Las trabas persistentes para abortar en Alemania: tres d¨ªas de reflexi¨®n y la b¨²squeda de un m¨¦dico dispuesto a practicarlo

El positivo en un test de embarazo, lejos de ser una gran noticia, puede convertirse en una pesadilla para muchas mujeres en Alemania. La imagen que se tiene en el extranjero de un pa¨ªs moderno y progresista en muchos ¨¢mbitos, contrasta con el estigma y los problemas a los que se enfrentan a¨²n a d¨ªa de hoy numerosas mujeres que desean abortar. ¡°S¨ª, a nosotros tambi¨¦n nos sorprende que sea as¨ª. Y miramos con un poco de envidia a pa¨ªses como Espa?a y Francia. Tampoco entendemos por qu¨¦ aqu¨ª sigue siendo as¨ª¡±, reconoce Claudia Hohmann, directora del centro de asesoramiento Pro Familia en Fr¨¢ncfort.

Acudir a un centro como el suyo es el primer paso que tienen que dar las mujeres que deseen abortar siempre y cuando est¨¦n dentro de las 12 primeras semanas desde la concepci¨®n. Es una de las condiciones que marca el art¨ªculo 218a del C¨®digo Penal alem¨¢n, junto con ¡°tres d¨ªas de reflexi¨®n¡±, para que ni las mujeres ni los m¨¦dicos sean procesados, ya que el aborto sigue siendo ilegal en Alemania.

¡°Muchas mujeres no est¨¢n especialmente contentas de tener que hacer este asesoramiento obligatorio¡±, explica la pedagoga sexual. ¡°Algunas ya saben c¨®mo va todo y lo ¨²nico que necesitan es el certificado¡±, agrega sobre un encuentro en el que siempre se obtiene ese documento.

El prop¨®sito es informar sobre las opciones de ayuda que existen para poder llevar a t¨¦rmino el embarazo. ¡°El asesoramiento debe ser abierto, no instruirla ni tratarla con condescendencia¡±, declara un portavoz del Centro Federal de Educaci¨®n Sanitaria del Ministerio de Sanidad alem¨¢n. Esto significa que no se les aconseja en ninguna direcci¨®n, al menos en los centros legalmente reconocidos por el Estado. ¡°La mayor¨ªa hacen un buen trabajo, pero aun as¨ª algunas perciben esa condescendencia y a menudo tienen la sensaci¨®n de que tienen que justificar por qu¨¦ quieren interrumpir el embarazo y se sienten juzgadas¡±, indica por su parte la doctora Alicia Baier, presidenta de la asociaci¨®n Doctors for Choice Germany.

A esto se suman las protestas. El centro Pro Familia de Fr¨¢ncfort es uno de los que m¨¢s sufre a estos grupos antiabortistas que se a¨²nan bajo la organizaci¨®n internacional 40 d¨ªas por la vida, que convoca protestas en oto?o y primavera habitualmente en pa¨ªses de todo el mundo.

¡°Desde 2017 tenemos estas protestas regularmente dos veces al a?o. Durante estos ¡®40 d¨ªas por la vida¡¯, tenemos a un grupo frente a la puerta, que canta, reza y muestra carteles a las mujeres que vienen al centro¡±, critica Hohmann. Para evitar esta presi¨®n, el Gobierno alem¨¢n ha presentado un borrador de ley en el Parlamento para prohibir estos actos en un radio de 100 metros de la entrada de los centros de asesoramiento o de las cl¨ªnicas donde se realizan abortos; una normativa parecida a la espa?ola, que se plante¨® por el mismo motivo, y que est¨¢ en vigor desde 2022, cuando se modific¨® el C¨®digo Penal para castigar con prisi¨®n de tres meses a un a?o o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 d¨ªas a quienes intenten obstaculizar el derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo.

La objeci¨®n de los profesionales

En Alemania, con ese certificado en la mano tras pasar por esas cl¨ªnicas de asesoramiento, aparece un nuevo problema: encontrar un m¨¦dico. Las protestas y el miedo a aparecer en p¨¢ginas de antiabortistas o al qu¨¦ dir¨¢n hace que muchos ginec¨®logos se lo piensen dos veces antes de ofrecer este servicio o, si lo hacen, prefieran no indicarlo en su web. ¡°Es mucho m¨¢s f¨¢cil no hacer un aborto que hacerlo¡±, resume Baier.

¡°Mientras en Berl¨ªn la atenci¨®n es muy buena, en algunas regiones como Baviera es muy deficiente y a menudo solo hay un m¨¦dico en una regi¨®n muy grande¡±, comenta sobre un hecho que recoge tambi¨¦n un estudio cient¨ªfico realizado por el proyecto ELSA, que muestra que hay ¡°una mayor disponibilidad de proveedores de abortos en los Estados del norte y del este que en los del oeste y del sur de Alemania¡±.

Adem¨¢s, el problema es que no aprendieron a hacer abortos durante su formaci¨®n, algo que tambi¨¦n quiere cambiar el Gobierno y hacer obligatorio aprender a realizar esa pr¨¢ctica en los estudios de Medicina. Como explica Baier, apenas se trata el tema del aborto durante la carrera y se hace solo sobre los aspectos jur¨ªdicos y ¨¦ticos.

Doctors for Choice Germany organiza talleres con papayas para ense?ar a los futuros m¨¦dicos c¨®mo realizarlos y poner el foco en este d¨¦ficit de profesionales cualificados. Los alumnos aprenden los fundamentos m¨¦dicos del aborto bajo la direcci¨®n de ginec¨®logos expertos. Realizan una aspiraci¨®n al vac¨ªo de las semillas en una papaya, que es una de las dos formas m¨¢s comunes de aborto. ¡°Estos papaya workshop son m¨¢s bien un incentivo para que la gente se interese por el tema¡±, reconoce Baier.

En su opini¨®n, el problema est¨¢ en los hospitales en donde los estudiantes tienen que realizar su formaci¨®n continua. En muchos de ellos no se realizan, por lo que los ginec¨®logos terminan su formaci¨®n sin haber visto ni un solo aborto.

Desde Doctors for Choice Germany tambi¨¦n han ayudado a desarrollar el primer proyecto de telemedicina en Alemania con tres entrevistas por v¨ªdeo para pode realizar una interrupci¨®n voluntaria del embarazo farmacol¨®gica (con pastillas): una preliminar para ver si se cumplen las condiciones previas al env¨ªo de la medicaci¨®n, una segunda para la toma de la primera medicaci¨®n, y luego otra vez despu¨¦s, si es necesario. Este sistema lo copiaron de Inglaterra, donde es muy habitual, y ayuda especialmente a regiones como Baviera, de donde proceden muchas de las consultas.

¡°Nos sentimos un poco horrorizadas cuando o¨ªmos estas llamadas de mujeres desesperadas buscando ayuda, cuando nos dicen cu¨¢nto tiempo llevan buscando un m¨¦dico, a cu¨¢ntas consultas han llamado y su miedo de no poder abortar a tiempo¡±, agrega sobre los obst¨¢culos de las mujeres. A los que se suma en ¨²ltima instancia el precio, que oscila entre los 350 y los 600 euros en Alemania.

La embarazada debe hacer frente al pago a no ser que tenga unos ingresos muy bajos, que el embarazo haya sido consecuencia de una violaci¨®n o que suponga un riesgo grave para la vida o la salud de la mujer. Si se legalizara el aborto, este coste caer¨ªa autom¨¢ticamente en la aseguradora.

Pero el aborto no es el ¨²nico ¨¢mbito donde Alemania parece ir con retraso respecto a otros pa¨ªses. El matrimonio entre personas del mismo sexo no se aprob¨® hasta 2017 ¡ªde hecho, el art¨ªculo 175 del C¨®digo Penal alem¨¢n que penalizaba las relaciones homosexuales no se derog¨® hasta 1994¡ª, y los seguros m¨¦dicos hasta hace poco exig¨ªan estar casados para cubrir los costes de tratamientos de fertilidad.

¡°Seguimos oyendo que la gente en el extranjero piensa que Alemania es muy liberal y mucha gente se asombra de que aqu¨ª tengamos leyes sobre el aborto tan retr¨®gradas y mucho m¨¢s restrictivas en comparaci¨®n con muchos pa¨ªses europeos¡±, apunta Baier, que cree que ¡°Alemania sigue estando atrasada en muchos ¨¢mbitos del derecho de familia o en numerosas cuestiones feministas¡±.

En un pa¨ªs con una tasa de interrupciones del embarazo relativamente estable de entre 5,6 y 5,9 abortos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 49 a?os desde 2012, cada vez m¨¢s voces defienden legalizarlo. La semana pasada, una comisi¨®n de expertos creada a petici¨®n del Gobierno alem¨¢n recomend¨® descriminalizar el aborto, que desde hace m¨¢s de 150 a?os figura en la secci¨®n ¡°Delitos contra la vida¡±, en la que tambi¨¦n se enumeran el asesinato y el homicidio.

La catedr¨¢tica de Derecho Frauke Brosius-Gersdorf, una de las coordinadoras del grupo de expertos, explica que el problema de que siga siendo ilegal se debe a dos sentencias del Tribunal Constitucional alem¨¢n, de 1975 y 1993, en las que se declar¨® que el ¡°aborto es en principio ilegal durante todo el embarazo¡± y las excepciones solo se aplican si hay una indicaci¨®n como que corra peligro la vida de la madre o si es fruto de un delito sexual.

Si bien la mayor¨ªa de los alemanes est¨¢ a favor del aborto, hay resistencias que provienen de la relaci¨®n con cuestiones fundamentales de la protecci¨®n prenatal de la vida del no nacido y el derecho de la mujer a la autodeterminaci¨®n. ¡°No es f¨¢cil encontrar un equilibrio justo entre estas cuestiones. Todo el mundo tiene una opini¨®n al respecto, que a menudo depende de valores individuales y actitudes b¨¢sicas¡±, apunta la experta.

¡°Alemania necesita un debate objetivo y no polarizador sobre la cuesti¨®n general¡±, reflexiona por su parte Liane W?rner, catedr¨¢tica de Derecho y miembro tambi¨¦n del comit¨¦. ¡°La protecci¨®n de la vida es muy importante en este debate y desempe?a un papel principal e importante en Alemania. Pero no justifica ignorar los derechos humanos y reproductivos de las mujeres, ni tampoco restringirlos indebidamente¡±.