Grandes profesionales para los que tienen toda la vida por delante
En contadas ocasiones se puede acceder a un centro de referencia en pediatr¨ªa a nivel nacional para conocer de cerca a las personas que all¨ª trabajan. Recorremos las instalaciones del servicio de Cardiolog¨ªa, la UCI y la unidad de trasplantes pedi¨¢tricos del hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona para poner cara y voz a las personas que cuidan del coraz¨®n de los m¨¢s peque?os
El curr¨ªculum del hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona est¨¢ lleno de primeras veces. Ocasiones en las que este centro, el m¨¢s grande de Catalu?a, ha marcado hitos en la historia de la Medicina espa?ola. Muchos de ellos se han alcanzado en el ¨¢mbito de la pediatr¨ªa. Ah¨ª van algunos: en 1968 inaugur¨® la primera UCI pedi¨¢trica de Espa?a; en 1985 se llev¨® a cabo el primer trasplante de ri?¨®n pedi¨¢trico del pa¨ªs en uno de sus quir¨®fanos, y tres d¨¦cadas despu¨¦s sus profesionales batieron el r¨¦cord nacional al realizar seis trasplantes a menores en solo 24 horas.
Los logros del Vall d¡¯Hebron Barcelona Hospital Campus, como se conoce a este complejo hospitalario p¨²blico, han hecho que se convierta en un centro de referencia nacional para m¨²ltiples especialidades, entre ellas el Servicio de Cardiolog¨ªa Pedi¨¢trica, departamento que no ha parado de crecer. ¡°Nos llegan pacientes con sus familias de muchas partes de Espa?a buscando soluciones a enfermedades card¨ªacas muy complejas y graves¡±, explica Ferran Ros¨¦s, coordinador del servicio.
Este entusiasta cardi¨®logo reconoce que el ¨¦xito est¨¢ en la entrega y la experiencia de sus profesionales, pero tambi¨¦n de lo que ¨¦l denomina la triple A, a cuya aplicaci¨®n dirige sus esfuerzos: accesibilidad, agilidad y amabilidad. ¡°Resultar accesible a todo el mundo como centro p¨²blico, trabajar de manera ¨¢gil y, sobre todo, generar un ambiente amable¡±, enumera. Esta ¨²ltima, asegura, es una de las misiones que nunca deben olvidar los miembros de los equipos que lidera.
Pulsa el ¡®play¡¯ para visitar la Unidad de Cardiolog¨ªa Pedi¨¢trica del hospital Vall d¡¯Hebron de la mano de su equipo. Contin¨²a leyendo para descubrir sus historias personales
Este centro, explica Joan Balcells, responsable de la pionera UCI pedi¨¢trica, tambi¨¦n es una referencia para los profesionales del sector sanitario. ¡°Aqu¨ª se puede trabajar con medicina de vanguardia¡±, afirma. Balcells reconoce que es un lugar que engancha. Tanto Ros¨¦s como ¨¦l han desarrollado la mayor parte de su carrera en este centro. Al igual que Mar¨ªa Jos¨¦ Mu?oz, enfermera pedi¨¢trica de pr¨¢ctica avanzada (EPA), que ocupa un novedoso y esencial cargo, cada vez m¨¢s presente en los hospitales espa?oles, en la atenci¨®n a los ni?os, o que Ferran Gran, responsable de los trasplantes card¨ªacos desde hace tres lustros. Los mismos que lleva Rosana Moyano, psic¨®loga sanitaria, acompa?ando a los pacientes menores y a sus familias en el duro trago de superar cualquier dolencia card¨ªaca o a tener que vivir con ella.
Todos ellos est¨¢n acostumbrados a que les pregunten sobre su trabajo, pero no es habitual que se les ponga un micr¨®fono delante para que expliquen las cosas que viven m¨¢s all¨¢ de las paredes de su secci¨®n. Esta es la parte m¨¢s humana de estos profesionales.
Ferran Roses
Coordinador del Servicio de Cardiolog¨ªa Pedi¨¢trica
¡°Ya veo cosas muy duras en mi vida diaria. Cuando leo, intento que no tenga que ver con la realidad¡±
Ferran Ros¨¦s acaba de devolver el ritmo a una bailarina. No el de sus piernas, sino el de su coraz¨®n: ¡°Hemos intervenido a una joven con s¨ªndrome Wolff-Parkinson-White, un tipo de arritmia cong¨¦nita que le provocaba unas taquicardias que le dificultaban entrenar muchas horas al d¨ªa¡±, explica este especialista en electrofisiolog¨ªa, rama que se dedica al estudio y el tratamiento de las anormalidades que se producen en los impulsos el¨¦ctricos del coraz¨®n. En esta ocasi¨®n, explica, ha bastado con una peque?a ablaci¨®n (un corte que genera una cicatriz) en el tejido card¨ªaco de la bailarina para bloquear las se?ales el¨¦ctricas irregulares y brindarle la posibilidad de continuar con su carrera.
A Ros¨¦s, de 45 a?os y natural de Vic (Barcelona), le apasionan los retos y los encuentra a diario en la Servicio de Cardiolog¨ªa Pedi¨¢trica que coordina y en la que ha desempe?ado su carrera desde que empez¨® hace 15 a?os. ¡°Al ser centro de referencia, llegan pacientes con cardiopat¨ªas muy raras y, por tanto, muy complejas de resolver. Esas son las que m¨¢s me estimulan¡±, confiesa. Pero cuanto m¨¢s complejo, m¨¢s dif¨ªcil de resolver. A veces, las cosas no salen como espera. En esos momentos, expresa Ros¨¦s, todo el equipo vive momentos muy duros: ¡°[Estos casos] te dejan cicatrices que duran mucho tiempo, pero que a la vez te sirven para progresar al d¨ªa siguiente y logar nuestro objetivo: mejorar la vida de los ni?os¡±.
El deporte se ha convertido en una v¨ªa de escape para Ros¨¦s. Juega al tenis cuando hace buen tiempo, en invierno esqu¨ªa y durante todo el a?o corre. Pero lo que m¨¢s le gusta, adem¨¢s de pasar tiempo con su mujer, su hija y sus amigos, es leer, literatura de ciencia ficci¨®n, sobre todo. Le cuesta coger otra cosa que no sea de fantas¨ªa: ¡°Ya veo cosas muy duras en mi vida diaria, por lo que cuando leo, intento que no tengan que ver nada con la realidad¡±.
Mari?a Jose? Mun?oz
Enfermera de pr¨¢ctica avanzada (EPA) del Servicio de Cardiolog¨ªa Pedi¨¢trica
¡°Mi misi¨®n es normalizar la vida del ni?o y detectar precozmente cualquier se?al de alerta¡±
Los peque?os pacientes de cardiolog¨ªa reconocen en la voz de Mar¨ªa Jos¨¦ Mu?oz, dulce y sosegada, no solo a la enfermera que les asiste, sino tambi¨¦n a uno sus mayores apoyos durante el dif¨ªcil tiempo que pasan ingresados. Mu?oz, barcelonesa de 57 a?os, es la enfermera de pr¨¢ctica avanzada (EPA), un novedoso cargo que cada vez toma mayor protagonismo en Espa?a. Se trata de una profesional todoterreno que realiza un seguimiento en el ¨¢mbito m¨¦dico, personal y social del paciente.
Tanto en consulta como en planta, su trabajo consiste en integrar al ni?o en la escuela, apoyarle en su rendimiento escolar, fomentar las actividades de ocio y que haga amigos, as¨ª como ayudarle a que lleve un orden en su medicaci¨®n y se vaya volviendo m¨¢s aut¨®nomo a medida que crece. ¡°Normalizar la vida del ni?o, en definitiva, y detectar precozmente cualquier se?al de alerta, porque puede que est¨¦ bien m¨¦dicamente, pero no emocionalmente¡±, explica esta veterana del servicio, que ha visto cambiar radicalmente los hospitales desde que empez¨® hace 27 a?os. ¡°Hoy son centros con un ambiente m¨¢s colorido, amable y l¨²dico, en el que tambi¨¦n hay espacio para las familias. Porque un hospital ya no tiene que parecer un hospital¡±, subraya. Y, a continuaci¨®n, menciona ese lugar especial del Vall d¡¯Hebron: la Sala Familiar, una de las m¨¢s grandes de Europa, donde los ni?os juegan, estudian, pasan tiempo con padres y hermanos y reciben visitas de amigos.
Mu?oz reconoce que, aunque parezca un t¨®pico de su profesi¨®n, la asistencia es lo suyo. Lo ha comprobado despu¨¦s de 10 a?os en un puesto de gesti¨®n. Hace dos sinti¨® que ten¨ªa que volver a la trinchera. ¡°Como gestora haces cosas importantes, pero necesitaba reencontrarme con la vocaci¨®n¡±, reconoce esta experta que, como Ros¨¦s, es una lectora empedernida, en su caso, de novela hist¨®rica. ¡°Me ayuda a evadirme cuando las cosas no han ido bien en el hospital¡±. Est¨¢ releyendo Los pilares de la tierra de Ken Follet, el superventas de 1989 ambientado en la construcci¨®n de una catedral en la Inglaterra de la Edad Media. ¡°En su momento me impact¨®, pero ahora he encontrado una interpretaci¨®n completamente diferente¡±, se?ala. ?Y cu¨¢l es? ¡°Pues b¨¢sicamente que la sociedad no ha cambiado demasiado, que con los siglos asumimos avances tecnol¨®gicos, pero nuestro objetivo es el mismo: buscar la felicidad¡±.
Ferran Gran
Coordinador M¨¦dico de Trasplante Card¨ªaco Infantil
¡°Mi trabajo me hace vivir con intensidad y me recuerda lo afortunado que soy¡±
Ferran Gran siente el peso de la responsabilidad que conlleva la coordinaci¨®n de los trasplantes de coraz¨®n en un centro de referencia para pacientes que a¨²n tienen toda la vida por delante. Pero eso no le hace m¨¢s peque?o. Al contrario, este cardi¨®logo pedi¨¢trico se crece ante cualquier problema y nunca se olvida de algo esencial: mantenerse al d¨ªa acerca de las ¨²ltimas novedades en su campo. ¡°Tienes que actualizarte permanentemente¡±, puntualiza. Lo suyo siempre ha sido estudiar. De hecho, durante sus a?os en la universidad cambi¨® radicalmente de carrera. Aunque ahora es un convencido de la Medicina, hubo un tiempo en que dud¨® sobre si era su vocaci¨®n.
Tras dos a?os en ella, decidi¨® pasarse a la Filosof¨ªa. Sustituy¨® una forma de entender la vida por otra. Conoci¨® a S¨®crates y a Plat¨®n y le sedujeron m¨¢s que Hip¨®crates o Galeno, precursores de la Medicina. ¡°Al principio no me gust¨® [la Medicina] porque era m¨¢s te¨®rica, as¨ª que en tercero empec¨¦ Filosof¨ªa y complet¨¦ a?o y medio¡±. No obstante, llevado por el pensamiento l¨®gico que aprendi¨® en las aulas de Filosof¨ªa regres¨® a la Medicina: ¡°Vi m¨¢s complicado encontrar trabajo de fil¨®sofo, aunque como afici¨®n me apasiona¡±, reconoce. Hoy tiene claro que volver mereci¨® la pena. Su carrera est¨¢ llena de momentos para el recuerdo. Entre ellos, el hecho de ser uno de los que pusieron en marcha el novedoso programa de trasplantes del hospital hace 15 a?os y que no deja de crecer. En lo que va de 2023 han superado los trasplantes de 2022.
En la conversaci¨®n de Gran se filtra la idea de que hay algo de tr¨¢gico en trabajar con ni?os que se enfrentan al dolor y a la enfermedad cuando empiezan a fascinarse por el mundo, lo que provoca que ¡°haya una predisposici¨®n total a darlo todo¡± en los profesionales que se encargan de ellos . Estar tan cerca de historias tan duras tambi¨¦n le ayuda a valorar la vida. ¡°Tengo un trabajo que me hace vivir con intensidad, pero tambi¨¦n me recuerda lo afortunado que soy¡±, admite.
La medicina es su gran pasi¨®n, pero no la ¨²nica. Gran se siente feliz cuando empu?a la guitarra, cada mi¨¦rcoles, para ensayar con su banda. Tras el par¨®n por la pandemia, han vuelto para practicar su repertorio de versiones de canciones pop-rock de los ochenta. Por ahora han hecho pocos bolos, ¡°uno ben¨¦fico para una ONG¡±, puntualiza. Se lo toman con calma, como algo para divertirse y, sobre todo, evadirse.
Joan Balcells
Responsable de la UCI pedi¨¢trica
¡°El d¨ªa que se van a casa y vienen a darnos las gracias es impagable¡±
La historia de Joan Balcells con la pediatr¨ªa conforma un c¨ªrculo perfecto. A los siete a?os decidi¨® que se convertir¨ªa en pediatra por influencia del suyo. ¡°Yo quer¨ªa ser como el doctor Joan Sauleda¡±, recuerda. ¡°Mi madre, que era enfermera, lo adoraba porque trataba a todos sus hijos y, claro, yo me contagi¨¦ de esa fascinaci¨®n. Siempre tuve una percepci¨®n maravillosa de ¨¦l, excepto cuando me ten¨ªa que pinchar penicilina¡±, bromea. La trayectoria circular de esa admiraci¨®n complet¨® la circunferencia perfecta cuando Balcells, tras estudiar Medicina en la Universidad de Navarra, aterriz¨® en el servicio que aquel veterano doctor hab¨ªa fundado en 1968: la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pedi¨¢trica del Hospital Vall d¡¯Hebron. ¡°Coincid¨ª con ¨¦l durante mi residencia y poco despu¨¦s se jubil¨®¡±, recuerda.
Balcells lleva desde 1998 atendiendo a ni?os en momentos cr¨ªticos en esa UCI que ahora dirige. Un trabajo tan fascinante como complejo porque, como bien reconoce: ¡°Las necesidades de un beb¨¦ de dos meses no son las mismas que las de un adolescente: cambian de tama?o, de fisonom¨ªa... los adultos somos todos muy parecidos¡±, compara. Como contrapartida, detalla, la capacidad de los ni?os para recuperarse es infinitamente superior. ¡°Su cuerpo tiende a crecer y sobreponerse, lo que se traduce en una mortalidad mucho m¨¢s baja y en mayores satisfacciones para los padres y para nosotros¡±, remarca, entre m¨¢quinas, como la de la imagen (encargada de dosificar los medicamentos en el ingresado) que les asisten en su misi¨®n de atender a pacientes en estado cr¨ªtico. El mejor momento de su trabajo, se?ala este barcelon¨¦s de 54 a?os, es cuando les dan el alta. ¡°El d¨ªa que se van a casa y vienen a darnos las gracias es impagable¡±.
Fuera del hospital, Balcells emplea su tiempo en compartir momentos con su familia. ¡°Mi esposa y yo tenemos cuatro hijos, as¨ª que estamos muy entretenidos¡±. Pero tambi¨¦n en ejercitarse corriendo. A lo que suma, de vez en cuando, alguna carrera popular. ¡°Una de 10 kil¨®metros, una media marat¨®n, la Behobia-San Sebasti¨¢n [de 20 kil¨®metros]¡ Las disfruto mucho y, adem¨¢s, son excelentes para la salud¡±.
Rosana Moyano
Psic¨®loga sanitaria de la Associaci¨® de Cardiopaties Cong¨¨nites (AACIC-CorAvant)
¡°Escuchamos m¨¢s all¨¢ de la parte m¨¦dica y ayudamos en sus vivencias emocionales¡±
La enfermedad genera dolor f¨ªsico, pero tambi¨¦n provoca un considerable da?o emocional en los ni?os. Una cardiopat¨ªa puede impedir que vayan a clase, salgan con sus amigos y obligarles a pasar largas temporadas ingresados, pero tambi¨¦n hace saltar por los aires las vidas de sus padres y sus hermanos. Por eso, el apoyo psicol¨®gico gana cada vez m¨¢s relevancia como herramienta paralela a los tratamientos m¨¦dicos que siguen los pacientes. Y ese es el trabajo de Rosana Moyano: desde hace 15 a?os visita y apoya diariamente a los pacientes cardiol¨®gicos gracias a la Associaci¨® de Cardiopaties Cong¨¨nites (AACIC-CorAvant) a la que pertenece. ¡°Escuchamos m¨¢s all¨¢ de la parte m¨¦dica y ayudamos en sus vivencias emociones. Acompa?amos y orientamos a los ni?os y sus familias en el proceso de preparaci¨®n antes y despu¨¦s de la intervenci¨®n quir¨²rgica. En definitiva, tratamos de hacer m¨¢s agradable la estancia en el hospital¡±, detalla esta barcelonesa de 58 a?os.
Escuchar a los pacientes, a sus padres y a sus hermanos es parte esencial de su d¨ªa a d¨ªa, pero tambi¨¦n ofrecer herramientas para que los ingresados aprendan a gestionar emocionalmente su relaci¨®n con la enfermedad. ¡°Disponemos de cuentos que explican las intervenciones quir¨²rgicas de coraz¨®n por las que van a pasar y trabajamos con materiales manuales como las plastilinas y las arcillas con las que el ni?o puede sacar su rabia cuando est¨¢ enfadado¡±, resume la psic¨®loga.
Moyano es una apasionada de su trabajo, pero tambi¨¦n de la cultura. Le encanta ir de exposiciones -tanto de pintura como de fotograf¨ªa- y al teatro. Recomienda la ¨²ltima obra que ha visto, L¡¯alegria que passa, un musical de Dagoll Dagom, sobre una compa?¨ªa de circo que se instala fugazmente en un pueblo. Pero lo que m¨¢s le gusta es perderse en la naturaleza: ¡°Caminar por la monta?a, tocar los ¨¢rboles, entrar en el mar...¡±, evoca. Cuando tiene un mal d¨ªa, cierra los ojos y se transporta al ¨²ltimo de sus viajes. ¡°Este verano estuve de excursi¨®n por los Dolomitas [un conjunto de macizos monta?osos en los Alpes italianos], hac¨ªa un d¨ªa maravilloso, con much¨ªsimo sol y un aire muy puro... Experiment¨¦ una sensaci¨®n de plenitud, de armon¨ªa. Y esa imagen retenida me ayuda cuando necesito paz¡±, recuerda.