?Puede haber justicia sin perspectiva de g¨¦nero? Las palabras del decano de Madrid azuzan el debate
Las declaraciones de Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso equiparando feminismo y machismo ante la ministra de Igualdad, que ha matizado en conversaci¨®n con este peri¨®dico, avivan la discusi¨®n sobre c¨®mo tratan los tribunales a hombres y mujeres
El Colegio de Abogados de Madrid, con m¨¢s de 75.000 colegiados, invit¨® el jueves a la ministra de Igualdad, Irene Montero, a dar una conferencia. Fue un acto en el que la ministra explic¨® las leyes en las que trabaja su gabinete, la importancia de aplicar la perspectiva de g¨¦nero en la justicia, y se someti¨® a preguntas. Casi en la despedida, el anfitri¨®n del acto ¨Cel decano, Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso¨C tom¨® la palabra y equipar¨® feminismo y machismo: ¡°No estoy de acuerdo contigo en que tengamos que tener una justicia feminista, como no estoy de acuerdo en que tengamos que tener una justicia machista, tenemos que tener una justicia independiente¡±.
M¨¢s all¨¢ de una equiparaci¨®n desafortunada que este viernes ha matizado en declaraciones a este peri¨®dico, Alonso reclam¨® una justicia ¡°que no se incline ni hacia un lado ni hacia el otro¡±. Esta idea remite a un temor que est¨¢ presente en una parte de la sociedad y tambi¨¦n en parte del colectivo de juristas, abogados y jueces: ?Existe un sesgo a favor de las mujeres cuando se aplica el feminismo a la justicia? ?Qu¨¦ significa exactamente aplicar esa visi¨®n a los casos judiciales? ?Hay resistencia a incluir ese punto de vista entre quienes trabajan en los tribunales? ?Puede haber justicia sin feminismo o perspectiva de g¨¦nero?
Las declaraciones del decano salieron en varios medios, pero lo que enfad¨® a algunos de sus asociados, que lo manifestaron ya antes de que se celebrara el acto, fue que el Colegio invitara a la ministra de Igualdad, seg¨²n confirma a este peri¨®dico el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso, experto en derecho procesal y arbitraje de 67 a?os. Les molest¨®, explica, que no sea abogada, aunque han ido otros responsables pol¨ªticos sin carrera jur¨ªdica a sus actos. No cre¨ªan que debiera ser invitada porque ¡°se considera que la ministra est¨¢ atacando a la judicatura y que el Colegio no deb¨ªa consentir eso¡±, a?ade. ¡°Por esta casa han pasado muchas personas¡±, se?ala el decano, ¡°pero nunca nadie en tres a?os ha provocado las reacciones que ha provocado la presencia de la ministra de Igualdad¡±, se?ala. Las cr¨ªticas por sus palabras, en las que equiparaba justicia machista y feminista, explica, llegaron desde la prensa, no por parte de los asociados. Alonso se ha disculpado por la comparaci¨®n y la matiza: ¡°Si feminismo implica la lucha por la igualdad, los primeros comprometidos con la lucha por la igualdad somos el Colegio de Abogados de Madrid¡°.
?Por qu¨¦ dijo esas palabras entonces? ¡°Como yo quise entender que la ministra estaba planteando que la justicia no manten¨ªa esa igualdad en detrimento de la mujer, intervine diciendo que no lo compart¨ªa¡±, explica al tel¨¦fono. Es cierto que la ministra considera que la justicia no se aplica siempre igual a hombres y a mujeres. Montero aludi¨® en varias ocasiones durante su discurso a la ¡°justicia feminista¡± y recrimin¨® que siga existiendo una ¡°justicia patriarcal¡± en la que ¡°los sistemas judiciales y los ordenamientos jur¨ªdicos siguen siendo ciegos, en muchas ocasiones, a la desigualdad estructural que existe entre hombres y mujeres en nuestra sociedad¡±.
El decano se?ala que ese tipo de t¨¦rminos ¡°se usan m¨¢s en clave pol¨ªtica que en clave jur¨ªdica, donde no hablamos de feminismo ni de patriarcado¡±. ¡°No quise en modo alguno decir que feminismo y machismo son dos t¨¦rminos comparables. Identifiqu¨¦ a las mujeres con feministas y a los hombres con machistas de forma equivocada¡±, prosigue. ¡°El papel del colegio es buscar una justicia que sea igual para todos, con independencia del sexo que se tenga¡±. En una nota del colegio tras la pol¨¦mica, se ahonda en este asunto: ¡°A la hora de resolver la controversia, los jueces han de estar sujetos ¨²nicamente a la ley y al derecho, alej¨¢ndose de cualquier visi¨®n pol¨ªtica, plenamente leg¨ªtima en la esfera particular¡±.
?Puede aplicarse la justicia solo sujetos a la ley y al derecho? El catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad Carlos III de Madrid, Francisco Javier ?lvarez, considera que no: ¡°Generalmente, se cree que la aplicaci¨®n del derecho significa aplicar concretamente una norma, una ley o un decreto, pero se ignora que detr¨¢s existe una cultura jur¨ªdica de siglos, que en este pa¨ªs ha sido una cultura en la que es el hombre o la perspectiva masculina la que se usa como paradigma¡±, se?ala al tel¨¦fono. ¡°No hay justicia si no hay justicia feminista¡±, seg¨²n ?lvarez. ¡°Y eso supone quitarnos el ropaje que nos ha estado alimentando los ¨²ltimos 3.000 a?os. Durante siglos, las normas y leyes que rigen las sociedades han estado elaboradas por hombres¡±, ahonda.
Un ejemplo. Hasta 1963 rigi¨® un art¨ªculo del C¨®digo Penal vigente entonces (el de 1944) que recog¨ªa el uxoricidio. Esto es, que el marido que sorprendiera a su mujer con otro hombre ¡°en adulterio¡± y matara o hiriera gravemente a ambos era castigado con destierro, no con c¨¢rcel. Si las agresiones eran leves quedaba exento de pena. Lo mismo se aplicaba al padre que agrediera o matara a su hija menor de 23 a?os sorprendida con un amante, mientras viviera en la casa paterna. Tanto ?lvarez como Mar¨ªa Luisa Cuerda Arnau, catedr¨¢tica de Penal de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, recuerdan ese art¨ªculo, que ambos estudiaron en la facultad, como ejemplo esclarecedor. ¡°No es posible pensar que toda esa cultura desaparece de un plumazo porque un art¨ªculo de la Constituci¨®n dice que somos iguales ante la ley. Eso es una estupidez¡±, se?ala ?lvarez.
El Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero, que el grueso del Congreso acaba de ratificar, insiste en la formaci¨®n espec¨ªfica en perspectiva de g¨¦nero de jueces, fiscales y abogados de todas las jurisdicciones, no solo la penal, para incluir esa perspectiva en sus planteamientos y resoluciones. Es un asunto que se?alan distintos tratados internacionales y que tanto la ministra de Igualdad como la de Justicia, Pilar Llop, consideran una tarea fundamental.
Francisco Javier ?lvarez cree que los recelos ante la aplicaci¨®n de una justicia sin perspectiva de g¨¦nero, el miedo a que sea un asunto politizado que acaba castigando m¨¢s a los hombres, est¨¢n muy extendidos: ¡°Existe una resistencia fort¨ªsima, de primer nivel. La pelea acaba de empezar¡±. Maria Luisa Cuerda Arnau rechaza que sea as¨ª: ¡°No es algo que represente la generalidad del mundo jur¨ªdico, pero s¨ª es idea extendida entre la ciudadan¨ªa, y la veo en algunos de mis estudiantes de derecho: piensan que hablar de justicia con perspectiva de g¨¦nero equivale a una justicia que privilegia a la mujer en detrimento del hombre¡±.
¡°?Cerr¨® usted las piernas?¡±
Quiz¨¢ el caso m¨¢s emblem¨¢tico y que ha sacudido con m¨¢s fuerza el debate social y jur¨ªdico fue el de La Manada. La primera sentencia del caso, en abril de 2018, conden¨® a sus cinco integrantes por abuso continuado tras agredir a una joven dentro de un portal en la noche de Sanfermines de 2016 en Pamplona. Aquella sentencia inicial consider¨® que no hab¨ªa ni violencia ni intimidaci¨®n. Uno de los jueces incluso vio un ¡°jolgorio¡± en lo que el Tribunal Supremo acabar¨ªa calificando como violaci¨®n m¨²ltiple con una condena de 15 a?os.
Hay ejemplos m¨¢s o menos pol¨¦micos que han ido saltando a los medios de comunicaci¨®n. En 1989, un tribunal conden¨® a un empresario a pagar 40.000 pesetas de multa por ¡°abusos deshonestos no violentos¡± contra una trabajadora, de 16 a?os, a la que manose¨® el pecho y los gl¨²teos. Ha trascendido hasta nuestros d¨ªas como el caso de la minifalda. El tribunal consider¨® que la minifalda que vest¨ªa la empleada provoc¨® al empresario. Lo curioso del asunto, se supo d¨ªas despu¨¦s, es que la joven iba en pantalones.
De aquel caso han pasado m¨¢s de 30 a?os. Pero fue ya en este siglo, en 2016, cuando una jueza pregunt¨® a una mujer que hab¨ªa denunciado a su pareja por agresi¨®n sexual: ¡°?Cerr¨® bien las piernas? ?Cerr¨® toda la parte de los ¨®rganos femeninos?¡±. La Comisi¨®n Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) archiv¨® en 2017 el expediente que ten¨ªa abierto sobre este caso. Aquella pregunta (¡±?Cerr¨® usted las piernas?¡±) acab¨® convertida en el t¨ªtulo de un ensayo sobre la cultura de la violaci¨®n de las periodistas Rosa M¨¢rquez y Marta Jaenes.
Con todos estos ejemplos, Mar¨ªa Luisa Cuerda incide en que la justicia con perspectiva de g¨¦nero ¡°debe tomar conciencia de que la mujer hist¨®ricamente ha sido un sujeto en situaci¨®n de desigualdad¡± aunque defiende que se trata de casos cada vez m¨¢s excepcionales. La inclusi¨®n de la perspectiva de g¨¦nero ¡°va avanzando en el mundo de la justicia al mismo ritmo que en el resto de subsistemas sociales¡±. Cuerda se?ala c¨®mo ha vivido en primera l¨ªnea en los ¨²ltimos 15 a?os ¨Dlleva casi tres d¨¦cadas de trabajo en una audiencia provincial adem¨¢s de estar en la Academia¨D el cambio respecto a las mujeres que acuden como testigos tras denunciar una violaci¨®n: ¡°Antes les tocaba entrar con el agresor, ahora van con caminos separados y no se ven. Ella va acompa?ada de un psic¨®logo y los jueces reaccionan ante la m¨ªnima pregunta que pueda ser ofensiva para ellas. Todo va cambiando¡±.
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