Trabajar de lo que estudiaste sin salir del pueblo
No solo de ganaderos y de agricultores vive la Espa?a de ciudades medias y pueblos. En el mundo de la alimentaci¨®n, procesos como la I+D, los an¨¢lisis de los cultivos o la asepsia de m¨¢quinas y entornos de trabajo permiten a muchos vivir d¨®nde y c¨®mo quieren tras terminar los estudios y, a la localidad, obtener empleo y riqueza
Luc¨ªa Pascual (Falces, Navarra, 55 a?os) estudi¨® Farmacia, pero el mercado laboral, las oportunidades y las becas le abrieron las puertas al mundo del caf¨¦. ¡°Ya llevo m¨¢s de 27 a?os en el sector¡±, reconoce la responsable de Calidad, I+D y Sistemas de Gesti¨®n del Tostadero de Mocay. ¡°Fundamentalmente, lo que hacemos es tostar y encontrar el mejor caf¨¦. Vigilamos que todo sea perfecto desde que el grano llega de los pa¨ªses tropicales a las aduanas¡±, explica sobre su d¨ªa a d¨ªa.
Pascual ejerce su profesi¨®n en la planta que Mocay tiene en Tajonar, una localidad navarra de 353 habitantes. La tostadora de caf¨¦ Mocay da empleo a 26 personas y produce al d¨ªa alrededor de 12.000 kilos de caf¨¦ tostado y al a?o alcanza los 3 millones de kilos y 15 millones de monodosis de caf¨¦. Desde all¨ª se consiguen dos cosas. Por un lado, encargarse de uno de los escalones menos conocidos del proceso de elaboraci¨®n de un producto alimentario, como es cuidar de la limpieza de las maquinarias o el an¨¢lisis de la tierra de cultivo, algo fundamental para que esos productos lleguen en el estado ¨®ptimo a los hogares. Por otro, aporta ventajas sobre el propio territorio, pues permite a trabajadores y profesionales que no son ni agricultores ni ganaderos asentarse en ciudades medias o en zonas rurales, fijar poblaci¨®n y mantener la econom¨ªa rural a flote.
La cuesti¨®n no es balad¨ª. En el caso de Luc¨ªa Pascual, por ejemplo, puede ejercer una pata fundamental de cualquier trabajo, la de la I+D, directamente desde un peque?o pueblo, sin necesidad de sentirse realizada en una gran ciudad. De hecho, una de las funciones que m¨¢s disfruta es crear nuevos sabores, y se siente especialmente orgullosa por haber ideado junto a su equipo un caf¨¦ ecol¨®gico en 2018. Plasmaron el sabor sobre el papel, despu¨¦s hicieron una cata y, finalmente, pidieron la opini¨®n de expertos baristas. ¡°De entre todas las pruebas hab¨ªa una apuesta ganadora¡±, sostiene. Y todo, desde una peque?a localidad de la merindad de Sang¨¹esa. Gracias al giro de guion que dio su vida profesional, Luc¨ªa Pascual tambi¨¦n obtuvo logros en la personal, ya que ha podido quedarse a vivir en Pamplona. Desde que empez¨® a estudiar, vive ah¨ª cinco d¨ªas a la semana, pero el finde se va a su pueblo. ¡°Estoy a 30 minutos¡±, calcula.
La asepsia como fin
Una historia similar a la de Luc¨ªa Pascual es la de David P¨¦rez (Barakaldo, Bizkaia, 45 a?os), un inform¨¢tico que ha terminado dedicado a la asepsia en la planta de Grupo Pascual en Aranda de Duero (Burgos), ¡°A los 12 a?os me vine a vivir aqu¨ª, fue donde hice la Formaci¨®n Profesional y donde empec¨¦ a trabajar para ayudar en casa¡±, se?ala. Hace 24 a?os que trabaja en Grupo Pascual y entr¨® por casualidad, porque hac¨ªa falta una persona en el laboratorio de cisternas. Se encargaba de controlar la calidad de la leche que, procedente de las explotaciones, llega en los camiones cisterna hacia los tanques de la f¨¢brica de Pascual. ¡°Es un trabajo un poco m¨¢s rudo, pero se me han ido abriendo puertas hasta llegar donde estoy¡±, apunta.
La empresa Pascual genera 900 empleos directos en Aranda de Duero, 2.000 empleos indirectos primarios (proveedores) y 1.200 empleos indirectos secundarios (es decir, proveedores de proveedores). En un proceso parecido al de Luc¨ªa Pascual, los estudios de Inform¨¢tica de P¨¦rez le sirvieron para quedarse en su localidad de residencia y le dieron la oportunidad de diferenciarse. Desde hace un a?o, se dedica a proteger la esterilidad de los alimentos y aplica sus conocimientos tecnol¨®gicos en un sistema de asepsia predictiva. Seg¨²n P¨¦rez, consiste en emplear la informaci¨®n extra¨ªda de la microbiolog¨ªa y los an¨¢lisis para poder anticiparse a cualquier futuro incidente. ¡°Creamos grupos de trabajo, trabajamos de forma preventiva y nos enfocamos en los procesos alimentarios que son susceptibles de mejorar¡±, enumera. Su labor va desde actualizar los est¨¢ndares de limpieza hasta implantar la ¡°cultura as¨¦ptica¡±. ¡°Validamos que la limpieza de las m¨¢quinas es la correcta. Sobre todo, porque tenemos una secci¨®n dentro de la empresa en la que se envasan productos que tienen al¨¦rgenos, como frutos secos o gluten, y garantizamos que, despu¨¦s de la limpieza, no queda ninguna traza¡±, resume.
El retorno al lugar de origen
Patricia Azofra (Burgos, 29 a?os) y David Ruiz (Burgos, 31 a?os) estudiaron distintas carreras relacionadas con el mundo rural y la comida, y gracias a ellas pueden vivir m¨¢s cerca de sus familias. Azofra hizo Ciencia y Tecnolog¨ªa de los Alimentos y consigui¨® una beca de la Junta de Castilla y Le¨®n enfocada en investigaci¨®n y desarrollo (I+D) que consist¨ªa en unas pr¨¢cticas en la f¨¢brica de Grupo Pascual en Aranda de Duero. Despu¨¦s de esos seis meses, pas¨® un a?o trabajando en Logro?o, pero volvi¨® a la empresa en 2019 y ha terminado como gestora de proyectos de I+D. ¡°En mi ¨¢rea se hacen los productos desde cero. Trabajamos trasversalmente¡±, describe. Por ejemplo, si hay un auge de bebidas vegetales, el Departamento de Marketing les pasa el estudio de mercado y Azofra se encarga de hacer ese producto realidad, homologando los ingredientes y ocup¨¢ndose del etiquetado para que cumplan legalmente todos los requisitos. ¡°Trabajamos mano a mano con f¨¢brica porque, una vez que hacemos el desarrollo en planta piloto, tenemos que pasarlo a la industria para comprobar que es reproducible¡±, explica.
Una de las ventajas de su trabajo es que, a pesar de que tiene que atravesar Aranda de Duero para ir de casa a trabajar, tarda 10 minutos en coche y 30 andando. ¡°Tienes todas las facilidades de las grandes ciudades. Al final cuentas con tiendas de ropa, discotecas, bares¡±, reflexiona. ¡°Es a peque?a escala, pero es c¨®modo para vivir¡±, resalta.
Para Ruiz, que estudi¨® Ingenier¨ªa Agr¨ªcola, su formaci¨®n le ha permitido volver a Burgos, la ciudad en la que naci¨®. Es responsable t¨¦cnico de Seguimiento de Cultivos en Grupo Pascual desde hace un a?o, pero se pas¨® los cinco anteriores en Zaragoza. ¡°Quer¨ªa estar con mi gente y me sali¨® esta oportunidad de volver a casa¡±, reconoce. Se dedica a conseguir, de la mano del agricultor, soja nacional ¡°de alta calidad¡±. Esto se traduce en un trabajo estacional; en invierno preparan la campa?a y analizan los resultados de ensayos anteriores, y en primavera asesoran al agricultor y visitan la parcela cada semana. ¡°La ¨¦poca de cosechas es de septiembre a noviembre, aunque este a?o se est¨¢ alargando por las lluvias¡±, desgrana. Paralelamente, hacen ensayos de I+D donde exploran, entre otras cosas, nuevas t¨¦cnicas de cultivos. En definitiva, su objetivo es ser lo m¨¢s eficiente posible con los recursos existentes, y ser responsables con el medio ambiente, como apunta Ruiz.
Pero lo m¨¢s curioso de la vida laboral de Ruiz es que estudi¨® solo con seis compa?eros. ¡°Creo que no ¨¦ramos muchos porque la carrera no es tan conocida como para elegirla si no te la han recomendado tus familiares o no te gusta el campo¡±. En el caso de Ruiz, desde ni?o ha disfrutado de admirar la naturaleza y hacer rutas por el monte. ¡°Mi abuela ten¨ªa una cosecha y siempre estaba trabajando en ella¡±, rememora sobre un h¨¢bito que ha conseguido convertir en profesi¨®n.