Meloni quiere que las asociaciones antiaborto de Italia entren en las cl¨ªnicas
El gobierno de ultraderecha aprueba financiar con dinero de la Uni¨®n Europea esta medida, que busca presionar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo

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Giorgia Meloni, primera ministra de Italia y l¨ªder del ultraderechista Hermanos de Italia, prometi¨® decenas de veces en campa?a electoral que no modificar¨ªa la ley del aborto. Y esa parte del compromiso podr¨ªa decirse que la ha cumplido. La estrategia, sin embargo, es socavar ese derecho regulado en la ley 194, aprobada en 1974, a trav¨¦s de distintas iniciativas. Primero fueron las trabas para acceder a la p¨ªldora abortiva, luego las propuestas para que las embarazadas deban escuchar el latido del feto o contemplen una ecograf¨ªa antes de tomar una decisi¨®n definitiva. Y ahora, su gobierno acaba de aprobar un paquete de enmiendas para la recepci¨®n de los fondos europeos pospandemia en la C¨¢mara de Diputados que incluyen la posibilidad de que las llamadas asociaciones provida ¨Des decir, antiaborto¨D puedan entrar en las cl¨ªnicas donde las mujeres van a informarse o a poner fin a un embarazo.
Meloni, adem¨¢s, quiere usar los fondos europeos destinados a la recuperaci¨®n pospandemia para financiar el papel de estas asociaciones durante este proceso. Italia es el principal receptor europeo de ese dinero y ahora el gobierno, que est¨¢ teniendo dificultades en garantizar que no se cometen fraudes en los proyectos que reciben esas subvenciones, pretende usar una parte para su lucha soterrada contra el aborto. El texto de la enmienda, desvelado en Quotidiano Sanit¨¤, garantiza a las regiones la posibilidad de utilizar los fondos pospandemia dedicados a la salud para organizar servicios en los centros de consulta que pueden beneficiarse ¡°sin nuevos o mayores cargos para las finanzas p¨²blicas¡±, adem¨¢s de los ya previstos, ¡°tambi¨¦n involucrando a sujetos del tercer sector que tengan una experiencia calificada en el apoyo a la maternidad¡±.
La medida fue aprobada en la C¨¢mara de Diputados, cuyo presidente, Lorenzo Fontana (La Liga), es un antiabortista declarado. El plan, sin embargo, todav¨ªa debe pasar el tr¨¢mite del Senado, donde la mayor¨ªa de gobierno de la derecha tambi¨¦n tiene el apoyo suficiente, es tan agresiva que incuso ha pillado algo fuera de juego a los propios protagonistas: las asociaciones antiaborto. Antes de la votaci¨®n, Jacopo Coghe, portavoz de Pro Vita, la mayor organizaci¨®n antiaborto de Italia, dijo a los medios italianos que el grupo no ten¨ªa intenci¨®n de ingresar a las cl¨ªnicas de consulta sobre aborto. Sin embargo, afirm¨® que las cl¨ªnicas deber¨ªan ¡°volver a su funci¨®n original de ayudar a las mujeres a encontrar alternativas concretas al aborto¡±. Coghe se?al¨® que la principal ¡°esfera de acci¨®n¡± de Pro Vita era ¡°la concienciaci¨®n p¨²blica y la influencia pol¨ªtica con campa?as nacionales¡±. El grupo est¨¢ detr¨¢s de campa?as pol¨¦micas contra el aborto, incluida una en 2018 que etiquetaba al aborto como ¡°la principal causa de feminicidio¡±.
Las tasas de acceso al aborto en Italia est¨¢n entre las m¨¢s bajas a nivel mundial, seg¨²n datos del Instituto Superior de Salud, la objeci¨®n de conciencia est¨¢ garantizada por ley ¨Dtiene una media de 63% en toda Italia, seg¨²n datos de 2021 del Instituto de la Salud¨D y en algunas regiones no se encuentran m¨¦dicos no objetores en las instalaciones p¨²blicas, como muestra el mapa de Laiga (asociaci¨®n de voluntariado que opera en apoyo a la libertad de elecci¨®n de recurrir al aborto). Sucede especialmente en lugares gobernados por Hermanos de Italia, como la regi¨®n de Las Marcas, convertida en un laboratorio de sus pol¨ªticas sociales. En esta regi¨®n, el acceso a la p¨ªldora abortiva est¨¢ m¨¢s restringido que en el resto.
El portavoz del PD en el Senado, Francesco Boccia, critic¨® la medida. ¡°Como siempre hace, casi a escondidas, presentando enmiendas al decreto del PNRR [las ayudas pospandemia], la derecha intenta dar otro golpe a la libertad de las mujeres en materia de reproducci¨®n y aborto¡±. ¡°La enmienda presentada establece que las regiones puedan involucrar en los consultorios a asociaciones antiabortistas. En lugar de garantizar a las mujeres servicios, empleo y estabilidad econ¨®mica, el gobierno elige atacar la libertad de elecci¨®n y debilitar, con la introducci¨®n de figuras pertenecientes a asociaciones sin competencias espec¨ªficas, lugares fundamentales para la salud de las mujeres¡±, insisti¨®.
Meloni instaur¨® a su llegada al Palacio Chigi, hace ya 19 meses, un ministerio de Familia al que a?adi¨® la coletilla ¡°y natalidad¡±. La decisi¨®n no fue casual y al frente coloc¨® a Eugenia Rocella, una ferviente antiabortista hija, parad¨®jicamente, de uno de los fundadores del Partido Radical (que construy¨® su ideario en torno al derecho al aborto). Rocella es una enemiga declarada del testamento vital, de la fecundaci¨®n in vitro con donaci¨®n de ¨®vulos, de la p¨ªldora abortiva Ru-486, de las familias homosexuales, de los derechos LGTBI, de la ley del divorcio expr¨¦s o de la eutanasia.
Rocella, hoy exponente del ala integrista cat¨®lica de las asociaciones antiabortistas, afronta todas estas cuestiones con la fiebre del converso. En los a?os setenta fue una gran feminista del movimiento de liberaci¨®n de la mujer y firm¨® un panfleto a favor del aborto. Pero en los ochenta se distanci¨® de aquello y asegur¨® que llevaba ¡°a la destrucci¨®n del individuo¡±.
La derecha y las propias asociaciones esgrimen que la ley 194 ya preve¨ªa en su art¨ªculo 2 la participaci¨®n de las asociaciones, ONG y voluntariado en dichos procesos. Sin embargo, la norma se refer¨ªa a ¡°la colaboraci¨®n voluntaria de formaciones sociales de base adecuadas y de asociaciones de voluntariado, que tambi¨¦n pueden ayudar en casos de maternidad dif¨ªcil despu¨¦s del nacimiento¡±. La secretaria general del PD, Elly Schlien, anunci¨® que su partido se opondr¨¢ frontalmente a esta medida. ¡°Estamos presenciando un fuerte ataque a la libertad de las mujeres para elegir sobre sus propios cuerpos. Lo esper¨¢bamos de esta derecha que, donde quiera que gobierne, intenta socavar la implementaci¨®n de la ley 194 y restringir el derecho de las mujeres que buscan acceder a una interrupci¨®n voluntaria del embarazo¡±.
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