aunque hay varios a?os en los que se registraron siete, y otros, como 2016, en los que se contabiliz¨® uno.
Como en este ¨²ltimo caso en Almer¨ªa, la mayor¨ªa de las v¨ªctimas son menores de 10 a?os (de promedio, la edad es de 6,8); el 47,9% fueron ni?as y el 52,1%, ni?os; y el 77,1% son de nacionalidad espa?ola. Dice Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la violencia de g¨¦nero y miembro del grupo de expertos de ese ¨®rgano, que la vicaria ¡°forma parte de la violencia machista con todas sus caracter¨ªsticas y no rompe con el contexto general¡±, es decir, que se da en todos los estratos socioculturales y econ¨®micos.
¡°Puede ser en uno m¨¢s bajo, como este de Almer¨ªa, pero tambi¨¦n como el de Tom¨¢s Gimeno, en Canarias, que asesin¨® a sus dos hijas en una situaci¨®n de integraci¨®n social total. Era una persona muy querida por su entorno, lo que rompe con esa imagen estereotipada de hombre alcoh¨®lico o drogodependiente o aislado¡±, lista Lorente, que insiste en que ¡°no hay un perfil de agresor espec¨ªfico, sino que depende de c¨®mo ¨¦l interpreta la relaci¨®n con la mujer, la idea de pertenencia y control¡± sobre ella y sobre aquellos que conforman su red.
Sin que exista ese perfil, s¨ª hay criterios m¨¢s comunes a estos asesinatos. Seg¨²n el informe del CGPJ, los asesinos son los padres biol¨®gicos en nueve de cada diez casos, y en el 10% restante los agresores son las parejas de sus madres; en ocho de cada 10 casos a¨²n exist¨ªa convivencia; el arma blanca (40%) y las asfixia (21%) son los m¨¦todos m¨¢s comunes para perpetrar los cr¨ªmenes; el promedio de edad est¨¢ en la serie hist¨®rica en los 41 a?os, y seis de cada 10 son espa?oles.
Como en este ¨²ltimo caso de Almer¨ªa, la mitad se suicid¨® tras cometer el asesinato; un 10% lo intent¨®; un 8% se entreg¨® y un 32% fueron detenidos. Solo en el 26,3% de los casos exist¨ªa denuncia previa. Algo com¨²n en esta violencia donde existe un amplio abanico de motivos por los que las mujeres no denuncian, sobre todo, por miedo por ellas o por sus hijos e hijas, por miedo a no ser cre¨ªdas, por verg¨¹enza, por falta de red de apoyo, y tambi¨¦n, a?ade Lorente, por la ¡°normalizaci¨®n de la violencia¡±.
Ellas perciben que ¡°son agresiones puntuales, no una situaci¨®n de violencia estructural, y adem¨¢s, en esa violencia te han hecho creer que parte de la responsabilidad de que suceda es tuya¡±, explica el experto. Seg¨²n la Macroencuesta contra la violencia de g¨¦nero de 2019, el 46,1% de las mujeres que hab¨ªan sufrido violencia de su pareja en ese momento y no hab¨ªan denunciado, no lo hab¨ªan hecho porque pensaron que tuvo ¡°muy poca importancia¡±, ¡°no era lo suficientemente grave¡±, ¡°no era necesario¡± o ¡°no lo consider¨® violencia¡±.
El fallo del sistema cuando existe denuncia
Sin denuncia, la intervenci¨®n de las autoridades es pr¨¢cticamente imposible, pero, ?qu¨¦ sucede cuando s¨ª hay denuncia? ?En qu¨¦ falla el sistema a esos ni?os y ni?as cuando existe esa alerta ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la Justicia? ?Y cuando, como en este caso, no solo hab¨ªa denuncia sino una orden de alejamiento en vigor?
El pasado noviembre, Sonia Vaccaro, la experta que acu?¨® el concepto de violencia machista en 2012, explicaba que aunque la Ley de protecci¨®n integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia ya modific¨® la normativa para que si los jueces ve¨ªan riesgo para los menores, pudieran suspender de forma cautelar la patria potestad, o las visitas y comunicaciones, o las custodias, esto sigue sucediendo porque ¡°la justicia y otras instituciones hacen que prevalezca su inter¨¦s considerando padres a estos hombres¡±, pero padre, dec¨ªa, ¡°es otra cosa¡±: ¡°Un hombre violento no es un buen padre, no lo es quien maltrata a la madre y est¨¢ dispuesto a usar a sus hijos para continuar ejerciendo el control y el poder. Sin embargo, la justicia respeta a estos hombres los mismos derechos que a quienes no son violentos¡±.
Seg¨²n datos del CGPJ que Vaccaro incluye en su ¨²ltimo libro ¡ªViolencia vicaria, un an¨¢lisis de 400 casos en Espa?a¡ª, hasta 2020, solo el 3,1% de los casos de violencia de g¨¦nero terminaron con la suspensi¨®n del r¨¦gimen de visitas a los padres que han maltratado a sus mujeres, y en el 5,2% los jueces dictaron la retirada de la guarda y custodia a los agresores como medida cautelar de protecci¨®n de los menores. ¡°La estad¨ªstica no se?ala en qu¨¦ porcentaje se anula o se suspende la patria potestad (lo cual parecer¨ªa indicar que casi no est¨¢ contemplado hacerlo)¡±, se lee en ese libro.
Despu¨¦s de la ley de 2021, recoge tambi¨¦n, esas cifras cambiaron. En 2022, el CGPJ se?al¨® que la suspensi¨®n de visitas al padre violento aumentaron el 329% en el segundo trimestre de 2022 respecto al mismo de 2021, seg¨²n el informe anual sobre violencia de g¨¦nero del Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero de ese organismo. En ese segundo trimestre (desde el 1 de abril hasta el 30 de junio de 2022), se adoptaron por los ¨®rganos judiciales 1.193 medidas consistentes en la suspensi¨®n del r¨¦gimen de visitas.
Protecci¨®n especial
Esa subida en las cifras, explica Flor de Torres, la fiscal delegada de Andaluc¨ªa para la violencia de g¨¦nero, tuvo que ver con la modificaci¨®n que se hizo en 2021 del art¨ªculo 544 ter de la Ley de enjuiciamiento criminal a trav¨¦s de la ley de protecci¨®n integral a la infancia y la adolescencia. Ese art¨ªculo dice que ¡°cuando existan menores o personas con discapacidad necesitadas de especial protecci¨®n que convivan con la v¨ªctima y dependan de ella, el juez deber¨¢ pronunciarse en todo caso, incluso de oficio, sobre la pertenencia de la adopci¨®n¡± de las medidas que estime oportunas.
Y tambi¨¦n que, ¡°cuando se dicte una orden de protecci¨®n con medidas de contenido penal y existieran indicios fundados de que los hijos e hijas menores de edad hubieran presenciado, sufrido o convivido con la violencia, la autoridad judicial, de oficio o a instancia de parte, suspender¨¢ el r¨¦gimen de visitas, estancia, relaci¨®n o comunicaci¨®n del inculpado respecto de los menores que dependan de ¨¦l¡±. Ese cambio legislativo, dice De Torres, ¡°rompi¨® los moldes¡±, pero hubo un ¡°pero¡±. La norma tambi¨¦n ¡°dej¨® abierta la posibilidad de que eso no ocurriera, de articular que en casos excepcionales pod¨ªan establecerse las visitas siempre que tuviera un inter¨¦s prioritario para el menor¡±.
Y esa ¡°coletilla de la norma¡±, a?ade De Torres, ¡°es lo que ha abierto otra vez la posibilidad de comunicaci¨®n entre padres e hijos e hijas. ¡°Y lo que deber¨ªa ser una excepci¨®n, puede volver a convertirse en regla, y es como volver casi al inicio, pese a que existe esa conciencia social sobre la violencia, y pese a que ya se ha legislado¡±.
Las leyes que protegen a los menores, en Espa?a, son ¡°magn¨ªficas¡±, dice la fiscal, que asegura que no es un problema de normativa: ¡°Los cambios legales est¨¢n hechos. El cambio que falta tiene que venir desde dentro, desde la perspectiva de g¨¦nero, que tiene que inundarnos a todos y cada uno de los profesionales que estemos tratando con violencia machista y con menores. Existiendo ese armaz¨®n de legislaci¨®n, en el que caben posibilidades de interpretaci¨®n, tenemos que ser consecuentes con esta realidad que es, primero, incuestionable, y segundo, que tenemos que abarcarla con nuestras propias decisiones formadas a partir de esa realidad incuestionable. El mayor acto de injusticia que podemos cometer hacia un menor, hacia una menor, es dar o dictar una resoluci¨®n sin perspectiva de g¨¦nero, y de infancia¡±.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.