El Papa promulga el primer documento oficial del Vaticano por correo electr¨®nico

El Papa ha firmado hoy el documento final del S¨ªnodo de Obispos para Ocean¨ªa, en el que se defienden a los abor¨ªgenes y las culturas locales, y lo ha enviado por Internet a todas las di¨®cesis de ese continente, la primera vez en la Historia de la Iglesia que se promulga un documento oficial por correo electr¨®nico.

El documento defiende a los abor¨ªgenes y sus culturas y tierras, promueve los derechos humanos, la defensa de la vida y de su dignidad, la justicia social y la protecci¨®n del medio ambiente. Tambi¨¦n reconoce los errores y culpas de los misioneros y, de forma indirecta, pide perd¨®n por los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes en ¨¦pocas pasadas.

Hasta ahora, la costumbre era que el Pont¨ªfice entregase personalmente la Exhortaci¨®n Apost¨®lica post Sinodal, como se llama el texto con el que se concluye un s¨ªnodo, en un pa¨ªs del continente sobre el que trat¨® la asamblea.

Juan Pablo II ha se?alado en el Vaticano que le hubiera gustado haber viajado hasta Ocean¨ªa para entregarlo en mano, "pero no ha podido ser", sin especificar las causas. As¨ª que la Santa Sede, "dada la dispersi¨®n geogr¨¢fica y la extensi¨®n del continente", ha decidido que Juan Pablo II firmara el documento en el Palacio Apost¨®lico y lo enviara inmediatamente por e-mail a todas las di¨®cesis de Ocean¨ªa.

Seg¨²n un comunicado de la Santa Sede, "las comunicaciones electr¨®nicas tendr¨¢n una funci¨®n muy importante a partir de ahora en todos los s¨ªnodos. Cuando el Santo Padre transmite este documento, el primero en toda la Historia de la Iglesia, a trav¨¦s de Internet, est¨¢ subrayando este aspecto de una forma destacable".

La firma y env¨ªo se ha celebrado en una solemne ceremonia a la que asistieron 17 cardenales, 25 obispos y una treintena de sacerdotes y monjas y en la que se escucharon los sonidos de las conchas, t¨ªpicas de las tradiciones culturales de Ocean¨ªa, y una joven de Samoa, descalza y ataviada con los vestidos de su pa¨ªs, ha bailado ante el Pont¨ªfice.

Tras firmar el documento, el Papa ha pulsado la tecla de un ordenador port¨¢til conectado con Internet y con la p¨¢gina de correo electr¨®nico ya preparada. Inmediatamente se ha visto a trav¨¦s de varios monitores de televisi¨®n c¨®mo aparec¨ªan las direcciones electr¨®nicas de las di¨®cesis a las que iba dirigido el texto.

Los presentes romp¨ªan en aplausos cada vez que aparec¨ªa la direcci¨®n electr¨®nica de una importante di¨®cesis, como las de Australia, Nueva Zelanda, Tahit¨ª o Samoa, entre otras.