C¨®mo atender al placer cuando se padece psoriasis
Las placas en la zona genital pueden limitar las relaciones sexuales porque duelen y porque coh¨ªben al que las sufre. Los m¨¦dicos tratan de combatir el pudor del paciente y el suyo propio para que estas lesiones no se queden sin tratar
Picor es lo que se siente al practicar sexo, confiesan los que sufren psoriasis genital, un dolor constante, una molestia f¨ªsica y mental, porque hay unas placas rojizas que no deber¨ªan estar ah¨ª, unas descamaciones indeseadas, la piel se agrieta y duele, y hay que hidratarla. Hay que tratarla en realidad, pero eso ya es cosa de los m¨¦dicos. Pacientes como el leridano Jaume Aixala han sufrido lesiones en la zona genital, en periodos caprichosos, en brotes, como se manifiesta esta enfermedad inflamatoria inmunomediada (IMID). Las rojeces y las descamaciones pueden aparecer en todo el cuerpo, y el pene y los test¨ªculos tambi¨¦n son parte de ¨¦l.
Aixala, de 73 a?os, asegura que siempre ha gozado de una total comprensi¨®n por parte de su pareja, pero duele. ¡°Cuando quieres mantener relaciones sexuales se pasa mal, molesta¡±, afirma este t¨¦cnico electr¨®nico, que trabaj¨® tres d¨¦cadas en RTVE. Lleg¨® a tener psoriasis en el 85-90% del cuerpo. Hubo ¨¦pocas en las que estuvo de baja, ¡°no pod¨ªa ni sentarme, la piel se convert¨ªa en astillas, que se me clavaban y sangraba¡±, recuerda. Jubilado desde hace 11 a?os y retirado desde hace dos en el pueblo costero de Calafell (Tarragona), celebra que las lesiones hayan desaparecido gracias a los tratamientos. ¡°Hace cosa de un a?o tuve algo en la parte testicular, pero ya estoy bien¡±, a?ade.
Lo cuenta con naturalidad. Sea con naturalidad o no, lo mejor es contarlo. El pudor de los pacientes en consulta ¨Cy el pudor tambi¨¦n de los m¨¦dicos¨C provoca que existan casos sin tratar. No es tan f¨¢cil exteriorizarlo. Aixala lleva 40 a?os con la enfermedad, es veterano. Pero cuando aparece en la adolescencia, se?ala Mariano Ara, jefe de Dermatolog¨ªa del hospital Lozano Blesa (Zaragoza), la situaci¨®n se complica. ¡°Es una edad muy conflictiva y es cuando se da el pico de mayor incidencia de la psoriasis, cuando se manifiesta por primera vez¡±, cuenta.
Hay pacientes que en la primera o segunda visita tienden a decir que la zona genital no est¨¢ afectada para eludir la exploraci¨®n, relata el dermat¨®logo, fundamentado en 25 a?os de ejercicio de la profesi¨®n. Al paciente de psoriasis se le suele ver en ropa interior. ¡°La experiencia nos ha ense?ado que es obligatorio desnudarle¡±, afirma. A los hombres y a las mujeres, afecta a los dos sexos por igual. ¡°Las mujeres son m¨¢s reticentes a contarlo, les cuesta m¨¢s¡±, dice.
La zona sensible va por libre
Ara asegura que hasta hace cinco a?os las lesiones en la zona genital no se abordaban apenas en los congresos y en las reuniones entre especialistas. ¡°Nos preocupaba poco porque desconoc¨ªamos que afectara a tantos pacientes¡±, afirma. Hay quien est¨¢ muy bien de sus placas en el resto del cuerpo y en cambio el ¨¢rea genital est¨¢ afectada. No eran del todo conscientes. ¡°Puede estar blanqueado [sin lesiones en la piel] y tener una placa persistente en el prepucio o en la zona vulvar que resulte limitante. Al conocerlo podemos buscar un tratamiento que sea eficaz en esas localizaciones¡±, explica el dermat¨®logo. ¡°Les impide tener una vida sexual plena. Hay pacientes que lo han pasado muy mal. Los que empiezan con una pareja nueva o se inician en las relaciones sexuales pueden sentir rechazo¡±, alerta.
Por eso hay que contarlo y el m¨¦dico tiene que preguntar y explorar, crear un clima de confianza para que la dolencia se comparta, para prescribir un tratamiento que logre que esa descamaci¨®n desaparezca y con ella los problemas f¨ªsicos y mentales. ¡°Puede generar inestabilidad psicol¨®gica si no se trata¡±, describe. La lesi¨®n se apodera del paciente y este se inhibe y reh¨²ye las relaciones sexuales. Nadie quiere eso.
Aixala, que se encargaba de preparar las c¨¢maras de v¨ªdeo cuando trabajaba en la tele, colabora con la asociaci¨®n de pacientes Acci¨®n Psoriasis, donde se organizan mesas informativas para tratar todas las implicaciones de la enfermedad, tambi¨¦n la afectaci¨®n genital. ¡°Incluso iba con mi mujer. Ahora mi hija tambi¨¦n colabora con ellos¡±, cuenta este radioaficionado, que siempre tuvo grandes antenas y equipos potentes en casa para comunicarse a trav¨¦s de emisoras con otras partes del mundo.
La psoriasis no es contagiosa. Tampoco es hereditaria, pero s¨ª existe una predisposici¨®n gen¨¦tica a padecerla. Un tercio de los afectados cuenta con familiares directos que la han sufrido. Se manifiesta en brotes. Surge, no se la espera, no se explica. Cierto es que en los periodos de estr¨¦s, el riesgo aumenta. Un mill¨®n de residentes en Espa?a la padece, seg¨²n Acci¨®n Psoriasis.
Paciente tambi¨¦n de diabetes ¨Cun riesgo asociado a la psoriasis, como las enfermedades cardiovasculares o el sobrepeso¨C ha adquirido bastante confianza con su dermat¨®logo. Se lo encuentra en congresos y conferencias, por la calle. Reconoce que no ha tenido pudor en revelarle que ten¨ªa afectada la zona genital. ¡°Hay que decirlo para poder atajarlo. Por tu cuenta y riesgo es imposible solucionarlo¡±, recalca. Cuando le toca ir a una consulta, su dermat¨®logo le pregunta si nota dolor articular. Un 30% de los pacientes con placas blanquecinas o descamaciones en la piel desarrollan artritis psori¨¢sica. No se trata de alarmar, pero conviene estar alerta.
Dos enfermedades en una
Pilar del R¨ªo es la jefa de Reumatolog¨ªa del hospital Lozano Blesa. Trabaja con Ara, pasan consulta juntos una vez al mes desde hace 10 a?os. Ven a pacientes complejos. ¡°Hacemos una valoraci¨®n simult¨¢nea e integral¡±, cuenta. En el 70% de los casos aparece la psoriasis antes que la artritis psori¨¢sica, afirma Del R¨ªo. Esta comorbilidad, como se conoce a una enfermedad secundaria que deriva de otra ya existente, surge a los 8 o 9 a?os de media. ¡°Pero conviene rese?ar que la psoriasis y la artritis psori¨¢sica no se desarrollan de forma pareja¡±, explica la reumat¨®loga. El paciente puede tener afectadas las articulaciones gravemente y contar en cambio con una min¨²scula placa roja o una descamaci¨®n en un lugar oculto del cuero cabelludo que cuesta detectar.
Se han establecido factores de riesgo para vincular una enfermedad a la otra, pero no son infalibles. Ayuda a estar muy pendiente ¨Cel primer a?o es decisivo, el diagn¨®stico precoz resulta vital para que no se produzcan lesiones irreversibles, para que los tratamientos sean m¨¢s eficaces¨C. Cuando las u?as o el intergl¨²teo est¨¢n afectados, hay m¨¢s probabilidad de desarrollar artritis psori¨¢sica. ¡°No es el caso de la psoriasis genital¡±, afirma Del R¨ªo.
¡ª?La artritis psori¨¢sica tiene implicaciones en la esfera sexual?
¡ªS¨ª, cuando las caderas est¨¢n muy afectadas. Pero no es de lo m¨¢s frecuente.
Del R¨ªo insiste en la idea de Ara. ¡°Si el paciente no lo manifiesta hay que preguntarle. Tenemos que facilitarle las cosas, que no sienta verg¨¹enza. Ser conscientes de que la esfera sexual es una esfera m¨¢s¡±, concluye.
Aixala tiene una nueva pareja (su mujer falleci¨® hace dos a?os). Se trasladaron a Calafell a petici¨®n de ella, que siempre quiso vivir en la costa. ¡°El sol y el mar me vienen muy bien¡±, asegura, como complemento a los tratamientos. ¡°Mi f¨®rmula es tres cuartas partes del tiempo en el agua y una cuarta parte al sol¡±, establece. Le gusta el Mediterr¨¢neo, en especial el litoral que va desde Tarragona hasta Murcia, porque el agua es muy yodada, tiene mucha concentraci¨®n de sal, dice, y eso le va bien para la piel, ¡°me bajaban las lesiones entonces¡±, recuerda, sin olvidar. Son muchos a?os de conocimiento.