El veto a comulgar que enfrenta a dos parejas homosexuales con el cura del pueblo y la Di¨®cesis de Segovia: ¡°No me quiero esconder para ir a misa¡±
Cuatro hombres denuncian que el p¨¢rroco de Torrecaballeros y Basardilla les impide participar en los ritos por su orientaci¨®n sexual
Este no es un invierno como Dios manda: la sierra de Segovia no tiene nieve, las cig¨¹e?as de fuera de la iglesia de Basardilla (Segovia, 170 habitantes) ya no emigran hasta San Blas y dentro de ella el cura no da la comuni¨®n a Mario Calvo y Jose L¨®pez. Este matrimonio homosexual lleva siete a?os participando en los ritos de la eucarist¨ªa, con lecturas y comulgando, pero un cura nuevo los ha vetado esgrimiendo el Derecho can¨®nico. Misma doctrina ¨Dy mismo p¨¢rroco ¨D en el cercano Torrecaballeros (1.200) contra el alcalde, Rub¨¦n Garc¨ªa de Andr¨¦s, y su pareja. Los afectados denuncian el veto, apoyados por la mayor¨ªa de vecinos, pero la Di¨®cesis de Segovia reafirma al cura argumentando un supuesto ¡°esc¨¢ndalo entre los fieles¡± y exigiendo para ¡°unas condiciones objetivas de moralidad¡± para comulgar. Los perjudicados rechazan ocultar su identidad: ¡°No me quiero esconder para ir a misa¡±.
Todo comenz¨® el d¨ªa de Reyes en Basardilla, explican Calvo y L¨®pez, de 29 y 41 a?os, frente al templo del agravio. Aquel d¨ªa ellos no acudieron al oficio, pero s¨ª lo hicieron a finales de 2024, en A?o Nuevo y en la v¨ªspera de Reyes. La diferencia frente a los ¨²ltimos meses, en un pueblo y comunidad religiosa donde todos conocen su homosexualidad, fue la compa?¨ªa: llevaron a sus dos hijos, reci¨¦n adoptados. El p¨¢rroco, denuncian, aprovech¨® su ausencia el d¨ªa 6 para hablar con la hermana y madre de Calvo, nacido en el municipio, para anunciarles la prohibici¨®n de participar activamente en las ceremonias. Nada de leer o comulgar. ¡°Creemos que la diferencia entre estos a?os y ahora es que hemos adoptado y hay gente que cree que no podemos tener ni?os al cargo¡±, expone L¨®pez, pues todo apunta a que un vecino se quej¨®. Y protesta por la situaci¨®n: ¡°Era homosexual y vivo homosexual antes y despu¨¦s de adoptar, no vengo para montar esc¨¢ndalos, no es algo pol¨ªtico: los gais no somos siempre de izquierdas y ateos¡±.
La pol¨¦mica ha provocado la reacci¨®n del PSOE, pues el alcalde pertenece a su partido, instando a la Di¨®cesis a revocar el veto. Todo lo contrario. El obispado ha respaldado al cura detallando que para comulgar ¡°se necesitan unas condiciones objetivas de moralidad¡± y la Iglesia puede impedirlo ¡°sobre todo si provoca esc¨¢ndalo entre los fieles¡±. ¡°En el cumplimiento de su ministerio y siguiendo la normativa de la Iglesia, [el cura] se ha visto obligado a negar la comuni¨®n a personas del mismo sexo que viven seg¨²n el modo matrimonial, lo cual puede ocurrir tambi¨¦n entre personas heterosexuales sin v¨ªnculo matrimonial¡±, se ha justificado la entidad en su ¨²nica respuesta para los afectados, que reclaman explicaciones firmes y cara a cara.
La decisi¨®n les ha hecho reflexionar sobre la moralidad y su aparente flexibilidad. ¡°Un heterosexual no tiene que decir lo que es¡±, explica Calvo, que se confirm¨® en el templo de donde ahora lo apartan. ¡°?Qui¨¦n podr¨ªa participar en la Iglesia si alguien revisa todos los requisitos que nos han puesto?¡±, pregunta. Su esposo, de pasado seminarista, destaca que esos denunciantes son siempre una ruidosa minor¨ªa, alentada por altavoces potentes y compinches aliados para airear esa postura ultraconservadora: ¡°Yo siempre he sido yo, tu libertad comienza donde acaba la m¨ªa¡±.
El veto contra Mario y Jose se difundi¨® por el pueblo y se aplic¨® tambi¨¦n en la localidad vecina de Torrecaballeros. El cura, al saber que Garc¨ªa de Andr¨¦s tambi¨¦n era gay, con muchos a?os en pareja, pero sin casarse, lo elev¨® a la Di¨®cesis, respondiendo esta que tampoco podr¨ªa comulgar. El regidor comunic¨® en redes sociales que hace dos a?os le retiraron el servicio de apoyo en la Di¨®cesis como celebrador de la Palabra, pues la Iglesia permite que laicos asistan en zonas sin sacerdotes. Primero le alegaron ¡°motivos pol¨ªticos¡±, luego admitieron que le pusieron la cruz por su orientaci¨®n sexual.
Torrecaballeros y Basardilla se han volcado con los afectados, pues el pasado domingo los debates del verm¨² de ambos n¨²cleos fueron monotem¨¢ticos: mucha gente se qued¨® de pie en todo el oficio para apoyar a las dos parejas. Ra¨²l Pe?a, portavoz de la asociaci¨®n de cristianos LGTBIQ+ Crismhom, lamenta que ¡°la respuesta de la Di¨®cesis responde a una din¨¢mica interna muy vigente: promueven que se nos acoge, pero no cambia nada doctrinalmente. Hasta que no cambien las leyes ser¨¢n palabras vac¨ªas¡±. Desde Crismhom tambi¨¦n se aferran al dogma para defender el respeto hacia todos los fieles: ¡°Sobre la conciencia, solo Dios¡±.
El respaldo vecinal a las dos parejas se percibe en las calles de ambas localidades. En Torrecaballeros, Angelines de Lucas, de 82 a?os, est¨¢ disgustada: ¡°El alcalde es una bella persona, siempre dispuesto a ayudar. El domingo algunos no entramos en misa para apoyarlo¡±. ?ngel de Andr¨¦s, de 88, cree que ¡°el cura se ha pasado un poco¡± con las parejas gais; agrega que ¡°lo privado es solo cosa suya¡± y pide paz: ¡°Habr¨¢ que perdonarse unos a otros, no se puede vivir con rencor¡±. En el Ayuntamiento, un cartel reza ¡°Stop Homofobia. Si te insultan, si te agreden, ?No te calles!¡±.
En Basardilla tambi¨¦n respalda a Jose y Mario, saludado este con un ¡°?Qu¨¦ pasa, valiente!¡±, dicho por un chaval tambi¨¦n molesto por el trato que han recibido sus vecinos. In¨¦s Burguillo, de 69 a?os y atea, se asoma al portal y carga contra quienes est¨¢n m¨¢s pendientes del pr¨®jimo que de sus miserias: ¡°Los que se quejan tienen hijos gais y cuando vienen con sus novios dicen que son solo amigos¡±. Burguillo recuerda la soledad que sinti¨® cuando en 1988 se divorci¨® de su marido ¨D¡°Un maltratador horroroso¡±¨D y el vecindario la aisl¨®. ¡°Los que m¨¢s comulgan son los peores, se meten en todo menos en lo suyo, las personas tienen que ser libres para estar con quien quieran y si les han dado la adopci¨®n ser¨¢ por algo¡±, sentencia. Despu¨¦s saluda a Mario.
¨D ?Mario!
¨D ?Hola, In¨¦s!
¨D ?Ya me he enterado!
¨D ?Se ha enterado todo Dios!
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