?Por qu¨¦ hablar de VIH en el Orgullo y no en los sanfermines?

Cada a?o, el Orgullo de Madrid se convierte en un escenario privilegiado para celebrar las conquistas en los derechos del colectivo LGTBI y en un escaparate perfecto desde el que visibilizar los retos pendientes. Entre ellos contin¨²an teniendo un papel destacado las reivindicaciones a favor de la salud sexual, entendiendo esta desde una perspectiva integral que, adem¨¢s de armonizar salud f¨ªsica y mental, permita disfrutar de las vivencias individuales con libertad y plenitud.

En este contexto, la lucha contra el VIH ¨Cque es tambi¨¦n la lucha contra el estigma y la discriminaci¨®n¨C cobra su sentido. No se trata solo de una cuesti¨®n de derechos humanos, sino de un arma eficaz para promover la prevenci¨®n, el diagn¨®stico precoz y el inicio temprano del tratamiento. Un arma para recordar mensajes tan importantes como que una persona con carga viral indetectable no puede transmitir el virus, que es importante atender a los problemas cl¨ªnicos derivados de la cronicidad y que no se pueden invisibilizar o ignorar los trastornos de salud mental asociados a la infecci¨®n y a los tratamientos.

Pero la asociaci¨®n entre Orgullo y lucha contra el VIH es un asunto complejo: durante a?os se ha intentado combatir y neutralizar aquella vieja y venenosa idea del ¡®c¨¢ncer gay¡¯ o la ¡®peste rosa¡¯, y los rescoldos de esta batalla todav¨ªa hoy pueden escocer. Por eso, hemos querido dar voz al tercer sector y al colectivo LGTBI, para que sean ellos quienes expliquen el sentido de que la lucha contra el VIH est¨¦ presente en la m¨¢s importante fiesta del Orgullo.

La comunidad LGTBI como punta de lanza

¡°Es cierto que los virus no entienden de g¨¦nero o identidad, pero en pa¨ªses de nuestro entorno el VIH se ha ensa?ado especialmente con la comunidad GBHSH (gais, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres)¡±, explica Ram¨®n Espacio, secretario general de la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida), todo un referente en la militancia y el activismo. ¡°Los derechos relacionados con la salud sexual forman parte de los derechos humanos y del colectivo, y el Orgullo es un espacio de reivindicaci¨®n esencial para reclamarlos¡±.

Buen conocedor de cuanto se mueve en torno tanto al Orgullo como a la lucha contra el VIH, Espacio se?ala: ¡°Puede que haya personas dentro del colectivo que sigan pensando que hablar del VIH en el contexto del Orgullo es estigmatizarlo, aunque mi impresi¨®n es que son una minor¨ªa. Mi visi¨®n es que esto esconde una cierta serofobia [fobia contra las personas con el VIH] interiorizada. Como si vivir con el VIH fuera algo vergonzante de lo que no hay que hablar¡±.

Desde una perspectiva enfocada en derechos, contin¨²a, la salud sexual es uno m¨¢s: ¡°No podemos ni debemos encerrar al VIH dentro de un armario. La comunidad LGTBI ha sido hist¨®ricamente una de la piedras clave en la respuesta global al VIH y creo que as¨ª debe seguir siendo. Si queremos llegar a ver el final de la historia del VIH, es necesario que est¨¦ presente en este tipo de eventos¡±.

Con respecto a ¡°este tipo de eventos¡± que menciona Espacio, Nahum Cabrera, coordinador del grupo de VIH de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y M¨¢s (FELGTBI+), matiza: ¡°Los mensajes no hay que lanzarlos espec¨ªficamente en el Orgullo propiamente dicho, porque eso ser¨ªa seguir con la idea de que el VIH es una infecci¨®n propia de nuestro colectivo. Los mensajes deben trabajarse a lo largo de todo el a?o. ?Que tambi¨¦n se puede hacer campa?a en el Orgullo? Por supuesto, pero sin centrar todo ese esfuerzo en una acci¨®n ¨²nica¡±.

Buscando el equilibrio

Tras reconocer que se trata de ¡°un asunto complicado¡±, Mario Bl¨¢zquez, coordinador del Programa de Prevenci¨®n del VIH y otras ITS del Colectivo LGTB+ de Madrid (Cogam), apunta a la dificultad de encontrar el equilibrio entre dos mensajes: ¡°Por una parte, es importante insistir en que el VIH es una infecci¨®n que no afecta solo a personas trans y a hombres gais y bisexuales (de hecho, un tercio de las transmisiones se da en el contexto de una relaci¨®n heterosexual); por otra, tambi¨¦n es importante que nuestro colectivo entienda que, debido a circunstancias sociales, biol¨®gicas y epidemiol¨®gicas, seguimos siendo especialmente vulnerables a la infecci¨®n¡±.

En este sentido, se?ala, ¡°nosotros vamos a reivindicar la prevenci¨®n, y as¨ª lo llevaremos en la carroza. Peleamos por la salud sexual desde la elecci¨®n individual. Nuestros mensajes van a estar presentes, visibles, pero sin se?alar a nadie. Queremos que se disfrute de la sexualidad¡±.

Hablan los tres expertos de los mensajes en torno al VIH, y es obvio que, con los a?os, han ido evolucionando: en un momento en el que los avances m¨¦dicos han permitido cronificar la infecci¨®n y conseguir que una persona con carga viral indetectable no pueda transmitir el virus, estos mensajes van m¨¢s all¨¢ del uso del preservativo y apuntan a las posibilidades actuales de disfrutar la sexualidad plenamente y sin riesgos.

¡°Est¨¢ claro que la comunidad de hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres y de mujeres trans presenta mayor vulnerabilidad frente al VIH y otras infecciones de transmisi¨®n sexual, y que este colectivo ha sido un factor clave en la respuesta al VIH a nivel global¡±, explica Ram¨®n Espacio. ¡°Creo que, con distintos matices, los mensajes siempre han estado vinculados a la prevenci¨®n, la lucha contra la discriminaci¨®n y la conquista de derechos. El VIH, desafortunadamente, ha sido una infecci¨®n cargada de prejuicios y discriminaci¨®n pero, a su vez, ha servido de catalizador en la conquista de los derechos de las poblaciones vulnerables¡±.

I = I, ¡®supervihvientes¡¯ y mucho m¨¢s que VIH

En esta adaptaci¨®n de los mensajes a la realidad siempre cambiante del VIH, se ha ido hablando de prevenci¨®n combinada, discriminaci¨®n, pacto de Estado... Y, tambi¨¦n, de retos sociales, como la realidad de los supervihvientes, es decir, de aquellas personas que adquirieron la infecci¨®n antes de la aparici¨®n de los tratamientos antirretrovirales de alta eficacia en 1996 y que, contra todo pron¨®stico, lograron sobrevivir. Ram¨®n Espacio recuerda que, en 2019, ¡°desde Cesida nos sumamos al lema del Orgullo: Mayores sin armarios: ?historia, lucha y memoria! Quer¨ªamos rendir homenaje a aquellos que lucharon por los derechos sanitarios y sociales de nuestro colectivo en aquellos a?os tan dif¨ªciles, y llamar la atenci¨®n sobre la necesidad atender a sus necesidades bio-psicosociales¡±.

Desde Cogam, Mario Bl¨¢zquez recuerda: ¡°Es crucial insistir en que, en la actualidad, ya tenemos la opci¨®n de la prevenci¨®n combinada, que ha sido una de nuestras reivindicaciones de los ¨²ltimos a?os. Y, por supuesto, hacer tambi¨¦n hincapi¨¦ en que sexo seguro es mantener relaciones con personas indetectables¡±.

Estos son tambi¨¦n los mensajes clave a los que apunta Nahum Cabrera: ¡°La realidad es que es mucho m¨¢s seguro tener una relaci¨®n sin protecci¨®n con una persona VIH positiva que est¨¢ en tratamiento [continuado y controlado], que con una persona que no sabe su estado serol¨®gico. No se trata de decir que no se tengan relaciones sexuales, sino de procurar tener control y, si en alg¨²n momento se pierde, toca revisarse¡±.

Otro mensaje es el de ampliar el foco y extender los mensajes de prevenci¨®n al resto de las ITS. Como recuerda Cabrera: ¡°La campa?a del Ministerio [de Sanidad] en torno a las infecciones sexualmente transmisibles arranca en el Orgullo, pero no va destinada espec¨ªficamente a la comunidad LGTB, sino a la poblaci¨®n general¡±. Con ¨¦l coincide Mario Bl¨¢zquez, que recuerda que ¡°el VIH tiene toda la carga del estigma, pero hay much¨ªsimos casos de gonorrea o s¨ªfilis, por ejemplo, que tienen su entidad y caracter¨ªsticas propias y ponen en riesgo la salud individual y p¨²blica¡±.

Pr¨®xima cita: el Pride+

M¨¢s all¨¢ del Orgullo, el pr¨®ximo 22 de noviembre se celebrar¨¢ el primer Pride Positivo en Espa?a, una iniciativa promovida por Cesida, que recoge el testigo de reivindicaciones orientadas a visibilizar a colectivos que sufren estigma y discriminaci¨®n, y enfocado en dignificar a las personas con el VIH.

El punto de partida es que el concepto Pride abarca otros matices, como dignidad y derechos: ¡°Vivir con VIH no es, per se, un rasgo identitario: no es algo de lo que te puedas sentir o dejar de sentir orgulloso. Sin embargo, nos sentimos orgullosas por la aportaci¨®n que las personas con el VIH hemos realizado a la respuesta global a esta pandemia y de las conquistas en igualdad, dignidad y derechos de las poblaciones vulnerables¡±, expone Ram¨®n Espacio.

Las cifras nos indican que, aproximadamente, una de cada 300 personas en Espa?a vive con VIH, pero las encuestas revelan que un alto porcentaje de la poblaci¨®n asegura no conocer a ninguna persona con esta infecci¨®n. ¡°Esto se debe a que muchas personas con el VIH no comparten su situaci¨®n con amigos o compa?eros de trabajo por miedo a la discriminaci¨®n o perder el trabajo, situaciones que lamentablemente siguen ocurriendo¡±, aclara Espacio. ¡°Somos conscientes de que, todav¨ªa hoy, demasiadas personas con el VIH viven lo que solo tendr¨ªa que ser una patolog¨ªa cr¨®nica m¨¢s con sentimientos de miedo, culpa, soledad y autoestigma. Por eso estamos convencidos de que promover la visibilidad y la acci¨®n de las personas con el VIH es una acto de dignidad y una herramienta esencial para disminuir el estigma y la discriminaci¨®n¡±.