Las muertes por eutanasia siguen creciendo en Espa?a, pero no tanto como las solicitudes

La demanda de eutanasia en Espa?a sigue creciendo a medida que el derecho ¨Daprobado en 2021¨D se consolida: 766 personas solicitaron la prestaci¨®n en 2023, un 25% m¨¢s que en 2022. Las muertes por este procedimiento tambi¨¦n aumentaron, pero no al mismo ritmo: 334 personas se sometieron a ¨¦l, un 15% m¨¢s que el a?o anterior, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Ministerio de Sanidad, que ha publicado este jueves.

La diferencia entre las personas que la solicitan y las que la reciben se explica por cuatro factores. El principal es que un 25% de los solicitantes (190) falleci¨® antes de la resoluci¨®n. Tarda una media de 67 d¨ªas, cuando los plazos de la ley permitir¨ªan que fueran 35 si se hiciera todo el proceso de forma diligente. Aun as¨ª, ser¨ªa inevitable que algunas personas fallecieran antes de la aprobaci¨®n: la media de las muertes antes de la resoluci¨®n es de 30 d¨ªas.

El segundo factor para que m¨¢s de la mitad de las eutanasias solicitadas no se realice es el rechazo administrativo (en casi otro 25% de los casos, un total de 188). El proceso en Espa?a es muy garantista: la persona que lo requiere tiene que padecer un sufrimiento considerado ¡°intolerable¡± y sin cura. Una vez que lo comunica a su m¨¦dico, tienen que pasar al menos 15 d¨ªas para volver a ratificar su voluntad. Esta es estudiada por otro equipo m¨¦dico independiente y, finalmente, por una comisi¨®n de garant¨ªas de cada comunidad aut¨®noma, formada por juristas y sanitarios.

Las otras dos circunstancias para que el n¨²mero de eutanasias est¨¦ muy por debajo de las solicitudes son mucho m¨¢s minoritarias: un 4,3% (33 personas) solicitaron un aplazamiento y un 2,7% (21 pacientes) lo revocaron. La eutanasia es un derecho que solo puede ejercitar la persona que lo pide (no puede ser delegado a otra), y en cualquier momento del procedimiento puede arrepentirse.

Seg¨²n el informe de 2023, el perfil m¨¢s frecuente es el de una persona solicitante entre 70 y 79 a?os (28%), repartido casi a partes iguales entre hombres (50,7%) y mujeres (49,21%). Las enfermedades de base suelen ser la oncol¨®gica (35%) y la neurol¨®gica (35%). Si bien, la mayor¨ªa de ellas poseen capacidad de hecho al inicio de la solicitud (95%), un 15% estaban en riesgo inminente de perder esa capacidad.

Pr¨¢cticamente la mitad de las prestaciones se realizaron en centros hospitalarios (159); cerca del 92% de ellos, p¨²blicos. Casi la otra mitad se practicaron en el domicilio del paciente (147). El resto se hicieron en residencias (19) y centros no hospitalarios (9).

Distribuci¨®n territorial

Existe una gran varianza en funci¨®n de las comunidades, tanto en el n¨²mero de solicitudes como en el del porcentaje de ellas que acaba convirti¨¦ndose en una prestaci¨®n. En t¨¦rminos relativos (ajustados a poblaci¨®n), el Pa¨ªs Vasco es con diferencia la autonom¨ªa donde m¨¢s eutanasias se realizaron (2 por cada 100.000 habitantes), seguida de Navarra (1,5), Catalu?a (1,2), Canarias (1,1) y Baleares (1). Todas las dem¨¢s no llegan a una eutanasia por 100.000 habitantes. A la cola est¨¢n Castilla-La Mancha (0,4), Arag¨®n (0,3), Andaluc¨ªa (0,3) y Extremadura (0,1). La media en Espa?a es de 0,68.

En estos n¨²meros influye el n¨²mero de peticiones, pero tambi¨¦n el de admisiones. La asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente lleva a?os denunciando que las trabas burocr¨¢ticas en las autonom¨ªas menos favorables influyen en dos sentidos: se les aporta menos informaci¨®n a los pacientes para tomar la decisi¨®n, de forma que muchas veces la eutanasia no se contempla como opci¨®n y, una vez que se solicita, los plazos son largos y las inadmisiones frecuentes.

Del total que se solicitaron en 2023, en dos comunidades se realiz¨® el proceso en el 100% de los casos (Murcia y Extremadura), pero es estad¨ªsticamente poco significativo, ya que tan solo hubo dos peticiones en cada una. En el resto, contrasta un 82% de eutanasias sobre las solicitadas en Pa¨ªs Vasco con el 16% de Cantabria o el 12% de Arag¨®n. Las dem¨¢s comunidades se mueven entre el 27% de Asturias y el 56% de Andaluc¨ªa.

El peso de la eutanasia en la mortalidad sigue siendo ¨ªnfimo, pese a que ha crecido desde que se implant¨® el derecho. Ha pasado del 0,01% de los fallecimientos en 2021 (en el que la ley solo estuvo vigente medio a?o), al 0,06% en 2022 y al 0,07% en 2023.

En los pa¨ªses con este derecho m¨¢s asentado, como el caso de Pa¨ªses Bajos o Canad¨¢, este porcentaje se acerca al 5%. Los ¨²ltimos datos del pa¨ªs americano han sido publicados recientemente y muestran un crecimiento de las prestaciones del 15%. La pr¨¢ctica totalidad de las personas que recibieron la eutanasia (96%) ten¨ªan un pron¨®stico terminal, lo que supone que el proceso acort¨® probablemente unos meses de vida. El 4% restante eran personas con enfermedades incurables de larga duraci¨®n, seg¨²n informa la BBC.