De los implantes de pelo al ¡°todo incluido¡±: el arriesgado negocio de la cirug¨ªa est¨¦tica barata en Turqu¨ªa
Junto a hospitales de categor¨ªa internacional, la feroz competencia y la presi¨®n de los clientes por obtener precios cada vez m¨¢s bajos ha hecho que proliferen instalaciones sin licencia donde aumenta la peligrosidad
En una reciente serie de v¨ªdeos, algunos con hasta 16 millones de visualizaciones, una popular tiktoker estadounidense especializada en salud y belleza viaja a Turqu¨ªa para someterse a una serie de chequeos en un hospital privado de primera calidad. Explica, fascinada, lo buena que es la atenci¨®n, la avanzada tecnolog¨ªa, la rapidez. Todo en un ambiente no solo limp¨ªsimo e higienizado sino agradable ¨Dm¨¢s parecido a un hotel que a un hospital¨D, mientras puede disfrutar de los encantos de Estambul. Y por un precio mucho m¨¢s bajo que lo que costar¨ªa en la sanidad privada de su pa¨ªs y de muchos otros. Todo lo que cuenta es verdad. Pero no es toda la verdad.
Turqu¨ªa se est¨¢ convirtiendo en una potencia del turismo sanitario. El a?o pasado, 1,5 millones de extranjeros acudieron al pa¨ªs euroasi¨¢tico para realizarse ex¨¢menes m¨¦dicos, someterse a tratamientos o ponerse bajo el bistur¨ª de un cirujano, dejando unos ingresos superiores a los 2.000 millones de euros, seg¨²n el Ministerio de Comercio. Ese n¨²mero de turistas sanitarios es el doble que hace tan solo cinco a?os. ¡°La locomotora fueron los implantes capilares, primero atrayendo clientes de los pa¨ªses ¨¢rabes y luego del resto de Europa, EE UU, Canad¨¢. Al ver la calidad de los resultados y el buen precio, el inter¨¦s se extendi¨® a otras cirug¨ªas¡±, explica el doctor Servet Terziler, presidente de la Asociaci¨®n de Turismo M¨¦dico.
La colombiana Daniela L¨®pez trabaja como comercial y asesora m¨¦dica entre Turqu¨ªa y Espa?a desde hace seis a?os, ahora en colaboraci¨®n con uno de los mayores hospitales privados de Estambul: ¡°Turqu¨ªa ha vivido un bum en los ¨²ltimos a?os. En el hospital con el que trabajo recibimos pacientes de 100 pa¨ªses diferentes. Por ejemplo, de ?frica vienen mucho a tratamientos de fecundaci¨®n in vitro. Los hispanos a operaciones bari¨¢tricas [de adelgazamiento], pl¨¢sticas e injertos capilares¡±. Otras nacionalidades llegan al pa¨ªs euroasi¨¢tico en busca de cirug¨ªas oculares y tratamientos dentales.
Los centros m¨¦dicos como en el que trabaja L¨®pez tienen su sede en grandes edificios de acero y cristal; de formas angulosas, redondeadas, atrevidas. Interiores di¨¢fanos, de colores agradables. Hay recepcionistas, azafatas, traductoras ¨Dson casi siempre mujeres¨D cada pocos metros. Parecen cualquier cosa menos un hospital: est¨¢n dise?ados para no dar miedo, para alejar el pensamiento de carnes abiertas, sangre, v¨ªsceras... Alguno incluso tiene un piano de cola en el hall, y un pianista que lo toca a determinadas horas del d¨ªa.
El hospital donde ocurri¨® la ¨²ltima muerte de una ciudadana espa?ola tras someterse a ¡°varias cirug¨ªas a la vez¡± ¨Da principios de este mes¨D tiene, por fuera, m¨¢s aspecto de hospital. De hecho, durante 40 a?os ha sido uno de los principales centros m¨¦dicos privados del barrio estambul¨ª en el que se encuentra; ahora sus tratamientos se dirigen m¨¢s hacia el turista sanitario. En el recibidor, dos j¨®venes ¨Daltas, pieles estiradas, narices perfectamente rectas, rostro de cat¨¢logo¨D charlan tranquilamente; los pacientes, bastantes extranjeros, entran y salen. Baja una encargada y avisa a este diario de que la direcci¨®n no va a hacer declaraciones: ¡°Todas las informaciones requeridas se han enviado a las autoridades¡±. Se ha abierto una investigaci¨®n judicial por homicidio imprudente y otra de la Direcci¨®n Provincial de Sanidad. Las instalaciones del hospital siguen funcionando con normalidad.
El Ministerio de Exteriores de Espa?a ha rechazado ofrecer datos estad¨ªsticos a EL PA?S, pero, en abril del a?o pasado, inform¨® de que ¡°en los ¨²ltimos meses, al menos cuatro ciudadanos espa?oles han fallecido como consecuencia de someterse a intervenciones quir¨²rgicas de tipo cosm¨¦tico en Turqu¨ªa, y un n¨²mero parecido est¨¢n sufriendo graves secuelas¡±. El Reino Unido tambi¨¦n ha registrado al menos siete muertes en Turqu¨ªa desde 2019, especialmente debido al llamado Lifting brasile?o de gl¨²teos (BBL o aumento de gl¨²teos por lipotransferencia), seg¨²n la prensa brit¨¢nica. Y el encargado de una funeraria internacional que opera en Estambul asegura a este diario que, en 2023, su empresa repatri¨® 15 cad¨¢veres de extranjeros muertos tras operaciones est¨¦ticas: ¡°Sobre todo por liposucciones 360? o por varias intervenciones a la vez¡±.
No se sabe qu¨¦ sue?os de belleza llevaron a la ¨²ltima v¨ªctima, de 42 a?os y residente en Madrid, a emprender un viaje a Estambul con final fat¨ªdico. Probablemente todo comenz¨® con una story de Instagram. O un post de Facebook.
Una r¨¢pida b¨²squeda en internet desde Espa?a sobre procedimientos quir¨²rgicos en Turqu¨ªa arroja una gran cantidad de anuncios pagados por empresas del pa¨ªs que se publicitan en castellano prometiendo un servicio ¡°todo incluido¡±. ¡°Si est¨¢ luchando contra el sobrepeso, ?prep¨¢rese para abrir las puertas a una vida sana! Estamos a su servicio con paquetes completos de hospitalizaci¨®n y todo incluido de los mejores m¨¦dicos y hospitales de Turqu¨ªa¡±. ¡°Pelo por menos de 2.000€¡±. ¡°Perm¨ªtanos proporcionarle informaci¨®n sobre la rinoplastia en Turqu¨ªa¡±.
¡°Un paciente busca alg¨²n tipo de operaci¨®n en Google y luego, por las cookies, le sale publicidad en Instagram o Facebook sobre cirug¨ªas en Turqu¨ªa. Si rellena el formulario que le ofrecen, la empresa que recibe los datos se los da a varias cl¨ªnicas, y ¨¦stas se los pasan a sus vendedores¡±, explica un espa?ol que trabaj¨® un tiempo como comercial: ¡°A m¨ª me llegaba un correo electr¨®nico con el nombre, la nacionalidad, la ubicaci¨®n, el idioma, el tel¨¦fono y otros datos y yo ten¨ªa que llamar a esa persona y comerle la cabeza para venderle la operaci¨®n. Hay mucha competencia y el vendedor tiene que ser muy r¨¢pido para cerrar la venta y que no la haga otra cl¨ªnica¡±.
Otra comercial, en activo, confirma esta forma de ventas, aunque asegura que tambi¨¦n funciona mucho ¡°el boca a oreja¡± entre clientes satisfechos, as¨ª como las oficinas de representaci¨®n que las grandes cadenas privadas est¨¢n abriendo en el extranjero. De hecho, el Gobierno turco ha subvencionado profusamente al sector, particularmente con ayudas a la promoci¨®n exterior.
El apoyo estatal, la constante devaluaci¨®n de la lira turca, los bajos salarios y las econom¨ªas de escala por el elevado n¨²mero de intervenciones que se realizan, hace que las cl¨ªnicas turcas ¨Dincluso las de m¨¢s alto nivel¨D puedan ofrecer operaciones a precios mucho m¨¢s baratos que en el resto de Europa o Estados Unidos. Cirug¨ªa bari¨¢trica por 3.000 euros, cuando en Espa?a supera los 10.000; una combinaci¨®n de liposucci¨®n en abdomen, cintura y espalda m¨¢s abdominoplastia y aumento de gl¨²teos por lipotransferencia por menos de 5.000 en Turqu¨ªa, la mitad que en otros pa¨ªses. El paquete incluye ex¨¢menes m¨¦dicos preoperatorios, control postoperatorio, varias noches de hotel, transporte desde el aeropuerto y el acompa?amiento de un traductor.
Los espa?oles, a por lo m¨¢s barato
Pero son tantas las empresas sanitarias que han visto en el sector la gallina de los huevos de oro que la competencia es feroz. Para ejercer, es necesaria una licencia del Ministerio de Sanidad turco y, en todo el pa¨ªs, unos 850 hospitales y cl¨ªnicas y m¨¢s de 2.500 consultas de m¨¦dicos est¨¢n acreditados para tratar a pacientes extranjeros. La lista es p¨²blica. Varias decenas de estos centros turcos, adem¨¢s, han recibido acreditaci¨®n de instituciones de EE UU y la UE que vigilan los est¨¢ndares m¨¦dicos. Pero tambi¨¦n hay cl¨ªnicas que operan sin licencia, seg¨²n han explicado varias fuentes consultadas por este diario, y ofrecen precios a¨²n m¨¢s baratos. ¡°En los hospitales de calidad, de nivel A, el ¨¦xito de las operaciones es cercano al 100%¡±, explica el cirujano Servet R¨¹st¨¹ Karahan: ¡°El problema es con aquellos que quieren ganar dinero r¨¢pido, que pr¨¢cticamente llevan al paciente del aeropuerto a la sala de operaciones y al tercer d¨ªa lo env¨ªan de vuelta a su pa¨ªs, cuando, por ejemplo, en las cirug¨ªas bari¨¢tricas es necesario mantener al paciente bajo observaci¨®n cinco o seis d¨ªas¡±.
La presidenta de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (SECPRE), Isabel de Benito, reconoce que Turqu¨ªa ¡°est¨¢ a la vanguardia de la cirug¨ªa est¨¦tica¡±, aunque alerta contra estos ¡°servicios de bajo coste, donde no est¨¢n estos cirujanos de extraordinario nivel¡±, informa Pablo Linde. ¡°Y el bajo coste en cirug¨ªa nunca es una buena idea, porque siempre repercute en eliminar servicios que dan seguridad al paciente¡±, avisa.
¡°La cuesti¨®n es que muchos pacientes espa?oles solo se fijan en el precio, van a lo m¨¢s barato. Me piden que les rebaje lo que le ofrezco porque en otro lado se lo hacen por menos dinero¡±, confiesa una comercial: ¡°Yo he visto de todo, bueno y malo. Algunas cl¨ªnicas buscan abaratar los costes con material de peor calidad. Se trabaja a destajo y con menos personal del que se requiere para algunas t¨¦cnicas quir¨²rgicas. Algunos cirujanos hacen hasta cuatro pacientes por d¨ªa¡±.
Como ya ocurri¨® con los injertos capilares, la competencia de la cirug¨ªa est¨¦tica de bajo coste de Turqu¨ªa ha llevado a que en Espa?a tambi¨¦n caigan los precios y, a la vez, se extiendan los servicios low cost. En ellos, a veces operan m¨¦dicos que no tienen la especialidad de cirug¨ªa pl¨¢stica, que cobran menos a cambio de lo que llaman ¡°hacer manos¡±: ir aprendiendo sobre la marcha en las intervenciones. La Secpre calcula que 9 de cada 10 m¨¦dicos que practican cirug¨ªas est¨¦ticas en Espa?a no tienen la especialidad oficial de cirug¨ªa pl¨¢stica, que se obtiene tras completar el correspondiente MIR, como sucede con cualquier otra. Esto es legal, ya que todos los licenciados en Medicina y Cirug¨ªa puedan operar de cualquier cosa.
Los riesgos de toda operaci¨®n
El abogado Cihan Topcu lleva algunos casos de espa?oles y latinoamericanos que se han querellado por los malos resultados de sus cirug¨ªas en Turqu¨ªa. ¡°Desafortunadamente, se observa que algunos centros no cumplen con las reglas establecidas por el Estado para el turismo sanitario, y por ello pueden causar da?o a los pacientes o no ofrecer los resultados que prometen. Normalmente ocurre con personas que est¨¢n obsesionadas con su imagen, de lo que se aprovechan quienes les venden las operaciones. Y suelen ser personas de bajos ingresos que van a lo m¨¢s barato. Luego es muy dif¨ªcil denunciar a estos centros m¨¦dicos porque no hay ni contrato ni informes del paciente¡±. La comercial Daniela L¨®pez lamenta la mala imagen que est¨¢n dando a su sector los centros que act¨²an con mala praxis, pero recuerda la importancia de que quienes acuden a operarse a Turqu¨ªa se asesoren bien sobre las acreditaciones del hospital y el doctor y desconf¨ªen de ofertas excesivamente baratas: ¡°Tienes que sopesar si quieres pagar el precio o pagar con tu salud, es as¨ª de simple¡±.
En su p¨¢gina web de recomendaciones de viaje para Turqu¨ªa, el Ministerio de Exteriores espa?ol pide a quienes se desplacen all¨¢ para una operaci¨®n que ¡°analicen cuidadosamente¡± el centro al que se dirigen ya que ¡°el nivel de las instalaciones hospitalarias y de los tratamientos var¨ªa de manera muy relevante dentro del propio pa¨ªs¡±. Los resultados de las operaciones de bajo coste en Turqu¨ªa constituyen ¡°un problema de salud p¨²blica¡±, en palabras de De Benito, ya que los afectados que vuelven a Espa?a con problemas ¡°acaban recurriendo a las urgencias del Sistema Nacional de Salud¡±.
El doctor Terziler defiende que, pese a la alarma que despiertan las muertes de ciudadanos en cl¨ªnicas de est¨¦tica del extranjero, la mortalidad en Turqu¨ªa es baja y, teniendo en cuenta el elevado n¨²mero de cirug¨ªas que se realizan, est¨¢ ¡°dentro de las ratios mundialmente aceptadas en toda operaci¨®n quir¨²rgica¡±. Seg¨²n un estudio publicado en 2020 por el bolet¨ªn de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Pl¨¢sticos, la tasa de mortalidad de una abdominoplastia es de 1 cada 13.000 intervenciones, en el aumento de gl¨²teos se sit¨²a en 1 por cada 20.000 y en las liposucciones en 1 cada 38.000.
En toda cirug¨ªa ¨Dincluidas las no est¨¦ticas¨D hay cosas que pueden salir mal, incluso aunque el equipo m¨¦dico siga las pautas correctamente. De ah¨ª la importancia de los an¨¢lisis preoperatorios, porque en algunos casos los pacientes llegan con patolog¨ªas que desconocen o incluso ocultan por miedo a que les aumenten el precio. ¡°En hospitales buenos con los que he trabajado han cancelado operaciones tras estos an¨¢lisis. En un caso porque a una paciente le descubrieron arritmias y le dijeron que, si la sedaban, pod¨ªa morir. En otro caso fue porque el paciente dio positivo en covid y en otro porque ocult¨® que ten¨ªa VIH¡±, relata Yamal Gasea, traductor espa?ol que trabaja en Turqu¨ªa.
Tras varios mensajes a su oficina y sus asistentes, el cirujano responsable de la operaci¨®n en la que falleci¨® la ciudadana espa?ola a principios de mes accede a hablar con EL PA?S a cambio de no citar su nombre. Afirma estar muy apesadumbrado: ¡°He hecho miles de operaciones en los ¨²ltimos 10 a?os y es la primera vez que ocurre algo as¨ª¡±. Asegura que se hicieron todos los an¨¢lisis preceptivos y no se hall¨® ninguna contraindicaci¨®n; que no se produjeron complicaciones durante la operaci¨®n y que se tomaron las medidas necesarias tras la intervenci¨®n, incluido el suministro de medicinas anticoagulantes y el uso de prendas antivarices, mientras era mantenida en observaci¨®n. El doctor cree que el fallecimiento se produjo por una embolia pulmonar, aunque todav¨ªa espera los resultados del informe forense: ¡°A la paciente se le inform¨® en su lengua de todos los riesgos antes de empezar la operaci¨®n y ella firm¨® [el consentimiento informado]. Por desgracia, es algo que puede ocurrir en todo el mundo, aunque sea en una de cada 10.000 operaciones¡±.
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