La Euroc¨¢mara reclama que el derecho al aborto ¡°seguro y legal¡± se consagre como derecho fundamental de la UE
La resoluci¨®n no vinculante, la segunda de este tipo en menos de dos a?os, se produce tras la decisi¨®n de Francia de blindar ese derecho en su Constituci¨®n, aunque es dif¨ªcil que los Veintisiete den su visto bueno a esta iniciativa
La Euroc¨¢mara ha aprobado este jueves una resoluci¨®n en la que se pide consagrar el derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. La iniciativa, que insta adem¨¢s a los Estados miembros a despenalizar completamente la interrupci¨®n voluntaria del embarazo y a eliminar y combatir los obst¨¢culos a la misma, ha sido aprobada por 336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones durante la pen¨²ltima sesi¨®n plenaria del Parlamento Europeo antes de su disoluci¨®n de cara a las elecciones europeas de junio.
La resoluci¨®n reclama enmendar el Art¨ªculo 3 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE para declarar que ¡°toda persona tiene derecho a la autonom¨ªa f¨ªsica y a un acceso libre, informado, pleno y universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, as¨ª como a todos los servicios sanitarios conexos, incluido el acceso a un aborto seguro y legal, sin discriminaci¨®n¡±.
La iniciativa de los eurodiputados, inspirada en la decisi¨®n de Francia el pasado marzo de consagrar en su Constituci¨®n el derecho al aborto, no es vinculante. Tampoco es la primera de este tipo: ya hubo una resoluci¨®n similar hace menos de dos a?os, despu¨¦s de la preocupaci¨®n que suscit¨® en toda Europa y buena parte del resto del mundo el rev¨¦s del Tribunal Supremo de Estados Unidos al revocar el caso Roe contra Wade, que dio en 1973 rango federal a la libertad de las mujeres de interrumpir el embarazo, origen tambi¨¦n del gesto constitucional franc¨¦s.
Adem¨¢s, es extremadamente dif¨ªcil que esta nueva resoluci¨®n logre su objetivo, puesto que para cambiar la Carta se necesitar¨ªa la aprobaci¨®n un¨¢nime de los Veintisiete, y el aborto es una materia en la que sigue habiendo una fuerte divisi¨®n. En Malta ¡ªpa¨ªs de origen de la presidenta de la Euroc¨¢mara, Roberta Metsola¡ª, el aborto sigue siendo ilegal salvo, desde el a?o pasado, en el caso de que la vida de la madre est¨¦ en peligro. Y la marcha atr¨¢s en las estrictas leyes aprobadas por el anterior gobierno ultra de Polonia est¨¢n provocando una profunda divisi¨®n en la alianza liderada por el actual primer ministro polaco, el conservador Donald Tusk. Este mismo jueves, en Varsovia, se debaten cuatro propuestas sobre estas leyes que se votar¨¢n ma?ana viernes.
Por todo ello, sin embargo, se trata de una resoluci¨®n altamente simb¨®lica. M¨¢s a¨²n ante el pronosticado refuerzo de la extrema derecha en el pr¨®ximo hemiciclo, que hace temer una nueva legislatura donde la lucha por los derechos de las mujeres tengan menos eco que en esta, en la que se han conseguido avances importantes: en 2023, la Comisi¨®n Europea ratific¨® el Convenio de Estambul y, el pasado febrero, se aprob¨® la primera gran ley europea contra la violencia machista, pese aunque todav¨ªa hay una sensaci¨®n de tareas pendientes (las eurodiputadas que impulsaron esa normativa no lograron su mayor reto: que los Estados aceptaran la definici¨®n de la violaci¨®n basada en el consentimiento).
En su nueva resoluci¨®n, los eurodiputados tambi¨¦n piden espec¨ªficamente a las autoridades polacas y maltesas que deroguen sus leyes sobre el aborto y otras medidas que lo proh¨ªban y restrinjan. Asimismo, condenan la negativa de los m¨¦dicos en algunos Estados miembros a practicar abortos, en algunos casos por instituciones m¨¦dicas enteras, sobre la base de una cl¨¢usula de conciencia, y lamentan que esta cl¨¢usula se utilice a menudo en situaciones en las que cualquier retraso pone en peligro la vida o la salud del paciente.
¡°Celebramos que el Parlamento se pronuncie una vez m¨¢s a favor de las mujeres y la autonom¨ªa sobre sus cuerpos¡±, ha declarado la eurodiputada Mar¨ªa Eugenia Rodr¨ªguez Palop (Sumar). ¡°Denegar el acceso a un aborto seguro constituye una violaci¨®n a los derechos fundamentales contemplados en la Carta como la dignidad humana, la salud o la igualdad. Est¨¢ demostrado que la criminalizaci¨®n y denegaci¨®n del acceso al aborto, adem¨¢s de no servir para nada, supone una forma de violencia de g¨¦nero. Por todo ello, no dejaremos de pedir que se blinde como un derecho para todas¡±, ha indicado la jurista y ponente en la sombra de la resoluci¨®n.
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